Headlines News :
Con tecnología de Blogger.

Despedida de Cristian Pérez - Sí a la Paz

Colombia: Falsa Democracia

Colombia: Falsa Democracia
Falsa democracia

RECOMENDADO CAMBIO TOTAL

[Colombia] Falsa democracia II: la democracia burguesa

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo. En el artículo de ayer abordamos, someramente, la historia de la democracia burguesa ...

Hey loco, No dispares!

Vamos a Cuentiarnos la Paz

LOS RICOS NO VAN A LA GUERRA

Blog ESTADÍSTICAS

BLOG DESTACADO

Congreso: “La ilegalidad y la corrupción pasaron su cuenta de cobro”

Por MOE. El lunes 18 de marzo de 2013 el Congreso de la República da inicio al segundo periodo de la legislatura 2012-2013, por esta razón, la Misión de Observación Electoral –MOE  presenta ante los ciudadanos y ciudadanas de Colombia y ante la comunidad internacional, un detallado reporte sobre la dinámica política que desde 2010 ha tenido lugar en el Congreso. El Congreso que se eligió en 2010 es diferente al que dará inicio la legislatura 2012-2013.


La Misión de Observación Electoral MOE, presentó un informe sobre la gestión adelantada por el Congreso de Colombia elegido en el 2010. Los principales datos que arroja este informe son:
  • · De los 102 Senadores y 166 Representantes a la Cámara electos en 2010, 22 de ellos ya no se encuentran en el Congreso.
  • · De estos 22, 16 han sido reemplazados por sanciones decretadas por el Consejo de Estado y la Procuraduría.
  • · A nivel departamental el departamento de Magdalena cuenta con la mayor cantidad de Congresistas que han perdido su curul.
  • · En 17 departamentos, que representan el 53% de los departamentos del país no tienen representación de la mujer en la Cámara de Representantes.
  • · De acuerdo a la Procuraduría General  de la Nación, con fecha de corte de 23 de enero de 2013, 58 Congresistas (electos para el periodo de 2010-2014) cuentan con procesos disciplinarios.
  • · De los 58 Congresistas con investigaciones por la Procuraduría, 11 tienen más de una investigación.
  • · De acuerdo a información proveniente de la Corte Suprema de Justicia, actualmente 62 Congresistas están siendo investigados por supuestos vínculos con grupos ilegales.
  • · De los Congresistas investigados, 5 ya han abandonado la curul por decisión de la Corte, de estos, 4 son Senadores y 1 es Representante. Esto ha ocasionado 5 sillas vacías.
  • · En Materia político-electoral el Congreso ha tramitado en estos dos años y medio, 99 proyectos. Se han aprobado 9, retirado o archivado 64 y en trámite hay 26.
  • · El Congreso ha elegido 16 altos dignatarios entre los que están 9 Magistrados del Consejo Nacional Electoral, 3 Magistrados del Consejo Superior de la Judicatura, Un magistrado de la Corte Constitucional, Un Defensor del Pueblo, Una Contralora General de la Nación y un Procurador.

Las FARC advierten sobre manipulación gubernamental de las muertes en combate

Un comunicado desmiente que tomaran uniformados presos

farc-ep.co

El día 5 de marzo del presente año, en la zona rural de Buenos Aires, en el departamento del Cauca, una patrulla del Ejército Nacional, en desarrollo de operaciones ofensivas, cayó en una emboscada tendida con explosivos por la Compañía Miller Chacón, del Bloque Móvil Arturo Ruíz de las FARC-EP, con el saldo inicialmente conocido de 16 uniformados muertos. El silenciamiento del hecho por parte de los voceros estatales pone de presente una constante que por sus implicaciones es necesario advertir al país y al mundo.

Informes fidedignos provenientes del Hospital de Jamundí dan cuenta de que fueron veinte las bajas del Ejército constatadas allí. Por su parte, el señor Mayor responsable por la patrulla movió a la población civil del área a buscar más cuerpos en el terreno, asegurando que hacían falta varios soldados, al tiempo que mandó preguntar a la guerrilla si los tenía prisioneros. Ante la negativa de entrar a la zona por parte de los servicios funerarios, la inspección practicada por los campesinos terminó en la inhumación de distintos restos humanos hallados. Los mandos de las FARC también enviaron su respuesta en el sentido de no haber hecho ningún prisionero.

Por intermedio de líderes comunitarios de la zona ha llegado a las FARC-EP otra súplica del Mayor, en el sentido de entregar los soldados sobrevivientes que tengamos en nuestro poder, razón por la cual nos vemos obligados a responder, de manera abierta y enfática, que ni uno solo de los uniformados desaparecidos como consecuencia de los hechos arriba reseñados se encuentra en nuestras manos.

La vieja práctica oficial de ocultar a como dé lugar los golpes y bajas recibidos, termina en la falsa acusación a las guerrillas de tener en su poder militares secuestrados, en un esfuerzo calculado de ponernos contra la pared, al tiempo que se evade la responsabilidad con los familiares y dolientes de los uniformados caídos en combate. Es evidente que tan frecuentes ocultamientos y desinformaciones tiene como propósito alimentar el discurso de personajes como el min. defensa Pinzón, Clara Rojas o País Libre, empeñados en señalara las FARC-EP como responsables de múltiples secuestros y desapariciones, por los que sin duda alguna, con torcida intención, se espera forzarnos a responder en la Mesa de Conversaciones de La Habana.

Las FARC-EP queremos advertir a la opinión pública nacional e internacional acerca del perverso manejo que de la información derivada del conflicto armado colombiano hacen el gobierno nacional y el alto mando militar y policial. La fuerza pública no es el aparato demoledor e invencible que pregonan al precio de ignorar las vidas y la sangre de sus propios soldados y policías. Ni la confrontación va a terminar porque se engañe a la nación con la falsa idea de un vencedor virtual. La paz sólo será posible con una sincera voluntad de reconciliación y reconstrucción nacional, que comienza con el reconocimiento de la verdad por parte de los personeros del régimen que ha hundido a Colombia en medio siglo de violencia y horror.

SECRETARIADO NACIONAL DE LAS FARC-EP
Montañas de Colombia, 15 de marzo de 2013.

Fuente: http://farc-ep.co/?p=2189

Descampesinización y uniformización alimenticia, vías para la cooptación de la cadena alimenticia global.

Maya Rivera Mazorco y Sergio Arispe Barrientos

La historia de la alimentación contemporánea está sujeta a una gran contradicción: el modelo agroindustrial de producción a gran escala que ha surgido desde la Revolución Industrial, el cual se autocalifica como el único viable para resolver el tema alimenticio en el mundo y que, además, ha aportado con una masiva producción de alimentos, se enfrenta a cada vez más profundas y constantes crisis de alimentos caracterizadas por cada vez más personas hambrientas en el mundo. De las 7 mil millones de personas que habitan el mundo, 1 mil millones se consideran crónicamente hambrientas en la actualidad. Esto nos obliga a preguntarnos y, de hecho, muchísimos lo hacen, si este modelo, que clama ser el único viable para responder al hambre mundial, es realmente factible.

La descampesinización del mundo 

Realizando una rápida genealogía de la producción alimenticia, es crucial tomar en cuenta las hambrunas europeas de Inglaterra e Italia del Norte del siglo XVII, la crisis finlandesa en el invierno de 1868 y la más devastadora: la hambruna irlandesa entre 1845-1848 (Vanhaute, 2007). Todas sirvieron para detonar en Europa una política agresiva de producción agrícola en sus colonias, lo que incrementó masivamente la disponibilidad de alimentos al continente europeo, posibilitando mayor seguridad alimentaria, decrecientes precios de alimentos y un decrecimiento de la población agrícola. Dicho proceso sólo se pudo sostener en un mundo rápidamente cambiante y cada vez más desigual.

A su vez, las necesidades de consumo del mercado europeo, atadas al crecimiento demográfico exponencial del último siglo, impulsaron una nueva ola de exportación de millones de trabajadores excedentes a las colonias europeas (Argentina, Australia, Uruguay, etc.,), con lo que se fue consolidando la producción barata en áreas templadas (lácteos, granos y carne). Mientras tanto, la producción de productos tropicales ya estaba consolidada en las colonias tropicales mediante la provisión de esclavos, en su mayoría de origen africano y en menor parte indígenas que trabajaron en condiciones deplorables en un régimen semi-feudal. De este modo, si bien las hambrunas en tiempos de paz se erradicaron de Europa occidental, incrementaron de manera desmedida a través de todas las colonias (Davis, 2001). Aquí tenemos otra contradicción que, de hecho, cimienta la primera mencionada al inicio de este artículo. Vale la pena recalcar en este momento que esta contradicción subsiste en la actualidad. La mayoría de los países industrializados han logrado un menor número de crónicamente hambrientos; sus principales problemas en la actualidad son, por el contrario, la obesidad debida a la sobrealimentación de mala calidad y los problemas de salud pública que devienen de la mala alimentación. Por su lado, son los países latinoamericanos, africanos y asiáticos los que sufren hambre y desnutrición por causa de ella.
De este fenómeno colonial de explotación e imposición, que ha estado acompañado de la apropiación ilegal de territorios, nace la teoría del progreso agrícola. Al ubicarse Europa en la cima jerárquica del poder global, pudo descampesinizarse y utilizar la excedente mano de obra aglutinada con anterioridad en sus tierras agrícolas, para su incipiente revolución industrial pudiendo importar materias primas y alimentos baratos. Todo esto a costa de: 1) la inserción de pequeños productores a la producción de commodities, 2) la incorporación de millones de productores en las regiones tropicales y templadas al mercado global, 3) el debilitamiento o destrucción de sistemas locales de alimentación; todo en detrimento de la seguridad alimentaria local. En consecuencia, a principios del siglo XX, Inglaterra, por mencionar un ejemplo, importaba 70% de los granos, harina y productos lácteos y 40% de su consumo cárnico.
Todos estos logros, fuertemente apoyados por la propaganda, sistemas educativos y la homogenización de las dietas, legitimaron un fuerte y llamativo mensaje de modernización, descampesinización, industrialización e integración económica. El discurso apeló fuertemente a la erradicación del retraso, personificando al campesino como reliquia del pasado.
Así, surgió inicialmente el proceso de descampesinización cómo fenómeno social y económico, lo que aseguró la total dependencia de la población humana actual y futura en términos de producción de alimentos (de unas cuantas empresas agropecuarias multinacionales que controlan la cadena de producción alimenticia), y una total pérdida de la riqueza milenaria agrobiológica. John Steinbeck en su obra magistral “Uvas de la Ira”, describe el proceso por el cual los pequeños productores agrícolas de EE.UU. son expulsados de sus tierras. En este país, la concentración de tierra motivada por el surgimiento del mercado financiero y la apertura de mercados de granos significó la disminución de granjas, de 7 millones en 1935 a 1.9 millones en 1997. Para 1999, granjas con superficies mayores a 500 hectáreas controlaban el 79% de la tierra productiva americana (Holt Gimenez y Shattuck, 2011).
Según estadísticas de la FAO, en 1950, el 65% de la población global estaba involucrada en la agricultura. Para el 2000 sólo el 42%. (FAO Statistics). Hoy, la población global se estima en 7.000 millones de personas; sin embargo, la población productora no supera las 1.500 millones (Oxfam, 2011).
La crisis actual: el hambre en el mundo
La crisis del siglo XXI es el producto del resquebrajamiento del sistema económico y social; su origen es político y casi siempre prevenible (Vanhaute, 2011). Las hambrunas actuales son típicamente vistas cómo crisis humanitarias que se pueden prevenir, pero, simplemente no se lo hace, por esto otros las ven como crímenes contra la humanidad (Edkins, 2007; de Waal, 1997). No está de más, entonces, mencionar que el 2008 se tuvieron volúmenes record en cosechas (2287 millones de toneladas métricas), más que suficientes alimentos para alimentar a todo el mundo (FAO, 2009), pero, a pesar de ello, existen 1.000 millones de crónicamente hambrientos, y resulta que 500 millones de ellos son productores (Shiva, 2011).
La articulación del sistema alimenticio corporativo
Y la solución a la crisis alimenticia está cada vez más lejos de resolverse pues el interés en el tema apunta a hacer negocios. No es por nada que el sistema alimenticio está cada vez más articulado a lo corporativo. Post II guerra mundial, en los 60 y 70, y en el actual siglo XXI, la respuesta usual es la de impulsar nuevas revoluciones verdes; todo endorsado por el agro negocio. Los shocks económicos de los 70 y 80 anunciaron la etapa de expansión económica neo-liberal. Dicho contexto junto al llamado seductivo del libre mercado de los 80 y la especialización productiva como motores de desarrollo, hizo que la liberización de mercados agrícolas y prácticas de dumping masivo de excedentes alimenticios, incrementaran dramáticamente la dependencia alimenticia del sud (McMichael, 2009).
Durante los 80, los programas de ajustes estructurales (SAPS, en inglés) rompieron las medidas arancelarias nacionales, desmantelando los mercados locales y destruyendo los sistemas de investigación local. Dichas políticas estaban plasmadas en los tratados comerciales bilaterales y tratados de libre comercio (FTAs, en inglés). Estos mecanismos constituyeron restricciones a los derechos soberanos de los estados a regular el alimento y la agricultura. En el sud, la llamada revolución verde promovió la agricultura intensiva –plan Bojan, Bolivia– de un número reducido de productos: trigo, maiz, arroz, y soya, usualmente llamados los cultivos de los pobres y el alimento de animales de granja.
De este modo, el control de la justicia alimenticia en el mundo recae cada vez en menos manos y se reduce a una gama de productos ofertados únicamente por el agronegocio. A continuación explicaremos las consecuencia de esta uniformización alimenticia, que tiende a elitizar las posibilidades de alimentarse o no y de alimentarse bien o no en este mundo.
Las consecuencias de la uniformización alimentaria
En primer lugar, tenemos una clara transición de dietas diversificadas a dietas reducidas caracterizadas por mayor consumo cárnico, de grasas y aceites, azúcar y carbohidratos procesados. Se trata de un fenómeno global que no se puede negar y que, además, no escapa a la clase social. La alimentación no es un tema de derecho humano, por lo menos no lo es para las grandes empresas que están acaparando, a paso seguro, toda la cadena de producción alimenticia. Las dietas buenas están en manos de poblaciones económicamente posibilitadas y las más pobres se encuentran encapsuladas en dietas altamente procesadas, con contenido calórico alto y sufriendo de subnutrición asociada a la obesidad (McMichael, 2009); es decir, sólo los ricos podrán alimentarse con alimentos sanos. Así, la reorganización de la cadena de comercialización ha subdividido a las dietas por clases económicas; no es por nada que el sector privado ha diferenciado a consumidores que se sirven commodities comestibles estándar (WalMart), de aquellos que comen productos de cadenas alimentarias cuidadosamente auditadas para su calidad (Whole Foods).
En este sentido, la respuesta al hambre en el mundo, lo decimos una vez más, es solamente un negocio y son las grandes empresas agropecuarias multinacionales las que interpretan el papel estelar. Los alimentos son productos del mercado y en el mismo existen consumidores con distinta capacidad de gasto. Este hecho, además, va de la mano del negocio farmaceútico que hace de la mala nutrición una mina de oro. No es un descubrimiento que el sistema alimenticio artificial y sin diversificación que no respeta los procesos de complementación entre la tierra, los ecosistemas, el clima y el ser humano, al momento de producir alimentos, genera problemas de salud, entre otros. Olivier De Schutter (2011) lo confirma con el siguiente ejemplo: “el cambio de sistemas de cultivos diversificados a sistemas simplificados centrados en los cereales ha contribuido a la malnutrición por falta de micronutrientes”, siendo este un enunciado de muchas investigaciones que hacen un llamado ante este problema.
De este modo, el hambre en el mundo no se reduce solamente al tema de comer o no comer, sino que se concentra también en ofertar alimentos que imponen costumbres alimenticias aptas para el agronegocio y el negocio de las farmacéuticas: la enfermedad.
En este momento de la exposición, es crucial recalcar un punto neurálgico que explica aún más y le da sentido a la contradicción del sistema de producción de alimentos actual que no tiene como objetivo “alimentar” para calmar el hambre o para nutrir, sino “des-alimentar” de la manera más eficiente para producir seres humanos mal nutridos, sin posibilidades de acceder a una alimentación óptima, y sin posibilidades de producir sus propios alimentos. El fin va más allá del hambre y recae en adaptar al ser humano al sistema de producción de alimentos agroindustrial, el que, en realidad, “alimenta, engorda y nutre” los bolsillos de las grandes empresas agropecuarias que acaparan distintos procesos de producción a lo largo del mundo y rompen las posibilidades de autodeterminación de las poblaciones locales y, por ende, el derecho a una óptima alimentación para todas y todos. Para comprender mejor este enunciado, es importante ahondar en la dimensión ambiental de la producción de alimentos.
La dimensión ambiental dentro del análisis del régimen corporativo
La agricultura global es responsable de un cuarto a un tercio de las emisiones de GEI totales (McMichael, 2009). GRAIN, sitúa los aportes de GEI entre 47 y 54%. Esto es causa de varios elementos, pero en este ensayo nos interesa resaltar uno de ellos: la producción agrícola subordinada a relaciones netamente capitalistas de producción significa la progresiva implementación de inputs (recursos orgánicos a commodities), que reducen el reciclaje de nutrientes dentro del suelo y agua, provocando la implementación de métodos agronómicos dependientes de químicos y semillas OGM producidas bajo estándares industriales (McMichael, 2009). De este modo, la producción de alimentos, ligada a la descampesinización del mundo, va de la mano de una lógica de producción cada vez más artificial y dicotómica con el medio ambiente; asimismo, proviene de una historia de colonización que ha destruido la producción local, sus propios conocimientos y culturas asociadas a la producción de alimentos. Finalmente, pero no menos importante, ha generado un proceso de erosión de la agrobiodiversidad asociada a la homogeneización de consumo de alimentos que caracteriza nuestra alimentación en la actualidad. Todos estos temas están conectados y más aún, pues se contienen mutuamente y no se los puede separar.
En cuanto a la pérdida de agrobiodiversidad, tenemos que a lo largo de miles de años de actividad agrícola se han manejado alrededor de 7 mil especies agrícolas y varios miles de tipos animales. Sin embargo, según datos del Convenio de Diversidad Biológica, sólo quince variedades de cultivos y ocho de animales representan el 90% de nuestra alimentación actual (GRAIN, 2011).
Este hecho está unido, también, a la pérdida de cultura y conocimientos ecológicos de cómo vivir y trabajar con los ciclos naturales mediante la disolución de la agricultura diversificada, prácticas ambientalmente adecuadas y con mejores rendimientos que la producción especializada industrial (Weis, 2007; Altieri, 2008; IAASTD, 2008). Como ya mencionamos en otro ensayo, la pérdida de agrobiodiversidad no puede separarse de la erosión cultural. La homogeneización de la alimentación es un proceso ligado a la homogeneización cultural. Pero esto es más complejo de lo que parece pues esta homogeneización cala al interior de cada ser humano, en sus características biológicas y genéticas. Nos explicamos: en tiempos de diversidad agrícola y de alimentos, los campesinos desenvolvían su identidad de acuerdo al medio en el que vivían, el cual les proporcionada la opción de producir variedad de alimentos propios del ecosistema específico que les cobijaba. Este proceso de adaptación y complementación entre las poblaciones humanas, los alimentos y el medio ambiente, que se han erigido a lo largo de generaciones, ha tenido como producto una evolución biológica que ha permitido el nacimiento de los grupos sanguíneos por ejemplo. Así, tenemos que el grupo sanguíneo “O”, que es el más antiguo, procede de las poblaciones de cazadores-recolectores. Posteriormente, en este proceso de adaptación, las poblaciones comenzaron a sedentarizarse y a cultivar y domesticar animales, cambiando su alimentación y por ende, se dio lugar a los grupos “A” y “B”.
Estos procesos de adaptación son muy importantes y se han ido edificando y solidificando en largos y representativos periodos de tiempo, junto a las prácticas propias de cada población y ecosistema, construyendo las estructuras sanguíneas y biológicas de las poblaciones, en base a la variedad de agrobiodiversidad. Mencionamos este suceso pues es determinante en tanto la introducción abrupta y violenta de la lógica de mono-producción capitalista-agroindustrial, está derrumbando y rompiendo con la identidad y estructura biológica de los seres humanos constituida por generaciones, para dejarle una sola opción: la de homogeneizarse de acuerdo a la producción masiva de unos cuantos alimentos, contados con los dedos de la mano y desatando un problema mayor de salud pública basado en el surgimiento de distintas enfermedades asociadas a este paradigma de alimentación.
Si bien la agroindustria puede alimentar a la totalidad de la población y no lo hace, tal como mencionamos al inicio de este artículo, la contradicción no se reduce a ello: al hambre, sino que descansa, también, en la erosión de la salud del ser humano y sus estructuras biológicas, de acuerdo a intereses netamente corporativos de cooptación de la cadena alimenticia global. Estamos ante un proceso de colonización que va más allá del ámbito ideológico y descansa en el control del ser humano a través del estómago. La homogeneización de la oferta alimenticia recae en la propia homogeneización biológica y de identidad del ser humano.
Referencias:
Altieri, M. 2008. Small farms as a planetary ecological asset: five key reasons why we should support the revitalisation of small farms in the Global South. Food First. Available from: http://www.foodfirst.org/en/node/2115
Davis, M. 2001. Late Victorian holocausts. El Niño famines and the making of the Third World.London: Verso.
Friedmann, H. and A. McNair. 2008. Whose rules rule? Contested projects to certify ‘local production for distant consumers’. Journal of Agrarian Change, 8(2–3), 408–34.
GRAIN, Food and Climate Change: the forgotten link. http://www.grain.org/article/entries/4357-food-and-climate-change-the-forgotten-link
Madeley, J. 2000. Hungry for trade.
McMichael, P. (2009): A food regime genealogy , The Journal of Peasant Studies, 36:1, 139-169
Walker, R. 2004. The conquest of bread. A hundred and fifty years of agribusiness in California. New York, NY: New Press.
Weiss, T. 2007. The global food economy. The battle for the future of farming. London: Zed Books.
Buscanos en thunhupha.blogspot.com

A 70 años de la victoria soviética en Stalingrado

Gilberto López y Rivas
 
El 2 de febrero pasado se conmemoró el 70 aniversario de la victoria soviética en Stalingrado, considerada la batalla más cruenta en la historia de la humanidad, y el principio del fin del fascismo alemán, hasta la toma de Berlín por el Ejército Rojo en mayo de 1945. Como ya es natural en esta época neoliberal, no hubo mención alguna de esta efeméride trascendente en los grandes medios de comunicación controlados por el gran capital, cuya amnesia y tergiversación históricas han pretendido ignorar el papel decisivo de la Unión Soviética en la derrota de Alemania, y ocultar la responsabilidad de las grandes potencias capitalistas en el estallido y el desarrollo peculiar del conflicto armado.

La Segunda Guerra Mundial no sólo se origina por los afanes de los fascistas alemanes, italianos y japoneses de imponer un nuevo reparto del mundo; también los imperialistas ingleses, franceses y estadunidenses coadyuvaron a desencadenar la tragedia más terrible que registra la historia y que causó la muerte de más de 60 millones de personas, en su mayoría civiles. Los gobiernos de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos estimularon y permitieron el rearme de Alemania; solaparon el crecimiento vertiginoso de sus fuerzas armadas, e invocaron una pretendida neutralidad frente a las agresiones fascistas a Etiopía en 1935, a la República Española en 1936, a Austria y Checoslovaquia en 1938 y a Polonia en 1939.

Los mexicanos sentimos con especial dolor el crimen que los fascistas cometieron contra la República Española y recordamos el Comité de No Intervención que los gobiernos de Inglaterra, Francia y Estados Unidos crearon para encubrir su complicidad en el mismo. Aquí, Alemania y sus aliados pusieron a prueba sus nuevas armas y sus métodos de exterminio masivo. La experiencia española se constituyó en la advertencia de lo que sería el orden fascista en Europa, mientras el indoblegable espíritu de lucha de los pueblos de España y la fraterna solidaridad combativa de los internacionalistas provenientes de todos los rincones de la Tierra alertaron a los fascistas sobre lo que sería la resistencia contra su predominio militar, que finalmente fue contenido a las orillas del Volga en ese crudo invierno de 1943.

¿Qué pretendían los gobiernos de Estados Unidos, Francia e Inglaterra con esta velada complicidad con la Alemania nazi de la preguerra? Se buscaba dirigir la maquinaria bélica alemana hacia el este, hacia la Unión Soviética. Se intentaba realizar lo que no fue posible en los años que siguieron a la Revolución de Octubre de 1917, cuando las potencias imperialistas asediaron a la joven república de los soviets. Asimismo, el anticomunismo y antisovietismo estuvieron presentes a lo largo de toda la contienda armada y fueron el factor subyacente en la singular conducción de las operaciones militares por parte de los aliados occidentales de la coalición antihitleriana. El retraso en la apertura del segundo frente hasta el año de 1944, cuando ya el curso del conflicto se había decidido en el frente soviético, y la sistemática política de las acciones militares pequeñas, tenían por objeto lograr el desgate y la debacle de la URSS.

Es también significativa la traición nacional de la mayoría de los gobiernos capitalistas de Europa ante la ocupación fascista de sus países. El mariscal Philippe Petain, el colaboracionista jefe de gobierno que entrega Francia a los alemanes, representa cabalmente la política seguida por la mayoría de los gobiernos, que uno a uno fueron sometiéndose dócilmente a los nazis y desempeñando un importante papel en la represión genocida de sus propios pueblos. Por el contrario, durante el inicio y el desarrollo de la ocupación, sectores importantes de las clases trabajadoras conforman los grupos de maquis y resistentes de la lucha antifascista. La participación activa de los pueblos en la resistencia patriótica nacional y el peso descollante de la Unión Soviética en la contienda van cambiando la naturaleza misma de la guerra: de imperialista se trasforma en una guerra popular antifascista, justa y necesaria hasta la capitulación de las potencias del Eje.

Del estudio de las luchas antifascistas en Europa se desprende una verdad histórica también convenientemente olvidada: la presencia sobresaliente de los comunistas en los destacamentos de partisanos y en las células urbanas de la resistencia, efectuando diversas labores político-militares contra los ocupantes alemanes y manteniendo viva la identidad y dignidad nacionales frente a la dominación extranjera. Asimismo, muchos comunistas integraron ese otro ejército de combatientes anónimos que efectuaban inapreciables trabajos de inteligencia en las mismas filas del enemigo; esos cientos de hombres y mujeres que sin ser espías profesionales, les tocó luchar en este singular frente interno, y fueron en su mayoría brutalmente asesinados por la Gestapo. La excelente obra de Gilles Perrault, La Orquesta Roja, la red de información más importante y eficaz durante la Segunda Guerra Mundial, da cuenta de esta trágica épica de modestos y valerosos revolucionarios antifascistas.

La dictadura mediática televisiva y la industria cinematográfica estadunidense han propalado la especie de que los ejércitos conjuntos británico-estadunidenses fueron la fuerza militar que derrotó a Alemania. La acción bélica que se inicia con el desembarco aliado en Normandía aparece como el acontecimiento más importante de la Segunda Guerra Mundial, intentando con estas manipulaciones ignorar la contribución soviética, al precio de más de 20 millones de muertos. La verdad es que las fuerzas armadas de la URSS enfrentaron a lo largo de la conflagración al grueso del aparato castrense nazifascista, y después de las victorias de Moscú, Stalingrado, Kursk y Leningrado es posible afirmar que Alemania estaba estratégicamente vencida.

Pablo Neruda escribió: Honor a ti por lo que el aire trae/ lo que se ha de cantar y lo cantado/ honor para tus madres y tus hijos/ y tus nietos, Stalingrado.

¿Puede la civilización sobrevivir al capitalismo?

Autoridades de Río de Janeiro, Brasil, ordenaron el pasado día 14 levantar cerca de 65 toneladas de peces que murieron por los bajos índices de oxígeno en la laguna Rodrigo de Freitas, debido a la contaminaciónFoto Reuters
NOAM CHOMSKY.
Hay capitalismo y luego el verdadero capitalismo existente. El término capitalismo se usa comúnmente para referirse al sistema económico de Estados Unidos con intervención sustancial del Estado, que va de subsidios para innovación creativa a la póliza de seguro gubernamental para bancos demasiado-grande-para-fracasar.

El sistema está altamente monopolizado, limitando la dependencia en el mercado cada vez más: En los últimos 20 años el reparto de utilidades de las 200 empresas más grandes se ha elevado enormemente, reporta el académico Robert W. McChesney en su nuevo libro Digital disconnect. Capitalismo es un término usado ahora comúnmente para describir sistemas en los que no hay capitalistas; por ejemplo, el conglomerado-cooperativa Mondragón en la región vasca de España o las empresas cooperativas que se expanden en el norte de Ohio, a menudo con apoyo conservador –ambas son discutidas en un importante trabajo del académico Gar Alperovitz. Algunos hasta pueden usar el término capitalismo para referirse a la democracia industrial apoyada por John Dewey, filósofo social líder de Estados Unidos, a finales del siglo XIX y principios del XX. Dewey instó a los trabajadores a ser los dueños de su destino industrial y a todas las instituciones a someterse a control público, incluyendo los medios de producción, intercambio, publicidad, transporte y comunicación. A falta de esto, alegaba Dewey, la política seguirá siendo la sombra que los grandes negocios proyectan sobre la sociedad. La democracia truncada que Dewey condenaba ha quedado hecha andrajos en los últimos años. Ahora el control del gobierno se ha concentrado estrechamente en el máximo del índice de ingresos, mientras la gran mayoría de los de abajo han sido virtualmente privados de sus derechos.

El sistema político-económico actual es una forma de plutocracia que diverge fuertemente de la democracia, si por ese concepto nos referimos a los arreglos políticos en los que la norma está influenciada de manera significativa por la voluntad pública. Ha habido serios debates a través de los años sobre si el capitalismo es compatible con la democracia. Si seguimos que la democracia capitalista realmente existe (DCRE, para abreviar), la pregunta es respondida acertadamente: Son radicalmente incompatibles. A mí me parece poco probable que la civilización pueda sobrevivir a la DCRE y la democracia altamente atenuada que conlleva. Pero, ¿podría una democracia que funcione marcar la diferencia? Sigamos el problema inmediato más crítico que enfrenta la civilización: una catástrofe ambiental. Las políticas y actitudes públicas divergen marcadamente, como sucede a menudo bajo la DCRE. La naturaleza de la brecha se examina en varios artículos de la edición actual del Deadalus, periódico de la Academia Americana de Artes y Ciencias.

El investigador Kelly Sims Gallagher descubre que 109 países han promulgado alguna forma de política relacionada con la energía renovable, y 118 países han establecido objetivos para la energía renovable. En contraste, Estados Unidos no ha adoptado ninguna política consistente y estable a escala nacional para apoyar el uso de la energía renovable. No es la opinión pública lo que motiva a la política estadunidense a mantenerse fuera del espectro internacional. Todo lo contrario. La opinión está mucho más cerca de la norma global que lo que reflejan las políticas del gobierno de Estados Unidos, y apoya mucho más las acciones necesarias para confrontar el probable desastre ambiental pronosticado por un abrumador consenso científico –y uno que no está muy lejano; afectando las vidas de nuestros nietos, muy probablemente. Como reportan Jon A. Krosnik y Bo MacInnis en Daedalus: Inmensas mayorías han favorecido los pasos del gobierno federal para reducir la cantidad de emisiones de gas de efecto invernadero generadas por las compañías productoras de electricidad. En 2006, 86 por ciento de los encuestados favorecieron solicitar a estas compañías o apoyarlas con exención de impuestos para reducir la cantidad de ese gas que emiten... También en ese año, 87 por ciento favoreció la exención de impuestos a las compañías que producen más electricidad a partir de agua, viento o energía solar. Estas mayorías se mantuvieron entre 2006 y 2010, y de alguna manera después se redujeron. El hecho de que el público esté influenciado por la ciencia es profundamente preocupante para aquellos que dominan la economía y la política de Estado. Una ilustración actual de su preocupación es la enseñanza sobre la ley de mejora ambiental, propuesta a los legisladores de Estado por el Consejo de Intercambio Legislativo Estadunidense (CILE), grupo de cabildeo de fondos corporativos que designa la legislación para cubrir las necesidades del sector corporativo y de riqueza extrema. La Ley CILE manda enseñanza equilibrada de la ciencia del clima en salones de clase K-12. La enseñanza equilibrada es una frase en código que se refiere a enseñar la negación del cambio climático, a equilibrar la corriente de la ciencia del clima. Es análoga a la enseñanza equilibrada apoyada por creacionistas para hacer posible la enseñanza de ciencia de creación en escuelas públicas. La legislación basada en modelos CILE ya ha sido introducida en varios estados.

Desde luego, todo esto se ha revestido en retórica sobre la enseñanza del pensamiento crítico –una gran idea, sin duda, pero es más fácil pensar en buenos ejemplos que en un tema que amenaza nuestra supervivencia y ha sido seleccionado por su importancia en términos de ganancias corporativas. Los reportes de los medios comúnmente presentan controversia entre dos lados sobre el cambio climático. Un lado consiste en la abrumadora mayoría de científicos, las academias científicas nacionales a escala mundial, las revistas científicas profesionales y el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (PICC). Están de acuerdo en que el calentamiento global está sucediendo, que hay un sustancial componente humano, que la situación es seria y tal vez fatal, y que muy pronto, tal vez en décadas, el mundo pueda alcanzar un punto de inflexión donde el proceso escale rápidamente y sea irreversible, con severos efectos sociales y económicos. Es raro encontrar tal consenso en cuestiones científicas complejas. El otro lado consiste en los escépticos, incluyendo unos cuantos científicos respetados –que advierten que es mucho lo que aún se ignora–, lo cual significa que las cosas podrían no estar tan mal como se pensó, o podrían estar peor. Fuera del debate artificial hay un grupo mucho mayor de escépticos: científicos del clima altamente reconocidos que ven los reportes regulares del PICC como demasiado conservadores. Y, desafortunadamente, estos cientí- ficos han demostrado estar en lo correcto repetidamente. Aparentemente, la campaña de propaganda ha tenido algún efecto en la opinión pública de Estados Unidos, la cual es más escéptica que la norma global. Pero el efecto no es suficientemente significativo como para satisfacer a los señores.

Presumiblemente esa es la razón por la que los sectores del mundo corporativo han lanzado su ataque sobre el sistema educativo, en un esfuerzo por contrarrestar la peligrosa tendencia pública a prestar atención a las conclusiones de la investigación científica. En la Reunión Invernal del Comité Nacional Republicano (RICNR), hace unas semanas, el gobernador por Luisiana, Bobby Jindal, advirtió a la dirigencia que tenemos que dejar de ser el partido estúpido. Tenemos que dejar de insultar la inteligencia de los votantes.
Dentro del sistema DCRE es de extrema importancia que nos convirtamos en la nación estúpida, no engañados por la ciencia y la racionalidad, en los intereses de las ganancias a corto plazo de los señores de la economía y del sistema político, y al diablo con las consecuencias. Estos compromisos están profundamente arraigados en las doctrinas de mercado fundamentalistas que se predican dentro del DCRE, aunque se siguen de manera altamente selectiva, para sustentar un Estado poderoso que sirve a la riqueza y al poder.

Las doctrinas oficiales sufren de un número de conocidas ineficiencias de mercado, entre ellas el no tomar en cuenta los efectos en otros en transacciones de mercado. Las consecuencias de estas exterioridades pueden ser sustanciales. La actual crisis financiera es una ilustración. En parte es rastreable a los grandes bancos y firmas de inversión al ignorar el riesgo sistémico –la posibilidad de que todo el sistema pueda colapsar– cuando llevaron a cabo transacciones riesgosas. La catástrofe ambiental es mucho más seria: La externalidad que se está ignorando es el futuro de las especies. Y no hay hacia dónde correr, gorra en mano, para un rescate. En el futuro los historiadores (si queda alguno) mirarán hacia atrás este curioso espectáculo que tomó forma a principios del siglo XXI. Por primera vez en la historia de la humanidad los humanos están enfrentando el importante prospecto de una severa calamidad como resultado de sus acciones –acciones que están golpeando nuestro prospecto de una supervivencia decente. Esos historiadores observarán que el país más rico y poderoso de la historia, que disfruta de ventajas incomparables, está guiando el esfuerzo para intensificar la probabilidad del desastre. Llevar el esfuerzo para preservar las condiciones en las que nuestros descendientes inmediatos puedan tener una vida decente son las llamadas sociedades primitivas: Primeras naciones, tribus, indígenas, aborígenes. Los países con poblaciones indígenas grandes y de influencia están bien encaminados para preservar el planeta. Los países que han llevado a la población indígena a la extinción o extrema marginación se precipitan hacia la destrucción. Por eso Ecuador, con su gran población indígena, está buscando ayuda de los países ricos para que le permitan conservar sus cuantiosas reservas de petróleo bajo tierra, que es donde deben estar. Mientras tanto, Estados Unidos y Canadá están buscando quemar combustibles fósiles, incluyendo las peligrosas arenas bituminosas canadienses, y hacerlo lo más rápido y completo posible, mientras alaban las maravillas de un siglo de (totalmente sin sentido) independencia energética sin mirar de reojo lo que sería el mundo después de este compromiso de autodestrucción. Esta observación generaliza: Alrededor del mundo las sociedades indígenas están luchando para proteger lo que ellos a veces llaman los derechos de la naturaleza, mientras los civilizados y sofisticados se burlan de esta tontería. Esto es exactamente lo opuesto a lo que la racionalidad presagiaría –a menos que sea la forma sesgada de la razón que pasa a través del filtro de DCRE.

(El nuevo libro de Noam Chomsky es Power Systems: Conversations on Global Democratic Uprisings and the New Challenges to U.S. Empire. Conversations with David Barsamian)
TRADUCTOR

La clave está en la movilización de masas


Allende La Paz, Cambio Total.

Los colombianos estamos acostumbrados a la marrullería de la oligarquía en el poder. Ha sido una constante histórica que los gobiernos de turno lleguen a las regiones, prometan « lo habido y lo por haber » y después, « si te ví, no me acuerdo ». Si no apenas recuerden los damnificados del invierno que les tocó « diluirse en el agua » y lo verán en los damnificados que vienen por éste invierno.

Por ello, en las actuales conversaciones en la Mesa de La Habana las FARC han sido en « extremo cuidadosas », como dijo Andrés París ayer no más. Y es lógico que la guerrilla le exija al gobierno « voluntad de cambio », ya que la oligarquía –JMSantos incluído – nunca ha tenido ni un ápice de voluntad de cambio. O sí, a veces cambia cosas, pero para bien de la oligarquía y para peor del pueblo.

La oligarquía « cambió » un articulito para beneficiarse ellos. Si algún día ese articulito cambiado favorece a las fuerzas populares la marrullería de tahúr los llevará a tratar de desconocerlo o cambiarlo, para lo cual tienen a las Cortes y al Congreso. Y es que la oligarquía solamente tiene para el pueblo una política de estado, la guerra. Para los oligarcas –financistas, empresarios, terratenientes, ganaderos- tienen todas las políticas « habidas y por haber » : exención de impuestos, préstamos blandos (AIS es sólo un caso), repartición de tierras baldías, etc, etc, políticas que les hace la vida « más amable » a la oligarquía parásita.
Al pueblo, todo lo que ha conseguido, ha sido a fuerza de lucha, de movilizaciones, de paros, etc. Nunca ha habido una política que le haga la vida « más amable » a los trabajadores. Por el contrario, desde los medios en poder de la oligarquía siembran en el ideario colectivo que los pobres son « flojos ». Que los indios son unos perezosos, que los negros son unos « buena vida », que los mestizos heredamos lo peor de los españoles, la pereza, y así un infinito etc.

Por ello, el pueblo muy sabiamente ha respondido a la « combinación de las formas de luchas oligárquicas », es decir, hambre, represión, engaños, politiquería, etc, con la « combinación de las formas de luchas populares », es decir, organización, unidad, movilización, y todo confluye en las « acciones de masas ». Si los estudiantes de la MANE tienen una propuesta para la Educación para poder hacerse oir tienen que « irse a la calle ». Si los trabajadores tienen un pliego de peticiones que mejoran sus condiciones de vida y de trabajo tiene que irse al paro y a las manifestaciones. Si los campesinos quieren adelantar un proyecto como las zonas de reserva de reserva campesina tienen que irse a las acciones, a la movilización de masas. Si los caficultores sienten que también ellos han sido abandonados por el estado tienen que hacer un « paro cafetero ». Si los cañeros tienen un petotorio tienen que empezar planteando un paro para que los escuchen. Y para colmo vemos a los gobernantes gritando que « están infiltrados por las FARC ».

Y lo increíble es que para que el gobierno cumpla los compromisos adquiridos el pueblo tiene que estar presto a la movilización de masas. Por ello, la « movilización de masas » es la única garantía que tiene el pueblo para que sus demandas sean realmente satisfechas. Con razón siempre se ha planteado « lucha de masas, acciones de masas, y nada de aventuras ».

Hoy las FARC-EP están exigiéndole al gobierno ”voluntad de cambio”. Lo que en carta blanca significa que el gobierno debe comprometerse –y llevar a la práctica- los Acuerdos a que se lleguen en La Habana. Las FARC-EP y el gobierno son los acordantes de solución de las causas del conflicto interno en la Mesa de La Habana y el pueblo, con su accionar de masas, son los verificadores de que esos acuerdos se están cumpliendo en la práctica. 

Bien hacen las FARC en involucrarse –ahora y siempre- en las acciones de masas –reuniones, manifestaciones, paros, en todas las movilizaciones populares- que realiza nuestro pueblo por construir un Nuevo País, en Paz con justicia social. Esa sintonía pueblo-FARC será la garante de que los Acuerdos logrados en la Mesa de Conversaciones de La Habana no se conviertan en « letra muerta », cosa a la que apuesta el gobierno y la totalidad del estado burgués colombiano.

De tal ‘Talo’, tal astilla

 
Por Daniel Coronell.

Revista SEMANA. OPINIÓN. El exministro Arias en su enérgico comunicado olvida mencionar que el señor Tomás Jaramillo Botero, uno de los principales socios y directivos de Interbolsa efectuó un préstamo a su campaña.

Autor: Jhon Calson
A raíz de las denuncias del congresista Simón Gaviria sobre el caso de Interbolsa, el exministro Andrés Felipe Arias publicó un comunicado en el que asegura: “No tengo, ni he tenido que ver con la empresa Interbolsa, ni con la empresa Proyectar Valores, ni con empresa alguna de ese grupo financiero o del señor Víctor Maldonado, del señor Juan Carlos Ortiz o de la familia Jaramillo” (ver comunicado).

Sin embargo hay documentos que demuestran que personas relacionadas con Interbolsa y Proyectar tuvieron un significativo papel en la campaña presidencial de Andrés Felipe Arias. Uno de ellos gestionó donaciones para esa causa proselitista y otro prestó dinero a la campaña.

El presidente de Proyectar Carlos Adolfo Mejía Tobón, conocido como ‘Talo Mejía’, gestionó aportes para la campaña de Arias. La planilla de recaudos de la propia campaña señala que ‘Talo’ fue gestor de al menos doce aportes (ver Planilla 1).

‘Talo’ ha sido un hombre cercano a Rodrigo y Tomás Jaramillo y también a Juan Carlos Ortiz. 

Entre los aportantes que llevó ‘Talo’ a la campaña de Arias estaba doña Carla Fattoni de Henriquez, doña Angela Builes de Hernández y don Oscar Penagos Garces. Cada uno de ellos entregó para esa causa política una suma curiosa: $3.333.333. Sumados los tres aportes se llega a la suma de $9.999.999 (ver Planilla 2).

¿Qué llevó a tres personas diferentes a coincidir en una cifra tan particular?. Alguien podría imaginarse que se trata de un aporte de 10 millones de pesos, fraccionado en tres. Sobre todo considerando que doña Carla Fattoni es la esposa del exsenador Jaime Henríquez Gallo próspero bananero de Urabá beneficiario de 500 millones de pesos, del dinero regalado de Agro Ingreso Seguro.

Coincidencialmente el señor Oscar Penagos Garcés es el presidente de Agrícola Santa María S.A., la empresa de Jaime Henriquez Gallo y de su hermano Guillermo, que obtuvo el generoso subsidio de AIS. 

Y para colmo de casualidades, el segundo apellido de soltera de doña Ángela Builes de Hernández resultó ser Henríquez. Ella, además, figura en una demanda a la nación como esposa de Guillermo Henriquez Gallo. 

Los Henriquez Gallo son mencionados por Raúl Hasbún, alias ‘Pedro Bonito’, y por Freddy Rendón Herrera, alias ‘El Alemán’; como miembros de la estructura financiera de los paramilitares en Urabá.

Otros aportes gestionados por ‘Talo’ corresponden a dos personas ligadas con Proyectar: Andrés Felipe Tellez Sierra, vinculado a la empresa Proyectos Financieros, acionista de la Holding Latinoamérica, a su vez mayoritaria en Proyectar Valores; y Michel Vélez Morales, empleado de una empresa del grupo y también accionista de la Holding. 

El exministro Arias en su enérgico comunicado olvida mencionar que el señor Tomás Jaramillo Botero, uno de los principales socios y directivos de Interbolsa efectuó un préstamo a su campaña.

La misma planilla de recaudos prueba que Tomás Jaramillo le prestó 22 millones de pesos a la campaña presidencial de Andrés Felipe Arias (ver Planilla 3).

Lo curioso es que Interbolsa, por si misma y a través de empresas afines como Proyectar, terminó siendo el mayor accionista de la Bolsa Mercantil de Colombia, antiguamente llamada Bolsa Nacional Agropecuaria (BNA).

Proyectar y después Interbolsa empezaron a crecer en la BNA cuando el entonces ministro Andrés Felipe Arias, en cumplimiento de un mandato legal, decidió vender parte de las acciones del Ministerio de Agricultura. Lo que siguió a la venta fue una operación de toma de control no caracterizada por la ortodoxia.

Por cuenta de esa toma, varios personajes llegaron a la junta directiva de la Bolsa Mercantil de Colombia, entre ellos el señor Carlos Adolfo Mejía, a quien sus amigos llaman ‘Talo’.

Paros y marchas sociales mantienen su efervescencia en Colombia

Por Anubis Galardy

Bogotá, 18 mar (PL) La reciente oleada de protestas civiles y paros en sectores cruciales de la economía colombiana pusieron en jaque al Gobierno, obligado a sentarse a la mesa de negociaciones sin que los huelguistas interrumpieran sus movilizaciones y marchas. La primera señal la dieron los caficultores, quienes salieron masivamente a la palestra y mantuvieron en pie sus demandas, de espaldas a una Federación Nacional en la que afirmaron no sentirse representados, por las continuas concesiones al margen de las necesidades de los productores y cosecheros de base, nunca tenidas en cuenta, alegaron.

Cualquier negociación en busca de una salida a la crisis hay que discutirla con los que afrontamos una situación cercana a la miseria más absoluta. La Federación no habla de la realidad que vivimos los cosecheros de base, subrayaron.

En un principio el Gobierno trató de conjurar huelga bajo la advertencia de que no habría concertación posible si se mantenían "las vías de hecho" -modo de encauzar un reclamo sin amparo legal, según el punto de vista jurídico-, pero el alerta cayó en el vacío.

El paro cafetero desató de inmediato una confluencia de acciones similares, que pusieron de manifiesto las inequidades sociales y crisis por las que atraviesa el país, según consenso de analistas e incluso parlamentarios pertenecientes a distintas agrupaciones políticas.

A juicio del analista Horacio Duque, la política de tierra arrasada, consecuencia de las medidas de corte neoliberal aplicadas por el Gobierno, es la génesis de la irrupción en cadena de la rebeldía agraria, cívica y popular.

Al paro de los cafeteros se unió el de los camioneros de carga por carretera, los cacaoteros, comunidades indígenas y arroceros mientras otros representantes del sector agrícola, entre estos los productores de maíz, los lecheros y los cultivadores de papa, anunciaban que también se sumarían a las protestas.

Según datos ofrecidos por el propio Duque, por lo menos más de mil 200 personas participaron en el paro, mientras que cerca de un millón y medio lo hicuieron en forma indirecta.

En huelga durante 11 días en 13 departamentos del país, los caficultores dieron un ultimátum al Gobierno el 4 de marzo pasado: si en 48 horas no recibían una respuesta, emprenderían una marcha pacífica hacia Bogotá "para trasladar sus demandas al corazón del país", tras exigir que las negociaciones se realizaran en su propio terreno.

Ministros del gabinete de Santos viajaron a los departamentos en paro, secundados al final por el vicepresidente Angelino Garzón como mediador y garante.

Los cafeteros ganaban la partida con el aumento del precio de sustentación de base por carga de 160 kilogramos, el respaldo a sus créditos, la modernización de la infraestructura y el freno a la importación desmesurada del grano destinada al consumo nacional.

Con la lección aprendida, las autoridades estatales se apresuraron a reunirse con los arroceros y llegar a acuerdos favorables a ese sector, antes de que entraran en huelga.

De igual modo procedieron con los camioneros, quienes habían convocado a los taxistas a unírseles en sus demandas de rebaja del precio de la gasolina y el aceite combustible para motores (diesel).

Sin embargo, la efervescencia social no decrece, como lo demuestra la huelga de los trabajadores extradocentes de la Universidad Nacional bogotana, quienes exigen una nivelación salarial nunca cumplida, respaldados por los estudiantes, profesores y otras filiales universitarias.

Paralelamente se suceden los movimientos en defensa del medioambiente y la preservación de los recursos naturales contra los que atentan las transnacionales mineras, en la mayoría de los casos amparadas por los Tratados de Libre Comercio.

Para esta semana está convocada otra huelga: la de los estudiantes en defensa de una educación pública gratuita y de calidad , en tanto los volqueteros del puerto norteño de Barrancabermeja continúan sus demandas y bloqueo de la Carretera Nacional, en reclamo de precios justos en los contratos de trabajo.

tgj/ag

Gas de esquisto: ¿salvación energética o burbuja especulativa?

Desde todas partes del mundo se hacen oír voces que denuncian el mito del gas de esquisto. Además de la burbuja especulativa que está propiciando, esta estafa no dejará de tener graves consecuencias para Estados Unidos, donde la administración Obama se ha autoconvencido de que el país se dirige hacia una independencia energética duradera.
| Ciudad de México (México)
 
Con un gráfico bonito, y en inglés, parece muy convincente.
No existe propiamente un «debate» sobre si el gas de esquisto [1] constituye un milagro de la tecnología de Estados Unidos –tesis que maneja apabullantemente la propaganda de los multimedia anglosajones–, no visto desde Prometeo encadenado en el Cáucaso (en castigo a su hurto del fuego a los dioses del Olimpo para beneficiar a los humanos, quienes resultaron ingratos a la naturaleza), o si se trata de una vulgar «burbuja» especulativa inflada por los publicistas financieristas, opinión que defiende el centro de pensamiento estratégico europeo, con sede en Bruselas, DeDefensa.org [2].

Tan desigual debate no es ocioso: su epílogo será determinante para colocar ahora a Estados Unidos como la potencia energética global en el primer tercio del siglo XXI, con pletóricos dividendos geopolíticos y desplazando a Rusia y a la OPEP –de resultar cierto el maná gasero–, o solamente significará un estéril intento publicitario incapaz de impedir la decadencia de la otrora superpotencia unipolar, si se descubre que lo del gas de esquisto no es más que una vulgar «burbuja» especulativa.

Un banquero amigo mío, miembro de las altas esferas financieras –que pidió guardar el anonimato–, a quien solicité su opinión, me contestó sin ambages: «Resulta que el fracking (la fracturación de la roca a 4 mil metros de profundidad con el uso de inmensas cantidades de agua para extraer el gas) es una enorme burbuja pues no representa una alternativa viable, sostenible». Esa opinión coincide notablemente con la postura de DeDefensa.org. Agrega que «Las inversiones en fracking consumen efectivo en forma masiva. Y no basta el efectivo generado por la venta de petróleo para financiar el crecimiento que requiere la industria, ya que el efectivo generado ni siquiera es suficiente para mantener un nivel de producción porque los pozos hechos con fracking se agotan rápidamente, requiriéndose –para una producción sostenida a un nivel determinado– la continuada creación de pozos nuevos para cubrir el rápido agotamiento de la producción. Es una carrera continua de crear pozos, solamente para mantener un nivel de producción». ¡Qué ilustrativo!

Considera además que «este proceso no tiene las ventajas de la producción tradicional de petróleo, que fue fuente abundante de generosas utilidades netas, aplicables para la expansión de la producción o para la inversión en otras áreas».

Su diagnóstico financiero suena impecablemente persuasivo: «El fracking no produce superávit de efectivo: devora el efectivo como Gargantúa. Se sostiene con puros préstamos adicionales; un día van a “tronar” (sic) esos pasivos por impagables. Es otro negocio de Wall Street para pasarse por el arco del triunfo a los pequeños inversionistas, que andan desesperados buscando algo (sic) que dé un rendimiento».

Por cierto, Aubrey McClendon, quien fundó Chesapeake Energy, la mayor productora de gas natural en Estados Unidos, fue obligado a renunciar por los inversionistas debido a la ausencia de ganancias y al gran endeudamiento de la empresa. ¿El diagnóstico? «Colapso financiero debido a la caída del precio del gas natural» y a la «falta de liquidez» [3].

Dedefensa.org desecha sin miramientos el mito de la «revolución» del gas de esquisto en Estados Unidos, lo califica de «burbuja especulativa» cuya «explosión es inevitable» y le concede entre «18 y 24 meses» como máximo antes del inevitable estallido.

El portal europeo, que ya abrió una sección especial de consulta titulada «shale gas-gate», fustiga a los «productores de Estados Unidos» como «responsables» de la aparición de un «arma de destrucción masiva»: la «producción de los pozos» (EUR, siglas correspondientes a estimated ultimate recovery), que está siendo tremendamente sobrestimada [4]. Como ejemplo de ello menciona el sonoro fracaso de Chesapeake Energy y su polémico jerarca dimisionario Aubrey McClendon.

Como de costumbre, los «pocos petrogeólogos y geofísicos independientes» que se atrevieron a rechazar el espejismo de los EUR abultados por la industria gasera han sido marginados o expulsados de los grandes coloquios sobre petróleo y gas. Pero la cacería de brujas desatada contra los «escépticos» no tuvo éxito y hasta The New York Times no ha tenido más remedio que mencionar que las cifras de la industria gasífera han sido probablemente objeto de «una manipulación». [5]

Ha existido una enorme producción de gas natural en Estados Unidos en los años recientes, lo cual ha facilitado el análisis de la producción de los pozos perforados, análisis que «revela que la realidad de la producción es muy inferior a las proyecciones de la industria». O sea, ¡los EUR están hiperinflados!
El geólogo Arthur Berman, quien trabajó durante 25 años para Amoco (la petrolera de Chicago antiguamente conocida como Standard Oil), analizó «tres campos históricos» –Barnett, Fayetteville y Haynesville– y denuncia la hiperinflación de los EUR que la «industria omite mencionar a los inversionistas deslumbrados por los banqueros y que en su mayoría ignoran las sutilezas del gas de esquisto».

En las antípodas, un reporte de la polémica Agencia Internacional de la Energía, atrapada no pocas veces en tareas desinformativas, sentencia que los grandes campos de gas asociado al petróleo –en Eagle Ford, Utica, Marcellous y Bakken– «deben permitir a Estados Unidos convertirse en el primer productor de petróleo en 2017, por delante de Arabia Saudita» [6].

Pero DeDefensa cita al ingeniero geólogo texano Gary Swindell, quien hecha por tierra la producción del portentoso campo Eagle Ford, reduciéndola a la mitad [7].

Hasta la agencia británica Reuters pone en tela de juicio el milagroso campo de Utica al plantear la siguiente pregunta: «¿Es el secreto energético de Utah un auge o un fracaso?» [8]

Pese a la evidencia de los datos concretos, la industria gasera sigue despreciando a los «seudoexpertos aislados» que se atreven a poner en duda la infalibilidad de la Agencia Internacional de Energía.
Pero DeDefensa es implacable. Además de desacreditar a la Energy Information Agency de Estados Unidos, que trabaja bajo la férula interesada del gobierno aliado a la industria gasera, Dedefensa cita un informe de agosto de 2012, proveniente de la muy seria US Geological Survey –«una agencia gubernamental conformada por expertos»–, que corrobora los hallazgos de los «escépticos», quienes ahora parecen más bien «realistas» [9].

DeDefensa pone en duda tanto la capacidad técnica como las optimistas cifras del controvertido economista en jefe de la AIE, Fatih Birol, quien durante la difusión de la fantasiosa Perspectiva energética global colocaba a Estados Unidos como el primer productor mundial de petróleo para el 2017. Es además muy pesimista con respecto al fracking y la sobrexplotación del gas de esquisto en Estados Unidos, a su «modelo económico erróneo» y a la fantasía de la «revolución energética».

El gas de esquisto será parte relevante de la «mezcla energética» de Estados Unidos, pero no transformará el juego geopolítico ya que «Estados Unidos no exportará GNL (gas natural licuado), Rusia no estará amenazada en el mercado europeo y los proyectos australianos de GNL podrán ser concluidos».
El gas de esquisto no será tampoco «barato» ya que su supuesta «dimensión estratégica» es posiblemente otra «burbuja» en la que puede verse incluido el «México neoliberal» con el embuste ya gastado del «tesoro» compartido.
Fuente
La Jornada (México)
 

Dossier Álvaro Uribe Vélez

Colombia Invisible - Unai Aranzadi

Tendencias

.

Basta de Terrorismo de Estado

Support : Creating Website | Johny Template | Mas Template
Copyright © 2011. CambioTotalRevista - All Rights Reserved
Template Created by Creating Website Published by Mas Template
Proudly powered by Blogger