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Despedida de Cristian Pérez - Sí a la Paz

Colombia: Falsa Democracia

Colombia: Falsa Democracia
Falsa democracia

RECOMENDADO CAMBIO TOTAL

[Colombia] Falsa democracia II: la democracia burguesa

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo. En el artículo de ayer abordamos, someramente, la historia de la democracia burguesa ...

Hey loco, No dispares!

Vamos a Cuentiarnos la Paz

LOS RICOS NO VAN A LA GUERRA

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Participación política


Domínico Nadal, Cambio Total.

El título de por sí ya es engañoso. Un ser humano puede desvincular sus acciones cotidianas de la ”política » ? Evidentemente que no. Todas sus acciones están impregnadas de « política ». Lo que sucede es que los politiqueros tradicionales han desligado la vida del ejercicio de la política. O mejor dicho, han atentado contra la vida en nombre de la « política », que ellos hacen equivalentes a sus intereses mezquinos y de clase.

Mas en aras de continuar con la discusión aceptamos el término. Qué es Participación Política ? Participar es crear, es vivir, es disfrutar. Hay que desarrollar creativamente los mecanismos para entrar en la vida política legal, con las reglas de juego burguesas (todavía no hablamos de revolución socialista). Lo cual no significa aceptación pasiva de esas reglas y, por el contrario, de lo que se trata es estar inscritos en esas reglas para poder cambiarlas para que esa participación política sea en favor del pueblo, y no como hasta ahora en favor de las clases oligárquicas-terratenientes.


Participación Política no es igual a desmovilización y entrega de armas. El paso previo o primer paso es la «participación política»  y de seguir un curso que haga innecesario el uso de las armas para esa participación, las armas « desaparecerán » de la vida nacional como elemento político. Lo cual equivale a si la causa desaparece, desaparece la consecuencia, es decir, si desde el Estado y los partidos y clases burguesas dejan de usar las armas como instrumentos para resolver conflictos, así de esa manera las víctimas –el pueblo-, dejará de usar las armas para defender sus vidas y poder participar en la « política ».

Recordemos que la « política » en Colombia está teñida del rojo sangre. El asesinato de los contradictores políticos es la única manera de resolver conflictos que tiene el Estado y sus clases en el poder. Los asesinatos de Jorge Eliécer Gaitán, Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo Ossa, y de cientos de « políticos » populares es prueba de nuestro aserto. Las masacres, desapariciones forzadas, torturas, ejecuciones extrajudiciales, etc, son formas de aplicar el Terrorismo de Estado de la DSN.

Civilizar las costumbres políticas es civilizar nuestro mirar. El vernos con respeto es crucial en éste punto. Los puntos definidos en la Agenda, « los derechos y garantías para el ejercicio de la oposición política en general, y en particular, para los nuevos movimientos que surjan luego de la firma del acuerdo final », « mecanismos democráticos de participación ciudadana » y « medidas efectivas para promover mayor participación en las políticas nacional, regional y local de todos los sectores », serán el necesario e imprescindible « abrir los ojos » para vernos de verdad y crear multiplicidad de formas de participación política. Y en el decurso seguirá lo que la sabiduría popular, el constituyente primario, determine para su participación real, verdadera, eficaz y efectiva.

Los medios en poder de la oligarquía pretenden meter en una « camisa de fuerza » a las FARC bajo el falso argumento de que desmovilización y entrega de armas es igual a participación política. No señores. Lo que ha sido garantía y han logrado las armas en poder de la guerrilla no es para desmovilizarse. Es para construir un Nuevo País, una Nueva Institucionalidad, una Nueva Colombia. Sin embargo, mientras las FARC piensan y actúan en grande, los « enemigos de la Paz » al interior y exterior del Estado continúan derramando sangre inocente de campesinos, indígenas, obreros, etc, aplicando el terror como forma de mantener sus privilegios. 

El asesinato hasta ahora de 8 miembros de la Marcha Patriótica nos indica que si desde el Estado no desarman los espíritus de los que tienen las armas asesinas en la mano, incluídos los propios agentes estatales, el logro de la Paz no dejará de ser una quimera porque nuestro pueblo ha aprendido a defender su vida a cómo dé lugar.

La importancia del récord histórico de concentración de CO2, y los problemas informativos en cambio climático


Keeling 10.05.2013Es muy interesante que, súbitamente, haya saltado la noticia de que la concentración atmosférica de CO2 ha alcanzado las 400 ppmv (partes por millón en volumen). En rigor es así, pero el dato sólo tiene sentido desde una mirada profana, y quién sabe también si interesada. El dato de concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera que se toma como referencia en climatología es el promedio anual de cada año, y no el registro de un momento concreto y efímero. En 2012, la concentración promedio fue de 392,6 ppmv y, al ritmo anual de emisiones y su variabilidad estimada, no se espera llegar a las 400 ppmv de promedio anual hasta por lo menos los próximos dos a cuatro años. Entonces, ¿de qué estamos hablando?
De cara, por ejemplo, a las consecuencias en el coste energético de un país ¿tiene algún interés que, en un día de riguroso invierno, se haya alcanzado tal cifra record de consumo de energía eléctrica? El interés es muy limitado, pues el dato relevante a efectos de coste será el consumo medio anual, o el total anual, etc. Pues en nuestro caso es lo mismo: que en el mes de mayo, y durante un solo día, la concentración de CO2 medida en un solo observatorio (hoy ya son dos), haya cambiado su tercer dígito del 3 al 4 – para volver, como ahora veremos, al 3 al día siguiente (o casi) – no tiene, en mi opinión, demasiado interés.
Sólo lo tendría en el caso de que, dada la devoción de los medios por los récords de todo tipo, incluyendo los de escasa significación, fuera aprovechada la circunstancia para informar sobre qué consecuencias tiene el fenómeno. Pero los medios de comunicación españoles son opacos a las mismas, no vaya a ser que los lectores se asusten, quieran arreglarlo, y tengan así la tentación de cuestionarse demasiadas cosas. Ahí están los grandes anunciantes para impedirlo: se puede hablar de ello pero, por muy alarmante que sea el asunto, hay que hacerlo sin alarmismos. Y sólo de vez en cuando.
Nivel del mar en función de la concentración atmosférica de CO2 (en equilibrio) (Science 310:456-460)
Nivel del mar en función de la concentración atmosférica de CO2 (en equilibrio) (Science 310:456-460)
Cuando, hace tres millones de años, en una época que los geólogos denominan Plioceno – momento que acabamos de descubrir que pertenece a la Historia – la concentración de CO2 en la atmósfera era de 400 ppmv, la temperatura media de la Tierra era entre 2 y 3 ºC superior a la preindustrial, lo que, pese a las apariencias, es muchísimo (por ahora ya llevamos cerca de 1 ºC), a pesar de que la intensidad de la radiación solar era menor que en la actualidad. También, y muy importante, el nivel del mar que, como sabemos, es como el termómetro del planeta, pero de reacción más lenta todavía, era decenas de metros más elevado que el actual. Casi todas las zonas costeras actuales eran terreno sumergido. Muy sumergido.
Que tengamos la suerte de que no sea ésta la situación presente tiene un motivo principal: la inercia del sistema climático de la Tierra, debida básicamente al efecto de acumulación de calor por parte de los océanos y al calor latente de las grandes masas de hielo al fundirse. Los aerosoles emitidos por la centrales eléctricas a base de carbón también contribuyen a la moderación térmica actual de manera muy significativa: de no existir, la temperatura habría aumentado ya mucho más.
Es decir: no ocurre todavía, aunque el proceso hacia esa situación ya se ha iniciado. Dicho de otro modo: ocurrirá inexorablemente, salvo que encontremos la manera de retirar ese CO2 de la atmósfera y de reducir su concentración por debajo de 350 ppmv. Nadie se atreve a asegurar que eso sea algún día posible. En todo caso, se antoja una empresa comparable a la de eliminar la sal de (todos) los mares. Pero entonces surge una pregunta: ¿cuánta energía sería necesaria para ello? Y otra: esa energía ¿generará (necesariamente) emisiones?
De hecho, cada mes de mayo, desde hace décadas, se produce un récord histórico, pero sólo ha sido noticia cuando ha cambiado el tercer dígito. Veamos en todo caso por qué, a mitad de la primavera, se produce un máximo anual en la concentración atmosférica de CO2 – para después disminuir notablemente buena parte del resto del año.
Esta oscilación no tiene nada que ver con los combustibles fósiles, sino con la variabilidad natural de la biosfera. Las plantas absorben CO2 cuando crecen, y lo emiten cuando decaen. La descomposición de la biosfera vegetal, en su decaimiento otoñal, genera CO2, que va a parar a la atmósfera. La concentración atmosférica de CO2 aumenta. Por el contrario, en primavera se reinicia la foliación y se reanuda el crecimiento, succionando para ello CO2 de la atmósfera y reduciendo así su concentración atmosférica. Éste es el ciclo natural permanente, independiente de las emisiones antropogénicas.
Oxygen decreasing
Mediciones de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, y de la disminución equivalente de oxígeno, lo que no ocurriría de no proceder de la combustión (Charles Keeling, 1976; Ralph Keeling, 1996)
Dado que las estaciones en ambos hemisferios tienen lugar en oposición, podría pensarse que este efecto queda compensado. Sin embargo, existe una diferencia fundamental entre ambos hemisferios que rara vez tenemos presente: el del norte tiene mucho mayor porcentaje de tierra firme, y así de vegetación, que el del sur. De modo que el efecto no se compensa, sino que domina el crecimiento vegetal del hemisferio norte frente a la descomposición del hemisferio sur. Así, la concentración de CO2 aumenta a partir de noviembre hasta mitades de mayo, para luego disminuir. De ahí las oscilaciones de la figura, de periodicidad anual, superpuestas a la línea de crecimiento interanual de la concentración media, ésta si debida a las emisiones antropogénicas.
A este respecto, El País dice textualmente:
“El dióxido de carbono aumenta y desciende en ciclos temporales y su nivel volverá a situarse por debajo de las 400 ppa en el verano ya que el crecimiento de las plantas en el hemisferio norte lanza 10.000 millones de toneladas de carbono a la atmósfera entonces”.
Y dice mal, muy mal, porque si se lanzara esa cantidad de carbono la concentración aumentaría en lugar de disminuir como afirma. Por lo demás, nadie sabe, o yo desde luego, qué demonios es esto de las ppa, pues la concentración se mide en partes por millón en volumen (ppmv). Quién ha visto y quién ve a El País, que falla ya hasta en las traducciones del New York Times, origen de la información. El cual, por cierto, si informa de las consecuencias en temperatura y nivel del mar.
Sobre el nivel del mar tampoco dice nada El Mundo. Pero si sobre la temperatura, citando sólo la zona inferior del margen de incertidumbre cuando sabemos, desde hace años, que es más probable la zona superior. Este periódico, el medio español impreso que ‘mejor’ informa sobre cambio climático – tras la desaparición de Público – tiene la osadía de hacer referencia al límite de seguridad de 350 ppm – origen incluso de una organización activista con esta denominación, 350.org – reproduciendo (?) un párrafo de un paper de James Hansen (NASA) de 2008:

“Si la humanidad desea preservar un planeta similar a aquel en el que las civilizaciones se desarrollaron y al que la vida en la Tierra está adaptada, debemos de reducir las emisiones hasta un máximo de 350 partes por millón”.

Pero que El Mundo sea el que mejor informa no significa que alcance el aprobado pues, por ejemplo, en el texto, a diferencia de la cita, habla de partículas por millón, cosa que es una cantada importante: el CO2 no son partículas, sino moléculas de un gas. Peor todavía: hasta la cita de Hansen está mal transcrita o traducida, pues las emisiones no se miden en ppm, sino en (decenas de miles de millones de) toneladas de carbono o de CO2. El autor original se refería, desde luego, a reducir las emisiones para que la concentración atmosférica de CO2 no supere las 350 ppm. Y para ello, el propio James Hansen y su equipo de la NASA nos señaló, ya en 2011, cuál es la solución: es preciso reducir las emisiones a un ritmo del 6% anual (!), empezando en 2013, y durante cincuenta años (!), además de reforestar todo lo posible para absorber el exceso.
Eso es lo que los medios no quieren, o no pueden, decir. Porque asumir esta situación supone aceptar la imposibilidad de resolver un problema de nivel existencial en el marco del sistema económico vigente, y hasta ahí podíamos llegar. Ellos saben que no puede ser por mucho que algunos, ecologistas incluidos, nos lo quieran pintar de verde.
En estas condiciones, casi sería mejor que asumieran su incompetencia, o su hipocresía, y callaran. Porque ahora existe el riego de que, dentro de pocos meses, vengan y nos digan que la concentración de CO2 en la atmósfera… ¡ha disminuido! Con lo cual, hasta podríamos quedarnos con la impresión de que vamos por el buen camino.

Colombia – Venezuela: entre rosas y petardos

El encuentro entre el mandatario colombiano y el jefe de la oposición venezolana lesionó los intereses de Colombia, introdujo turbulencias en el proceso de paz y fue un golpe inoportuno a la difícil reconstrucción de confianza entre los dos gobierno.

Medófilo Medina / Lunes 10 de junio de 2013 
 
Las rosas

Un hombre sin edad, de amplia sonrisa, abarca con sus grandes manos varios ramos de hermosas rosas rojas que le fueron obsequiadas. Es la foto que El Tiempo destacó en la primera página de su edición del 28 de mayo pasado. El titular de la grafica: EE.UU. Vicepresidente Biden “echó flores” y se llevó flores. Seguramente Joe aprecia las rosas, pero el funcionario habrá buscado retornos más convincentes de su visita de dos días a Colombia.

Antes de su llegada a Bogotá, Biden se había desgranado en elogios al gobierno colombiano al hablar del “(….) milagroso trayecto hacia la seguridad y la prosperidad” cubierto por Colombia. Había alabado la seriedad y buen diseño del proceso de paz, añadiendo que la cuestión central de “(…) las relaciones entre Estados Unidos y Colombia es cómo aprovechar nuestra estrecha relación para construir una alianza estratégica con visión de futuro y con alcance regional y global positivo”.

No se olvidó de recordar favores hechos como el aval de Obama para el ingreso de Colombia en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En fin, se refirió a “Los valores que compartimos y los intereses mutuos” (El Tiempo, 26-05-2013)

Y el petardo

Dos días después — con igual despliegue gráfico — el mismo diario destacó en la primera página el apretón de manos y las sonrisas satisfechas no ya de uno, sino de dos hombres. La línea que describe la gráfica reza: “El presidente Santos recibió al jefe opositor venezolano, Henrique Capriles, en la Casa de Nariño.
Dialogaron cerca de una hora”. Al vicepresidente de Estados Unidos debió parecerle mucho más afortunada esta foto que la suya con las rosas.

Me resultó inevitable relacionar esas dos imágenes para entender la actual crisis en las relaciones colombo–venezolanas: quizá como reacción a los numerosos juicios que otra vez meten sus comentarios en el embudo analítico de las furias del expresidente Uribe Vélez.

Ha sido pública la animadversión de las administraciones norteamericanas en contra del proceso bolivariano en Venezuela. El gobierno de Obama se ha hecho eco de la impugnación a la legalidad de la elección del presidente Maduro agitada por Capriles. Por supuesto, aquí saltan “los valores que compartimos”, a los que aludió Joe Biden.

Sólo “objetivos de alto valor estratégico” como apunta uno de los códigos del lenguaje de Santos, debieron moverlo a olvidarse de sus “nuevos mejores amigos” — al menos temporalmente — al recibir a Capriles, quien — es pertinente señalarlo — hizo en Bogotá la primera estación de una gira que lo conduciría a otros países de América Latina. La visita a Santos podría ostentarla como un trofeo que le facilitara obtener el mismo premio de parte de otros mandatarios de la región.

Golpe a lo construido

Lo desalentador de la actual crisis es que se desencadenó al cabo de un período de recuperación de las relaciones entre ambos países, después de más de un decenio de desavenencias y de abiertos y peligrosos choques.

En efecto, las relaciones vivieron 34 meses de normalización. La deuda, por problemas cambiarios, de Venezuela a los exportadores colombianos que llegó a alcanzar la cifra de un millón de dólares presenta hoy un remanente muy reducido.

Si las ventas colombianas a Venezuela fueron de enero a julio de 2010 de 858 millones de dólares, en 2011 alcanzaron la cifra de 1.750 millones de dólares y en 2012 llegaron a los 2.691 millones de dólares. El acuerdo de trueque de alimentos por petróleo aparecía como novedoso y mutuamente beneficioso.

De manera acertada, los sectores razonables de la opinión pública han expresado su preocupación por el impacto que puedan tener las turbulencias actuales en la Mesa de Negociaciones de La Habana. Así el proceso de paz no entre bajo radical amenaza, todo lo que pueda estropearlo o retardarlo es negativo.

Lesión al interés nacional

Por todo lo anterior, la decisión que tomó Santos al recibir a Capriles resulta lesiva para el interés nacional y no constituye un buen punto para la seguridad regional.

Las declaraciones del expresidente Pastrana sobre la autonomía del presidente para fijar la agenda resultan un tanto pueriles: de lo que menos puede hablarse en este episodio es de que haya constituido un ejercicio de independencia.

Un mandatario puede recibir a quien quiera, pero — como en toda decisión de Estado — debe ceñirse a criterios sustentables y transparentes. Santos tiene todo el derecho de sentir afinidad política con la oposición del vecino país, pero en el sistema político existen mecanismos y formas de manifestarlo, sin que se implique directamente en su calidad de mandatario.

Innovar en la argumentación 

La reacción venezolana no puede sorprender a nadie y no puede cubrirse con el reiterado y fácil expediente que se esgrime invariablemente en Colombia en los conflictos con el gobierno venezolano: la necesidad de distraer a la opinión interna de los problemas políticos. Hace falta pedir a quienes se pronuncian de este modo una mayor atención y competencia en el análisis.

Una vez precipitado el escándalo no es descartable que los dirigentes del gobierno bolivariano busquen extraer ganancias políticas, pero otra cosa es partir de allí para relativizar la responsabilidad colombiana o para presentar las cosas como una invención.

Es cierto que la respuesta en Venezuela ha sido innecesariamente tumultuosa, como si operara una congestión o emulación atropellada de canales, que dificulta sopesar los argumentos.

Señales razonables

En el conjunto, hay elementos que muestran aspectos positivos. El gobierno colombiano ha mostrado cierta cautela como para no incrementar la escalada, una vez conocida la reacción venezolana. Las manifestaciones — al menos las conocidas — de la canciller María Angela Holguín se han dado en dirección a encontrar soluciones por las vías diplomáticas directas.

Lo anterior no puede perderse de vista, habida cuenta de que en Colombia toda una corriente política está comprometida en los peligrosos juegos de la guerra, tanto en relación con el conflicto interno como en lo tocante a las relaciones con Venezuela y que va a desesperarse a medida que el conflicto se vaya superando.

Sensatez y pertinencia

Los actores del proceso de paz han formulado pronunciamientos frente a la crisis con sensatez y pertinencia:
· Humberto de la Calle — en su condición de jefe del equipo gubernamental — hizo un explícito reconocimiento. “Realmente, dijo, el papel de Venezuela ha sido muy importante en la conducción de los diálogos. Nosotros queremos que esto no se interrumpa”.

· Por su parte, el Secretariado de las FARC — al manifestar la “profunda preocupación” frente a la crisis — dio a sus delegados en La Habana indicaciones para contribuir a la solución del conflicto.
Una de ellas consistió en buscar con el experimentado diplomático Roy Chaderton — el facilitador venezolano en la Mesa de Negociaciones de La Habana, quien fue llamado por el canciller Elías Jaua a Venezuela — un intercambio debidamente autorizado para buscar soluciones.

Después de la muerte del comandante Chávez, el sistema político bolivariano entró en una fase particular donde están jugando su papel elementos hasta ahora desconocidos. Esto es obvio con respecto a un proceso donde el liderazgo carismático ha tenido una importancia extraordinaria.

Que en Venezuela haya dificultades políticas — unas conocidas y otras inéditas — no significa que ahora sí se deba tomar como razonable la hipótesis del colapso inminente, con la que siempre han operado en Colombia los sectores enemigos del proceso bolivariano. Sobre todo lo que hace falta es que tal hipótesis no sea adoptada como el enfoque oficial.

Profecías inconvenientes

Conviene hoy recordar hasta qué punto resultaron bochornosos los pronunciamientos apresurados de acogida al golpe de Estado en Venezuela por parte de altos funcionarios del gobierno colombiano en abril de 2002:

La canciller encargada, Clemencia Forero Ucrós, señaló el alto concepto que tenía Colombia del presidente interino, Pedro Carmona Estanga.

El ministro de Hacienda, Juan Manuel Santos, expresó su satisfacción por la salida de quien años después vendría a ser su nuevo mejor amigo, Hugo Chávez. Dijo el entonces ministro: “La situación con el presidente Chávez estaba deteriorando mucho el ambiente económico aquí en Colombia frente a Venezuela, y yo esperaría que eso se normalice”.

La ministra de Comercio exterior Angela María Orozco, valoró positivamente el “cambio de gobierno” en Venezuela.

El comandante de las Fuerzas Armadas, general Fernando Tapias, estimó como “excelente” lo acontecido en Venezuela.

Refiriéndose a manifestaciones de esa índole dijo el entonces embajador de Venezuela en Bogotá, Roy Chaderton: “Altísimos funcionarios y algunos medios comenzaron a bailar antes de que hubiese llegado la orquesta”.[1]

El buen sentido recomienda no lanzar profecías — que como decía el historiador Hobsbawm acerca de algunas que suelen enunciar los periodistas — no alcanzan a durar más de veinticuatro horas.

Nota:
[1] Las fuentes de estas anteriores declaraciones pueden encontrarse en: Medina, Medófilo y Margarita López Maya: “Venezuela: confrontación social y polarización política”. Ediciones Aurora, Bogotá, 2003, págs. 119-121.

* Tomado de Razón Pública

La situación política actual y el Proceso de Paz en Colombia

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Al asumir un proceso de conversaciones con las FARC-EP sin intención de replantear el modelo extractivista, la exclusión política y su dependencia a los Estados Unidos, queda en evidencia el real interés del gobierno de Santos en este proceso: desactivar el proyecto político y militar de las FARC-EP para profundizar su proyecto tecnócrata, neoliberal y desestabilizador de la región. Sin una eventual presencia y actividad de las estructuras de las FARC-EP en el territorio nacional, el gobierno de Santos podría jalonar a fondo su proyecto extractivista sin resistencia política, social ni armada.

Presidente Maduro anunció la captura de dos bandas paramilitares

Correo del Orinoco.

Desde su cuenta en Twitter, el primer mandatario nacional informó: Hemos capturado dos bandas de paramilitares que venían a atacar nuestra Venezuela, una en Tachira y otra en Portuguesa, daremos detalles..

El presidente de la República Bolivariana de Venezuela anunció este domingo la captura de dos bandas paramilitares en los estados Táchira y Portuguesa.

Desde su cuenta en Twitter, @NicolásMaduro el primer mandatario nacional informó: Hemos capturado dos bandas de paramilitares que venían a atacar nuestra Venezuela, una en Tachira y otra en Portuguesa, daremos detalles..

Instantes después amplió: “El Ministro Rodríguez Torres informara el Lunes,felicito a los organismos de seguridad, tenemos que mantenernos alertas por La Paz del país”.

Maduro recientemente señaló que la derecha venezolana, con apoyo del exterior, estaría gestando planes contra la paz de la nación que incliurían la entrada al país de grupos paramilitares con el objetivo de atacar el Plan Patria Segura, asesinar a soldados venezolanos y generar caos en el país.
Texto/CO
Foto/Archivo

Cacería de brujas

Por María Jimena Duzán, Revista Semana.

OPINIÓN. Queda claro que la inmunidad para expresar sus opiniones solo opera para los funcionarios copartidarios del procurador.

Para el procurador Alejandro Ordóñez los conservadores, sus copartidarios, nunca son culpables. Son seres impolutos, castos y… generosos. Se toman el tiempo de hacerle homenajes inmerecidos, como el que hace poco le hicieron en Medellín. Basta mirar sus fallos y decisiones para advertir ese ses
go que lo hace tan humano y tan poco celestial. 

Acaba de liberar de toda culpa al senador conservador Roberto Gerlein por haber insultado a los homosexuales. Gerlein, opositor del proyecto de ley que permitía el matrimonio entre parejas del mismo sexo, defendió su posición en el Congreso no con la altura que le imponía su investidura sino con la bajeza del insulto. “Me produce repulsión el catre compartido por dos varones”, dijo. “Su sexo es sucio, asqueroso, es sexo excremental”. 

En cualquier país democrático estas declaraciones hubieran ameritado por lo menos una sanción o incluso su destitución. Aquí, no. El procurador, que es el defensor de las minorías, apoyó a Gerlein con la tesis de que los congresistas tienen inmunidad para expresar sus opiniones personales… Sobre todo, agregaría yo, si son conservadores como Ordóñez y comparten su odio por los homosexuales como Gerlein. Si piensan como Alonso Salazar, el alcalde de Medellín, que fue destituido por el procurador, la tesis no funciona. 

Salazar no es conservador ni odia a los gais y tuvo la audacia de hacer una clínica para la mujer en Medellín con la idea de que ellas pudieran practicarse el aborto en los tres casos específicos que permite la ley colombiana. El procurador, que se opone a la aplicación de esa ley, consiguió cerrar la clínica y desde entonces Salazar se convirtió en un hombre peligroso por pensar distinto a él y su camarilla. Al poco tiempo fue destituido por Ordóñez dizque por intervenir en política, cuando lo que hizo fue cumplir con su deber. 

Siendo alcalde denunció a uno de los candidatos de estar presuntamente aliado con sectores de la mafia y en lugar de que se investigara su denuncia, fue descabezado por la Procuraduría, acusado de participar en política. Queda claro que la inmunidad para expresar las opiniones solo opera para los funcionarios copartidarios del procurador, pero no para los que piensen como Salazar. 

Otro conservador que resultó ungido por su varita mágica fue el exdirector de la Dirección Nacional de Estupefacientes, Carlos Albornoz, acusado de ser la cabeza de un escándalo que según la Fiscalía es tres veces mayor que el carrusel de la contratación de Bogotá. Albornoz es muy cercano a los congresistas conservadores que fueron los jefes de debate de la reelección del procurador, como Eduardo Enríquez Maya, Miriam Paredes y Hernán Andrade. Y desde hace tres años, cuando estalló este escándalo, tampoco se ha vuelto a saber en qué van las investigaciones disciplinarias. 

En la Fiscalía, donde sí ha avanzado la investigación, la Procuraduría se está atravesando como una mula muerta. Acaba de rendir un concepto negativo para la privación de la libertad de Albornoz con el argumento de que la Fiscalía no fundamentó los delitos, no se sabe cuáles son los testigos. Según el ente acusador, no puede destapar sus cartas como se lo pide el Ministerio Público, porque daría al traste con la investigación en esta primera etapa del proceso, pero la Procuraduría ha decidido amparar a Albornoz bajo su manto. 

Otro protegido suyo es Luis Alfredo Ramos, exgobernador de Antioquia, también conservador y quien solamente tiene investigaciones preliminares en la Procuraduría por hechos denunciados hace mucho tiempo, a pesar de que su gestión como gobernador fue una de las más cuestionadas por temas de corrupción, tal cual lo evidencia el Libro Blanco de Sergio Fajardo. Ramos fue uno de los oferentes del homenaje que le rindieron los políticos conservadores en Medellín al procurador y que fue –ese sí–, una clara intervención en política. 

En la parapolítica, se ha aplicado el mismo rasero. El conservador y exsenador Ciro Ramírez acaba de ser absuelto disciplinariamente a pesar de que la CSJ lo condenó penalmente por los mismos hechos y lo mismo sucedió con Luis Humberto Gómez Gallo. En cambio, con argumentos menos obvios, Ordóñez destituyó a la senadora Piedad Córdoba y en su caso no se paró a cuestionar la idoneidad de los testigos. Ahora va por la cabeza del superintendente financiero Gerardo Hernández, un funcionario honesto, que no tiene padrino político y que fue el único que les paró el macho a los dueños de InterBolsa. 

El procurador ha desatado una cacería de brujas y no hay quien lo pare. 
 

Dossier Álvaro Uribe Vélez

Colombia Invisible - Unai Aranzadi

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Basta de Terrorismo de Estado

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