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Despedida de Cristian Pérez - Sí a la Paz

Colombia: Falsa Democracia

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Falsa democracia

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[Colombia] Falsa democracia II: la democracia burguesa

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo. En el artículo de ayer abordamos, someramente, la historia de la democracia burguesa ...

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En barrio de Armenia comen gallinazos porque no hay dinero para más



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Revista Cambio Total

Armenia es una de las ciudades que con Manizales y Pereira constituía el denominado « eje cafetero » de Colombia, otrora sitio de pujanza con la siembra del Café. Hoy, como todas las ciudades colombianas vive el embate de la pobreza, el hambre y la despocupación como se ve en ésta noticia de Caracol radio, empresa que tiene que ver mucho con las políticas adelantadas desde el Estado y sus gobiernos.

Los dejamos con la nota completa de Caracol radio :

« Más de 60 familias, que viven en el barrio La Múcura o Miraflores Bajo de Armenia, han optado, ante su crítica situación de pobreza y hambre, por cazar y comer gallinazos.

Entre los desechos que diariamente tiran desde camiones, carretillas y camionetas a un improvisado basurero que se ha formado a la fuerza en este sector, ubicado en la parte trasera de la antigua Estación del Tren en Armenia, viven esas aves de carroña que son blanco de las piedras que con la mano o caucheras lanzan los ciudadanos de la zona para poder atraparlas.

Según el señor Rubiel de Jesús Martínez, líder de la comunidad, “muchas personas pasan dos y hasta tres días sin comer y por eso optan por cazar estos animales, luego los echan a la olla como si fuera una gallina, y se los comen. Ahí no queda más que cerrar los ojos y pensar que uno se está comiendo un pollo grande”.

Es un reflejo de la extrema pobreza en la que viven por lo menos 1.115 ciudadanos de Armenia, censados por la Secretaría de Planeación Municipal.

Ante esta realidad que ha generado alarma entre la comunidad quindiana y las autoridades del país, la Secretaría de Salud de Armenia se pronunció, afirmando que el animal persé no es dañino, pero si lo sería si está enfermo; “como con cualquier animal, ocurre con los gallinazos, que si están enfermos pueden generar daños a la salud humana; sin embargo, el ave como tal no es dañina porque su organismo procesa lo que come y lo convierte en proteína que es lo que finalmente está llegando a las bocas de quienes lo consumen”, dijo Luz Jenny Gutiérrez, desde el área de Salud Pública de la capital quindiana.

La funcionaria, sin embargo, admitió que esa termina siendo la principal muestra de degradación. “No es el ideal, no debería la gente tener que acudir a comer este tipo de animales y lamentamos esa realidad”, afirmó Gutiérrez.

Mientras tanto, en el barrio la ciudadanía afirma que ese es el resultado del abandono al que han sido sometidos durante las últimas administraciones.

En la zona, en la que habitan un alto porcentaje de menores de edad, lo que están pidiendo, más allá de un plato de comida o un mercado, es ayuda para que la gente pueda trabajar, “no queremos la caridad, queremos responsabilidad de la Alcaldía para que nos genere empleo”, dijo Luz Amparo Márquez, otra ciudadana del sector.

Luego de evidenciarse esta realidad a través de Caracol Radio, la Administración de Armenia se comprometió a visitar el lugar ».

Verdades y mentiras de la masacre de Mapiripán: quince años después

 

Lunes 16 de julio de 2012, por Luis Guillermo Pérez Casas


“El juicio será mi gloria. Y si me voy a juicio va a ser una cuestión mucho más grave que el proceso 8.000. Mejor dicho, va a ser más grave que todo lo que ha sucedido en Colombia. Con esta cuestión (la masacre de Mapiripán), ya descubrí que fue lo que pasó. Es sumamente grave, gravísimo, porque se comprobó una cuestión que nosotros toda la vida hemos negado, que es el vínculo de los militares con los paramilitares”.

Con estas palabras el general Uscátegui, quería asegurarse que la cúpula de las Fuerzas Armadas, lo respaldaría en su defensa penal por la masacre de Mapiripán, de lo contrario utilizaría el juicio para decir la verdad. El mensaje se lo transmitió directamente al general Mora Rangel: “hagámonos pasito…hagámonos pasito” . Aseguró que nunca se dejaría meter 40 años de prisión y chantajeada la cúpula militar, creyó asegurarse el camino a la impunidad.

Hoy el general Uscátegui, pretende que se reduzca o anule su condena, sobre tres hipótesis: que él no tenía mando, ni jurisdicción sobre Mapiripán, por tanto no lo comprometería el deber de garante; que el testimonio del coronel Orozco Castro en su contra se produjo porque el Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo” –CCAJAR- le habría ofrecido sacarlo del país y, por último que las víctimas no habrían sido 49, como anunció el cabecilla paramilitar Carlos Castaño en su mensaje de terror de septiembre del 97 “habrán muchos más mapiripanes”, porque la mayoría de las víctimas serían falsas, inventadas por el CCAJAR para lucrarse.

En su indagatoria el general Uscátegui aceptó que tenía mando sobre el batallón “Joaquín París”, aunque posteriormente como estrategia de defensa negó que estuviera bajo su jurisdicción.

El CCAJAR tramitó medidas cautelares para el Coronel Orozco Castro, luego de haber denunciado un atentado contra su vida en su sitio de reclusión y la muerte violenta de su hermano Andrés Orozco, capitán de las fuerzas especiales del Ejército quien según su familia habría muerto en sospechosas circunstancias en Pacho Cundinamarca . Orozco salió del país con ayuda del gobierno de Estados Unidos y del ministerio del Interior de Colombia.

Es falso que el Coronel Orozco Castro haya declarado ante alguna autoridad penal o disciplinaria en contra del general Uscátegui, luego de que tomara contacto con el CCAJAR en junio de 2001. Las denuncias contra Uscátegui ya las había hecho Orozco en 1999 ante la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía General de la Nación, ante la Justicia Penal Militar y ante la Procuraduría General de la Nación - quien ya había sancionado a Uscátegui con separación absoluta de las Fuerzas Militares y a Orozco Castro con reprensión severa.

El 30 de marzo de 1999 la Fiscalía de la Unidad Nacional de Derechos Humanos se abstuvo de detener al Teniente Coronel Hernán Orozco Castro, debido a que había “dado explicaciones serias y creíbles que lo exoneran de Medida de Aseguramiento alguna para imponer en su contra” .

El coronel Orozco Castro, habría intentado impedir la masacre de Mapiripán, se comunicó vía radio con el general Uscátegui y mediante oficio del 15 de julio de 1997 le manifestó:

“8…considero yo que si los paras han venido desde tan lejos, no ha sido precisamente para deleitarse con el paisaje de la región, pronostico en los próximos días una serie de matanzas y asesinatos entre algunos pobladores de la antes mencionada ciudad. Alguna RAZÓN especial los condujo a la Jurisdicción de la Séptima Brigada. No comparto ni justifico, la actividad adelantada por los Paramilitares...
9. Me permito recomendar a mi General, aprovechando lo manifestado, que con los medios humanos y materiales de la Brigada Móvil 2 ( 3 Batallones en Barrancón y 3 Helicópteros, no hay artillado ) se adelante una operación rápida y sorpresiva sobre Mapiripan, allí se podría incluir a la Policía Antinarcóticos… ”

Por otro lado el número de víctimas de esta masacre nunca se ha precisado, el reciente escándalo sobre las falsas víctimas debe resolverse en los estrados judiciales, como es obligación del Estado. Lo que es vergonzoso, es que se pretenda minimizar la gravedad de lo sucedido, para generar impunidad frente a los principales perpetradores. Fue el propio Uscátegui quien reconoció que un teniente de inteligencia del Ejército, advirtió, al igual que el juez de Mapiripán Cortés Novoa, desde el 15 de julio del 97 sobre la llegada de los paramilitares y luego de las torturas diarias y la masacre, el oficial citado por Uscátegui manifestó:

“ …el teniente dice que los muertos pasaron de 30 y que utilizaron técnicas macabras, machetazos, sierras y después los quemaron con ácidos y las cenizas las echaron al río”

El reconocimiento de la señora Mariela Contreras, de que no habría sido víctima de la masacre de Mapiripán, no desvirtúa la acción del CCAJAR, ni de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El CCAJAR representa tres núcleos familiares: de las ejecuciones extrajudiciales de Sinaí Blanco y José Roland Valencia, así como la desaparición forzada de Antonio María Barrera, sobre los cuales el Estado ha aceptado su responsabilidad. Es deber del Estado investigar el número exacto de víctimas e identificar y sancionar a todos los autores materiales e intelectuales de la masacre como lo establece la Corte Interamericana en su sentencia.

La señora Mariela Contreras mintió a la Fiscalía, le mintió al CCAJAR y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y por ello ha pedido perdón a los abogados que la representamos, a la sociedad y al Estado en declaraciones rendidas ante la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía el 14 de mayo de 2012.

El CCAJAR ha reembolsado al Estado 750 millones de pesos que recibió como consecuencia de haber representado al núcleo familiar de Mariela Contreras, no por una decisión judicial, sino por la ética fundamental que inspira nuestro trabajo en el que no nos lucramos. Los dineros que el CCAJAR recibe por concepto de representación de víctimas indemnizadas por los tribunales son destinados a un fondo social que nos permite continuar la labor de representación legal de miles de víctimas que excepcionalmente tienen la posibilidad de ser reparadas.

El CCAJAR sigue reclamando justicia. Salvatore Mancuso incriminó a Víctor Carranza como uno de los que contribuyó con esta matanza y el despliegue paramilitar en los Llanos. El general Uscátegui estaría legítimamente insatisfecho porque hasta el momento es el único general condenado, él mismo ha denunciado la responsabilidad de Rito Alejo del Río, la investigación debe conducir a otros generales que contribuyeron al despliegue de esta estrategia de terror.

Que hable el general Uscátegui y que le diga la verdad al país, sino quiere, al menos que tenga el pudor de no seguir humillando la memoria de las víctimas e intentando mancillar la honra y credibilidad de quienes las representamos y de quienes administran justicia cumpliendo con su deber. El general Uscátegui no ordenó la masacre de Mapiripán, pero contribuyó a que se perpetrara y por ello ha sido condenado.

Luis Guillermo Pérez Casas Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo” Representante de las víctimas en el proceso penal

Los indígenas son pueblo


 
Allende La Paz, NotiColombia Press.

Dicen que cuando los invasores españoles llegaron a América en 1492 se encontraron con unos indígenas de piel oscura –que contrastaba con la piel pálida de los europeos-, cuerpo atlético y de una inteligencia adornada por una inmensa bondad. Los invasores españoles llegaron barriendo todo lo autóctono y con la espada y la cruz impusieron su modelo de vida.

Nuestros indígenas entonces tuvieron que alzarse en lucha con los recursos con que contaban. Lanzas y flechas contra el caballo –la aviación de entonces-, el arcabuz, y los miles de soldados del ejército español. Un médico colombiano nos muestra esto en un libro virtual llamado « La Salud desde la dimensión Autopoiética » (Ver en : http://www.slideshare.net/hernandovanegas/salud-autopoitica ).

Comenzaba así el viacrucis de los pueblos indígenas que arrojó la escalofriante cifra de 50 millones de indígenas víctimas de la avaricia del imperio español, la misma cifra que arrojó la 2a Guerra Mundial. Cien millones de personas asesinadas por la avaricia, el egoismo y la repartición de los « mercados ». No sobra remarcar que bajo la égida de la espada y la cruz fue arrasada una forma de pensar diferente a la del europeo. Los indígenas vieron quemados sus pocos libros, sus tradiciones y sus adelantos. Ejemplo de esos adelantos los tenemos en el « Calendario Maya » que aún hoy la ignorancia occidental no ha podido descifrar –ni lo hará-.

Ni qué decir que los indígenas ya usaban en sus flechas sustancias para adormecer los animales que cazaban. El « curare », pócima maravillosa, se convertiría apenas en el siglo pasado en la droga que permitiría la relajación muscular indispensable para llevar a cabo la cirugía de los más recónditos lugares de la anatomía del cuerpo humano. Los aztecas y los incas realizaban « trepanaciones » con zumos de plantas, cuando todavía la medicina europea no sabía realizarlas, y los indígenas de Nicaragua se realizaban calzas en sus muelas con oro, plata y otros metales.

El desarrollo de los pueblos indígenas fue cercenado para implantar el « modo de vida » europeo, de « camándulas en el día y perversiones secuales en la noche ». Sus creencias fueron desconocidas y se implantó la creencia en un sólo Dios, cuando los indígenas tenían miles de Dioses. Mas la resistencia y la lucha de los indígenas permitió ir cuajando subrepticiamente la organización del pueblo indígena que junto al pueblo campesino, al pueblo negro esclavizado, hoy mostramos orgullosos nuestra visión que choca profundamente con la visión egoísta del terrateniente y el capitalismo de ahora, el imperialismo.
Contra el egoísmo y la avaricia, se plantea la imperiosa necesidad de la vida colectiva. Contra la depredación del planeta planteamos el cuidado de la Madre Tierra. Por ello nos siguen matando. El caballo fue reemplazado por los carros-tanques y la aviación, el arcabuz por los fusiles de repetición y las « bombas inteligentes », y el imperio español fue reemplazado por el imperio estadounidense.

Siguen matando indígenas. Y no solamente indígenas. Siguen matando seres humanos. Siguen matando pueblo. Siguen masacrando negros, mestizos, zambos, pueblo todo que lucha por sus más sentidas reivindicaciones y por alcanzar la liberación y la soberanía nacional. De la segunda mitad del siglo pasado hasta el presente han seguido asesinando y han alcanzado la cifra de más de 500 mil víctimas.

Los indígenas siguen luchado, inscrita su lucha en la lucha de todo el pueblo. Ellos no son parte aislada de la lucha del pueblo. No son la parte mayoritaria de la población, pero si son una parte altamente organizada.
Nostros, el resto del pueblo, los mestizos, zambos, blancos, obreros, campesinos, estudiantes, trabajadores todos, luchamos por nuestras reivindicaciones, las reivindicaciones del pueblo, y allí, inscrita en esa lucha, está la lucha por las reivindicaciones propias de los indígenas. La solidaridad de « La Minga » en Bogotá fue una muestra de ello.

No nos dejaremos manipular. No nos dejaremos dividir. Somos pueblo. Sencillamente. Y como pueblo, todos luchamos por nuestra verdadera independencia. Sabemos que sólo en la Nueva Colombia se podrán ver realizadas las reivindicaciones de cada sector del pueblo y la realización de cada reivindicación conformará el sumum de la nueva vida en un nuevo país. Como soñaron la cacica « La Gaitana ». Como lo soñó el « negro » Domingo Biojó. Como lo soñó Policarpa Salavarrieta, Galán el comunero, Camilo Torres... Simón Bolívar y su gesta independentista. Como la soñó Camilo Torres, el cura guerrillero. Como la sonaron Manuel Marulanda, Jacobo Arena, Alfonso Cano, y miles de miles colombianos que han regado con su sangre generosa el suelo patrio. 

Sigamos porque en esta lucha llevamos más de 500 años construyendo el país que queremos para el pueblo. Somos patriotas porque no nos arrodillamos ante el oro gringo ni sus salvajadas nos llenan de miedo. Somos colombianos, todos, que vamos construyendo paso a paso, cultivando la palabra, cuenteándonos, sobre el maravilloso país que construiremos entre todos.

Un criminal llamado Hernando Medina

Perfil del hombre que estaría detrás del intento de asesinato contra Petro

Por: Sebastián Jiménez Herrera

La justicia vuelve a poner sus ojos en el asesino del congresista Manuel Cepeda Vargas, de la Unión Patriótica. El Espectador recopila apartes de su prontuario criminal.

El congresista Manuel Cepeda Vargas, el sargento (r) Hernando M. Camacho y el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro. El congresista Manuel Cepeda Vargas, el sargento (r) Hernando M. Camacho y el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro.
A escasas tres semanas de que se cumplan 18 años del homicidio del congresista Manuel Cepeda Vargas, de la Unión Patriótica, su asesino, el sargento (r) Hernando Medina Camacho, vuelve al ojo del huracán. Esta vez por cuenta de acusaciones que lo señalan como el hombre detrás de unos atentados con los que se pretendía asesinar al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, y a la excongresista, Piedad Córdoba, y que fueron evitados gracias a la pronta acción de las autoridades.
“Es un asesino compulsivo”, fue como el congresista Iván Cepeda se refirió al asesino de su padre. Cepeda es una de las personas que le informaron a la Fiscalía sobre un plan para matar a Petro y Córdoba. Se lo había dicho un amigo de infancia de Medina Camacho, quien agregó que por el atentado se iban a pagar $1.000 millones. Con esta acusación se agrega una nota más al prontuario de este huilense de 55 años de edad, aunque identificado con cédula de Popayán.
Todo se remonta al 6 de agosto de 1996. Fue entonces cuando la Fiscalía los vinculó a él y a su compañero, el sargento (r) Justo Gil Zúñiga Labrador, al proceso por el homicidio de Cepeda Vargas. En ese momento los dos se encontraban en una guarnición militar en Neiva, detenidos por su presunta participación en la masacre de 12 personas. Entonces un informante, Elcías Muñoz Vargas, los señaló de hacer parte del asesinato que, al parecer, habría sido ordenado por el comandante paramilitar Carlos Castaño y un alto oficial retirado de la Fuerza Pública. Sin embargo, Castaño no fue condenado por este hecho.
Gracias al testimonio de Muñoz Vargas, entre otras evidencias, el 26 de septiembre de 1996 la justicia recluyó, una vez más, a Gil Zúñiga y a Medina Camacho. Luego, el 16 de diciembre de 1999, los condenó a 43 años de prisión, al uno por disparar contra Cepeda Vargas y al otro por ser su conductor. El segundo apenas pagó 12 años y 122 días de reclusión, por su supuesta colaboración con la justicia. Además, sus primeros años de condena los pasó en una guarnición militar en Melgar (Tolima) y no en una prisión, como debía. Sólo cuando el Colectivo de Abogados e Iván Cepeda denunciaron el hecho, la justicia lo trasladó.
Luego se supo que durante su reclusión, y por permiso de sus superiores, participó en operaciones militares. Una de ellas, realizada el 14 de julio de 1999, dio como resultado la muerte en extrañas circunstancias del teniente José Simón Talero, lo que generó que fuera sancionado con un regaño público. Algo tan insólito llevó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a cuestionar severamente a Colombia en una sentencia de 2010. Era increíble que un condenado saliera como Pedro por su casa de su lugar de reclusión y participara en operativos como si no hubiera pasado nada.
La CIDH agregó en su fallo contra Colombia que era cuestionable que el Gobierno le hubiera reducido la pena a Medina Camacho, a pesar de sus actitudes non sanctas. Por estas y otras irregularidades, el país tuvo que pedir perdón. Sin embargo, nada reversó los beneficios concedidos a Medina Camacho y en mayo de 2007 salió libre. Durante cuatro años estuvo en libertad, pero, al parecer, volvió a sus andanzas. A mediados del año pasado fue vinculado en una investigación por un presunto concierto para delinquir y por este cargo fue recluido el 4 de noviembre en la cárcel La Picota de Bogotá.
Al parecer, el hecho de estar recluido no le impidió planear los atentados contra Petro y Córdoba, los cuales, según un testigo que ya le contó todos los detalles a la Fiscalía, se iban a realizar con la última tecnología: rockets teledirigidos por chips ubicados en lugares públicos. No obstante, para el senador Iván Cepeda hay posibilidades de que Medina Camacho no fuera el cerebro tras los intentos de asesinato. Un declarante le habría mencionado al congresista que uniformados en retiro y de alto rango estarían involucrados en el hecho. “Así que Medina es el ejecutor de órdenes”, aseveró Cepeda.
La Fiscalía ya está al tanto de las denuncias de Cepeda contra Medina Camacho, de quien, dice, hay pruebas de que realizó operaciones junto a los paramilitares y perteneció a escuadrones de la muerte. Este hombre de 174 centímetros de estatura, padre, moreno, de cabello negro y que nunca se graduó del colegio, vuelve a estar en la mira de la justicia. Ya alguna vez la Procuraduría dijo que los actos cometidos por el sargento (r) eran propios de una “dinámica de guerra sucia”. Ahora la Fiscalía indaga si al prontuario criminal de Medina Camacho habrá que agregarle otro indignante capítulo.
La muerte de Cepeda Vargas
Durante meses, el congresista Manuel Cepeda Vargas recibió amenazas de muerte, al igual que sus compañeros de la Unión Patriótica. El 9 de agosto de 1994 esas amenazas se hicieron realidad cuando a las 9 de la mañana, los sargentos Hernando Medina Camacho y Justo Gil Zúñiga Labrador, junto con unos desconocidos, dispararon contra la camioneta de placas BBZ-824 cuando el parlamentario se movilizaba por el barrio Mandalay, en Bogotá. El suyo fue otro crimen más dentro del genocidio del que fue víctima el partido al que pertenecía.
 

Dossier Álvaro Uribe Vélez

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