Allende La Paz, Cambio Total.
El presidente Juan Manuel Santos está -”con el sombrero
extendido en la mano”- visitando países de la Unión Europea. Es la misma actitud
como cuando después de la guerra de la 1a independencia.
Queremos que veamos quiénes deben financiar la Paz en
Colombia.
En primer luugar, los gobiernos de Estados Unidos y sus
multinacionales. Son ellos los que prohijaron el ataque a Marquetalia en 1964 y
desde antes ya estaban metiendo sus zarpas en nuestras riquezas como cuando la
Masacre de las Bananeras de 1928, al ordenar al borracho general Cortés
disparar contra la multitud de obreros bananeros que reclamaban mejoras
salariales y más soberanía nacional.
En esa Masacre quedó en evidencia que el Imperio no se
paraba en mientes para robar nuestros recursos. Después del despojo continuó.
Cuantos miles de millones de dólares han sacado las compañías estadounidenses
que han ido a parar a las arcas estadounidenses? Nos han robado de todo. Oro,
Petróleo, níquel, carbón, esmeraldas, etc, etc. Tocará hacer un ejercicio como
el que hizo el Cacique Guaicapuro ante la Colonia española que demostrará la
rapacidad de los imperios de ayer y de hoy.
En segundo lugar, los países de la Unión Europea, quienes al
calor de la colonización imperial estadounidense se han lucrado con nuestras
riquezas, las cuales han sido tales que hasta para ellos alcanzaban. Los países
europeos han financiado los planes militares más nefastos para los colombianos.
No más recientemente con el último Plan, Plan Colombia, la ”Mesa de Donantes” –no
sabemos si gratis o a ”préstamo”- sacó de sus bolsillos más de 870 millones de
dólares y fue entregado al gobierno colombiano de entonces, al del pusilánime y
cobarde Andrés Pastrana.
Recordamos la lista de éstos ”donantes”: ”Del total de asistencia financiera
prometida, Estados Unidos aportará US$ 250m, España US$ 100m, Noruega US$ 20m y
la ONU US$ 131 m. Asimismo, Japón anunció que otorgará US$ 70m en fondos
blandos, mientras que el Banco Mundial, el BID y la Corporación Andina de
Fomento contribuirán con un total de US$ 300 m”. BBC Mundo
Evidentemente que la tal ”Mesa de Donantes” no fue un éxito
ya que esperaban recaudar 1.600 millones de dólares y sólo recibieron 870
millones.
En 3er lugar, los empresarios nacionales quienes durante
todos los años largos de guerra han financiado de sus bolsillos la guerra
adelantada por el imperio estadounidense y los lacayos nativos arrodillados. Sabido
es que desde el inicio del Plan Colombia solamente el 5% fue financiado por los
Estados Unidos y el restante 95% era financiado de las arcas estatales
colombianas. Con el paso de los años ese irrisorio 5% fue disminuyendo, y en
los últimos años el financiamiento gringo pasó de 694 millones de dólares en 2.000 a 320 millones de dólares en 2.014.
Así las cosas, el impuesto al patrimonio –vendido a los
empresarios como un impuesto temporal- se volvió permanente y en ascenso. Ese
esfuerzo financiero oligárquico –y del pueblo también, pero impuesto a la
fuerza- ha resultado en la estruendosa derrota del Plan Colombia y obligó al
gobierno colombiano a sentarse en la Mesa de Conversaciones de La Habana. Si la guerra les ha costado 220 billones de pesos la década pasada, y para la siguiente década costaría 212 billones más, no es "mejor negocio" invertir en la Paz, señores empresarios?
Todos estos tres financiadores de la guerra tendrán que ser
financiadores de la Paz, a título de haberse ”beneficiado” con el asesinato de
más de 1 millón de colombianos, víctimas del Terrorismo de la DSN, a fin de
aplicar el más salvaje Neo-liberalismo. Las empresas multinacionales, así como
pagaron gustosas a las bandas narco-paramilitares, por ejemplo, 3 centavos de
dólar por caja exportada, deberían pagar un porcentaje por cada gramo o caja
extraída de nuestras riquezas. Igualmente la BP y las multinacionales
petroleras así como pagaron ”seguridad” a los narco-paramilitares, así deberían
pagar ”seguridad” de una Paz estable y duradera.
Si para ellos todo se reduce al ”vil dinero”, justo es
entonces que un porcentaje del ”vil dinero” robado violentamente a nuestro
pueblo se reinvierta en el bien más querido de los colombianos, la Paz.
