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Despedida de Cristian Pérez - Sí a la Paz

Colombia: Falsa Democracia

Colombia: Falsa Democracia
Falsa democracia

RECOMENDADO CAMBIO TOTAL

[Colombia] Falsa democracia II: la democracia burguesa

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo. En el artículo de ayer abordamos, someramente, la historia de la democracia burguesa ...

Hey loco, No dispares!

Vamos a Cuentiarnos la Paz

LOS RICOS NO VAN A LA GUERRA

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Recolonizando África

Miguel Ruiz - Tercera Información | 08-02-2013 |

España está en crisis, pero África está predeterminada a estarlo siempre. África tiene una extensa cantidad de recursos naturales que están siendo saqueados. En la actualidad y desde la llamada “primavera árabe”, en África han estallado nuevas guerras que si nos informamos bien han sido creadas para favorecer los intereses, no de los africanos, si no de los países externos que están metiendo sus tropas en África generando caos, muertes, traficando con armas y con sicarios y controlando en definitiva que ningún país africano se atreva a contradecir a las potencias mundiales occidentales.

Al noreste de África existe un país que se llama Arabia Saudita del que nadie habla mal en los medios de información. Su sistema de gobierno es una Monarquía absoluta teocrática. Las mujeres tienen que llevar obligatoriamente el cuerpo vestido y usar burka (llamado nicab). Existe una policía religiosa que detiene a hombres o mujeres que se reúnan públicamente sin ser familia. También incautan todo aquello que haya entrado de fuera de Arabia Saudita que esté en contra de su ley religiosa como películas, música, etc. Es el país con menos derechos a la libertad religiosa del mundo.

Iraq fue invadida con la excusa de que habían armas de destrucción masiva en aquel país que algunos medios tardaron en reconocer. Qué casualidad que en los países con petróleo existan los peores terroristas del mundo, con sorprendente capadicad armamentística. En Afganistán dicen que quieren llevar la democracia. Y si hay que incumplir una promesa electoral se incumple.

Libia, con Gaddafi era el país más rico, con mayor índice de desarrollo de África. Con Gaddafi, la sanidad y la educación era gratuíta y la esperanza de vida era la mayor de África. Estaba prohibido cobrar intereses por los préstamos. En ningún mass media se ha comentado nada de esto, pero Hilary Clinton celebró el macabro asesinato a Gaddafi, sin nisiquiera celebrarse ningún juicio en la corte internacional. En RNE dicen que la actual situación de inestabilidad es mejor que cuando gobernaba Gaddafi.

Luego le tocó el turno a Siria, víctima de la “guerra preventiva” de EEUU e Israel que crearon inestabilidad en Siria hasta llegar a su situación actual. En Siria convivián en paz todas las religiones. Los rebeldes están intimidando y matando a los cristianos de Siria. Los rebeldes que están masacrando a los sirios con la ayuda internacional han cortado la comunicación televisiva imposibilitando al gobierno sirio comunicar a su población lo que está sucediendo en Siria y colocan imágenes que narran la versión de los propios rebeldes, diciendo que las masacres son perpetradas por el gobierno de Bashar al Assad.

Y ahora... Malí, tras una rebelión en Argelia. Los mercenarios yihadistas que pelearon en Libia siguen ahora en Malí con el armamento que les facilita al OTAN para desestabilizar a los países con grandes cantidades de recursos naturales, pese a lo que opine o deje de opinar El País. Y ya tenemos la intevención militar extranjera en Malí (país con vastos recursos naturales como uranio, oro y petróleo, donde surgen sorpresivamente los yihadistas). Ya ocurrió en Somalia lo mismo con las milicias de Al Chabab. Pero ElPaís ahora sale con esto y esto.

Argelia, dice El País, sospecha que los terroristas de la planta petrolera de In Amenas estuvieron en el ataque a la base al Consulado de EEUU en Bengasi (Libia) en 2012 por terroristas contrarios al nuevo gobierno libio, cuando en realidad se trata de los mercenarios que armaron para derrocar a Gaddafi. Nada más ocurrir el acto terrorista en Bengasi el 11 de septiembre de 2012, Hilary Clinton declaró que EEUU combatirá al terrorismo en el norte de África aumentando la presión sobre Al-Quaeda en el Magreb.

También mencionó que los terroristas tienen base en Malí, donde estarían planeando nuevos ataques como el de Argelia. Creo que ha quedado claro cuál es la función de Al-Quaeda en estos países ricos en recursos naturales de los que los africanos nunca se beneficiarán como ya quedó advertida Libia.

La otra historia oculta del atentado de El Club Nogal el 7 de febrero 2003 en Bogotá

Por Dick Emanuelsson, ANNCOL

Esa noche estaba yendo con el Transmilenio (sistema de buses en Bogota) a mi apartamento en el norte de Bogota. De repente vi mucha movilización en la Avenida Caracas en la altura de la Calle 72-74. Bomberos y carros de policías con alta velocidad por todos lados.
En la casa prendí la televisión y pude ver las imágenes trágicas del atentado de el Club de los Clubes en Colombia, El Nogal, el espacio exclusivo para la oligarquía colombiana y. . .  paramilitares.
En 2002 tuve informaciones de una fuente que en ese club no solamente se alojaba jefes paramilitares como Salvatore Mancuso, sino que desde El Nogal operaba y se diagramaba el portal de los paramilitares de AUC.
No tuve “los cojones” para denunciarlo el 2002 sencillamente por el temor de ser asesinado. Pero con el atentado y las apresuradas declaraciones y sentencias en el sentido que el atentado era responsabilidad de las FARC, pues comencé a hacer las investigaciones, basadas en los datos de la fuente del 2002.
Y fue interesante a desenmascarar la alianza Paramilitarismo-Estado-Oligarquía.
Y la reacción no se hizo esperar. El director del diario El Tiempo, Enrique Santos Calderón me acusaba por justificar el atentado. Pero no era solo con sus acusaciones. Con un tono más suave pero quizas muuuucho más peligroso, me llegó un correo después que el reportaje había sido publicado:
El jefe paramilitar y "Inspector Nacional de las AUC, Don Berna
“Por ahora le informamos que Colombia Libre, cambiará su suscriptor (servidor, nota de D.E.) del Canadá y ya hemos abierto una Web en Estocolmo, pues este país es abierto en cuanto a libertad de expresión, que es un derecho de cualquier ciudadano y más de una Organización política y militar, como son las Autodefensas Unidas de Colombia.”
El correo electrónico era firmado “Adolfo Paz” que se titulaba “Inspector Nacional de las AUC”. Paz también se llamaba “Don Berna” en las AUC pero su verdadero nombre es Diego Fernando Murillo Bejarano.
En estos días cuando se cumple diez años desde el atentado, ha comenzado a repetirse las mismas acusaciones como e febrero de 2003. La verdad es que nunca se pudo comprobar que la guerrilla fuera responsable. Los comandantes siempre han desmentido la autoridad de este acto terrorista. Pero el homenaje a las víctimas coincide con el proceso de paz entre el gobierno y las FARC y hay más que un columnista y político colombiano que aprovecha la fecha y el atentado para arremeter contra el proceso de paz.
El Poder Judicial no ha podido comprobar que fueron las FARC. Pero no impide
medios que sistemáticamente acusan a las FARC para todo mal que pase en Colombia,
de ser los autores del atentado terrorista el 7 de febrero de 2003. Toman el atentado como
pretexto para arremeter contra el proceso de paz.  Hay un correo de un computador
bombardeado de un comandante guerrillero muerto (El Mono) que tiene un contenido que
se distingue totalmente del lenguaje en las comunicaciones guerrilleras por que ahí
habla abiertamente sobre el atentado.
Fernando Londoño, hombre de extrema derecha y un anticomunista a muerte, entonces era Ministro del Interior y de Justicia. Llegó al lugar unos minutos después del atentado esa noche del 7 de febrero 2003 y declaró categóricamente a los medios presentes que la responsabilidad del atentado caía a los narcos, declaración que fue silenciada algunos minutos después por Uribe que sin investigaciones ya tenía su sentencia elaborada.
En este correo anexamos un archivo de PDF que contiene 22 páginas sobre como los Escuadrones de la Muerte en Colombia llamados AUC, tenia la dirección de su web el Club El Nogal. El servidor se encontraba en Montreal, Canadá, dirigido por un dominicano.
Hasta ahora no hemos tenido información que la página de web de Don Berna&Cia estaría en Suecia. Pero lo que si sabemos los suecos, que por ahí pasó un subalterno de Don Berna llamado Ernesto Yamhure, que trabajaba como primer secretario en la embajada colombiana hasta que un día fue, como la web de las AUC en El Nogal, desenmascarado como espía. Hoy esta prófugo de la justicia pero según nuestras fuentes se encuentra en Miami. ¿Sorpresa?
Enlace para descargar el documento:
http://es.scribd.com/doc/48841805/2003-03-12-Reportajes-Club-El-Nogal-Todos-110214

Las modernas propuestas de las FARC

Si las ocho propuestas mínimas sobre desarrollo rural no llevaran las firmas de los delegados de las FARC-EP, se podría pensar que fueron elaboradas por un funcionario de Naciones Unidas. Comida, agua y ambiente sano, tres ideas que tienen con los pelos de punta al presidente de Fedegán y sus seguidores. 

En los estrechos callejones que se forman entre los miles de kilómetros de alambradas que encierran el ganado vacuno o los cultivos de palma se ve muchísima gente viviendo en chozas antediluvianas y centenares de perros flacos que salen disparados tras la polvareda que levantan los veloces carros de los patronos. Niños y niñas, en cueros, comiendo guayabas y viendo ordeñar con la boca abierta. Sólo a una mente puñetera se le puede ocurrir que esos colombianos muertos de hambre son felices.

He observado con lupa los ocho mínimos que formulan las FARC sobre el tema agrario y no encontré una sola frase que se oponga al concepto de inversión o negocio privado. En cambio proponen, y en esto coinciden con los programas más adelantados de los partidos políticos modernos, que toda explotación de recursos se haga conforme a una rigurosa legislación que proteja el espectro socio- ambiental. Unos mínimos para sacar el máximo provecho en términos humanos.  

En la vieja Europa se dedican potentes recursos a la recuperación de los bosques y las fuentes de agua, y la población es cada vez más exigente en cuanto a la manera de producir la carne y los productos agrícolas que consumen. No creo que el núcleo duro de Fedegán se atreva a tachar de terroristas a los europeos por estas cosas. En cambio, si eso mismo lo proponen las FARC, de plano lo rechazan. ¿Qué proponen a cambio? Nada. Dejar todo como está: que los campesinos vivan como colombianos miserables mientras ellos viven como europeos. ¿Que unos cuantos gocen a todo trapo y la mayoría siga comiendo guayabas? ¿Por eso se oponen al diálogo?

¡Queremos seguir la guerra hasta ganarla! Sí, suena patriótico decirlo cuando no hay que cargar la mochila del soldado o no se corre el riesgo de morir en una emboscada. Eso dijeron hace unos años y costó la vida a 4.985 militares entre el 2002 y el 2010. Por qué indagan por los militares muertos en estos últimos días y sin embargo no se acuerdan de los miles que murieron cuando tenían el sartén por el mango.


Se han preguntado estos patriotas cómo vive la familia del soldado Pulgarín muerto en Antioquia, o del sargento Balaguera caído en Norte de Santander. ¿Por qué no colocan en sus portales de guerra el drama que vive la madre del infante Muñoz fallecido en Nariño o los parientes del capitán Gutiérrez muerto en Cauca?

Nada de eso les importa, salvo sus propios intereses y los votos de los desdichados. La economía de los menos está por encima de la vida de los más, decía un tal Gaitán, y por decirlo lo mataron un 9 de abril en la carrera séptima de Bogotá, cuando iba con su amigo Plinio Mendoza Neira.

Aquí el problema no es entre buenos y malos, como nos lo quieren hacer ver los avivatos. Volver al dilema entre la mano dura y el diálogo es una táctica pueril empleada por los expertos en diseñar listas al Senado y tramar alianzas electorales. Ya estamos cansados de escribir la misma plana. Los cuadernos se nos acabaron y queremos pasar al siguiente curso. Llevamos una década repitiendo el mismo curso y ahora nos vienen con el cuento de que toca hacerlo de nuevo. Nos siguen tratando como majaderos.

Mientras centenares de académicos, jóvenes estudiantes, líderes campesinos, autoridades indígenas, amén de los delegados del Gobierno y la guerrilla en La Habana, se matan la cabeza para hallar el camino de la paz y la reconciliación, otros, en cambio, no saben qué hacer o dónde meterse para conseguir una curul o una candidatura. Unos tratan de calmar su furia mediante el diálogo. Otros calman su furia enviando gente a la guerra. Y los de siempre calman su furia haciendo enredos electorales.

Chomsky. Historia de la dominación de Latinoamérica por los Estados Unidos.

El patrón se fue muy lejos… y dejó al hambre encargada



Domínico Nadal, Cambio Total.

La canción letra del maestro Eladio Torres y cantada por la hermosa voz de Cheo feliciano, el negro, “Tiempos muertos”, nos sitúa en el exacto punto de la realidad de los terratenientes-ganaderos y el pueblo que trabaja para ellos.

Los grandes terratenientes-ganaderos viven su vida de opulencia en las grandes mansiones de las grandes ciudades, Barranquilla, Cartagena, Santa Marta (cierto, Lafaurie?), Bogotá, Medellín, Bucaramanga, etc; vida que se los permite la explotación inmisericorde a que someten a los seres humanos que tienen por desgracia tener que trabajar para ganarse el mendrugo de pan para alimentarse y alimentar a sus hijos.

Los pobres del campo viven en su parcela y siembran su “roza” para poder medio alimentarse, en tanto trabaja como “peón” del ganadero, el cual le niega hasta un litro de leche para él y sus hijos, algunos llegan al extremo de descontárselo del mísero salario que le pagan, siempre por debajo del mínimo. Esta situación es expuesta en el canto titulado “Cacique Upar” del canta-autor guerrillero Julián Contrado: “Cuántas ganaderías pero el ordeñador vive en la miseria, que ironía!”.

El terrateniente-ganadero no vive en su hacienda, va allá por ratos, llega en su “burbuja” –emulación con los “traquetos” narcotraficantes-, se dedica a arreglar unas cuentas y se regresa a su ciudad, a disfrutar de lo atesorado por el trabajo de otros, los “peones”. Algunos ni siquiera saben la cantidad de ganado que tienen ya que éste casi siempre se desarrollan como ganado “cimarrón”.

En la ciudad se codea con politiqueros-narcoparamilitares y con sectores más abajo de su opulencia. La Clase Media. Es un espectáculo deprimente observar los “arribistas”, clase media pura, que sueña con llegar a ser “oligarca” y la mayoría “sobachaqueta” para que el ganadero le permita tener dos vaquitas en sus potreros para ir haciendo su “capitalito”, a la espera de que quizá algún negocio “bueno” le salga: un contrato con el estado o coronar un “embarque” de cocaína o marihuana.

Esos sectores “arribistas” son los peores enemigos de los trabajadores. Ellos se miran en su espejo y sienten un recorrido frío en su espalda y ruegan a Dios no caer en tan “deplorable estado”, sin saber que la depauperización de su clase es una de las lógicas del capitalismo. Poco a poco, si las cosas no van bien, vende el carrito, la casita, empeña el reloj, hasta que está en el asfalto. Los que antes veía como enemigos y despreciaba por “flojos”, “mal educados”, “patanes”, etc, son ahora “su” clase, pero él nunca olvidará de dónde vino.

Así, dejando el hambre encargada por el “patrón”, los trabajadores y sus hijos se las arreglan para sobrevivir. Una vida de no futuro les ha sido reservado y la lógica que le han sembrado en su cerebro es que “mi abuelo era pobre, mi padre era pobre, yo soy pobre, luego mis hijos serán pobres...”. Esta lógica ilógica es la que combatimos los revolucionarios. Los revolucionarios civiles y los revolucionarios de las FARC. Por ello, apoyamos con todo nuestro ser las Diálogos de Paz de La Habana porque de ellos debería salir un Nuevo País que entre a solucionar problemas largamente aplazados por la oligarquía en el poder: Trabajo, salud, educación, vivienda, tierra, respeto de derechos humanos, y un sinfin de etc.

Las exigencias del pueblo y las FARC-EP no son el socialismo. Son apenas el pago de la deuda social que tiene el Estado con el pueblo colombiano. Cuando construyamos el Socialismo ahí si no habrá tu tía que valga...
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Las nieves del Kilimanjaro (Robert Guédiguian 2011)

Revista Dinero: Locomotora frenada

Por Revista Dinero.

La minería en Colombia atraviesa por uno de sus momentos más difíciles. El estancamiento podría salirle caro al gobierno Santos.

La minería ha sido una de las principales fuentes de crecimiento del país, es una de las locomotoras del desarrollo económico de este gobierno y aportó 23% de las exportaciones colombianas en 2012. Y hasta ahí llegan las buenas noticias. Hoy, la minería ha pasado de ser la solución del futuro a la preocupación del presente, y es al ministro del ramo, Federico Renjifo, a quien le ha tocado poner la cara por un sector en el cual parecería dispararse una nueva alarma cada semana que pasa.

Las noticias recientes de la minería no han sido alentadoras. Caída de los precios del carbón por cuenta de la transformación de la canasta energética en Estados Unidos. Conflicto laboral en Cerrejón, que amenaza frenar casi 40% de la producción de carbón del país. Investigación de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) a Drummond por el vertimiento de carbón en aguas del Caribe colombiano, realizado para evitar el naufragio de la embarcación donde se transportaba el mineral. Negación de licencias ambientales a las minas del Cesar. Revisión de las proyecciones de inversión por parte de CCX, la firma del millonario brasileño Eike Batista, para “adaptar el proyecto a las condiciones del mercado”. Profundización de la polémica en torno a las prórrogas otorgadas a Cerro Matoso y Paz del Río. Corre riesgo de caerse el Código Minero en mayo próximo. Como si fuera poco, sigue congelada la entrega de títulos mineros.

El gran interrogante es si la locomotora está simplemente estancada o descarrilada. Los resultados contrastan con la expectativa que despertó el Gobierno al definir la minería como uno de los impulsores del desarrollo. Sin embargo, en este momento da la impresión no de una poderosa maquinaria, sino de un conjunto de piezas que no encajan entre sí, en el que, además, no se sabe cuál es el manual de instrucciones que permitiría armar el aparato completo.

El agudo contraste con las expectativas ha afectado ya la forma como la actividad minera colombiana es vista desde el exterior. En la encuesta anual que realiza el Fraser Institute entre empresas mineras internacionales sobre las condiciones para esta actividad en el mundo, Colombia retrocedió entre los años 2011 y 2012. La institución calcula un índice del “potencial de las políticas”, que estima el impacto de las decisiones públicas sobre el atractivo del país para la inversión minera. Colombia pasó de registrar un puntaje de 51,2 en el periodo 2010/2011, a 38 en 2011/2012. La firma PWC reporta que “la capacidad institucional de Colombia no ha logrado avanzar al ritmo de la inversión en los sectores mineros”.

Muchos temen que el año pasado marcará un punto de inflexión en la dinámica que traía ese sector. Las exportaciones mineras llegaron en el periodo enero-noviembre de 2012 a US$12.815 millones y representaron 23,4% de las exportaciones totales, pero en el mismo periodo de 2011 su peso era de casi 25%. Si bien el oro aumentó las exportaciones en cerca de 26%, gracias a una mayor producción y al comportamiento del precio internacional, el carbón registró un decrecimiento de 5,25%, al pasar de US$7.640 millones entre enero-noviembre de 2011, a US$7.239 millones en igual periodo del año pasado. En total, las exportaciones mineras crecieron apenas 2,55%, por debajo del 6,9% que registraron las exportaciones totales y del 10,39% de incremento que tuvieron las ventas de petróleo en el exterior.

El sector minero colombiano está todavía en obra gris. Así como el país realizó un gran esfuerzo para crear una nueva institucionalidad en el sector eléctrico en los años 90 y en el sector petrolero en la primera década de este siglo, ahora es urgente organizar la institucionalidad de la minería. El país tiene un potencial extraordinario en esta actividad, pero el reto institucional es gigantesco y no depende exclusivamente de la gestión del ministro del ramo. Desde la ausencia de información geológica básica hasta la falta de capital humano, pasando por los conflictos ambientales, la minería colombiana clama a gritos para que el país y el gobierno le otorguen la atención que merece.

Un sector desconocido
Colombia alberga una riqueza minera que podría ser extraordinaria. De hecho, hoy es el décimo país productor de carbón y el sexto exportador en el mundo. Sin embargo, en los últimos 20 años no ha entrado en operación un gran proyecto nuevo. “Cerrejón, Cerro Matoso, Drummond y Mineros son proyectos antiguos. No ha entrado ninguno nuevo, pero en paralelo se calcula que hay más de 2.000 retroexcavadoras en minería ilegal. En Chocó sólo hay una licencia ambiental y es el productor número uno de oro de Colombia”, dice César Díaz, presidente de la Cámara Colombiana de Minería.

El país tiene poco para mostrar en cuanto a instituciones e infraestructura para la minería. Los grandes renglones de exportación son carbón y níquel –ambos operados por compañías extranjeras que aportan poco en materia de jalonamientos hacia otros sectores– y oro. Menos de 15% del territorio nacional ha sido estudiado para minería. El país es inmaduro en términos exploratorios, según explica el Plan Nacional de Desarrollo Minero a 2014 de la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME).

“Lo que ha sucedido es que el sector se quedó desactualizado, desajustado y desbaratado”, afirma Eduardo Chaparro, presidente de Asomineros, la cámara de la Andi para esta industria.

Esta debilidad institucional llega a su punto crítico en el tema del Código Minero. Colombia expidió en el año 2001 un Código de Minas –Ley 685– con el objetivo de fijar reglas claras para los inversionistas del sector. Ese Código quedó obsoleto rápidamente con el auge de la inversión en la década pasada. Por esto, se tomó la decisión de expedir un nuevo Código de Minas, la ley 1382 de 2010. Sin embargo, la Corte Constitucional la declaró inexequible y le dio al Gobierno un plazo para hacer las consultas previas y llevar un nuevo proyecto al Congreso, el cual vence en mayo próximo y es muy improbable que se alcance a presentar. Si no ocurre, se volvería a la Ley 685 de 2001. Este escenario tiene una serie de consecuencias negativas para la industria, desde la ambigüedad en la definición de los accesos físicos a las minas, hasta la afectación del término de las concesiones en el tiempo.

“Un cálculo aproximado señalaría que se necesita reglamentar 65% del código minero actual. En Asomineros nos preguntamos: si no ha sido reglamentado el código vigente, ¿qué pasaría si hay que sacar un nuevo código? ¿Para cuándo tendríamos la capacidad de reglamentar el que viene”, se cuestiona Chaparro. Una de las salidas para el Gobierno, en ese escenario, sería reglamentar muy rápidamente la Ley 685.

Además, desde febrero de 2011 no se ha radicado una sola solicitud de títulos mineros, lo cual significa que no se está captando nueva inversión. Al parecer, esta situación podría ir hasta junio de este año. Pero no es lo único que preocupa. En minería, apenas se están dando los primeros ajustes institucionales requeridos. “Sí, había un despelote, altos niveles de corrupción, desorganización en la información y en su manejo, y lo están organizando. Pero se han demorado mucho. La Agencia Nacional de Minería (ANM) tiene muchos retos y no va a poder manejarlos todos al tiempo”, dice un experto del sector.

Negro panorama
El carbón, que ha sido la estrella de las exportaciones mineras, presenta una perspectiva preocupante. Según el Sector de Minería a Gran Escala (SMGE), el gremio de las compañías más grandes de la minería, en 2011 la producción de carbón se ubicó en 85,8 millones de toneladas; superior en 15,4% a la de 2010. Sin embargo, para finales de 2012 la producción se acercó a las 92 millones de toneladas –no hay dato oficial aún–, con crecimientos apenas cercanos a 3%. El resultado está lejos de los 97 millones de toneladas proyectados inicialmente y más distante aún de los 102 millones que se mencionan en el Plan Nacional de Desarrollo Minero de la UPME.

La causa más importante es la reconversión de la canasta energética mundial, que ha puesto en jaque al carbón. Estados Unidos está viviendo una profunda transformación por cuenta del llamado shale gas, un combustible no convencional cuyos yacimientos se encuentran asociados a depósitos de roca de esquisto. El carbón ha comenzado a ser desplazado en el mercado americano y se está generando sobreoferta del mineral en el mundo.

Las consecuencias son de gran alcance. Por primera vez en la historia, los ferrocarriles de Estados Unidos aceptaron bajar los fletes para que el carbón pueda ser competitivo. El año pasado sacaron al mercado internacional más de 34 millones de toneladas y los carboneros de ese país están atacando mercados que antes estaban en manos de productores que operan en Colombia, como el europeo, dice un conocedor del sector. También hay factores internos. Uno de los hechos más graves fue el paro laboral del ferrocarril de Fenoco el año pasado, que afectó las cifras de producción.

Hoy, la gran preocupación es la amenaza de paro en Cerrejón. La posibilidad de que los más de 4.000 trabajadores de la mina más grande del país se fueran a la huelga estaba sobre la mesa al momento del cierre de esta edición. El cese de actividades representaría pérdidas diarias por más de $5.400 millones. “Un día de no producción de carbón le representa al país más de $3.000 millones por concepto de regalías que se dejan de percibir”, dice Claudia Jiménez, presidente de SMGE. “La magnitud del impacto de una eventual huelga en Cerrejón podría llevar a que se repitiera lo sucedido en el tercer trimestre del año pasado en el PIB del sector minero como consecuencia de la huelga de Fenoco.

El crecimiento de la minería fue solo 0,5% en ese trimestre, contrastando con casi 20% en el mismo trimestre de 2011”, señala Leonardo Villar, director de Fedesarrollo. Otra gran limitación fue la no aprobación de las licencias ambientales para las ampliaciones en las minas del Cesar, donde operan Drummond, Prodeco y Goldman Sachs, entre otras. Al cierre de esta edición se conoció que la Autoridad Nacional Ambiental (Anla), negó ocho licencias ambientales por no cumplir las exigencias ambientales para la explotación en la zona. Esta determinación retrasará las expectativas de duplicar la producción de carbón de estas empresas mineras. Esta suma de problemas podría llevar a un escenario de reducción de producción y de inversiones en el país. Cerrejón ya metió en el congelador el proyecto que implicaba la desviación del río Ranchería en la Guajira; Cerro Matoso aplazó su proyecto de heap leaching o lixiviación en pila para la extracción del mineral; y CCX está en pleno proceso de reestructuración de su operación en Colombia y se habla de la salida de 70% de sus trabajadores.

El promedio anual de las inversiones registradas en el sector en los últimos cinco años fue de U$2.052 millones. En papel, las inversiones proyectadas hacia adelante son también cuantiosas. Según el Plan Nacional de Desarrollo Minero, Cerrejón expandirá su producción hasta 40 millones de toneladas en 2015, para lo cual ha anunciado inversiones por US$1.300 millones. Drummond espera alcanzar 25 millones de toneladas en 2015, con inversiones superiores a US$1.200 millones. Glencore anunció que sus minas Calenturitas y La Jagua producirán 20,7 millones de toneladas en 2015, con inversiones cercanas a los US$1.500 millones. Finalmente, el proyecto de Vale, vendido a Goldman Sachs, espera llegar a 9,5 millones de toneladas en 2014, después de haber logrado 2,9 millones de toneladas en 2010.

Sin embargo, en el nuevo escenario de bajos precios, de recomposición de la canasta energética y de las dificultades ambientales y jurídicas, la gran pregunta es qué va a pasar con estos planes. “Un mercado de commodities como el del carbón enfrenta ciclos. Los proyectos cuentan con ventanas de oportunidad que se abren y cierran en función del ciclo. De ahí la importancia de adoptar decisiones responsables y oportunas en materia de licenciamiento ambiental. La ventana de oportunidad se nos puede cerrar”, dice Jiménez, de SMGE.

Esta situación llega en un momento clave para el desarrollo del sector, por la expectativa de lo que pase con la ronda minera que entregaría, bajo procesos de selección objetiva, áreas para la explotación de minerales estratégicos, como hoy sucede con hidrocarburos. “El cronograma de la ronda depende de que el Servicio Geológico nos dé la información porque necesitamos tener paquetes. Estamos simultáneamente trabajando en varios frentes: creando los términos de referencia, estableciendo todos los mapas donde está la información clara sobre la viabilidad de las áreas y los procesos que se necesitan para que no pase que alguien se ganó una ronda y no la pudo explotar porque no consiguió licencia o la consulta previa no fue viable. Si nos va bien, para finales del año estamos saliendo a ronda. Tenemos 11 minerales estratégicos, como coltán, o fosfatos de manganeso, entre otros”, dice María Constanza García, presidente de la Agencia Nacional de Minería (ANM).

Rezago ambiental
En el mundo entero son evidentes los conflictos en la explotación minera entre los objetivos de desarrollo económico y la protección del medio ambiente. En Colombia estos conflictos son aún más agudos, debido a la incapacidad de la autoridad ambiental para delimitar con precisión las áreas restringidas a partir de estudios técnicos, económicos y sociales.

De acuerdo con el diagnóstico de la UPME, las instituciones ambientales, motivadas por el temor a un descontrolado incremento minero, han reaccionado aumentando el número de áreas restringidas publicadas en el Catastro Minero catalogadas como parques naturales nacionales, sin que estas hayan sido declaradas como tales. La UPME muestra como ejemplo el caso del Parque Natural de las Orquídeas, donde el área de ampliación proyectada supera en 172% la registrada en el Catastro Minero. De acuerdo con la UPME, los instrumentos que se utilizan para delimitar las áreas son muy imprecisos, con mapas a escala donde un milímetro equivale a 1.500 metros. Un cuadrado de un centímetro de lado en estos mapas equivale a una superficie de 22.500 hectáreas. Por todo esto, las fronteras delimitadas se prestan a toda suerte de interpretaciones.

En materia de páramos todavía hay muchas tareas por desarrollar. En el caso de Santurbán, para la exploración de oro, fue necesario delimitar el área de páramo, pero aún persisten dudas. El país no tiene todavía una definición clara del páramo ni su delimitación y la tarea va a tomar al menos tres años. ¿Qué va a pasar entretanto con más de 370 títulos mineros que hoy están en zonas de páramo? Algunos proyectos han hecho trabajos exploratorios y otros se encuentran en procesos de construcción y montaje o, incluso, de explotación. “Hay un problema institucional muy serio, una falta de coordinación entre las entidades del Estado. Lo que el inversionista no entiende es cómo la autoridad minera le otorga un título y luego resulta que, desde el punto de vista ambiental, es imposible recibir autorización para operar. Esto podría abrir la puerta a demandas contra en el Estado, dependiendo del grado de desarrollo que tengan los proyectos”, afirma un abogado del sector.

Decisiones recientes de la Corte Constitucional también han generado nuevas interpretaciones. En el caso de Los Ciruelos, el hotel proyectado en el parque Tayrona, la suspensión de las obras y el pronunciamiento del Ministerio de Ambiente se basó en un reciente concepto de la Corte en el que una licencia ambiental puede ser objeto de modificación, suspensión o, incluso, cancelación cuando se pueden causar daños no previstos en la licencia autorizada inicialmente. Antes de esta decisión la revocatoria de una licencia ambiental solo podía ocurrir cuando se incumplían los términos de esta. Este antecedente abre toda una fuente de incertidumbre para otros sectores, como la minería.

Los problemas ambientales están a la orden del día. Drummond, que produce 27% del carbón del país, enfrenta hoy un grave problema con la autoridad ambiental, después de que una de sus barcazas que transportaba carbón por el Caribe vertiera el mineral en el mar para evitar el naufragio de la embarcación. Además, la empresa omitió reportar inmediatamente el hecho. Al cierre de esta edición se esperaban nuevos pronunciamientos de las autoridades ambientales frente a sus licencias.

Andanada en el Congreso
Ante este panorama, las industrias mineras van a tener que soportar próximamente fuertes ataques desde el escenario del Congreso. Varios senadores, entre ellos Jorge Enrique Robledo, han venido haciendo seguimiento a la prórroga que se le hizo al contrato de Cerro Matoso. “Estamos en desacuerdo con lo que se hizo. Si el Gobierno dice que ese es el ejemplo, estamos muy mal de ejemplos. Si ese contrato se hizo en unas condiciones tan malas cuando todos estábamos pendientes, cómo serán los otros”, afirma Robledo. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que las concesiones a multinacionales y la explotación de los recursos naturales han sido siempre bandera en la agenda de los partidos de izquierda y esto no es algo nuevo. Los opositores esperan los pronunciamientos definitivos de la Contraloría y de la Procuraduría para adelantar un debate de control político en el Congreso.

De otro lado, según Robledo, se están analizando algunos proyectos para llevar al Congreso en materia de regalías; volver al impuesto de remesas y generar estímulos para reinvertir utilidades en Colombia; y realizar procesos de transformación en el país. Además, Robledo plantea una vigilancia a la valorización de las acciones de algunas mineras “que se han beneficiado en transacciones y al Estado no le tocó nada”.

Robledo, junto con los congresistas Germán Navas, Alexander López y Maritza Martínez, llevarán al Consejo de Estado un concepto de la Dian que permite a las mineras deducir de la renta lo que paguen por regalías. “Es una gabela que vale $2 billones”, afirma el senador. Para él, el precio del oro está arriba y, aunque el del carbón ha caído, sigue siendo rentable, “más aún en proyectos tan maduros como los de aquí, que ya están amortizados”, añade.

Representantes de las empresas ven con preocupación los nuevos tributos. “En 2011, la carga fiscal promedio del sector fue de 54,4% de la utilidad operativa antes de impuestos, esto es 4,62 puntos porcentuales por encima de la carga fiscal del promedio nacional. Las reformas a las reglas fiscales de 2010, incluyendo la reforma tributaria, la reforma arancelaria y el aumento de los impuestos a los explosivos, entre otras medidas, incrementaron aproximadamente en 6 puntos porcentuales la participación del Estado en la renta que genera el sector. Estos aumentos, y los que podrían causar proyectos de ley como los que se encuentran en discusión en el Congreso, pueden conducir a que el valor presente neto de los proyectos sea negativo. Es un tema muy delicado. El sector ya está en el límite fiscal”, dice Jiménez, de la SMGE.

Aunque es fácil hacer populismo con la minería, algunos analistas, como el economista Andrés Escobar, quien fue subdirector de Planeación Nacional, consideran que el entusiasmo con nuevos tributos para el sector puede ser peligroso. “Colombia no puede repetir la historia del petróleo. En los 80 hubo grandes hallazgos. En los 90 se aumentaron los impuestos y la inversión se fue. Más de diez años después fue necesario volver a hacer competitivos los contratos y la producción volvió. Está bien que paguen impuestos, pero hay que tener en cuenta que si se ponen condiciones demasiado fuertes, Colombia pone también en riesgo hacia futuro el desarrollo de sus políticas sociales en las regiones, cuyos recursos llegan por regalías”, explica Escobar.

De hecho, según cálculos del SMGE, para 2011, minas aportó 16,5% de regalías y en el primer trimestre del año pasado la cifra había bajado a 14,4%.

Este panorama de problemas y dilaciones ya era grave en un contexto internacional favorable, pero ahora se está invirtiendo. Las empresas mineras en el mundo enfrentan fuertes presiones para presentar balances sólidos ante bancos e inversionistas. No es el mejor momento para que Colombia muestre al mundo una estructura institucional minera endeble y apenas a mitad de camino.

Para el ministro Renjifo, este es todo un desafío. Buena parte de las variables que afectan el desempeño del sector están por fuera de su cartera. Renjifo tendrá que hacer gala de sus dotes de conciliador y gerente para reducir las diferencias entre autoridades mineras y ambientales, y mejorar la percepción negativa de la sociedad respecto a esta industria. En el fondo, de lo que se trata es de no matar la gallina de los huevos de oro. Esa es una verdadera prueba de fuego.

Militarizando Latinoamérica

Por CONN HALLINAN 
 
El pasado mes de diciembre marcó el 190 aniversario de la Doctrina Monroe, la declaración política del presidente James Monroe que esencialmente convirtió Latinoamérica en la reserva exclusiva de EE.UU. Y por si alguien tuviera alguna duda sobre lo que era de importancia vital en esa Doctrina, que considere que desde 1843 EE.UU. ha intervenido en México, Argentina, Chile, Haití, Nicaragua, Panamá, Cuba, Puerto Rico, Honduras, la República Dominicana, Guatemala, Costa Rica, El Salvador, Uruguay, Granada, Bolivia, y Venezuela. En el caso de Nicaragua nueve veces y en Honduras ocho.

Algunas veces la intrusión no estuvo adornada de sutilezas diplomáticas: la infantería estadounidense atacando el Castillo Chapultepec en las afueras de Ciudad de México en 1847, marines persiguiendo a insurgentes en Centroamérica, "Black Jack" Pershing persiguiendo a Pancho Villa por Chihuahua en 1916.
Otras veces la intervención estuvo encubierta por las sombras, un soborno secreto, un gesto y un guiño a algunos generales, o el estrangulamiento de una economía porque algún gobierno tuvo la temeridad de proponer una reforma agraria o una redistribución de la riqueza.

Durante 150, años la historia de esta región, que se extiende por dos hemisferios y va desde la tundra helada a desiertos ardientes y humeantes selvas tropicales, fue en gran parte determinada por lo que sucedía en Washington. Como dijera una vez el astuto dictador mexicano Porfirio Díaz, la gran tragedia de Latinoamérica es que está tan lejos de Dios y tan cerca de EE.UU.

Pero la Latinoamérica actual ya no es la misma que hace 20 años. Gobiernos de izquierda y progresistas presiden la mayor parte de Suramérica. China ha reemplazado a EE.UU. como el mayor socio comercial de la región, y Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela se han unido en un mercado común, Mercosur, que es el tercero del planeta. Otras cinco naciones son miembros asociados. La Unión de Naciones Suramericanas [UNASUR] y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe [CELAC] han soslayado esa vieja reliquia de la Guerra Fría, la Organización de Estados Americanos. La CELAC incluye a Cuba, pero excluye a EE.UU. y Canadá.

A primera vista, la Doctrina de Míster Monroe parece letra muerta. Por eso las políticas del gobierno de Obama hacia Latinoamérica son tan inquietantes. Después de décadas de paz y desarrollo económico, ¿por qué está EE.UU. involucrado en un importante refuerzo militar en la región? ¿Por qué Washington ha hecho la vista gorda ante dos exitosos golpes, y un intento, en la región en los últimos tres años? ¿Y por qué no se distancia Washington de las prácticas depredadoras de los llamados "fondos buitres", cuya codicia amenaza con desestabilizar la economía argentina?

Como hace en África y Asia, el gobierno de Obama militariza su política exterior en Latinoamérica. Washington ha extendido una red de bases de Centroamérica a Argentina. Colombia tiene ahora siete bases mayores y hay instalaciones militares de EE.UU. en Honduras, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá y Belice. La nuevamente reactivada Quinta Flota ronda por el Atlántico Sur. Hay marines en Guatemala persiguiendo a narcotraficantes. Hay Fuerzas Especiales en Honduras y Colombia. ¿Cuáles son sus misiones? ¿Cuántos son? No sabemos gran cosa porque gran parte de este despliegue es ocultado por el manto de la "seguridad nacional".

El fortalecimiento militar va combinado con una inquietante tolerancia hacia los golpes. Cuando los militares y las elites hondureñas derrocaron al presidente Manuel Zelaya en 2009, en lugar de condenar su expulsión, el gobierno de Obama cabildeó -aunque en gran parte sin éxito- para que las naciones latinoamericanas reconocieran el gobierno instalado ilegalmente. La Casa Blanca también guardó silencio respecto al intento de golpe contra el izquierdista Rafael Correa en Ecuador al año siguiente y se ha negado a condenar el golpe "parlamentario" contra el presidente progresista de Paraguay, Fernando Lugo, el llamado "Obispo Rojo"
Sombríos recuerdos de golpes organizados y apoyados por EE.UU. contra gobiernos en Brasil, Argentina, Chile y Guatemala son difícilmente olvidados en el continente, como dejó claro un reciente comentario del ministro de economía argentino Hernán Lorenzino. Calificando de "colonialismo legal" un dictamen de una Corte de Apelaciones estadounidense de que Buenos Aires debería pagar 1.300 millones de dólares en daños a dos acreedores de "fondos buitres" el ministro dijo "Todo lo que necesitamos ahora es que [el juez de la Corte de Apelaciones] Griesa nos mande la Quinta Flota".

Gran parte de este reforzamiento militar tiene lugar tras la retórica de la guerra contra las drogas, pero una mirada a la ubicación de bases en Colombia sugiere que la protección de oleoductos tiene más que ver con el orden de batalla de las Fuerzas Especiales de EE.UU. que con narcotraficantes. El Plan Colombia, que ya ha costado cerca de 4.000 millones de dólares, fue concebido y cabildeado por la compañía de petróleo y gas, Occidental Petroleum, con sede en Los Ángeles.

Colombia tiene actualmente cinco millones de personas desplazadas, la mayor cantidad en el mundo. También es un sitio muy peligroso si uno es sindicalista, a pesar de que se supone que Bogotá ha instituido un Plan de Acción Laboral (PAL) como parte del Acuerdo de Libre Comercio (ALC/FTA) con Washington. Pero desde que el gobierno de Obama dijo que el gobierno de Colombia cumple con el PAL, la realidad es que los ataques han aumentado. "Lo que pasó desde entonces [la declaración de cumplimiento de EE.UU.] es un aumento en las represalias contra casi todos los sindicatos y activistas sindicales que realmente creían en el Plan de Acción Laboral", dice Gimena Sánchez-Garzoli de la organización WOLA [Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos]. Human Rights Watch llegó a una conclusión semejante.

Una cantidad creciente de dirigentes latinoamericanos llegan a la conclusión de que la guerra contra la droga ha sido un desastre definitivo. Por lo menos 100.000 personas han muerto o han desaparecido solo en México, y el narcotráfico corrompe gobiernos, militares y fuerzas policiales desde Bolivia hasta la frontera de EE.UU. Y para que no pensemos que se trata de un problema latinoamericano, varios agentes del mantenimiento del orden de Texas fueron recientemente imputados por complicidad en el movimiento de drogas de México a EE.UU.

El gobierno de Obama debería sumarse al creciente coro de dirigentes regionales que han decidido examinar el tema de la legalización y de desmilitarizar la guerra contra las drogas. Recientes estudios muestran que hay un fuerte aumento de la violencia una vez que los militares se hacen parte del conflicto y que, como han demostrado Portugal y Australia, la legalización no conduce a un aumento en la cantidad de adictos.

Una importante iniciativa de EE.UU. en la región es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN/NAFTA), a pesar de que ha producido pobreza, desarticulación social e incluso un aumento del narcotráfico. En su libro Drug War Mexico Peter Walt y Roberto Zapeda señalan que la desregulación ha abierto puertas para los traficantes, un peligro sobre el cual tanto el Servicio de Aduanas de EE.UU. como la Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas) (DEA) advirtieron en 1993.

Al reducir o eliminar los aranceles, el TLCAN ha inundado Latinoamérica de maíz barato subvencionado por el gobierno de EE.UU. que ha llevado a la quiebra a millones de pequeños agricultores, obligándolos a emigrar, a inundar las ciudades superpobladas del país, o a dedicarse a la producción de cultivos más lucrativos, marihuana y coca. Desde 1994, el año en que el TLCAN entró en vigor, hasta 2000, unos dos millones de agricultores mexicanos abandonaron sus tierras y cientos de miles de personas indocumentadas han emigrado a EE.UU. cada año.

Según la organización de ayuda Oxfam, el TLC con Colombia llevará a una caída de 16% en el ingreso de 1,8 millones de agricultores y la pérdida de ingresos de entre 48 y 70% a unas 400.000 personas que trabajan en ese país por un salario mínimo mensual de 328,08 dólares.

El "libre comercio" impide que los países emergentes protejan sus propias industrias y recursos, y los enfrenta al poderío industrial de EE.UU. Ese campo de juego injusto lleva a la pobreza de los latinoamericanos, pero a enormes beneficios para corporaciones estadounidenses y algunas de las elites de la región.

La Casa Banca ha continuado la satanización del presidente venezolano Hugo Chávez del gobierno de Bush, a pesar del hecho de que Chávez ha sido elegido dos veces por grandes mayorías, y que su gobierno ha dirigido una gran reducción de la pobreza. Según las Naciones Unidas, la desigualdad en Venezuela es la más baja de Latinoamérica, la pobreza ha sido reducida a la mitad, la extrema pobreza en un 70%. Es el tipo de cifras supuestamente glorificadas por el gobierno de Obama.

En cuanto a los ataques de Chávez a EE.UU., es difícil culpar a los chavistas de un cierto grado de paranoia, si se considera que EE.UU. apoyó el golpe de 2002 contra él, ha enviado a Fuerzas Especiales y a la CIA a la vecina Colombia, y adopta una actitud apática ante los golpes.

Washington debería reconocer que Latinoamérica experimenta nuevos modelos políticos y económicos en un intento de reducir la tradicional pobreza de la región, el subdesarrollo y las divisiones crónicas entre ricos y pobres. En lugar de tratar de marginar a dirigentes como Chávez, Correa, Evo Morales de Bolivia y Cristina Kirchner de Argentina, el gobierno de Obama debería aceptar el hecho de que EE.UU. ya no es el Coloso del Norte que siempre se puede salir con la suya. En todo caso, el que está siendo marginado en la región es EE.UU., no sus oponentes.

En lugar de firmar leyes estúpidas como la ""Ley para contrarrestar a Irán en el Hemisferio Occidental" (increíble pero cierto), la Casa Blanca debería estar cabildeando para que Brasil se convierta en miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, terminar su ilegal e inmoral bloqueo de Cuba y exigir que Gran Bretaña termine el apoyo a su colonia en las Islas Malvinas (Falkland). La realidad es que Gran Bretaña no puede "poseer" tierras a casi 15.000 kilómetros de Londres solo porque tiene una armada superior. El colonialismo se acabó.

Y aunque el gobierno no puede intervenir directamente ante la Corte de Apelaciones de EE.UU. en la actual disputa entre Argentina, Elliot Management y Aurelius Capital Management, la Casa Blanca debe dejar claro que piensa que los esfuerzos de esos los "fondos buitres" para beneficiarse de la crisis económica argentina de 2002 son despreciables. También existe el aspecto muy práctico de que si "fondos buitres" obligan a Buenos Aires a pagar el valor total de las deudas que ellos adquirieron por 15 centavos por dólar, amenazarán los esfuerzos de países como Grecia, España, Irlanda y Portugal de encarar a sus acreedores. Considerando que los bancos estadounidenses -incluidos los "buitres"- tuvieron que ver con la creación de la crisis para comenzar, incumbe particularmente al gobierno de EE.UU. que apoye al gobierno Kirchner en este asunto. Y si la Quinta Flota participa, podría pensar en bombardear la sede de Elliot en las Islas Caimán.

Después de siglos de explotación colonial y dominación económica por parte de EE.UU. y Europa, Latinoamérica está finalmente demostrando su verdadero valor. Se ha sobrepuesto en gran parte a la recesión mundial de 2008 y los niveles de vida están aumentando en general en toda la región, sobre todo drásticamente en los países que Washington describe como "izquierdistas". En la actualidad, los vínculos de Latinoamérica son más con los BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- que con EE.UU. y la región está forjando su propia agenda internacional. Existe una oposición unánime al bloqueo de Cuba y, en 2010, Brasil y Turquía presentaron lo que es probablemente la solución más sensata hasta la fecha para acabar con la crisis nuclear de Irán.

Durante los próximos cuatro años, el gobierno de Obama tiene la oportunidad de reescribir el prolongado y vergonzoso historial de EE.UU. en Latinoamérica y reemplazarlo por otro basado en el respeto mutuo y la cooperación. O puede recurrir a tenebrosas Fuerzas Especiales, subversión silenciosa e intolerancia.
Traducido del inglés para Rebelión.org por Germán Leyens.

CounterPunch, 16 de enero de 2013.

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