Headlines News :
Con tecnología de Blogger.

Despedida de Cristian Pérez - Sí a la Paz

Colombia: Falsa Democracia

Colombia: Falsa Democracia
Falsa democracia

RECOMENDADO CAMBIO TOTAL

[Colombia] Falsa democracia II: la democracia burguesa

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo. En el artículo de ayer abordamos, someramente, la historia de la democracia burguesa ...

Hey loco, No dispares!

Vamos a Cuentiarnos la Paz

LOS RICOS NO VAN A LA GUERRA

Blog ESTADÍSTICAS

BLOG DESTACADO

'Uribe sí nos buscó': Hablan dos negociadores de las Farc


Por: Gloria Castrillón / Enviada Especial El espectador- Cromos, La Habana (Cuba)

'Andrés París' y 'Sandra Ramírez' le dijieron a que Álvaro Uribe los buscó durante su segundo mandato para explorar posibilidades de paz. Aseguran que 'Grannobles' está vivo.


‘Andrés París’ y ‘Sandra Ramírez’ en el Hotel Nacional de Cuba. / Jesús Castillo

‘Andrés París’ y ‘Sandra Ramírez’ en el Hotel Nacional de Cuba. / Jesús Castillo
Ya no se ven los rigores de la guerra en sus rostros. Están rozagantes y se mueven con soltura en la vida civil. Andrés París y Sandra Ramírez salieron de Colombia después de soportar la arremetida militar tras la retoma del Caguán hace diez años. El gobierno de Juan Manuel Santos, con ayuda de los países garantes y acompañantes, los sacó de la selva para que se instalaran en La Habana.
Allí permanecen bajo la custodia celosa del gobierno de los hermanos Castro y desde febrero participaron en la construcción del primer acuerdo con los delegados presidenciales encabezados por Enrique Santos. Ahora se alistan para ir a Oslo (Noruega) a la instalación formal de la mesa de negociación, en la que participarán como miembros del equipo fariano. El Hotel Nacional de Cuba, a orillas del mar, fue el escenario de esta charla más sosegada y profunda con El Espectador.
¿Qué balance hacen de los golpes que les propinaron Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, específicamente la muerte de tres miembros del secretariado?
Andrés París: Es evidente que en este período se presentaron esos golpes a las Farc, pero para nada inciden en la voluntad de encontrar una salida política al conflicto. Hay lecturas distintas de estos hechos y hay una matriz mediática que quiere mostrar que las Farc llegan a la mesa por debilidad. Llegamos por convicción profunda y hoy en día seguimos presentes en todo el territorio nacional. Los cambios se presentaron en las posturas del Estado. No hubo diálogos en el gobierno anterior porque el presidente del twitter decidió que su política era la guerra y la actividad paramilitar. La iniciativa de que nos sentáramos acá empezó con intermediarios que nos enviaron razones desde antes de la posesión de Santos.
¿Santos los buscó antes de posesionarse?
Sandra Ramírez: funcionarios del gobierno anterior, que están en el equipo de diálogos del Gobierno, fueron los encargados, en tiempos del expresidente Uribe, de llevar razones a las Farc del interés en explorar posibilidades de un proceso.
¿Uribe los buscó?
S.R.: Sí, claro.
¿Por qué no se concretó un acercamiento?
S.R.: El funcionario era Frank Pearl y se frustró por la política guerrerista de negar incluso la existencia misma del conflicto.
¿En qué momento Uribe los buscó?
S.R.: Durante el segundo mandato y continuaron con Santos.
¿Qué les hace pensar que Santos, a diferencia de Uribe, sí quiere hacer la paz?
A.P.: Hasta ahora el documento que se conoce con el nombre de “Acuerdo general para el fin del conflicto” expresa las condiciones para desarrollar una mesa donde se escucharán las posiciones de las partes, que serán diametralmente opuestas. La gran coincidencia está en que esos seis puntos de la agenda y la introducción del documento que resalta aspectos políticos y sociales son los temas en los que Gobierno e insurgencia nos podemos acercar.
Durante la construcción de ese documento se dio la muerte de ‘Alfonso Cano’, ¿eso no afectó su decisión de sentarse a dialogar?
A.P.: Para nada, porque la solución política es una conclusión de conferencias y plenos que trazan las políticas de las Farc. Una situación de la guerra es que se puede morir en ella y los cuadros que continúan al frente de la organización se obligan a buscar el fin del conflicto mediante un acuerdo.
¿Las Farc que se sentaron en 1998 con Andrés Pastrana son diferentes a las que se sientan hoy con Juan Manuel Santos?
A.P.: Son las mismas, pero en un contexto político diferente. El contexto internacional y regional ha cambiado. Predominan los países que promueven cambios, que instalan proyectos que se resisten a las políticas neoliberales. Colombia, al entrar a los diálogos, entra al contexto latinoamericano donde se han hecho cambios radicales por la vía pacífica y electoral. En lo interno se observa que el pueblo está reanimándose en sus luchas.
¿También incide el hecho de que esté Obama en la presidencia de Estados Unidos?
A.P.: El derribamiento de las torres gemelas en Estados Unidos incidió mortalmente en el Caguán. Ese hecho marcó el sino trágico para hacer cambios pacíficos. Al establecerse la lucha contra el terrorismo del gobierno norteamericano, se avivó en lo interno el plan de Uribe, que fue el principal enemigo de ese experimento y es el principal enemigo de la agenda de La Habana. Esa es parte de su campaña con el mismo cálculo de hacerse reelegir.
¿Cómo incide el hecho de que ‘Iván Márquez’, quien no estuvo en el Caguán y no estuvo de acuerdo con esa negociación, es ahora el negociador principal?
S.R.: En las Farc nunca ha habido divisiones como lo quieren hacer ver el Gobierno y los medios de comunicación. Aquí no hay duros ni blandos. Estamos todos en el esfuerzo de llevar la mesa a buen término. Iván estuvo al frente de este proceso y ha contribuido con su experiencia en Tlaxcala.
¿Por qué esta vez sí aceptaron incluir los términos desmovilización y dejación de armas?
A.P.: En los acuerdos de La Uribe está la formulación redactada, pero de otra forma. Siempre hemos planteado que al buscar el fin del conflicto las Farc puedan transformarse. El lenguaje es diferente y la interpretación también. Hablamos de transformación en medio de cambios en el país. Las Farc se transforman en fuerza política si el país crea el ambiente y las condiciones políticas y sociales. No asociamos la dejación de armas con la rendición ni con entrega. La asociamos con dejar de usar las armas y continuar la lucha por nuestros objetivos y banderas.
En el Caguán nunca se habló de eso.
A.P.: Es cierto, no se había incluido. En Colombia se interpreta la dejación de armas con el M-19, pero la palabra, gramaticalmente, no significa entrega. Es dejar de usar.
¿O sea que no habrá una ceremonia de entrega de fusiles como lo hizo el M-19?
A.P.: Una imagen en la que entren los guerrilleros por una puerta con uniformes y armas y salgan por otra en pantaloneta, no la vamos a protagonizar.
¿Entonces?
A.P.: Habrá acuerdos que cierren la voluntad de las partes de que las armas dejarán de ser útiles para la lucha por los objetivos. Hagamos inútiles las armas para hacer política. Pero mientras haya paramilitares, una política agresiva norteamericana, expresiones como narcoguerrilla y terroristas, las armas tendrán utilidad. Las armas son lo de menos, lo importante es cambiar la voluntad de los que se enfrentan en la lucha, a partir de un ambiente democrático, no a partir de la rendición.
¿Para ustedes Santos es demócrata?
A.P.: Pensamos que Santos es un hombre más realista, incluso se usa mucho esa palabra en la mesa. Los hemos invitado a que llevemos ese realismo como los estudiantes franceses en 1968 cuando decían ‘seamos realistas, hagamos lo imposible’. A Santos le falta ese paso, hay que darlo todo por la paz.
¿Por qué no anunciaron todos los negociadores?
A.P.: Porque ese fue uno de los últimos temas que se abordó en la exploratoria. Además, el Gobierno puede mover sus delegados sin problema, pero a nosotros nos toca dar un margen secreto porque ellos se están trasladando de áreas de combate a zonas donde puedan ser recogidos con un mecanismo especial.
¿Ya está definido, confían en el Gobierno para ese traslado?
A.P.: Ya ha funcionado y es reserva del proceso. El comandante Mauricio fue extraído junto a Sandra por ese mecanismo. Forma parte de los acuerdos. El Gobierno ha mostrado seriedad con traslados anteriores y hubo compromisos firmados con gobiernos garantes y acompañantes. El Gobierno cumplió.
¿Por qué cambiaron de opinión y aceptaron que los diálogos se hicieran fuera de Colombia?
A.P.: Fue por la resistencia del Gobierno a hacer diálogos en el interior del país. La posición fue radical, dicen que es para alejar la mesa del bochinche de la confrontación armada y política del país.
¿Ustedes también creen que es mejor así?
A.P.: Sería mejor hacerlo en Colombia, en zona controlada por el movimiento guerrillero, pero ellos hablan de realismo y fuimos realistas: era La Habana o no era.
¿El Gobierno eligió el sitio?
A.P.: Ellos escogieron el sitio, después de una larga lucha coincidimos en que Cuba ofrece tranquilidad, seguridad y que será un garante neutral.
¿Tuvieron algún tipo de participación en el atentado a Fernando Londoño?
A.P.: Nos parece muy macartista la campaña de identificar a las bacrim con las Farc. Esos grupos son el nuevo traje del antiguo paramilitarismo.
¿Qué pasará con esas personas que fueron secuestradas hace 10 o más años y no aparecen a pesar de que sus familias pagaron varias veces el rescate?
A.P.: En los diálogos de Caracas la delegación del Gobierno hizo poner como primer punto el secuestro. La Coordinadora Guerrillera aceptó y cuando sacamos la lista de retenidos por motivos económicos no daba más de 30 personas, pero en las listas del Gobierno eran más de 2.700. Ellos dijeron mejor archivemos ese tema y pasemos al otro, el cese al fuego. En Colombia secuestran hace muchos años organismos del Estado, la mafia, el narcotráfico, la delincuencia. Nuestro compromiso de suspender las retenciones ya recibió el reconocimiento presidencial.
Muchas de esas personas fueron secuestradas por las Farc y se presume que murieron en cautiverio y nadie da razón de ellos, ¿están dispuestos a esclarecer esos casos?
A.P.: En la agenda hay un punto de víctimas y seguramente el Gobierno pondrá lo que llama afectados por violencia guerrillera, pero se tendrán que poner los centenares y miles de afectados por la violencia oficial, los desplazados. El conflicto está lleno de particularidades individuales, así que abordemos el tema grueso: acabemos el conflicto.
¿Pero mientras acaban el conflicto ustedes esclarecerán esos casos?
A.P.: Estamos en la batalla porque el tema de las víctimas sea abordado como es: las primeras víctimas somos nosotros, los civiles obligados a estar en armas. En ese punto, como en todos, daremos explicaciones ante Colombia y el mundo.
¿Están dispuestos a renunciar al uso de cilindros que causan decenas de muertos civiles que ustedes llaman daños colaterales?
S.R.: A nosotros nos atacan y estamos en la obligación de defendernos. Esas son armas artesanales que nosotros hemos creado para nuestra defensa. En hechos aislados ha habido población civil que ha sufrido, pero en toda guerra se presentan este tipo de cosas. Es posible discutirlo en la mesa, pero no nos pueden limitar el uso de un recurso en una confrontación armada cuando el Estado tiene todas las posibilidades tecnológicas.
Eso de que ustedes no tienen nada que ver con el narcotráfico no es creíble. ¿Tienen alianzas con las bacrim para lucrarse del narcotráfico?
A.P.: Incluimos el punto de sustitución de cultivos para encontrarle salida, no al tema del narcotráfico porque no depende de factores internos, es una estructura económica del capitalismo descompuesto. Lo que queremos es encontrar alternativa a la represión a campesinos cultivadores. Se habla de narcoguerrilla, se habla de narcoestado, narcopresidente, narcocongresistas. ¿O sea, que estamos próximos a encontrarnos en La Habana un grupo de narcotraficantes? Las Farc han explicado que cobran un impuesto a los factores de poder donde se mueve la guerrilla. Pero esta gente le paga también a la brigada, a la base militar, al juez, a los que hacen control de tránsito. Es la realidad de la economía colombiana.
Pero ustedes compran la base de coca a los campesinos.
Eso no vincula a las Farc con el fenómeno de narcotráfico, que es la exportación a Estados Unidos. Por qué no se habla de esa fase que es la más importante. Se concentran en atacar al campesino.
A ustedes los acusan de exportar cocaína.
Es falso.
¿Tienen nexos con carteles mexicanos para exportar cocaína?
El general Naranjo sí debe saber cuáles son los vínculos de los carteles de México con Colombia. Dejemos que la historia siga su curso para que aparezcan esos vínculos.
  • Gloria Castrillón / Enviada Especial El espectador- Cromos, La habana (Cuba) | Elespectador.com

La UE continúa sin condenar la desaparición forzada en Colombia - Incremento de este crimen de lesa humanidad en ese país


Por Oidhaco


Hoy se conmemora en Colombia el día de las víctimas de desaparición forzada. Oidhaco nuevamente hace un llamado explícito a la UE para que condene públicamente este crimen de lesa humanidad y su impunidad que, en lugar de disminuir, se ha incrementado.

“Para las víctimas y sus familiares, un rechazo público a este drama colombiano por parte de la UE, sería  un gran apoyo internacional y enviaría un mensaje al Estado colombiano para que se tome en serio la lucha contra este crimen sistemático y contra la impunidad que lo acompaña, que es casi del cien por ciento”, manifiesta Vincent Vallies, portavoz de esta plataforma de más de más de 30 0rganizaciones europeas e internacionales con sede en Bruselas.  La Oficina de la Alta Comisionada para los DDHH en Colombia, recuerda Oidhaco, ha insistido en que “el grado de impunidad que rodea esta grave violación a los derechos humanos en Colombia es muy alto”.

Más allá de las cifra del Registro Nacional de Desaparecidos de 50.891 personas desaparecidas, de las cuales, al menos 16.907 serían víctimas de desaparición forzada, y de miles de personas no identificadas en cementerios y fosas; Oidhaco quiere llamar la atención sobre el poco interés que aparentemente existe en la justicia colombiana por esclarecer este crimen y llevar a juicio a los responsables a pesar de un marco jurídico  amplio e institucionalidad existente. La Coordinación Colombia, Europa-Estados Unidos (CCEEU), ha entregado recientemente un estudio sobre desaparición forzada, en el que muestra su profunda preocupación porque “la impunidad en casos de desaparición forzada es dramática e inaceptable (…). Los organismos encargados de las investigaciones no han consolidado una política pública dirigida a enfrentar la desaparición forzada y proteger de nuevos ataques a los familiares de las víctimas de las personas desaparecidas”.

La CCEEU también pone el acento en que con las reformas a la justicia que se están proponiendo en Colombia, la desaparición forzada, a pesar de ser contemplada como crimen de lesa humanidad por la legislación internacional, pueda ser investigada y juzgada por la justicia penal militar. Insiste en que “el Gobierno debe asegurar, que las medidas legislativas que tome para facilitar un escenario de negociación de paz, no sacrifiquen los derechos de las víctimas”

Oidhaco reconoce el avance de Colombia por la reciente ratificación y entrada en vigor de la Convención Internacional para la protección de todas las personas contra la desaparición forzada, pero, al igual que la ONU, las ONGs colombianas, y organizaciones internacionales como Amnistía Internacional, le pide al gobierno colombiano aceptar la competencia adicional del Comité contemplado en el artículo 31 de la Convención. Sin el reconocimiento de esta competencia el Comité no puede admitir ningún caso relativo a un Estado Parte que no las haya formulado. “La UE, que mantiene relaciones estrechas con Colombia, en solidaridad con los miles de víctimas de desaparición forzada, podría pedirle al presidente Santos que Colombia acepte la competencia del Comité”, solicita el portavoz de Oidhaco.

Nuestra organización quiere hacer un llamado a la justicia colombiana para que además de investigar con todo el rigor la desaparición forzada, tenga en cuenta a las más de 4.000 mujeres desaparecidas que por su condición femenina, además de la desaparición, pudieron haber sido víctimas de abusos y violencias sexuales. “Nos solidarizamos con la concentración que las organizaciones de personas desparecidas realizarán mañana frente a la Fiscalía colombiana con el fin de denunciar la poca visibilidad que tienen las mujeres desparecidas en Colombia que con seguridad fueron desparecidas por su actividad en defensa de los derechos humanos, sindicales, indígenas o campesinos.  Hace más de 30 años despareció Omaira Montoya, activista política; 25 hace que miembros de la fuerza pública desaparecieron, torturaron, al parecer violaron, y además asesinaron a Nydia Erika Bautista; hace año y medio se encuentra desaparecida Sandra Viviana Cuéllar, reconocida ambientalista: ni Omaira ni Nydia Erika ni Sandra Viviana han encontrado justicia, tampoco las otras 4.000 desparecidas”, concluye Vincent Vallies.

Oidhaco saluda el inicio de diálogos de paz en Colombia - y comunicados de diversas organizaciones e instituciones



Por Oidhaco. 


La UE debe acompañar el proceso así como las demandas de las víctimas y dar su respaldo a las iniciativas de la sociedad civil colombiana.

Bruselas, 4 de septiembre de 2012. Oidhaco en diversas ocasiones ha solicitado a la UE que insista a Colombia para que, en lugar de prolongar la guerra encamine todos sus esfuerzos para conseguir la paz. Estamos convencidos de que el fin del conflicto armado no puede darse por la vía militar, que al contrario, provoca más muertes y sufrimientos en el día a día, y que ya ha cobrado miles de víctimas civiles a lo largo de las últimas décadas.  Por ello, como red de más de 30 organizaciones de Europa, saludamos la decisión del Gobierno colombiano y de la guerrilla de las Farc de iniciar diálogos de paz.

“Este anuncio despertó en la sociedad civil colombiana mucha esperanza. Reiteramos que para conseguir una paz duradera es fundamental que el proceso aborde las causas profundas del conflicto armado como son la concentración y usurpación de la tierra, la inequidad y falta de justicia social, la falta de garantías democráticas para la poblaci así como la violación sistemática de los derechos humanos y la impunidad de los victimarios”, advierte Vincent Vallies, portavoz de Oidhaco.

Es importante que el proceso de paz sea construido sobre una base sólida de respeto a los DD.HH y al DIH. Para ello, es imprescindible que todas las partes cesen urgentemente las hostilidades. En esta línea, las partes negociadoras y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) deben actuar a fin de que esta última también se sume al proceso negociador.

Aprovechamos esta ocasión para reiterar nuestro respaldo a la sociedad civil colombiana, sin cuyo trabajo e impulso en la búsqueda de la paz no se habría llegado a este momento de apertura de conversaciones, tarea en la que muchas veces las organizaciones sociales han tenido que vencer incomprensiones y descalificaciones que han puesto las vidas de sus integrantes en peligro. Tomamos nota del respaldo de la UE a este proceso que comienza que, según palabras de la Comisaria Ashton,  es un “acontecimiento muy positivo”. Sin embargo, la UE debe también ejercer una mirada crítica y proponer mecanismos efectivos de participación de la sociedad civil durante las diferentes etapas del proceso. La experiencia ha demostrado que una paz duradera no se construye sin esa participación y en particular de los sectores más invisibilizados por el propio conflicto como lo han sido históricamente los pueblos indígenas, las comunidades afrodescendientes, las organizaciones de mujeres, las comunidades rurales.

El éxito de cualquier proceso de paz dependerá también de la capacidad del Gobierno de Colombia para generar las mínimas garantías políticas que en democracia deben tener la oposición,  del cese de la estigmatización a la protesta social, del establecimiento de mecanismos efectivos de participación de la sociedad civil en los asuntos públicos y del inicio de un proceso en el que las víctimas del conflicto armado puedan acceder a la verdad, la justicia y la reparación integral sin peligro de repetición de violaciones de sus derechos fundamentales y sin dejar espacio  a la impunidad de los victimarios. En este sentido, pedimos a la UE respaldar el pedido realizado por la Oficina de la Alta Comisionada Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia que “recuerda a las partes y a la sociedad civil que no hay contradicción entre paz y justicia (…). Las graves violaciones no pueden ser amnistiadas ni olvidadas, por el contrario enfrentarlas contribuirá a transformar a Colombia”.

En Oidhaco se tiene la certeza de que el fin de la guerra no es la paz en sí sino que es un paso necesario para llegar a ella. La construcción de una paz duradera y sostenible sólo se hará con la participación activa de los diferentes sectores de la sociedad colombiana, mediante el respeto a los DD.HH y con justicia social. Este proceso necesita del acompañamiento de la comunidad internacional. Por ello, la UE debería poder acompañar como Noruega y hacer ver la importancia de las propuestas de las organizaciones de la sociedad civil. Reiteramos la necesidad de seguir vigilando la situación de DD.HH en el país, y, hoy más que nunca, que la UE exprese su preocupación por la protección de las personas defensoras de derechos humanos y los líderes sociales.

Ver también los comunicados de distintas organizaciones y plataformas colombianas e internacionales sobre el tema abajo.

Las agresiones continúan en contra de líderes y lideresas sociales y de derechos humanos


Defensores de derechos humanos. 5 de septiembre de 2012 Como una forma de evidenciar y denunciar la continuación de las agresiones en contra de defensores(as) de derechos humanos, integrantes de los pueblos indígenas, sindicalistas, líderes reclamantes de tierras y víctimas de crímenes estatales, el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, Movice, está convocando al acto simbólico: Las agresiones continúan…por la dignidad de las víctimas, el próximo 7 de septiembre de 2012, a la 1 p.m., en la Plaza Simón Bolívar de Bogotá 

El ”individuo” presidente y la arrogancia

Presidente Santos advierte que si el proceso de paz falla el país no puede perder


Domínico Nadal, Revista Cambio Total.

”El que escupe para arriba...”, reza el sabio adagio popular. Los funcionarios gubernamentales y otros estatales están ”escupiendo paŕriba”, sin saber que ”todo lo que sube tiene que bajar” por aquello de la ley de la gravedad.

El presidente Santos termina escachazo cuando trata a los guerrilleros como ”yo les he dicho a los individuos de las FARC”, el cual demuestra lo recóndito de su pensamiento. Desprecio total hacia el contendor, ese contendor que lo tiene sentado en la Mesa de Negociaciones y que quizá sea la causa para su tan ansiada re-elección, al tiempo que evidencia que el ”individuo presidente” no es que haya cambiado su forma de pensar ante las nuevas circunstancias de la vida del país, sino que oportunistamente se ha acomodado a esas circunstancias.

Es que no es lo mismo acomodarse que cambiar de pensamiento cuando las condiciones así lo exigen. Las FARC desde los primeros días de su doloroso parto producto del ataque a Marquetalia ha enarbolado la bandera de la Paz. Paz  con justicia social. Sus pronunciamientos han estado acompañados siempre de llamamientos a la Paz y la Reconciliación. Nunca ha sido inferior a sus compromisos con el pueblo.

Desde el Estado, por el contrario, siempre se ha escuchado un discurso guerrerista, de ataque al pueblo, evidenciado recientemente por el ”individuo” JMSantos en el Cauca. La arrogancia es la característica principal de los funcionarios gubernamentales, dándoles un trato despótico a las exigencias de reivindicaciones populares. Siempre amenazan o con las fuerzas militares-narcoparamilitares o con ”les caerá todo el peso de la ley”.

Arrogancia que les permite ver ”arrogancia en el discurso de las FARC”, pero no ven la arrogancia de decir que ”no suspenderemos ningún operativo”, es decir, ”la viga en el ojo propio”. Arrogancia que es palpable en el equipo negociador gubernamental, empezando por el suficientemente conocido De la Calle y el ”inefable” Óscar ”Cocaína” Naranjo, el ”mejor policía del mundo”, que nunca supo que su hermano era narcotraficante, y el general Mora, con sus vínculos con los paramilitares, ”individuos” suficientemente conocidos por sus pensamientos super-reaccionarios.

Ya empiezan a escucharse voces desde el propio ”establecimiento” que critican la calidad de los negociadores, ya que según ciertos analistas JMSantos se ”casó” con una ralea de lo peorcito, casi igual lo hubiera hecho Uribhitler. Así las cosas, ”amanecerá y veremos” el estruendoso fracaso del equipo negociador gubernamental, el cual -ojalá me equivoque- poco a poco se irá diluyendo hasta llegar a la inercia total.

Por las anteriores consideraciones, el pueblo colombiano, sus organizaciones constituídas y otras, deberá adelantar acciones masivas en favor de la Paz. Manifestaciones callejeras, mítines, foros, propagandas, artículos, manifiestos, comunicados, etc. Es el pueblo el que torcerá la política de guerra adelantado desde el Estado por el gobierno. Son sus acciones el que hará que en la Mesa de Negociaciones los retardatarios se vean compelidos a discutir las causas que originaron -y originan- el conflicto interno en sus tres dimensiones: Económico, político, social.

Definitivamente, el ”individuo" presidente debería saber que no es posible ”escupir pa’rriba” porque quizá les suceda lo que ”al pobre Lara”...
 

Dossier Álvaro Uribe Vélez

Colombia Invisible - Unai Aranzadi

Tendencias

.

Basta de Terrorismo de Estado

Support : Creating Website | Johny Template | Mas Template
Copyright © 2011. CambioTotalRevista - All Rights Reserved
Template Created by Creating Website Published by Mas Template
Proudly powered by Blogger