• Martes, 20 Agosto 2013 00:00

Como en el Catatumbo, la resistencia campesina y popular triunfará!

Por José Antonio Gutiérrez D.

El gobierno de Juan Manuel Santos ha demostrado que, a veces, sí cumple con su palabra. Puede ser que el gobierno mienta cuando firma acuerdos con las organizaciones populares, que no cumpla sus compromisos con los trabajadores, que se burle de las necesidades de los más postergados. Pero cuando se trata de reprimir y meter plomo al pueblo, ahí sí que cumple siempre con sus amenazas. Santos prometió violencia contra quienes protestaran en las vías y ha cumplido. 

En el Valle del Cauca, como en el resto del país, la represión ha sido feroz. Los campesinos denuncian que, mientras se realizaba el bloqueo de la vía San Pedro-Tulua, congregando a unos 2.800 campesinos, cafeteros, lecheros y mineros a la altura de Chambimbal, llegó la fuerza pública a disipar la manifestación con violencia desmedida. Los campesinos defendieron su espacio, hasta que se metió el ejército por las lomas que conducen a Buga, donde se encontraban fundamentalmente menores de edad, mujeres y ancianos (los jóvenes estaban ocupando la carretera). Dispararon con fusiles de asalto indiscriminadamente a los campesinos, les bombardearon con gases, con los resultados de un herido grave, herido de bala, compañero Alejandro Vargas Niño, un muchachito de 17 años (nacido en 1996), habitante del corregimiento de Venus, Tulua. También hay 40 detenidos, que fueron llevados a Buga, donde siguiendo con el proceso judicial están siendo pasados a instancias de la Fiscalía. Una situación de extrema gravedad consiste en que las personas de la comisión de derechos humanos que bajaron al herido a la ambulancia, fueron inmediatamente judicializados y capturados por la fuerza pública.

José Orlando Gómez , presidente de la junta directiva departamental de la Asociación de Trabajadores Campesinos del Valle del Cauca (ASTRACAVA), nos relata la situación por la cual, pese a las amenazas, los campesinos del Valle decidieron salir a protestar:

“Los diferente sectores del campo en el Valle del Cauca nos vimos forzados a usar vías de hecho para exigir nuestros derechos constitucionales, porque el campo en Colombia está olvidado, marginado… estamos exigiéndole al Estado cosas que son necesidades básicas y que se renegocien los TLCs que han perjudicado la producción agropecuaria. No estamos en condiciones de competir con países que tienen subsidios agrícolas, eso lo sabe todo el mundo. Los campesinos somos el 30% de los 47 millones de colombianos. Nosotros producimos el 53% de la comida del país y mire la importancia que nos están dando, que nos ignoran en lugar de velar por nuestra soberanía alimentaria. El 70% de las tierras de este país están en manos del 0,4% de los propietarios y no se hace nada, se habla mucho, pero no se hace nada. Nos dicen no protesten, quédense quietos, pero nuestra situación es terrible, nos obliga a tomar vías de hecho… los niveles de pobreza del campesinado en Colombia son abrumadores, de ese 30% de colombianos que somos del campo, el 56% estamos en un nivel de pobreza. Nos dicen que podemos protestar pero sin salir a la calle, pero cómo hacemos que el gobierno nos escuche, que se siente con nosotros a negociar condiciones mínimas para satisfacer necesidades básicas de vida digna. Nosotros presentamos un pliego de peticiones a las autoridades, estábamos buscando dialogar antes de recurrir a las vías de hecho, queríamos llegar a un acuerdo, pero no ha habido contestación, nos han ignorado, entonces la única medida es salir a la calle. En lugar de diálogo, tenemos como respuesta una represión feroz”.

Consultado sobre la aplicación de la Ley de Seguridad Ciudadana, con la que Santos amenaza a la protesta campesina, nos dice el dirigente de ASTRACAVA que “estamos en un país donde no podemos ejercer nuestro derecho constitucional a la protesta. Se sabe que todas las reformas constitucionales hechas por Santos han sido para ejercer una fuerza desmedida contra los movimientos sociales que se vienen gestando en Colombia y que crecen, porque crece el descontento y la conciencia del pueblo”.

En estos momentos, los campesinos se encuentran refugiados en un estadio por miedo a la violencia estatal.
“En el Valle”, prosigue el dirigente campesino, “nos quitan de la vía por la fuerza y el miedo, nos disparan desde los cerros, con gases, entonces por seguridad estamos resguardados en un estadio, para resguardar nuestra integridad física. La lectura de la situación es que nos ponemos en riesgo si salimos de acá hacia las vías. No queremos ser mártires, sino que tenemos que pensar con la cabeza fría, este es un evento político, y estamos dejando constancia de nuestro descontento. Tenemos que ver la manera de seguir con la presión hasta que se nos escuche”.

Por lo pronto, ya estamos al tanto que lo único que se le puede creer a Santos, son sus amenazas y sus promesas de usar la fuerza bruta contra los más vulnerables. Lo demás, son mentiras. Puras mentiras.


(*) José Antonio Gutiérrez D. es militante libertario residente en Irlanda, donde participa en los movimientos de solidaridad con América Latina y Colombia, colaborador de la revista CEPA (Colombia) y El Ciudadano (Chile), así como del sitio web internacional www.anarkismo.net. Autor de "Problemas e Possibilidades do Anarquismo" (en portugués, Faisca ed., 2011) y coordinador del libro "Orígenes Libertarios del Primero de Mayo en América Latina" (Quimantú ed. 2010).

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El Tiempo.

Presidente Juan Manuel Santos dijo que la jornada no tuvo 'la magnitud que se esperaba'.

A pesar de bloqueos de vías en Boyacá, Arauca, Putumayo y Nariño, e incidentes aislados en otras partes, el Gobierno afirmó el lunes que el primer día del paro no tuvo la “magnitud” que se esperaba.

Tras visitar la sala de crisis dispuesta en el Ministerio del Interior para monitorear la jornada, el presidente Juan Manuel Santos agradeció a la ciudadanía por su colaboración, la cual, dijo el mandatario, ayudó a que en el país no hubiera mayores sobresaltos. (Este fue el balance del paro durante el lunes).

“El paro no ha sido de la magnitud que se esperaba. Ha habido algunos bloqueos que la Fuerza Pública ha venido desbloqueando. Lo que quiero es agradecerle a la ciudadanía porque ha venido colaborando de una forma constructiva, con información oportuna para que las autoridades y la Fuerza Pública puedan mantener el control en donde haya intentos para producir bloqueos”, declaró el Jefe de Estado. (Vea fotos de los paros que ha tenido que afrontar el gobierno Santos).

El ministro del Interior, Fernando Carrillo, quien actúa como vocero del Ejecutivo para estas protestas, dio un parte de tranquilidad y pidió que las marchas previstas para hoy transcurran con normalidad.

“Mañana (martes) se presenta una nueva convocatoria de otro tipo de organizaciones, y en relación con esto vale la pena reiterar, por parte de este gobierno, que vamos a poner en marcha todas las garantías para los manifestantes (...). Esperamos que mañana (hoy) esas marchas que se van a dar en una buena cantidad de ciudades del país y que han sido autorizadas, se den exactamente dentro de esos parámetros”, afirmó el Ministro. (Lea: ¿Por qué protestan quienes convocaron el paro del lunes?)

Durante todo el día, altos funcionarios estuvieron al tanto de los pormenores de las protestas, desde la sala de crisis del Ministerio del Interior. Por allí pasaron los jefes de las carteras de Trabajo, Rafael Pardo; Agricultura, Francisco Patiño, y Transporte, Cecilia Álvarez.
Boyacá fue el departamento más afectado. En el sitio El Desaguadero, entre Tunja y Chiquinquirá, más de 300 campesinos mantuvieron la vía cerrada desde horas de la mañana y al final de la tarde se enfrentaron al Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía, cuyos miembros tuvieron que replegarse ante los ataques con piedra, palos y hasta pólvora. Varios uniformados fueron llevados al hospital de Tunja y, al cierre de esta edición, uno de ellos permanecía en poder de los labriegos.
En la vía Tunja-Bogotá hubo choques con la Policía desde la madrugada, en cercanías al Puente de Boyacá, donde los manifestantes pincharon las llantas de tractomulas cargadas con hierro y cemento, y de vehículos de transporte público, dejándolos atravesados en la doble calzada. Y aunque en la tarde las autoridades lograron despejar a la gente, no pudieron mover los vehículos, por lo que el paso se habilitó solo parcialmente y se formó un trancón de kilómetros, en ambos sentidos.
Igualmente, en la noche del lunes persistía otro gran bloqueo en el sur del país. En Nariño, la vía Panamericana, entre Pasto e Ipiales, se encontraba cerrada por unos 10.000 indígenas y campesinos, a lo largo de unos 15 kilómetros, entre los sectores de San Juan y El Boquerón. La Policía y el Ejército hicieron presencia pero en el transcurso del día no se intentó despejar la vía, que comunica con Ecuador.
En el Valle, la doble calzada Buga-Tuluá estuvo bloqueada hasta las 9:30 a.m. por manifestantes, que fueron desalojados del área. Además, la Policía mantenía vigilancia sobre otro tramo de la Panamericana, entre Cali y Popayán, donde campesinos se concentraron en el sector de Galíndez.
En la noche del lunes, indígenas hicieron un bloqueo en la zona de La María, en Piendamó (Cauca), a 40 minutos de Popayán, pero al cierre de esta edición las autoridades reportaron que la situación estaba controlada.
En Arauca se mantuvo un bloqueo entre la capital departamental y Tame, y en Putumayo estuvieron cerradas las vías hacia Mocoa, Villagarzón y Puerto Asís.
En otras regiones se dieron concentraciones, pero sin bloqueos. En el Eje Cafetero había campesinos concentrados en el corregimiento Irra, de Quinchía (Risaralda), y en el sector de Remolinos, en la carretera que de Pereira conduce a las poblaciones de Guática, Belén de Umbría y Mistrató.
Asimismo, en Santander 400 campesinos llegaron hasta el sitio El 15, en la vía entre Sabana de Torres y Puerto Wilches, pero no la bloquearon. Y en este mismo departamento, en Cimitarra, se concentraron unos 1.500 cultivadores de cacao, frutas, maíz y caucho, y pequeños ganaderos del Magdalena Medio.
En Florencia (Caquetá), las movilizaciones fueron pacíficas.
En la costa caribe, y pese a que en la tarde campesinos intentaron dejar sin paso la vía que une a Atlántico con Bolívar y Sucre, predominaron las marchas sin incidentes. En Huila, los cafeteros cumplieron su promesa del sábado y no se sumaron al paro.

En la noche del lunes, la Policía informaba de 31 capturados en el paro, los cuales fueron judicializados el lunes mismo. Según el general Luis Alberto Pérez, director (e.) de Seguridad Ciudadana, se intentaron bloquear 15 vías y se logró el despeje de 10 de estas.
Rafael Mejía López
Presidente de la SAC
De llegar a ser ‘indefinido’, la población y la economía del país son las que van a sufrir; con una lista de peticiones tan amplia, podrían durar varios siglos en la jornada.
Pedro Aguilar
Asoc. Colombiana de Camioneros
Durante la jornada de hoy (ayer) reportamos que se guardaron 200.000 camiones, muchos a la orilla de los caminos. Esperamos seguir así.
Fernando Carrillo
Ministro del Interior
Quieren parar el país para llenar las urnas de votos y la Nación de anarquía. Su apuesta por la guerra es un grito inútil ante su derrota por la paz.
Óscar Gutiérrez
Mesa de Unidad Agraria
Pese a ser un festivo, fue un buen abrebocas de lo que podría suceder. Para hoy esperamos las movilizaciones de muchos sectores. Cobraría fuerza.
Las Farc manifestaron su respaldo al paro que se inició ayer y pidieron al Gobierno que lleve a cabo la “revisión de los tratados de libre comercio, TLC”, particularmente el suscrito con Estados Unidos, porque al firmarlos no se tuvieron en cuenta “la realidad económica nacional” ni “la situación precaria de nuestros sectores productivos”, que deben competir en desventaja con productores extranjeros subsidiados por sus Estados.
Las Farc también pidieron “la supresión de la Federación Nacional de Cafeteros”, que, según ellas, equivocó sus políticas y cuya operación resulta muy onerosa.
Los sectores que están autorizados para marchar hoy martes, según la Secretaría Distrital de Gobierno, son la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Marcha Patriótica, el Polo Democrático y estudiantes de las universidades públicas y del Sena. La entidad enfatizó que no se permitirá el ingreso a la ciudad de caravanas provenientes de otras regiones. Como es habitual, las manifestaciones podrán dirigirse por vías como la carrera 30 y la carrera 7a., y por las calles 13, 45 y 26, a partir de las 9 de la mañana. Habrá dos puntos de congregación en los que se esperan entre 30 mil y 50 mil manifestantes: la plaza de Bolívar y el parque Nacional. La Secretaría de Movilidad indicó que aún no tiene una programación de las marchas, por lo que el tráfico vehicular se desviará según las contingencias que se presenten. Igualmente se dispondrán 20 grúas para atender bloqueos.
REDACCIÓN EL TIEMPO

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