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Despedida de Cristian Pérez - Sí a la Paz

Colombia: Falsa Democracia

Colombia: Falsa Democracia
Falsa democracia

RECOMENDADO CAMBIO TOTAL

[Colombia] Falsa democracia II: la democracia burguesa

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo. En el artículo de ayer abordamos, someramente, la historia de la democracia burguesa ...

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LOS RICOS NO VAN A LA GUERRA

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Colombia: 50 años de guerra. Sus causas y sus consecuencias.

Allende La Paz, Cambio Total/ Anncol.

Colombia padece 50 años de guerra. Guerra decretada por la oligarquía en el poder, por órdenes directas de los gobiernos de Estados Unidos. Esa declaratoria, desde luego, tiene sus causas. Son causas económicas, políticas, sociales, culturales. Esa guerra ha producido como una de sus importantes consecuencias el resquebrajamiento casi total del tejido societal, al tiempo que las causas económicas, por ejemplo, han ido ampliando y profundizando la brecha entre ricos y pobres, entre pobladores de las ciudades y del campo. 


Queremos mostrar, así sea sucintamente, las causas que han producido la guerra o conflicto interno colombiano, y en otros artículos –como lo venimos haciendo, mostraremos las consecuencias en la sociedad colombiana. Hoy es el primer artículo.


Causas económicas


Colombia padece de un capitalismo deformado, dependendiente de los Estados Unidos, lo cual ha marcado la vida nacional. Nada se hace o adelanta si no cuenta con el vistobueno del imperio, y los planes económicos de Colombia son planes elaborados en los centros de poder de Washington.


Con la Ley Heroica –ver el libro Colombia Laboratorio de Embrujos de Hernando Calvo Ospina-, se sentaron las bases de lo que sería el sucesivo destino de la vida colombiana. Dependencia total y precariedad en los derechos laborales de los trabajadores colombianos. La Masacre de las Bananeras fue el bautizo de fuego del movimiento sindical colombiano y quedó patente con la masacre cual sería el tratamiento que recibirían de ahí en adelante las peticiones de los trabahjadores por mejores condiciones laborales, de contratación, etc. En esa masacre nunca se pudo ni siquiera calcular el número de muertos ya que se comenzó la practica de la “desaparición forzosa” de los cadáveres de miles de trabajadores que eran llevados en los trenes que se usaban para transportar el banano hasta el puerto, tirados al mar y allí desaparecía el muerto y el delito ya que sin víctima no había tampoco violación del régimen penal.


El proteccionismo de la época del 64 estaba siendo roto por las imposiciones del FMI por una reforma al régimen de cambios y la liberación de importaciones, todo en favor del imperio, además de crisis por la escasez de alimentos y la lucha por alza de salarios (La economía colombiana. Del modelo de protección al modelo de apertura. Néstor Raúl Gamboa Ardila).


Estos planes económicos serían adelantados a “sangre y fuego”, contra el sentir de los trabajadores y del pueblo en general, a partir de las recomendaciones de Yarbourough para la guerra contra-insurgente (Ver Plan Colombia y Conflicto Internocolombiano). Se suceden en sucesión infinita la forma violenta de acumulación capitalista en Colombia, el despojo de la tierra a los campesinos e indígenas, y comienza el Terrorismo de Estado de la Doctrina de Seguridad Nacional comtemplando el cuadro de la dependencia total al imperialismo estadounidense (Ver: La Guerra permanente en Colombia. De Marquetalia al Plan Colombia.Allende La Paz).


Colombia en 1964 tenía algo más de 17 millones de habitantes, una economía dependiente totalmente de la agricultura, con índice como los que mostramos en la imagen de abajo. Comenzó nuestro transito hacia el “desarrollo” agarrados de la mano del imperio que como todo imperio “no tenía amigos, sino intereses”. 

Convertida Colombia en un “laboratorio de contrainsurgencia”, la imposición del FMI, del BID, del Banco Mundial, producía las más grandes deformaciones de nuestra economía y se aplicaban totalmente las “recomendaciones” de estos organismos imperiales.

Lo demás ha estado a nuestros ojos vistas.

El país que quiere la oligarquía y sus ”títeres”



José María Carbonell, Cambio Total.

Lo sabemos desde hace muchísimo tiempo. Cierto que la gran mayoría de los colombianos está no sólo desencantado, sino mamados de la politiquería y la corrupción campantes en los edificios estatales y en sus funcionarios. Cierto que ese porcentaje no se moviliza ni con grúa. También sabemos la clase de país que quieren. Propuestas –no hemos escuchado ninguna con la pasión del que está convencido de su buena fe-, lo que se dice propuestas... Hmmm!

Salvo diferencias sutiles entre el “títere” y Santos, los dos son neoliberales, los dos han adelantado el Terrorismo de Estado, los dos hacen la guerra y se vanaglorían de sus logros (pobre de aquel corto de espíritu que siente alegría por la muerte de otros seres humanos), los dos han escamoteado los derechos de los trabajadores, los dos están de acuerdo en que los salarios deben ser de hambre, los dos propugnan por una salud elitista, etc, etc. O sea, los dos salvo que sus feos rostros no se parecen –o si?- se parecen en todo.

Entonces que es lo que tienen que hacer los que quieren elegir a Santos? En primer lugar, ponerse las pilas. 
La paquidermia característica de Santos, su confianza en los sectores manzanillos y clientelistas no le ha reportado buenos dividendos, por mucha mermelada que les reparta, ya que esos sectores son más proclives al discurso de la guerra –que les permite buenos réditos-, que al discurso de una paz que no conocen, y por el contrario, la guerra los ha hecho inmensamente ricos y señores todopoderosos de la tierra.

En segundo lugar, los sectores oligárquicos tradicionlas deben movilizarse ellos en primer lugar, que no se quede ningún oligarca en sus casas esperando que los otros elijan por él (que lo hacen lo hacen). Además, el presidente tiene que aceitar la maquinaria “estatal” y demostrar que si gana el “títere y su manejador” el futuro incierto del país puede producir que todo se desvanezca, se reviente.

Si gana el “titiritero” en lo inmediato se profundizaría la guerra, pero en el futuro la cosa adquiriría ribetes cataclísmicos ya que el Estado no tiene de dónde sacar más plata. La guerra no tiene más recursos. Llegó al tope. Ya lo dijo Alfredo Molano en su columna de hoy. Y el pueblo, cansado, hastiado de más guerra, haría la guerra para acabar con ella, para vencer a la oligarquía, para imponer la Paz. Por ello, estamos en un proceso de acumulación de fuerzas que se aceleraría si el que gana en tres semanas no entiende que el peor negocio que pueden hacer los oligarcas es continuar la guerra.

Si, esa es la verdad, el peor negocio oligárquico es continuar –y querer perpetuar la guerra-, porque ahí sí lo perderían todo.

María del Pilar Hurtado hace gestiones para salir a un tercer país

Pacocol/Colectivo de Abogados. El Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo” hace un llamado URGENTE al presidente de la República Juan Manuel Santos, a la Honorable Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia y al Señor Fiscal General de la Nación Eduardo Montealegre Lynet para que de manera inmediata soliciten a las autoridades panameñas la entrega de la exdirectora del DAS, María del Pilar Hurtado.

Por: Prensa - Colectivo
Publicación: Sábado, 31 Mayo 2014 03:37

Solo Hemos Perdido Nuestra Libertad, No Perdimos Nuestros Derechos, Ni Nuestra Dignidad. APOYANOS !

Por Movimiento Nacional Carcelario  ( M.N.C  ) COLOMBIA.

Companer@s:

Llegar a la prisión, por las razones que sea, se convierte en una experiencia difícil, indeseable y traumática para nosotros, nuestras familias, allegados y organizaciones a las cuales pertenecemos.

Sin embargo, y a pesar de las difíciles condiciones en que nos encontramos; la prisión no debe convertirse en nuestra tumba. No somos ni debemos ser, seres humanos ¡enterrad@s viv@s!, aunque así quiere hacernos sentir el sistema!. Al quedar privad@s de la libertad, ese es el único derecho que perdemos. Los demás, aquellos que son inherentes a la condición humana mantienen para nosotros <al igual que para todo el mundo> plena vigencia.

En contraste, tanto las autoridades judiciales como las encargadas de nuestra custodia y vigilancia, se empeñan en desconocerlos, pues creen y pretenden hacernos creer que por nuestra condición de pres@s o internos como nos llaman, somos seres humanos de segunda.

Esta situación ha llevado a un grupo de intern@s de todas las condiciones, a plantear la necesidad de conformar el Movimiento Nacional Carcelario MNC, una propuesta organizativa de la población carcelaria que involucra tanto a quienes nos encontramos privados de la libertad, como a quienes por razones de parentesco, amistad y solidaridad padecemos el drama de los prisioneros en Colombia.

Ésta propuesta, combina en lo organizativo una estructura interna de quienes al estar pres@s convivimos en los patios de las diferentes cárceles del país; con una estructura externa en la que deseamos se vinculen familiares, allegados, abogados litigantes, colectivos defensores de Derechos Humanos y organizaciones sociales.

Además de contar con una propuesta de estructura orgánica, el movimiento se plantea como objetivo central, lograr la dignificación de la población carcelaria, buscando con ellos que las condiciones de reclusión correspondan al respeto de los derechos y la dignidad humana. Para ello, se pone en discusión, además de la estructura orgánica, una plataforma de lucha de la población carcelaria en la cual se demandan derechos como la salud, la resocialización, la alimentación, los beneficios administrativos de redención de la pena, los cambios en las medidas de aseguramiento, el acercamiento familiar y los demás derechos consagrados en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, la Convención Americana de Derechos Humanos, la Constitución Nacional y todas las normas jurídicas que respecto a administración de justicia y régimen penitenciario se encuentran vigentes.

En el momento nos proponemos abordar la creación del Movimiento en todas las cárceles del país con los distintos niveles de la estructura orgánica, así como discutir la plataforma de lucha de nuestros derechos para ir avanzando en la articulación entre la estructura interna con la externa.

De manera urgente, proponemos abordar la discusión del nuevo código penitenciario y carcelario recientemente sancionado por el señor Presidente de la República con el objeto de aportar nuestras ideas e iniciativas a su reglamentación.

Toda propuesta o iniciativa será bienvenida.

Vincúlate al Movimiento Nacional Carcelario  ( M.N.C  ) COLOMBIA.

Es Por Ti, es Por Mi, es por nuestras familias

Es Por Tod@s>
Es Por Nosotr@s>
Es Por Nuestros DERECHOS.

Deslindes

Alfredo Molano Bravo 31 Mayo 2014 - 10:00 pm

Desde cuando dejé de pensar —hace muchos años ya— en que la revolución social pasaba por la guerra, me convertí en fanático de la paz, excepción hecha de la propuesta del nefasto binomio Turbay-Camacho Leyva que les ofrecía a las guerrillas un arreglo a cambio de la rendición.
Por: Alfredo Molano Bravo
Los militares —y Turbay era coronel honorario— querían repetir la negociación que años atrás había hecho Rojas Pinilla con Guadalupe Salcedo y con los principales comandantes de las guerrillas del Llano y que consistió en llamarlos a conversar en Monterrey, Casanare, encerrarlos en un potrero, y rodearlos de tropa hasta que firmaran. Después de la foto de rigor —Guadalupe a caballo dándole la mano al general Rojas, jefe supremo, segundo libertador de a pie—, el Gobierno mandó matar uno a uno a la mayoría de los firmantes. Y la guerra continuó.

Creo que es la historia con que sueñan Uribe y Zuluaga, ver a Timochenko entregando armas en La Uribe para después dar de baja al resto de mandos, guerrilleros y simpatizantes. No creo que esa foto sea posible. Más aún, pienso que el señor Zuluaga puede ahorrarse el plazo que le daría a la guerrilla para entregarse porque los negociadores de las Farc se levantarían de la mesa antes de que la carta llegara. Se abriría así un nuevo y largo capítulo de sangre, aunque también de florecientes negocios de los socios de la guerra. Desde el año 1985 se han ido en plomo y ruido 260 billones de pesos: dos presupuestos nacionales de hoy.

Yo he sido un crítico permanente de Santos y seguiré siéndolo. No comparto ni su política de seguridad ni su política de desarrollo; he creído, como él cree ahora, que la guerra no sólo es injusta, sino que va en contravía de un desarrollo equilibrado. Los paros de campesinos y agricultores, maestros, transportadores, empleados oficiales, obreros petroleros, mineros artesanales demuestran que la mermelada se esparce sólo en la superficie. Pero debo reconocer también que, pese a la gritadera del ministro de Defensa y de los apetitos que encierra, la negociación con las Farc en La Habana representa una esperanza de resolver el problema del conflicto armado por la vía civil. El fin de la guerra no implica de hecho el fin de los conflictos sociales, pero sí su trámite civilizado, comenzando por los que nunca ha podido resolver el establecimiento: los agrarios.

La firma del acuerdo de los tres primeros puntos, y sobre todo del tercero, sobre narcotráfico, demuestra la voluntad de las dos partes de llegar al final. Cierto que nada está firmado hasta que todo esté firmado y que quedan todavía dos puntos álgidos. Pero hoy la posibilidad de un acuerdo redondo no cae en el más allá.
En cambio, regresar a las masacres; a los falsos positivos; a la chuzadera; a los agroingresos de los notables y de sus hijos, primos y parientes; a los arreglos notariales de tierras paramilitares; a los despojos, y a su principio político “le rompo la cara, marica” es una pesadilla.

Por estas razones me tomaré la libertad de votar, no por la paz exactamente, sino por la continuidad de las negociaciones en La Habana con las Farc y por su ampliación al Eln. Por lo tanto, por Juan Manuel Santos. Votar en blanco o abstenerse es también votar a favor de la sangre y el fuego.

Líder de la falsa revolución en Libia admite que Gaddafi no asesinó manifestantes

laRepublica.es

La llamada Revolución Libia fue de falsa bandera. El pueblo libio, en su gran mayoría estaba contento y seguro.

Mustafa Abdul Jalil, líder del Consejo Nacional de Transición de Bengasi en 2011 admite:
Gaddafi no ordenó el tiroteo que comenzó la falsa revolución de Libia. Ahora, después de la destrucción de Libia, Jalil admite al mundo en el ‘Channel One’ de Libia que los manifestantes que fueron asesinados en Bengasi -lo que ‘provocó’ que la UE y la OTAN atacaran Libia-, fueron asesinados por un grupo de espías y mercenarios que no eran libios. Admite que sabía la verdad en ese momento, pero que se hizo para quitar al Gobierno libio y romper el Estado.
Admite que fue informado con antelación de que esto iba a suceder y que la gente de Libia no reconocía a los manifestantes muertos porque llevaban ropa de civiles y nadie fue a sus entierros ya que no tenían ningún amigo ni familiares en Libia.

Como venimos diciendo desde febrero de 2011, la llamada Revolución Libia fue de falsa bandera. El pueblo libio, en su gran mayoría estaba contento y “seguro”. Los grupos extremistas islámicos eran ilegales en Libia. Ahora Libia está controlada por grupos extremistas islámicos (Al Qaeda, Libyan Islamic Fighting Group (LIFG), Hermanos Musulmanes, Ansar, Al Sharia y otros).

El país está roto, no hay seguridad, miles han sido encarcelados ilegalmente y cientos han sido torturados hasta la muerte. No hay gobierno, no hay ventas de petróleo, 2 millones siguen en el exilio. Psicópatas se han hecho con el país y ahora es considerado tierra de nadie – sin fronteras y sin Gobierno-.
Así que gracias, Obama, CIA, Hilary Clinton, OTAN y UE por NO proteger a los civiles inocentes en Libia.
 

Dossier Álvaro Uribe Vélez

Colombia Invisible - Unai Aranzadi

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Basta de Terrorismo de Estado

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