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Colombia: Falsa Democracia

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Falsa democracia

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[Colombia] Falsa democracia II: la democracia burguesa

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo. En el artículo de ayer abordamos, someramente, la historia de la democracia burguesa ...

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Los oficiales señalados en el caso Galán

Luis Carlos Galán, asesinato en 1989.

JUSTICIA. Se ordenó la captura del mayor (r) Luis F. Montilla y el exfuncionario del DAS Manuel A. González.

Autor: Archivo SEMANA
Tras 24 años del asesinato del político liberal Luis Carlos Galán, el proceso para esclarecer ese crimen da un nuevo giro. Este domingo, la justicia consideró que dos oficiales podrían ser coautores del magnicidio. Se trata del mayor retirado de la Policía Luis Felipe Montilla y el entonces jefe de la Oficina de Orden Público del DAS, Manuel Antonio González.

Contra ambos oficiales la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía dictó órdenes de captura. El primero en ser detenido fue González, quien fue capturado en el barrio Colina Campestre, ubicado en el norte de Bogotá. 

La decisión de la justicia se conoció a través de un comunicado del ente acusador. En la misiva, la Fiscalía aseguró que los dos hombres son coautores de la muerte de Galán, asesinado por sicarios cuando lideraba un mitin en Soacha, en plena campaña electoral por el Partido Liberal y como favorito hacia la Presidencia en los comicios de 1990.

Montilla era en ese entonces comandante de la Policía de la localidad de Soacha. Según la Fiscalía, ese 18 de agosto (de 1989) el mayor retirado "era el directo encargado de manera legal y constitucional de la seguridad del candidato presidencial Luis Carlos Galán durante la manifestación política".

Por su parte, González es señalado porque su "función era la de dirigir y coordinar la seguridad del aspirante a la Presidencia, lo que infiere el mayor cuidado y atención en esta actividad de seguridad hacia el líder político".

Ambos oficiales, vinculados al caso en octubre del 2011, deberán responder por el delito de coautoría de homicidio agravado, ya que, según el ente acusador, ninguno cumplió su deber de custodiar a Galán.

El magnicidio, en el que también fallecieron los escoltas del político Santiago Cuervo Jiménez y Pedro Nel Bonilla Anguilo, fue atribuido a una alianza del cartel de Medellín, dirigido por el desaparecido capo Pablo Escobar, con algunos sectores políticos y agentes estatales que estaban en contra de la figura de la extradición.

Por el asesinato de Galán, el 31 de agosto del 2011 la Corte Suprema condenó a 24 años de prisión al exministro Alberto Santofimio, señalado como uno de los instigadores del crimen.

La justicia también investiga la presunta responsabilidad de quien fue el director del DAS entre 1985 y 1991, el general en retiro Miguel Maza Márquez, quien, según la Fiscalía, se habría aliado con los carteles de Medellín y Cali para descuidar la vigilancia de Galán. Su responsabilidad fue derivada a su fuero por la Justicia ordinaria en enero pasado, pese a que dejó a salvo las pruebas que acreditan su vinculación al caso. 

La decisión de la Fiscalía se da después de una advertencia emitida por la Procuraduría. El Ministerio Público aseguró que si no se tomaban decisiones frente a la presunta responsabilidad de ambos oficiales, compulsaría copias “para establecer si hay lugar a investigaciones disciplinarias”.

Ante la investigación, el general (r) Montilla ha explicado a la justicia que sí intentó proteger al político liberal, pero que no lo logró porque algunos comandantes le quitaron policías. "Yo no debilité ningún esquema de seguridad (...) Por el contrario, a mí me debilitaron. No fue por orden mía que ese personal (15 contraguerrillas) salió de Soacha hacia el comando del departamento. Fue por orden de los coroneles Leal Pérez o Serna", dijo Montilla.

Tras conocer la decisión, el político Carlos Fernando Galán, uno de los hijos del candidato asesinado, afirmó en su cuenta de Twitter: "Siempre he confiado en que se hará justicia". También aseguró, en diálogo con W Radio, que la decisión "es importante porque esto empieza a determinar el rompecabezas y hacer justicia de forma definitiva”.

En La Habana dialogando y en Colombia combatiendo


Las Fuerzas Especiales no sólo perdieron el helicóptero que aterrizaba a las diez y quince de la noche del pasado 21 de febrero cargado con tropas suyas en Vistahermosa.
Noticias recientes dieron cuenta de la caída de tres helicópteros de guerra en zonas de orden público en el territorio colombiano. En Vistahermosa, en el departamento del Meta, las fuerzas armadas reportaron la ida a tierra de un aparato por motivos que están siendo objeto de investigación. En Petrolea, Tibú, Norte de Santander, las fuertes ráfagas de viento causaron el accidente de otro, apenas unos días después. Y en el páramo de Sumapaz, en Cundinamarca, un tercer aparato resultó afectado por la furia del viento al día siguiente. En cada uno de los accidentes reportados se informó de unos pocos suboficiales, soldados o policías heridos.
Según los reportes emanados del alto mando militar o policial, parece que la mala suerte, los caprichos del tiempo o la desidia de los mecánicos militares, quizás los tres factores juntos, se han reunido intempestivamente para desgracia del personal que es trasladado en ejecución de operaciones ofensivas contra las guerrillas. La gran prensa, ni siquiera por equivocación, se atreve a insinuar que los helicópteros hayan sido derribados por la acción de los combatientes que desde tierra se ven obligados a enfrentarlos.
Es como si esa posibilidad no existiera. El gobierno colombiano y altos mandos militares, al igual que sus propagandistas pagos o gratuitos, se han encargado de posicionar en el imaginario colectivo las falsas ideas de un poder extraordinariamente invulnerable de las fuerzas armadas y una debilidad extrema en las guerrillas agonizantes. Se sostiene sin el menor recato que resulta absurdo pensar en una insurgencia del siglo XIX, y a las puertas del descalabro, propinando golpes contundentes al invencible Ejército del siglo XXI que se construyó el régimen en la última década. Se comprende la intención de tan publicitada imagen, convencer a los colombianos, incluidas las propias guerrillas, de que no hay nada que hacer frente al poder del Estado de hoy.
La única alternativa es el sometimiento. Nadie está en posibilidad de enfrentar la aplastante fuerza del poder. Solamente cabe la rendición, la aceptación de las reglas impuestas, el insoslayable futuro. Semejante afirmación, tan repetida de una y otra forma, es absolutamente falsa. Claro que se puede luchar, resistir, avanzar, golpear y herir de muerte al enemigo. Es lo que las FARC-EP estamos demostrando hoy, y lo que los poderes dominantes se empeñan en ocultar con rigurosos afán y cuidado. Que nadie se vaya a enterar, que no haya quien conozca los hechos y se atreva también a intentarlo. Que nadie vaya a gritar que el rey en realidad está desnudo.
Las ultramodernas y tecnificadas fuerzas especiales de la OMEGA no sólo perdieron el helicóptero que aterrizaba a las diez y quince dela noche del pasado 21 de febrero cargado con tropas suyas en la vereda Laureles de Vistahermosa, Meta, que se incendió por completo de inmediato, sino que otro aparato que intentaba aterrizar con él tuvo que retirarse seriamente averiado. Varios de los soldados de élite que fuerondesembarcados cerca por otros helicópteros cayeron víctimas de un campo minado instalado previamente por los muchachos del 27 Frente. Las tropas que con apoyo de aviones bombarderos y más helicópteros intentaron remendar al día siguiente el fiasco, no consiguieron ninguno de sus objetivos, en tanto que no pudieron evitar que otro de sus aparatos de guerra tuviera que retirarse impactado desde tierra por los guerrilleros.
Son los hechos que jamás revela el Ejército, ni la prensa colombiana a su servicio, que los troca por extraños accidentes con un pequeño saldo de dos o tres heridos. Cabe preguntarse ahora, cuando los mandos militares gruñen exigiendo información sobre tropas suyas supuestamente desaparecidas por las FARC en zonas de orden público, de qué modo proceden con las familias de los soldados que perecen en esas condiciones. ¿Cómo explicarles que sus seres queridos jamás regresan, sin informar de las derrotas en que perecieron? No es de extrañar entonces la ola de solicitudes de baja de los miembros de las fuerzas especiales del Ejército, que prefieren ganar buen dinero sirviendo como mercenarios en otro país antes que perecer sin gloria en el suyo.
La verdad es que las tres aeronaves reportadas como accidentadas la última semana de febrero, se fueron a tierra como consecuencia del fuego guerrillero. Y las bajas causadas en el personal de combate también fueron ocultadas de inmediato por los mandos militares.Fueron unidades del 33 Frente de las FARC las que impactaron seriamente el helicóptero que se vino a tierra en Tibú, por obra de las ráfagas de viento que reseña la prensa. Y el propio diario capitalino El Tiempo elaboró la misma semana un tímido informe acerca de la presencia de las FARC en el páramo de Sumapaz y los constantes combates que se presentan con las unidades del Ejército Nacional. Reconocer este tipo de situaciones resulta gravísimo para el Establecimiento ahora. Porque destruye la idea de que en La Habana las FARC se juegan la última oportunidad para rendirse.
Y es mejor que la gente esté convencida de que la lucha de las FARC está perdida. De eso se trata. Sobre todo si el país entero se halla a las puertas de un gran estallido social de protesta y movilización. Así lo concibieron los asesores y estrategas del régimen cuando previeron la inconformidad que podía presentarse con sus locomotoras de la prosperidad. Podrían capturar y encauzar la rebeldía contra sus políticas, conducirla a buen puerto con sus oenegés, sus angelinos y luchogarzones. Impedir a toda costa el menor nexo entre la lucha revolucionaria de las FARC-EP y las masas colombianas, arrebatar a la insurgencia y al pueblo las banderas de la lucha.
Pero la realidad está indicando otra cosa. Las FARC-EP no fuimos a La Habana a negociar nuestra desmovilización y entrega como esperaban en los balcones de Palacio.Fuimos a conquistar la paz con democracia y justicia social para Colombia. Y al mismo tiempo, calladamente, estamos demostrando nuestra enorme entereza en el campo de combate. Por su parte, el pueblo colombiano, solito, está dando muestras de su enorme independencia y madurez. No está dispuesto a dejarse manosear por el régimen. Ni por sus representantes vendidos. Tiene unos propósitos claros y está dispuesto a conseguirlos con firmeza. Quizás únicamente falta el salto a lo político, que la movilización social haga suya la idea de que con este régimen y con estos gobiernos no hay salida. Que hay que cambiar esto. Como sea.
Montañas de Colombia, 4 de marzo de 2013.

Por un Nuevo Poder Popular


Por Alberto Pinzón Sánchez (Tomado de Anncol).

 
CONCLUIDO EL LLAMADO “paro cafetero”, Fernando Carrillo, el ministro del interior del gobierno Santos, con una sutileza poco común entre los políticos colombianos, en una entrevista para el diario colombo-español El Tiempo (09.03.2012) afirma con satisfacción endeble de que, “fracasó el intento de una insurrección anti-Santista”. Cuando es todo lo contrario. Apenas comienza, no una insurrección contra uno de sus mejores exponentes, sino contra el Neoliberalismo militarista, que en los últimos 30 años se impuso mediante una pavorosa guerra contrainsurgente promovida desde los EEUU, sobre el Pueblo Trabajador colombiano.
 
Lo que esta movilización campesina sacó a flote y descarnó con crudeza en tan solo pocos días, no había sido publicitado en 35 años de concienzudos estudios socioeconómicos hechos sobre el modelo económico implantado por los llamados “Chicago boys” de López Michelsen en 1974, y los costos de la guerra Neoliberal de despojo.
 
Pero finalmente, el viejo topo de la historia y de la movilización social (que siempre te da sorpresas) sacó su pequeño hocico a la luz pública mostrando la ruina ocultada de uno de los sectores históricamente más privilegiados de la economía colombiana, causada por el enorme desvío de los recursos públicos (6,5% del PIB) consumidos irracionalmente por el ministerio de defensa de Colombia, para adelantar una guerra de despojo y acumulación permanente de capital, el que hora, como siempre, aparece “chorreando sangre y lodo de la cabeza a los pies”.
 
 
“COLOMBIA ES EL PAÍS MÁS FELIZ DEL MUNDO”, (a pesar de la miseria generalizada y la crueldad de la guerra contrainsurgente). ”Estamos blindados contra cualquier crisis social o económica”; nos repetía la propaganda oficial diariamente durante años, y mientras el mundo a nuestro alrededor cambiaba aceleradamente, especialmente en Nuestramérica; la Oligarquía trasnacional y cipaya colombiana seguía aferrada a su latifundio improductivo y militarista, adaptándolo a un Neoliberalismo “Pinochetista” iniciado por los EEUU, emblemáticamente en Nuestramérica, el 11 de septiembre de 1973.
 
Ahora los envenadores de opinión (spinn doctors) tratan de explicarse lo sucedido recurriendo a las más sorprendentes explicaciones, para ocultar la ruina en el campo y la crisis agraria generalizada; claro, para desviar la atención y velar ideológicamente el problema de la utilización del 6,5% del PIB de Colombia en la guerra contrainsurgente y geoestratégica del Plan Colombia y como lo hace el ministro Carrillo, para justificar la violencia oficial y criminalizar la protesta social, con el fin de dividirla y evitar que se constituya en el Nuevo Poder Popular Alternativo que se está consolidando en la praxis actual.
 
 
 
AL COMIENZO DE LOS DIÁLOGOS de la Habana entre el Estado colombiano y las FARC-EP, el aparato de propaganda del régimen trató por todos los medios de “inocular” o mejor, inculcar una división en el seno del movimiento Insurgente. Ahora trata por todos los medios (también) de dividir la movilización social para quitarle su voluntad de consolidarse como un Poder Constituyente, convirtiéndolo en un simple movimiento por la paz en el mundo. En una plataforma más por la paz, cuyo final ya está cantado.
 
Hace unos días el politólogo León Valencia, desde sus portales (en plural) argumentaba con cifras militares que, la Insurgencia guerrillera en Colombia nunca había estado derrotada. Que el más grave error estatal había sido la monserga militarista de Uribe Vélez, su ministro de defensa Juan Manuel Santos, con su estratega global el general Padilla de León, del “fin del fin de las FARC”. Por fortuna su politología no le dio para hacer la referencia de siempre, a la otra trillada monserga oligárquica de “la combinación de las formas de lucha”.
 
Es decir a la otra cara de la moneda: La tampoco derrotada estrategia política leninista de utilizar “todas las acciones de masas en la resistencia popular contra la guerra contrainsurgente y geoestratégica en Colombia, sin menospreciar ninguna” , y que hoy, como una pesadilla sin fin provocada por un café tinto, vuelve a desatar el pavor de los Dominantes Trasnacionales a una “insurrección popular”, como la del 9 de abril, mostrado por Carrillo el vocero del presidente JM Santos.
 
 
POST SCRIPTUM: Creo que la mejor memoria sobre el presidente de Venezuela Hugo Chávez (por condensarlas todas) es la de Fidel Castro cuando dijo que solo había que mirar quienes lloraban su muerte y quienes se regocijaban con ella. Por ejemplo, la alegría de uno de esos caballeros santanderistas traidores y cobardes, que No tuvo huevos para invadir a Venezuela, a pesar de ufanarse diciendo que tiene tres.

Exfuncionarios del DAS, asegurados por tortura sicológica a periodist


Por:  |El Tiempo.com.co

Se trata del caso de Claudia Julieta Duque registrado en los años 2003-2004.

Un fiscal de la unidad de derechos humanos dictó medida de aseguramiento contra siete exfuncionarios del Das por los seguimientos ilegales y las presiones a la periodista Claudia Julieta Duque.
Los hechos investigados se remontan a los años 2003 y 2004 cuando la periodista y activista de derechos humanos fue seguida y amenazada por funcionarios del desaparecido organismo de seguridad.
Entre los asegurados está el polémico ex subdirector del Das José Miguel Narváez, el exsubdirector de inteligencia Carlos Arzayuz, el director de inteligencia Enrique Ariza, el subdirector de contrainteligencia Rodolfo Medina Alemán, el exsubdirector de Operaciones Hugo Daney Ortiz, Jorge Armando Rubiano y Giancarlo Auque, exsecretario general del Das.
La Fiscalía considera en su decisión que aunque no todas las denuncias de la periodista fueron comprobadas, sí se verificaron la mayoría de los hechos y se encontraron serias irregularidades, así como amenazas sistemáticas.
Esta es la primera ocasión que la Fiscalía acude a protocolos internacionales para tipificar el delito de tortura agravada en modalidad síquica. Los exfuncionarios fueron escuchados en indagatoria en diciembre del 2011.
Ahora, el fiscal del caso tendrá que calificar el proceso para decidir si los llama a juicio por ese delito.

Sobre el ex subdirector del Das José Miguel Narváez, vale la pena recordar que además de este caso, está involucrado en el caso de Jaime Garzón. La Fiscalía lo señala por homicidio agravado, como determinador del crimen del periodista y humorista.
Los investigadores del ente acusador también determinaron que el ex subdirector del DAS se destacó como uno de los más importantes ideólogos de las Auc y cargaba una libreta con nombres de personas, entre políticos, profesores y periodistas, "a quienes sugirió a Carlos Castaño para que les diera muerte, en caso de que la izquierda decidiera tomar represalias".

REDACCIÓN JUSTICIA
 

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