Los partidos oligárquicos se están reconfigurando con el objetivo de continuar en el poder en el 2014. Hemos visto los movimientos maquiavélicos del Santismo, del Uribhitlerismo, del ”conservatismo”, el cual como furgón de cola se moverá hacia el que más le ofrezca a este remedo de partido político, como todos los demás.
El pueblo, por fin, comienza a caminar hacia tener una alternativa real de poder para el 2014. Alrededor de las FARC-EP, o su denominación en un eventual Acuerdo de Paz, se está re-construyendo el tejido social de las organizaciones populares. Hemos visto cómo la Marcha Patriótica, con más de 1.500 organizaciones populares, se mueve y se mueve hacia la izquierda, como debe ser.
El régimen neoliberal y sus representantes, de la mano de las fuerzas militares-narcoparamilitares, ya están adelantando la ”guerra sucia” contra las organizaciones populares. Mejor dicho, la continúan sin solución de continuidad y las ejecuciones extrajudiciales (los ”falsos positivos” de Santos y Uribhitler), las masacares, las desapariciones, y el desplazamiento forzoso siguen campantes por todo la geografía nacional, esta vez de la mano de la administración Santos y sus fuerzas militares-narcoparamilitares (BACRIM).
Es claro entonces que los sectores populares debemos desarrollar nuestras más intrépidas acciones a fin de consolidar el Frente Popular -llámese como se quiera llamar- que se enfrente con posibilidades de éxito a la maquinaria estatal. Cada reunión, foro, mitin, debe ser la oportunidad para llamar a la más estrecha unidad de los sectores populares, al tiempo que denunciamos la campaña sucia adelantada desde la ”Casa de Nari”.
No debemos olvidar que es necesario denunciar el ”contubernio impúdico” entre las fuerzas militares, políticos tradicionales y narcotraficantes -lo cual ha sucedido desde los años 80-, el cual toma corporeidad en las regiones y tenemos que señalarlos con nombre propio, al tiempo que mostramos la verdadera historia del narcoparamilitarismo como modelo contrainsurgente, el cual en la época del Uribhitlerismo-Santismo ha utilizado a las BACRIM para adelantar la guerra contrainsurgente y ha seguido bañando con sangre inocente el suelo patrio.
No tenemos en cuenta los remedos de partiditos de izquierda que se configuraron para tener la oligarquía una ”alternativa” a la mano en caso de una explosión del movimiento popular porque ya éstos están en el pavimento producto de sus propios errores y desaciertos e incapacidades. El ”parlamentarismo” de esos sectores los llevó al aislamiento y hoy sobreviven de la mano de los partidos oligárquicos, los cuales los ”apoyan” para mostrar las ”bondades” de la maltrecha y cada vez más inexistente ”democracia” colombiana.
Nuestro acuerpamiento y apoyo total a la Mesa de Conversaciones significa además del apoyo al proceso en sí, a la concreción de la presencia real del pueblo en la Mesa de Conversaciones, no solamente en el papel de los comunicados y los llamamientos, y a la presencia ineludible del constituyente primario para la reealización de una Constituyente que construya una Nueva Constitución y una Nueva Colombia.
Caminamos esperanzados por un nuevo camino que nuestro pueblo va desbrozando con su accionar. Ya vienen las jornadas populares de Paros, Marchas, Manifestaciones, etc, y a ellas debemos meterles con todo el espíritu de los deseos de Paz del pueblo colombiano. Sólo así configuraremos una verdadera alternativa de Paz para el pueblo colombiano.
