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Despedida de Cristian Pérez - Sí a la Paz

Colombia: Falsa Democracia

Colombia: Falsa Democracia
Falsa democracia

RECOMENDADO CAMBIO TOTAL

[Colombia] Falsa democracia II: la democracia burguesa

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo. En el artículo de ayer abordamos, someramente, la historia de la democracia burguesa ...

Hey loco, No dispares!

Vamos a Cuentiarnos la Paz

LOS RICOS NO VAN A LA GUERRA

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Sarmiento: La caída del empleo en Colombia

Causa del modelo del Consenso de Washington

Por: Eduardo Sarmiento Palacio, El Espectador

La economía decae rápidamente y las autoridades no actúan.

El desempleo está aumentando con rapidez. El desempleo está aumentando con rapidez.
La causa de la caída de la economía no ha sido solo el contagio externo, sino la ruptura de la burbuja, que obedece a muchos otros efectos. A la crisis mundial se le agregaron el TLC, el agravamiento de la revaluación y la baja de los aranceles para provocar una ampliación del déficit en cuenta corriente. Al mismo tiempo, el desmedro de las carteras bancarias y las expectativas internas y externas de menor actividad productiva precipitaron a las instituciones financieras a recortar el crédito. Ambos factores confluyeron en una contracción de demanda efectiva que desinfló la burbuja y se llevó por delante la actividad productiva y el empleo.
El primer golpe recayó en la industria, que registró durante cuatro meses índices negativos con visos de empeorar. El deterioro del sector evoluciona más rápidamente que en la mayoría de los países de la región, se traslada al comercio, la construcción y los servicios, y lo sigue de cerca el empleo.
El empleo, que venía creciendo en 2011 a un ritmo de más de 5%, descendió a 4,5% en el primer trimestre, a 3,5% en el segundo y en septiembre esta cerca de 1%. Así, en los últimos meses la fuerza de trabajo dejó de avanzar por encima de la población y el desempleo entró en un estado de aumento persistente. En el solo mes de septiembre se perdieron 600 mil puestos de trabajo.
Las perspectivas del Gobierno, que presentó el empleo como su principal objetivo de política, se han incumplido en forma notable. En los discursos de celebración de los dos años de la administración, el presidente proclamó que durante ese período se crearon 2 millones de empleos. Pero si se comparan las cifras de septiembre de 2012 con las de septiembre de 2010 se encuentra que en los dos años apenas se generaron un millón de empleos. Parte de los puestos de trabajo observados al principio de la administración se perdió en unos pocos meses.
Lo más grave es que el aumento del empleo se ha realizado en la informalidad. La ley de formalización de mano de obra y de primer empleo, uno de los principales proyectos aprobados en el Congreso a principios de la administración, ha sido un estruendoso fracaso. Las empresas que se registraron para la disminución de los parafiscales y los beneficios tributarios apenas contribuyeron a crear 30 mil empleos en el primer año, cuando la proyección era de 350 mil para cuatro años.
El desempleo es sin duda la principal causa y manifestación del modelo del Consenso de Washington en Colombia. Parte de la explicación está en que las autoridades económicas nunca entendieron su origen. Siempre dieron por hecho que se trataba de un problema de rigideces que se corregía reprimiendo los costos laborales. Los hechos se han encargado de demostrar que el desempleo es una dolencia estructural que proviene de un perfil productivo deformado por el mercado. Les da prioridad a los sectores de baja generación empleo y productividad, como la minería y los servicios, a cambio de abaratar las importaciones industriales y agrícolas, y se mantiene en pie con la explosión del crédito, el alza de los precios de los activos y la revaluación, que no son sostenibles.
La solución no puede ser distinta a erradicar la burbuja. Hay que limitar la inversión extranjera, cambiar la orientación macroeconómica e intervenir los mercados para impulsar la industria, la agricultura y la formalización de la mano de obra.
  • Eduardo Sarmiento Palacio | Elespectador.com

"Reflexiones sobre la agenda de La Habana III"


"Reflexiones sobre la agenda de La Habana III"
1.El diálogo parte de un Acuerdo General que tiene el propósito de terminar el conflicto, un conflicto que es armado, político y social, a fin de construir la paz estable y duradera, que no puede ser otra cosa que la paz con justicia social.
2.Terminar el conflicto implica, de fondo, acabar con las causas que lo generaron y son razón de su permanencia en el tiempo. Es apenas obvio que en este esquema sencillo las bases para la construcción del edificio no son otras que la solución de los problemas que han generado la confrontación. Sin bases no puede haber edificio.
3.Cuando se plantea que "poner fin al conflicto" es "condición esencial para la construcción de la paz estable y duradera", las FARC entienden que acabar con sus causas se erige en una necesidad insoslayable para alcanzar la paz con justicia social. Este, es un compromiso mutuo de las partes firmantes del Acuerdo General, pero tomando en consideración que el diálogo que de él se desprende debe tener la participación protagónica del pueblo. Esto se reconfirma en la idea plasmada en el Acuerdo General, consistente en que se parte del reconocimiento de que "la construcción de la paz es asunto de la sociedad en su conjunto que requiere de la participación de todos, sin distinción".
4.Cualquier punto que se aborde del Acuerdo, implica un desarrollo en el que se incluya considerar "el respeto de los derechos humanos en todos los confines del territorio nacional", "el desarrollo económico con justicia social y en armonía con el medio ambiente", "el desarrollo social con equidad y bienestar, incluyendo las grandes mayorías", "ampliar la democracia como condición para lograr bases sólidas de la paz", contando con el acompañamiento de la región y de la comunidad internacional.
5.En procura de estos aspectos que se incluyen en el Acuerdo General, desde su preámbulo hasta su culminación se desarrollarán conversaciones directas e ininterrumpidas hasta alcanzar un Acuerdo Final para la terminación del conflicto; es decir, de sus causas de fondo, para que se haga efectiva la construcción de la paz estable y duradera, que como hemos insistido desde las primeras aproximaciones con el gobierno, es una paz con justicia social.
6.Existe el deseo de que el diálogo se desenvuelva de manera efectiva, expedita, y en el menor tiempo posible y que su duración estará sujeta a evaluaciones periódicas de los avances. En cuanto expedito, la idea es que el diálogo esté libre de estorbos durante su desenvolvimiento. No debería colocarse como estorbo, por ejemplo, eso de hacer pender amenazas sobre el proceso, pues su inicio y permanencia no se deben ver como si se tratara de una concesión ni como expresión de debilidad de alguna de las partes. Parafraseando a Cervantes, cuando lo perros ladran, efectivamente es ello señal de que se cabalga, pero poco aportan los ladridos feroces que salen del ministerio de la Defensa, en la sostenibilidad de este fundamento.
7. Sobre la agenda. Se pactó hablar sobre 6 puntos: el primero, política de desarrollo agrario integral, acceso y uso de la tierra; el segundo, participación política; el tercero, fin del conflicto; el cuarto, solución al problema de las drogas ilícitas; el quinto, víctimas y el sexto, implementación, verificación y refrendación.
8.El proceso ha tenido diferentes momentos, pero es un mismo conjunto que no se puede someter a esquemas tecnocráticos que lo descuarticen en etapas o fases simplistas que den la idea equívoca que de lo que se trata es de un itinerario breve de la capitulación insurgente a partir de promesas insusbstanciales del gobierno en cuanto a que el régimen terrorista que impera comenzará a cambiar como por arte de magia al instante en que se coloquen los fusiles en el cuarto de San Alejo. Los seis puntos de la agenda, aún enumerados como aspectos, son un todo indisoluble cuyo desarrollo implica una interpretación crítica y completa del texto firmado por las partes, que se deberá completar con los aportes fundamentales que manen de la participación popular. En fin, ver el texto objetivamente, examinarlo en su contexto general histórico y cultural, en el plano de los anhelos del constituyente primario que es el pueblo, es la clave para el entendimiento.
Fraternalmente,
Delegación de Paz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (FARC-EP).

Titulares de la Semana 44 de Agencia APAS


APAS en Venezuela
La revolución en presente continuo
Venezuela es hoy un modelo a escala para pensar los nuevos escenarios de las confrontaciones políticas. APAS entrevistó a la socióloga Maryclen Stelling para analizar en profundidad la compleja relación entre medios, política y democracia en Latinoamérica. A continuación, la primera entrega.

Por Ernesto Espeche (*)
A 29 años del retorno a la vida democrática
La prensa y sus demonios
El 30 de octubre de 1983 los argentinos volvieron a las urnas, pero las heridas del terrorismo de Estado marcaron la vida política de las décadas siguientes. APAS propone un breve análisis de las lecturas editoriales realizadas por los diarios Clarín y La Nación en las puertas del retorno a la vida institucional. Cómo y por qué nacía el mito de los dos demonios.
Por Ernesto Espeche (*)
APAS en Venezuela
Autocrítica chavista y desconcierto opositor
APAS dialogó con el comunicador y publicista Roberto Malaver sobre el clima político postelectoral. Entre el desencanto opositor y el debate sobre la construcción del socialismo bolivariano.
Por Ernesto Espeche (*)
Sujetos populares y profundización emancipatoria
Asunción militante o principismo inconducente
Los procesos emancipatorios de la región atraviesan un momento clave para trascender las respuestas a necesidades materiales hacia nuevos modos de construir sus contratos sociales. Para ello será indispensable que los sujetos populares asuman sus responsabilidades para que las contradicciones de todo proceso sociopolítico se resuelvan a su favor.
Por Daniel Gonzalez Almandoz
APAS en Venezuela
“Magnetto debería ser candidato”
En diálogo con APAS, el embajador argentino en Venezuela, Carlos Cheppi, se detalló los alcances del proyecto de integración regional. Aseguró que los acuerdos comerciales tienen un fuerte contenido político; y analizó el impacto del triunfo de Hugo Chávez y la licuación de la derecha política en el accionar mediático opositor.
Por Ernesto Espeche (*)
Soberanía Alimentaria en las Universidades Públicas
Del Río de la Plata a la Patagonia
Un reciente encuentro realizado en Montevideo, Uruguay, dio cuenta del creciente interés experimentado en las Universidades Públicas de Argentina y Uruguay por la adopción de propuestas de Soberanía Alimentaria.
Por Fernando Glenza
Elecciones municipales en Chile y Brasil
Corroborar lo previsible
Las elecciones de mandatarios municipales en Chile marcaron, por un lado, un nuevo momento de abstención mayoritaria de la población en la vida política de ese país y, por otro lado, el descontento con el gobierno conservador de Marcelo Piñera. En cambio, en Brasil significó un renovado apoyo al proyecto del PT y la figura de Lula Da Silva.
Por la Redacción de APAS
APAS | Agencia Periodística de Argentina y América del Sur | www.apasdigital.org
Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata.

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La respuesta de las FARC-EP



Allende La Paz, Revista Cambio Total.

Estamos presenciando cómo es que la cosa es en Colombia. La oligarquía –representada por JMSantos y el ministrico « el pesista » Pinzón- continúa lanzando diatribas de guerra contra las FARC-EP y ésta guerrilla popular le responde a la guerra planteada por esos representantes oligárquicos no solamente con acciones militares –que las lleva a cabo diariamente-, sino también y preferentemente con notas y comunicados de un alto contenido político.

Vemos así que la oligarquía no puede hablar de paz porque no sabe lo qué es, ni cómo se llega a ella. Es que su « chip » -implantado en su cerebro por la técnica del imperio- solo tiene en sus códigos la palabra « guerra, guerra, guerra ». Ellos solo saben de Terrorismo de Estado y de ejecuciones extrajudiciales, masacres, desapariciones, desplazamiento y robo de tierras.

Tocará, si queremos alcanzar la paz, implantarles en el cerebro un « chip » que tenga la palabra « Paz, Paz, Paz » y que sus códigos conlleven las variables necesarias para abordar las causas que originan la guerra por cuenta, claro está, de la oligarquía y el imperio. Tarea ardua y berracamente difiícil, por no decir imposible, porque un cerebro con 200 años de estar pensando solo en la guerra, pues tiene que haber producido un daño irreversible a las pocas neuronas que tienen sus cerebritos.

Mas no hay imposibles para los pueblos. Nuestro arduo trabajo se basará en la « Pedagogía de la Paz » de que nos habla un investigador colombiano y en la necesidad de des-aprender lo aprendido –la Guerra-, para aprender lo nuevo -La Paz !-. Y como primera medida, lógicamente, hay que enseñarles a los delegados gubernamentales oligárquicos que la Paz se comienza a hacer hablando un lenguaje pacífico. Eso lo aprendieron las FARC-EP desde sus primeros días en 1964.

El lenguaje fariano es un lenguaje siempre político, que va a las causas del fenómeno –la Guerra-, y que plantea soluciones políticas a ese fenómeno –económicas, políticas, sociales, etc-. Contrario a lo que se ha pretendido implantar en el imaginario popular, las FARC-EP no son guerreristas y su lenguaje siempre es ponderado, medido, exacto, y si algunas veces se vé duro es producto del antagonismo exhibido por los delegados gubernamentales. Qué clase de discurso –dígame, si no- era posible ante De la Calle, un individuo con una historia negra contra la Paz ? Es que a veces los sacudones propinados por las FARC cumplen su cometido de volver a los « enemigos de la paz » al camino correcto de búsqueda de una solución diferente a la guerra. 

Por ello, no nos asombra que las FARC-EP estén publicando sus « Reflexiones sobre la Agenda de La Habana », I  , II , y III -no la tenemos todavía pero ya leímos los comentarios de la Agencia EFE-,  en las cuales analiza situaciones y clarifica cuál es el punto de vista de la guerrilla, contra las distorsiones propaladas por el guerrerismo santista-uribista en el poder. Igualmente nos parece importante que ésta guerrilla tenga su cuenta en Twiter  para así tener el acceso directo con ellas.

Ah, es que las FARC-EP no son solamente fusiles y acciones militares. En ellas hay cantautores –Julián Conrado, Lucas Iguarán,Christian Pérez y otros-, escritores como Gabriel Ángel, historiadores como Pablo Catatumbo, y esa enorme « caja de sorpresas » que es el Comandante Jesús Santrich que es a a vez y todo junto, guerrillero, escritor, poeta, historiador, caricaturista, periodista y locutor, etc. Además de la(o)s anteriores, cuentan con la conducción de Iván Márquez y todo el Secretariado Nacional. Y como dice una canción de las FARC, están preparadas "para dialogar o combatir".

Cuando vemos todo eso, entendemos las respuestas de las FARC-EP al guerrerismo santista-uribista. Así que los delegados gubernamentales la tienen bien difícil en la Mesa de Conversaciones.

El general “Roberto”.

Radio Café Stéreo

Por: Miguel Suárez (2012-11-02). Caracol radio publico un articulo donde habla de las maniobras del general de la policía de la oligarquía colombiana, José Roberto León, para lograr “condecoraciones” que llevaron a que en un termino de cinco meses recibiera un extra pagos de 120 millones de pesos.
La denuncia, la habrían hecho generales que no han recibido ninguna condecoración pese a sus méritos.
El general “Roberto” desde el 12 de junio del 2012 ocupa el cargo de director de la Policía Nacional de Colombia nombrado por Juan Manuel Santos en reemplazo de Oscar “coca” Naranjo.
Roberto” es el termino que utilizamos los colombianos para referirnos al ladrón y en el caso de este, fueron sus padres quienes así lo bautizaron y así se esta llenado de plata, “Robertiando”.
En una entrevista realizada por el diario el Espectador, preguntado sobre¿Cómo va a combatir la corrupción en las filas de la Policía?, el general “Roberto” respondió que “Sensibilizando a los policías en el sentido de que somos un ejemplo de la sociedad, somos un referente social, cada actuación nuestra debe estar signada por los principios del buen gobierno. Hay que fortalecer el grupo de asuntos internos de la Policía y en tercer término el uso del polígrafo, y ampliar su uso para cargos sensibles, especialmente en zonas donde hay fuerte influencia de grupos delincuenciales”, pero quedo en evidencia que el se excluyo de todos “controles”.
Roberto” el julio de este año (2012), en declaraciones al medio de desinformación CM&, muy serio y con cara de honorable, adjudico a «Pacho Chino», la supuesta responsabilidad de los envíos de cocaína y marihuana de las Farc-EP. Al respecto escribimos en su momento “que los que trabajan para los narcotraficantes o son narcotraficantes son otros, la realidad lo ha probado varias veces”.
Ya veremos quienes son lo narcotraficantes cuando el general José Roberto León Riaño o algunos de sus hermanos, también delincuentes uniformados, estén en las misma de Santoyo” y hoy esta en las mismas.
Aprovecho aquí para recordar a otros “Robertos”, mejor dicho ladrones.
El general Mauricio Santoyo, quien hoy esta preso por narcotraficante en los Estados Unidos.
El general Jorge Daniel Castro, también director de la policía de la oligarquía colombiana, hasta que le cogieron un envió ”controlado” de 409 kilos de cocaína.
El mejor policía del mundo nos dijeron que era Rosso Jose Serrano, apodado “General Serrucho” por las estafas que hacia para enriquecerse.
Luego el otro mejor policía del mundo, Oscar Naranjo, campeón de la “lucha” contra los narcotraficantes mantenía nexos con el narcotraficante “Jabón”, asesinado extrañamente en Venezuela y su hermano pago condenado por narcotráfico en Alemania.
Como lo de “Robertiar”, es cosa normal entre los llamados “altos mandos de la policía y del ejercito de la oligarquía colombiana, aquí otro ejemplo, aunque no se llamaba Roberto, sino se llama Royne y fue el jefe de seguridad del ex presidente Andrés Pastrana.
El coronel Royne Chávez, no pudo justificar la “inversión” de mas de 10 mil millones de pesos en la construcción de un complejo residencial teniendo un salario como oficial de la policía.
La procuraría sentencio a Royne a la dura condena de no poder ingresar mas al club militar.
Otro “Roberto”, fue Roberto Camacho Leyva, hermano del en su momento ministro de guerra, general Luis Carlos Camacho Leyva, quien fue descubierto con cocaína a bordo de un avión de Satena, empresa oficial adscrita al Ministerio de guerra, donde era el único pasajero.
Y no sigo con tanto “roberto” porque no acabaríamos en varios meses.
Esos son los bandidos que nos presentan como “héroes”, o amigos del pueblo cuando son delincuentes y enemigos del pueblo.
Viendo la foto donde Juan Manuel Santos condecoraba a “roberto”, recordé la foto donde Uribe condecorando a Santoyo y pensé, “solo condecoran bandidos”.

La labor difamadora de la revista Semana

La malintencionada versión sobre Alexandra y las FARC-EP apunta a impedir el despertar mundial de la lucha contra el gran capital. Por Gabriel Ángel La revista Semana proclama que 30...
La malintencionada versión sobre Alexandra y las FARC-EP apunta a impedir el despertar mundial de la lucha contra el gran capital.
Por Gabriel Ángel
La revista Semana proclama que 30 años consolidan su grandeza, que ha recorrido tres décadas de mano con la verdad y que su mayor mérito ha sido el periodismo crítico. Simple propaganda ostentosa sobre sí misma, reforzada cada ocho días por cartas reales o ficticias de sus tantos lectores de las clases media alta y alta. En realidad la publicación  se ha hecho grande por el cerrado apoyo de sus patrocinadores, las más poderosas firmas inversionistas de capital en Colombia. El contenido de la revista las emociona, porque reproduce y multiplica la maravillosa visión del mundo que ellas defienden.
Todo cuanto publica Semana se dirige a apuntalar el orden de cosas vigente en el mundo y en Colombia. El poder omnímodo de las finanzas. Por eso, de la mano con los otros grandes medios en Colombia, enfila siempre sus baterías contra cualquier cosa que pueda amenazar la estabilidad en los negocios. Las luchas populares por mejores condiciones de vida, las denuncias contra el inhumano modelo de explotación económica, los horrores del terrorismo de Estado en Colombia y el mundo sólo caben en sus páginas, si publicarlos sirve de algún modo para destacar la abnegada preocupación de los amos por sus siervos.
Al igual que  RCN, Caracol, El Tiempo, El Espectador y toda esa prensa comprometida y paga por el poder, Semana no oculta su inquisidora tarea de satanizar la lucha insurgente, haciendo cuanto esté a su arbitrio para presentarla sin principios, desligada de cualquier motivación altruista, ajena del todo a la realidad política y social de nuestro país, hundida cual más en el fango de la descomposición material y moral. No hay medio informativo ligado al Establecimiento que no levante como consigna el repudio enfurecido a las FARC. Nadie puede trabajar o vincularse a ellos sin haber jurado servir sumiso en esa nueva Cruzada.
Con ese sesgo abordarán cuanto tenga que ver con nosotros. Es claro que ahí no cabe independencia alguna de criterio, lo cual se hace aún más ostensible con el nuevo proceso de paz. El poder y la gran prensa convirtieron la experiencia del Caguán en la más execrable maldición que pueda caber en la mente. Basta por ende con insinuar o acusar abiertamente de intentar repetir alguna cosa de ella, para concitar el más escandaloso rechazo. Las FARC estamos obligados a actuar por fuera de la más ligera referencia al pasado proceso. Ni en los discursos, ni en las declaraciones, ni en los hechos podemos invocar nada que lo recuerde.
Eso ya fue decretado en las alturas. Y una inmensa jauría se halla lista a hacerlo valer desde sus tribunas de prensa. Pero, por increíble que pueda parecer, las cosas van aún más lejos. La nueva pretensión busca prohibirnos cualquier acción que pueda significar un ardid para olvidar el Caguán. En las riberas de ese tranquilo río del departamento del Caquetá fue sembrada la idea sobre nuestra monstruosidad sin par. De modo que ensayar ser abordados con una óptica distinta también resulta maligno. Somos lo que dijeron los dueños del capital y la gran prensa, eso ya está aprobado y nada puede mostrar variantes sobre nosotros.
La novela que comienzan a escribir en torno a Alexandra viene a corroborarnos lo dicho. El camarada Timoleón Jiménez, a quien la inteligencia militar y la gran prensa convirtieron en Timochenko, le expresó a la periodista Vicky Dávila que Alexandra efectivamente hacía parte de la delegación de las FARC en los diálogos y que allí cumpliría con la tarea asignada, al igual que cualquier otro de los integrantes de nuestra delegación. Advirtió también que ninguno de los miembros de nuestra delegación tenía más importancia que los demás. La entrevista también fue publicada por escrito en la web de la FM.
Por encima de esto, Semana se inventó que el Comandante de las FARC "alega que la europea sólo hará tareas de intérprete y de prensa". Y Sobre esa base monta la premeditada andanada contra nosotros: Holanda, como la llamamos cariñosamente en filas, ha sido elegida para con su linda cara reavivar el trabajo internacional de las FARC y cubrir con su bella sonrisa nuestro rostro envilecido. Semana asegura conocer nuestros planes, sin mencionar desde luego cómo los obtuvo: ponerla a ella a representar a las FARC ante el planeta entero, en holandés, inglés, francés o en dialecto caqueteño. ¡Cómo seremos de perversos!
Fiel celestina del poder del gran capital, la revista da por sentado que las ideas revolucionarias, la consciencia, la elevada moral combativa, la perspectiva de clase, la solidaridad, el internacionalismo y hasta el amor desinteresado por la humanidad y los oprimidos, son cosas inexistentes en la mente de los pueblos y en las mujeres y hombres que los integran. Porque se trata de ideas y principios odiados a muerte por los todopoderosos capitales que saquean, explotan, oprimen, asesinan, encarcelan y torturan a miles de millones de habitantes en el mundo, los cuales financian además medios como Semana en todo el orbe.
La revista confiere enormes visos de credibilidad a un librejo publicado por León Valencia y Liduine Zumpolle. Los dos son viejos amigos, desde cuando la holandesa Zumpolle participó como mediadora de Pax Christi en la desmovilización de la Corriente de Renovación Socialista, de donde viene que Países Bajos financien la Corporación Nuevo Arco Iris. La Zumpolle rompió luego con Pax Christi y fundó sus propias oenegés, dentro de las que se destacan Manos por la Paz que coordinan elementos tan ruines como Olivo Saldaña y Biófilo, los de las falsas desmovilizaciones, y una llamada Cuba Futuro, para desprestigiar la revolución cubana con el apoyo de la mafia cubano americana de Miami. Gente sana de Semana.
Ojalá supieran los cronistas y editorialistas de Semana, el grado de convencimiento y desprendimiento que se requieren para soportar y superar la brutalidad de la embestida del Imperio y el Estado colombiano contra las FARC. Es cierto que a algunos guerrilleros les falta el coraje suficiente y prefieren la entrega y la traición. Esos son falsos revolucionarios que luego tratarán de congraciarse con el enemigo recitando sus dichos. Pero los verdaderos permanecen aquí, bajo las bombas y el fuego, empuñando las armas y decididos a jugarse el todo por su pueblo. Semana jamás entenderá eso, aunque sabe que gran parte del mundo sí. A eso es que le temen sus propietarios y patrocinadores, al despertar mundial de la lucha. Y por eso los miles de millones empleados en la difamación y la calumnia. Pobres diablos.

Entrevista con el Comandante Jesús Santrich, integrante de la delegación de Paz de las FARC-EP (Parte 1)


La Cadena Radial Bolivariana - Voz de la Resistencia- realizó una entrevista al comandante Jesús Santrich, integrante del EMC de las FARC-EP y miembro de la delegación fariana en los diálogos por la Paz con Justicia Social. Dialogamos fraternalmente con el camarada alrededor de los temas centrales de la agenda, y de las posiciones de las FARC-EP para abordar la mesa de diálogos con el gobierno colombiano.

CRB: Sin dudas esta es una agenda distinta tanto en su forma como en su contenido. ¿Cómo definiría usted esta agenda a la que han denominado Acuerdo General para la terminación del Conflicto…?

Jesús Santrich: Es una agenda sencilla que trata de resumirse sin extenderse en demasiados conceptos, muchos de los puntos que las FARC ha elevado como banderas, reivindicando los intereses más sentidos del pueblo colombiano. Sobre todo en su preámbulo está recogido el espíritu de lo que las Farc anhelan abordar junto al pueblo para salir de este conflicto político-social-armado que desangra la patria. Hay mucha inspiración en instrumentos como el programa Agrario de los guerrilleros y la Plataforma Bolivariana por la nueva Colombia.

por otro lado, y podríamos buscar muchos otros filones de interpretación, está en ese primer punto que prosigue al preámbulo, el abordaje del aspecto agrario y de desarrollo rural que es nodal como factor que ha generado la confrontación; con un detalle muy relevante y es que para las FARC es punto de partida el enfoque territorial del asunto.
En una formulación sencilla partimos de la definición del problema de la tierra como intrínseco al concepto de territorio, que implica la preocupación por la soberanía en asuntos como el del reordenamiento territorial, la definición de la soberanía alimentaria y el sentido de la patria. Fuera de ello es imposible abordar el tema.

Finalmente diría que en la suscripción de dicho acuerdo las FARC han dejado sentada su magnanimidad, su compromiso irreductible con la paz de Colombia.

CRB: El primer punto de la agenda es el difícil tema de la tierra y del territorio. Cómo abordará las FARC-EP este tema al calor de los diálogos?

Jesús Santrich: Bueno, de alguna manera ya lo he dicho al hacer la caracterización rápida del acuerdo, pero podríamos indicar algunos aspectos que son de uso común, que el gobierno los maneja plenamente y sabe que son punto de partida de las injusticias que mantienen  viva la confrontación.
Por ejemplo la espantosa desigualdad que entraña la tenencia de la tierra. Para nadie es secreto que desde las FARC, históricamente nuestros planteamientos abogan por la redistribución de la tierra en un país donde en manos de unos pocos latifundistas está concentrada la propiedad de los fundos productivos.
Esta situación de desigualdad es inmensa, tanto como que el 41 % de la tierra está en manos de por ahí 100 mil personas; y esto es lo que trae la miseria al campo, porque esas tierras le han sido arrebatadas, despojadas a los campesinos mediante la violencia institucional y para-institucional.

Otras cifras hablan de que en manos de 2428 familias oligarcas está el 53.5 % de la tierra apta para cultivar; en contraste, 2 millones 200 mil familias campesinas  sobrevivían en el área restante.

El Instituto Geográfico Agustín Codazzi calcula que las fincas con más de 500 hectáreas comprenden el 61% de la superficie predial y pertenecen al 0.4% de los propietarios, y la concentración dela tierra crece vertiginosamente.

Según las cuentas de este instituto IGAC y CORPOICA, del hectareaje apto para la agricultura que puede estar en el orden de las 21.5 millones de hectáreas, solamente se dedican para cultivos algo más de las 4 millones de hectáreas. Es muy superior el número de hectáreas dedicadas por los latifundistas a la ganadería extensiva. Eso puede estar por el orden de las 39 millones hectáreas en pastos destinados  a un hato que no sobrepasa las 25 millones de cabezas, lo cual significa que se destina algo más de hectárea y media por animal.
A pesar de esta espantosa concentración de la tierra en pocas manos, (que coloca el índice Gini referido a la desigualdad en el plano de la distribución de la tierra, en 0.87), más del 60 % del sostenimiento alimentario del país depende de los pequeños propietarios y los aparceros, personas a las que no se les garantiza créditos, mercadeo ni condiciones laborables decentes.

Por esto el agro va en decadencia, ya estamos importando alrededor de 10 millones de toneladas de alimentos.

La injusta estructuración latifundista de la tierra en Colombia no es consecuencia de la presencia guerrillera, son las aristocracias en el poder las que diseñaron este esquema que ahora profundizan para entregar el territorio a las trasnacionales de la extracción minera y del negocio de los agro-combustibles. Y digo esto, porque en nuestra visión el asunto no está planteado sólo en el plano de luchar por la titulación de predios. No, no. La concentración de la tierra ha tomado tanto vuelo que ahora hasta la titulación se utiliza para hacer despojo legal a los campesinos, tal como ahora lo plantea la famosa ley de restitución del presidente santos, que en el fondo busca una ulterior liberalización de mercados para que sean las trasnacionales las que se aprovechen de la legalización.

Nosotros tenemos una preocupación por la manera como los gobiernos neoliberales han ido sobreponiendo sus proyectos extractivos, agroindustriales, plantaciones para biocombustibles y megaproyectos minero-energéticos o de grandes presas, etc. sobre cualquier parte del territorio, destruyendo los suelos, arrasando el medio ambiente y dejando en desastre las relaciones socioculturales de las comunidades raizales.
Así entonces, este tema hay que mirarlo a fondo, no podemos permitir que se siga atentando con el suelo, el subsuelo y el sobre suelo, que es el conjunto del territorio con sus relaciones comunitarias y el sentido de soberanía y patria que es lo que interesa al pueblo colombiano antes que permitir que un gobierno cualquiera cumpla sus metas macro económicas que lo que hacen es enriquecer a las trasnacionales y a las entidades financieras.

Ley General Agraria y de Desarrollo Rural que tiene el gobierno medio en marcha y medio engavetada, es más que todo un proyecto de reordenamiento territorial que lo que busca es disponer el territorio para facilitar la incursión de las trasnacionales en un campo sin campesinos.
Eso es algo de enormes implicaciones para la soberanía y la sostenibilidad alimentaria y ambiental que no se puede pasar por alto.  Incluso, se ha querido con este proyecto, en miras a favorecer las transnacionales, aniquilar las Unidades Agrarias Familiares y el tejido social de los pobladores del campo.

Tierra para la minería, para la explotación forestal, para la generación de agro-combustibles y no para resolver el asunto de la soberanía alimentaria, esto en el marco de la definición del uso de la tierra. Se asegura para los intereses latifundistas el monopolio de la definición del uso de la tierra, y este es otro asunto que habría que revisar con detenimiento.

No pasemos por alto tampoco que se encuentra esa figura problemática del  llamado derecho de superficie, que desde el gobierno se pretende implantar precisamente porque coloca al campesino como un rentista de la tierra; que arrienda su pedacito de tierra por un valor determinado dentro de un determinado tiempo que puede estar en los 30 años, con la particularidad de que puede ser transferible; no la propiedad  como tal sino el derecho sobre el usufructo de la propiedad, dentro de la lógica de la bancarización, solo comparable con los procesos de aseguramiento de las cosechas que hoy se están haciendo con compañías aseguradoras trasnacionales sobre las variables climáticas como: lluvias, sequías, etc.
Es más, cuando los campesinos comienzan a cultivar ya están pagando un seguro, es decir, ya los mismos costes de producción están relacionados con el sistema. Pero de todo lo complicado y fétido, lo más grave es la manera como el campesino es sacado de su terruño mediante estas argucias leguleyas. Por ahora te diría esto solamente.

FARC piden un diálogo "sin estorbos"

EFE/Semana   
 
DIÁLOGOS DE PAZEn un comunicado firmado en Cuba, el grupo guerrillero critica los "ladridos feroces" del Gobierno, a la vez que expresa su deseo de que el diálogo se desenvuelva de manera “efectiva, expedita, y en el menor tiempo posible".

Las FARC quieren que el diálogo de paz con el Gobierno de Juan Manuel Santos "esté libre de estorbos" y de "amenazas", al tiempo que criticaron los "ladridos feroces que salen del Ministerio de la Defensa".

"No debería colocarse como estorbo, por ejemplo, eso de hacer pender amenazas sobre el proceso (...) Poco aportan los ladridos feroces que salen del Ministerio de la Defensa", señala la organización insurgente en un comunicado fechado en Cuba y titulado "Reflexiones sobre la agenda de La Habana III".

La nota no precisa cuáles son esos "ladridos" del Ministerio de Defensa, cuyo titular, Juan Carlos Pinzón, anunció hace unos días que las Fuerzas Militares crecerán en los próximos dos años con la incorporación de 25.000 nuevos miembros.

Las FARC expresan además su deseo de que "el diálogo se desenvuelva de manera efectiva, expedita, y en el menor tiempo posible" y señalan que "su duración estará sujeta a evaluaciones periódicas de los avances".

Tras la instalación el pasado 18 de octubre en Oslo (Noruega) de la mesa de diálogo entre el Gobierno Nacional y las FARC, las partes sostendrán la próxima semana un encuentro preparatorio del diálogo formal que se abrirá el 15 de noviembre en La Habana, sede permanente de las negociaciones.

En el comunicado divulgado este viernes, el grupo insurgente insiste en que no existe una "agenda paralela" en este diálogo.

"El proceso ha tenido diferentes momentos, pero es un mismo conjunto que no se puede someter a esquemas tecnocráticos que lo descuarticen en etapas o fases simplistas que den la idea equívoca que de lo que se trata es de un itinerario breve de la capitulación insurgente a partir de promesas insustanciales del Gobierno", advierten las FARC.

La agenda de los diálogos tiene como ejes buscar una solución al problema de la tierra, la dejación de las armas por parte del grupo guerrillero, la entrada de los guerrilleros desmovilizados en la vida política, la solución al problema del narcotráfico y la reparación a las víctimas del conflicto que sacude a Colombia desde hace medio siglo.

EFE

"El abominable Hombre de las Leyes"

Francisco de Paula Santander, según Víctor Paz Otero

Por: Pastor Virviescas, El Espectador

Entrevista al escritor payanés, uno de los estudiosos que más han revisado la vida y obra de Bolívar y su opositor, Santander.


Víctor Paz Otero, nacido en 1945, afirma que Francisco de Paula Santander es “un héroe de pacotilla, un héroe de mentiras”.  / Cortesía Víctor Paz Otero, nacido en 1945, afirma que Francisco de Paula Santander es “un héroe de pacotilla, un héroe de mentiras”. / Cortesía
Tacaño, empedernido, mentiroso, mediocre, oscuro, cretino y corrupto. Esos son los adjetivos que Víctor Paz Otero utiliza a la hora de hablar de Francisco de Paula Santander, al que no ve como uno de los héroes de la Independencia, sino como “una especie de cucaracha en éxtasis”.
Paz Otero, payanés y autor entre otras obras de Bolívar, delirio y epopeya, y Las penumbras del general (Villegas Editores), logra sacar de casillas a abogados, historiadores y académicos que han elevado a Santander a un pedestal del cual este escritor lo baja de un solo envión, desmitificando la figura del llamado “Hombre de las Leyes”.
“Si hay un mito falso y oscuro en Colombia, es Santander”, dijo, y de inmediato reivindicó el nombre y el legado de Simón Bolívar, así sea puesto por otros en la izquierda y “de él beban Hugo Chávez y las Farc”. “Bolívar no era un santo, pero no tenía los hígados tan enfermos como el que sabemos”, remacha Paz Otero, lanzándole otro guadañazo a uno de los “Padres de la Patria”.
El Espectador dialogó con este sociólogo de la Universidad Nacional, nacido en 1945, que se mueve con igual versatilidad por los terrenos de la novela, la poesía y el ensayo, y quien ha escudriñado tanto la vida de Bolívar y Santander que para dibujarlos cita detalles como este: cuando la viuda de Francisco José de Caldas necesitó ayuda, el Libertador ordenó entregarle la mitad de su sueldo, mientras que en el caso de la viuda de Custodio García Rovira, Santander le dio dos pesos, ganándose $20.000 al mes.
¿Cómo así que, mientras tantos colombianos le ponen velas en el altar a Santander, aparece Víctor Paz y les dice que su héroe es un tal por cual?
No es ningún intento de lastimar la susceptibilidad de este departamento tan hermoso (Cauca), pero simplemente he esclarecido verdades que son totalmente demostrables con documentos y soportadas en una rigurosa investigación histórica. Yo podría tener talento para todo menos para la calumnia. Lo que he contado, es decir, el desnudamiento que hago de Santander para dejarlo en su auténtico significado humano, es verdadero. Me encantaría, por ejemplo, que alguien me dijera dónde he mentido o dónde hay un leve rumor de calumnia sobre lo que he dicho de Santander. Esa verdad histórica ha sido suplantada por necesidades políticas, inclusive partidistas, y por un cierto culto a una hipocresía histórica que se ha querido mantener y alimentar a través de visiones falsificantes y falsificadoras de la historia.
¿No teme que historiadores, miembros de las academias y los propios apologistas de Santander lo manden al séptimo de los infiernos?
¡No! Yo creo que ellos ya me han mandado. A eso no le temo porque el infierno es un lugar muy grato. Lo que debe ser muy triste es el limbo de mentiras en donde vive una historia que se ha refugiado en las academias para contarnos una serie de falsedades sucesivas que no soportan ni resisten análisis histórico ni crítica histórica verdadera.

¿Cuándo superará Colombia esa disputa entre los seguidores de Bolívar y los de Santander?
Pues cuando aceptemos que la sinceridad y la transparencia es la diosa tutelar que protege la verdad en la historia. Es decir, cuando evidentemente hagamos el balance objetivo, crítico y comprensivo de lo que es nuestro pasado. La historia está demostrando que el que predomina como un referente iluminante de los procesos de la historia contemporánea ha sido y sigue siendo Simón Bolívar, y lo que prescribe o lo que tergiversa nuestro pretérito es la presencia y el culto falso y acrítico a la figura de Francisco de Paula Santander, que es una crítica a las formas imitativas, a la incapacidad de construir una identidad cultural y política que dignifique realmente nuestro tránsito azaroso y tormentoso por la historia.

Usted lo llama “El abominable Hombre de las Leyes”. ¿Cuál es, en su concepto, la peor herencia que nos dejó este “rufián”?

Entre otras, aun cuando no es exclusivamente de él porque parece una fatalidad de la condición humana, convertir al Estado en un instrumento de la prebenda, del privilegio, de la falsedad, del predominio de los intereses particulares sobre los intereses colectivos. Santander fue un usufructuario descarado de lo que da el poder como fuente de privilegio, para enriquecerse, para hacer trampa, para decir y predicar que se respeta la ley cuando de hecho en miles de actuaciones se está trasgrediendo y envileciendo el poder orientador que puede tener la ley.

¿Se le va la mano cuando afirma que Santander era “una especie de cucaracha en éxtasis”?

Es una metáfora, seguramente no muy afortunada, pero que traduce mi antipatía visceral por este sujeto que es un héroe de barro, un héroe de pacotilla, un héroe de mentiras, acomodaticiamente fabricado para defender intereses ocultos de una cierta clase política que ha usufructuado como lo hizo Santander, que fue su pionero, de la corrupción y de convertir al Estado no en la conciencia ética sino en la conciencia corrupta de la historia.

¿Su libro de Bolívar es una mitificación del Libertador?
En el sentido estricto, diría que no. Es una exploración de la dimensión existencial y del mundo interior de Bolívar. Como, insisto, siempre respeto los contextos históricos, todo lo que afirmo de la realidad externa en la que actúa y hace presencia Simón Bolívar es rigurosamente investigado y soportado. Si hay algún elemento de ficción y si hay alguna mitificación es en la exploración de ese mundo interior, que es realmente la ficción literaria que hago con el personaje. Pero no es arbitraria esa ficción, porque Bolívar es un hombre que respira grandeza en muchos gestos de su vida personal y de su vida íntima.

¿Qué debilidad admite en Simón Bolívar?
Seguramente muchas. Por ejemplo, Bolívar era un ser vanidoso sin duda alguna, un buscador casi compulsivo de gloria; claro que la gloria en él adquiere dimensión y cristalización política. Bolívar fue un hombre arrogante. Pero no sé en últimas si esas son potencialidades de su propia personalidad compleja, profunda, alucinantemente inteligente. Desde el punto de vista de esa moral un poco mezquina de la ética personal, esas arrogancias pueden parecer como defectos y es posible que lo sean. Nadie está buscando un ser perfecto. Bolívar es precisamente un hombre que hizo de su contradicción, de su desgarramiento y de sus confusiones un intento de vivir siempre con autenticidad y, sobre todo, con intensidad.

Se dice que detrás de cada gran hombre siempre hay una gran mujer, y detrás de Bolívar estuvo Manuelita Sáenz, pero usted manifiesta que “Manuelita era un Bolívar con tetas” y que ella “se daba el lujo de ponerle ‘cuernos’ al Libertador”.
Entre otras cosas eso de decir que detrás de cada gran hombre hay una gran mujer, es una visión un poco marginalizante y peyorativa de la mujer. No, la mujer no está detrás, está al frente y al lado. Yo diría que al lado de un gran hombre, por lo general y como debería ser, hay una gran mujer.

¿Por dónde recomienda empezar a leer su obra?

Por el final, para que se den cuenta de si es mala y no la lean. Parece un chiste, pero es cierto; muchas obras que leo las empiezo por el final porque creo que el final es como el orgasmo, el éxtasis de la obra literaria, donde estalla, cristaliza y se esencializa lo que se ha querido decir a través de muchas páginas. Los finales deben tener grandeza cuando son grandes, o pequeñez cuando son pequeños.

¿Y por eso es que aclara que trata de hacer historia y literatura que sea amena y gratificante, no un “ladrillo” que pocos comprendan?
La literatura tiene que ser un deleite gratificante para el espíritu. Uno escribe para generar lo que decía (Charles) Baudelaire, esa magia sugestiva y sugerente que es la verdadera poesía. Se escribe para configurar las ceremonias de deleite para el espíritu. La literatura tiene que ser emocionante, gratificante, deleitosa, de resto no creo que sea literatura. Por eso no escribo historia en ese sentido un poco acartonado y esterilizante de creer que la historia es el flujo y la expresión de nada más que categorías abstractas. No, la historia por definición es el escenario donde el hombre cristaliza su existencia, por eso la historia es caótica, como todos los seres humanos.

La antipatía entre Bolívar y Santander

En sus sueños, Santander y Bolívar se retan a duelo y se dan espada?
(Sonríe) Sí, creo que había una antipatía profunda entre ellos dos, que eran como el agua y el aceite, que se repelían por la propia configuración emocional de cada uno, sólo que las circunstancias políticas, en las que la hipocresía cumple un papel destacado, los obligaron a trabajar en conjunto, pero en las miras de ambos la separación era radical.
¿Cómo define a Santander?
 Si algún talento tuvo  Santander era imitar, repetir como un memorialista fanático una cantidad de casuística y de incisos. Santander fue un preñado por el inciso, pero totalmente alejado de la realidad.
¿Bolívar era culto o mosquetero?
No era un intelectual, pero sí un hombre culto que seguía con una minuciosa e incisiva mirada el movimiento intelectual de su época; pero muy lejos de ser un intelectual en ese sentido de la cultura occidental. Bolívar era un hombre de una inteligencia penetrante, afilada, irónica.
Bolívar: “Un hombre que se ganó la eternidad”
La novela ‘La carroza de Bolívar’, de Evelio Rosero, le cae a usted como “pedrada en ojo tuerto” por la forma como dibuja a Bolívar?
No. Respeto el trabajo literario de Evelio. La primera parte sobre el Carnaval de Pasto, que es literaria, es atractiva y sugerente. Pero en el tema histórico él repite un panfleto terriblemente mal escrito del pastuso (José Rafael) Sañudo, que es una diatriba con un odio histórico, que tiene razón de ser en algunos casos porque Bolívar ejerció la crueldad sobre Pasto. Digo un chiste un poco perverso: si a los pastusos les quitan el odio contra Simón Bolívar, quedan vacíos.
¿Cómo define usted a Simón Bolívar?
Un ser de una gran complejidad y una capacidad casi insólita de vivir su vida con autenticidad, sinceridad y desgarramiento. Fue intenso, más que extenso. Un hombre que se ganó la eternidad por la clase de ser humano que fue. Bolívar es un hombre de quilates, complejo; me abisman su profundidad y su capacidad de haber sido.

  • Pastor Virviescas | Elespectador.com
 

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