El Club de los Sin Camisa
“... trescientos años de calma, ¿no bastan?”
Simón Bolívar. 3 de Julio de 1811
Por Nelson Escobar
Cuando José Martí dijo que había que ser cultos para ser libres, sintetizaba de forma extraordinaria la esencia y propósito de toda política cultural revolucionaria, que no es otro más que lograr que los seres humanos desarrollen la capacidad de comprender, valorar y leer la realidad, despojados del velamiento que el sistema capitalista nos impone para perpetuarse.
Es ese velamiento de la realidad, el que escribió la “historia oficial” tergiversada que conocíamos, ocultó la historia protagónica de los pueblos y deificó y encumbró a nuestros héroes y heroínas hasta hacerlos inalcanzables para el pueblo. Ese velamiento de la realidad, que tiene como principal ejecutor a los emporios comunicacionales, intenta diariamente socavar nuestras expresiones y manifestaciones tradicionales y populares para sustituirlas por otras, cosifica al arte y los artistas para convertirlos en mercancía, impone patrones estéticos al hecho y proceso cultural, sugiere qué es “buen arte” y qué no lo es, todo con el propósito de estandarizar lo que oímos, bailamos, vestimos, vemos, comemos, hablamos, leemos, hasta hacernos presos condenados a consumir y producir culturalmente aquello que es más alienante y rentable. He allí la razón por la cual arrasan con el Patrimonio Cultural de la Humanidad en Irak, Líbano y Libia, por ejemplo, hacernos menos libres.
Es esa la importancia estratégica del empeño y esfuerzo que se ha venido haciendo desde el pueblo creador en resistencia permanente y el Gobierno Revolucionario al poner en el primer eje de acción lo ideológico-cultural. En ese camino todo un pueblo de maestros y maestras, activadores y activadoras, cultores y cultoras, niños y niñas, familias enteras, todas como un solo Batallón Cultural, celebran su Batalla de Araure en el 2010, con una majestuosa escenificación y para este año con la masificación de las disciplinas artísticas, en eventos en los que la música, las artes plásticas, el teatro, la danza y los audiovisuales nos harán más cultos y más libres.
El mismo empuje cultural revolucionario de la Patria Grande es la que hace posible que estén desplegados en el estado cientos de Misioneros de la Cultura, en vanguardia permanente para, desde las artes, librar la Batalla de las Ideas, de allí han florecido más de 700 unidades artísticas constituidas por el pueblo creador. Una Gran Explosión Cultural hizo a Portuguesa merecedora de cuatro Premios Nacionales de los Certámenes del Bicentenario de la Independencia en los renglones de periodismo, teatro, ensayo histórico-político y artes gráficas, con varias propuestas inspiradas en la Batalla de Araure. La Misión Joropo, nacida en Portuguesa, es hoy ejemplo nacional de acciones concretas de preservación de manifestaciones culturales en riesgo y la política editorial con sentido histórico-político realizada en el estado por la Escuela Salvador de la Plaza, ha sido reconocida y emulada.
Y sin embargo, el mayor logro que podríamos concluir desde este espacio de construcción del socialismo es la unificación de esfuerzos de los equipos de trabajo culturales, concentrados en una misma tarea y propósito, cada vez más creadores y creadoras van tejiendo el camino de la relación entre el trabajo artístico y el trabajo revolucionario para así conseguir la liberación de nuestra conciencia en todos los sentidos, haciéndonos más críticos, responsables, disciplinados, conocedores de nuestra historia verdadera, valorando nuestra diversidad cultural, convencidos de que el arte, la creación y la cultura no están más allá del bien y el mal y, como todo, toman partido y abona caminos para la barbarie o para la esperanza, para perpetuar la dominación o para construir un socialismo liberador.
Ese mismo Batallón Cultural se propone ahora concluir este año de avance y logros en lo ideológico-cultural, realizar el 1er Foro del Arte y la Literatura de la Portuguesa Socialista, un espacio para hacernos más cultos y más libres en el debate y la reflexión sobre el papel liberador de la cultura frente a la dominación imperialista y su penetración ideológica, ese es el camino, el del canto de Alí Primera, hermoso, puro, militante y creador “…que mi canto no se pierda, espero que luchen” dijo Alí.
Luchamos!!!
…”El arte y la literatura revolucionarios son producto del reflejo de la vida del pueblo en el cerebro de los artistas y escritores revolucionarios. En la misma vida del pueblo están los yacimientos de materia prima para el arte y la literatura, material en estado natural, no elaborado, pero, a la vez, el más vivo, el más rico y el más fundamental; en este sentido, ante él quedan pálidos todo arte y literatura”
Intervenciones en el Foro de Yenán sobre el Arte y la Literatura
Mayo, 1942
Obras Escogidas de Mao Tse-tung
