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Despedida de Cristian Pérez - Sí a la Paz

Colombia: Falsa Democracia

Colombia: Falsa Democracia
Falsa democracia

RECOMENDADO CAMBIO TOTAL

[Colombia] Falsa democracia II: la democracia burguesa

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo. En el artículo de ayer abordamos, someramente, la historia de la democracia burguesa ...

Hey loco, No dispares!

Vamos a Cuentiarnos la Paz

LOS RICOS NO VAN A LA GUERRA

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Exiliados Colombianos en Suecia saludan la firma del acuerdo final entre el gobierno y las FARC-EP

Tomado de Radio Café Stéreo.

Es de valientes luchar por la Paz

Hernando Vanegas Toloza.

Es de valientes luchar por lo que más se quiere. Un hombre o una mujer luchan con todas sus fuerzas para sacar adelante a sus hijos, su familia, su país. Esa lucha no contempla la imposibilidad de lograr la meta. Siempre y en cada una de sus acciones está contemplada la meta, la felicidad de los suyos. Y la adelanta con alegría, con inmensa alegría.

Es la misma alegría que está inundando los campos y las calles de las ciudades de Colombia. Esos campos y calles que los victimarios, sin saberlo, estaban abonando con la sangre de más de 1 millón de colombianos. Víctimas de una guerra que nos implantaron desde arriba, desde los más oscuros sitios del poder desde antes de 1948 cuando asesinaron a Jorge Eliécer Gaitán, y se remonta a 1928 con la masacre de las Bananeras.

Colombia está plena de actos de violencia contra el pueblo. Más recientemente el ataque a Marquetalia fue uno de ellos (1964). 48 campesinos que se vieron obligados a defenderse con las poquitas armas que tenían para enfrentar una ponderosa máquina de guerra de 16.000 soldados, la aviación y armas biológicas. Increíblemente, esos campesinos resistieron con alegría, con la alegría de alcanzar la Paz y por ello en su primer pronunciamiento llamaban a construirla.

Hoy esos 48 campesinos son miles de guerrilleros que conforman un ejército irregular que hace presencia en todo el territorio nacional. Guerrilleros que se sienten triunfantes a pesar de que los herederos de los que decretaron la Guerra digan que los derrotaron. Ja. Esos que no quieren ver la realidad ésta se les muestra como es.

Esos guerrilleros los obligaron, a golpes de fusil, a sentarse a la Mesa de La Habana, a no poder levantarse sin conseguir un acuerdo (ellos estaban acostumbrados a patear la Mesa cuando no podían con el adversario) y a firmar un Cese Bilateral de Fuegos, primero, y después el Acuerdo Final para la terminación del Conflicto Armado, la guerra fratricida. Viene ahora la ratificación del Acuerdo Final y su implementación, la cual tomará 10-20 años. Esta firma del Acuerdo Final es muestra que en el Conflicto no ha habido ni vencedores, ni vencidos, solo queda para la historia la hermosa construcción de la Paz con Justicia Social.

Es necesario resaltar que el Acuerdo Final conllevará una serie de transformaciones a nivel del campo, de las cuestiones de género, y a nivel social y laboral para los campesinos y los pobres de Colombia, es decir, a nivel de toda la sociedad. De cumplir el gobierno los compromisos, sería apenas un pago de la enorme deuda que el Estado oligárquico-terrateniente-ganadero-narcotraficante le está debiendo al pueblo colombiano en las dimensiones políticas, sociales, económicas, culturales, y, hay que decirlo, las FARC-EP los está obligando a hacerlo. El Acuerdo Final no es la Paz, es apenas el comienzo de la construcción de ella, y, desde luego, tampoco es la Revolución. No faltaba más.

Las FARC-EP, la guerrillerada, están supremamente contentos con lo logrado y ello se visibiliza en que cada noche hubo una presentación de artistas nacionales como ayer lo hacían en sus campamentos de guerra en la Hora Cultural. Es real y apenas lógico que haya incertidumbres sobre el futuro, pero esa es la apuesta de las FARC-EP. Ante las incertidumbres anteponen el valor de la lucha. Ellos, que todos los días enfrentaban –con los fusiles en la mano- la incertidumbre que toda guerra produce, ahora enfrentarán, como valientes que son, la incertidumbre de su transformación en Partido Político, el cual tiene la inmensa tarea de llevar su mensaje transformador a todos los rincones pobres de Colombia.

Sentimos en la distancia una honda satisfacción como colombianos. Las FARC-EP y el gobierno nacional han rubricado una de las páginas mas hermosas de la transformación de la vida nacional. Página que significa preservar, defender, el primer y fundamental derecho humano, el derecho a la vida. Ya no caerán más colombianos pobres en la guerra fratricida recetada por la élite en el poder y por el imperio estadounidense. A éste le solicitamos comedidamente realizar actos de Paz en Colombia. Ya cesado el Conflicto Armado –en el cual siempre ha estado su mano siniestra- deberían cesar todas sus consecuencias. El más grandioso acto de Paz que puede realizar el gobierno de los Estados Unidos sería la repatriación de los guerrilleros de las FARC-EP, Simón Trinidad y Sonia, injustamente extraditados por un gobierno (el de Uribe Vélez) que no creía –ni cree- en su propia justicia burguesa.

Los dolores provocados por la guerra nos ha tocado a todos. De una u otra manera. En mayor o menor proporción. Por ello insistimos en la imperiosa necesidad de adelantar la más profunda reconciliación entre los colombianos. Nostros mismos hemos sido víctimas, mas a pesar de ello aquí está nuestra mano tendida para lograr que el sacrificio de nuestras familias y los nuestros propios no hayan sido en vano. Debemos perdonarnos entre todos y entre todos adelantar el más grande homenaje a nuestros familiares caídos en la guerra, reconciliarnos. Decir NO más muertos. NO más desaparecidos forzosos, NO más ejecutados extrajudicialmente, NO más masacres, NO más desplazados forzosos, no más secuestrados, en fin, NO más violencia ni desde el Estado contra los pobres, ni como respuesta desde las organizaciones populares hacia los que detentan el poder y sus aparatos represivos.

En estos momentos tenemos que mostrar la grandeza de nuestras almas. No es posible vivir en un país en donde el odio y la sed de venganza se enseñoreen en la vida nacional. 60 años de dolor no bastan? Un millón de víctimas mortales no son suficientes para saciar la sed de sangre inocente? 7,5 millones de víctimas no mortales no satisfacen sus deseos de sangre? Cuántas lágrimas han derramado las víctimas y sus familiares? Evitemos más dolores.

Felicitamos desde la Asociación Jaime Pardo Leal –AJPL- a las partes por el Acuerdo Final logrado, al gobierno de Juan Manuel Santos y a las FARC-EP. Se han abierto anchos caminos de felicidad y paz para nuestro pueblo. Transitémoslos en lucha por la Paz.

Agradecemos a nuestros amigos su presencia en esta fiesta, a todos los latinoamericanos, a los Salvadoreños, Chilenos, Ecuatorianos, Peruanos, Nicaragüenses, y también, naturalmente, a los suecos, todos ellos que nos han acompañado en éstos duros días de exilio forzoso.

Los invitamos a un brindis por la Paz.


Viva la Paz! Viva Colombia!

Vamos a cuentiarnos la Paz

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo.

Suecia tiene un ”secreto” para mantenerse en Paz, hablar de ella todo el tiempo. Aunque ahora hay pasos que nos preocupan enormemente, como ese de alinearse con la OTAN.

El pensador chileno Humberto Maturana –teoria autopioética- plantea la necesidad de “lenguajiar” para desaprender lo mal aprendido y apre(he)nder lo Nuevo y refrescante.

Nosotros, en la Costa Caribe colombiana, practicamos ancestralmente la costumbre del cuentiarnos sobre diferentes tópicos. En los pueblos de mi niñez era práctica cotidiana sentarnos en las noches alrededor de las abuelas, sentados en taburetes en la puerta de las casas, casi siempre alrededor de la abuela de al lado, Gima Vilaró, y compartir los Cuentos o reflexiones entre todos.

En esas sesiones tocabamos todos los temas. Eran realmente una escuela para apre(he)nder las tradiciones y los valores morales societales. Aprendíamos los cuentos escabrosos de brujas, animales mitológicos y los nuestros, como el pundungo, cuentos que nos daban miedo y nos creaban el problema de irnos para la casa –no había luz eléctrica en nuestro pueblo- y salíamos disparados corriendo para transitar ese corto espacio –llegar de la casa de al lado a la nuestra- a velocidad que Speedy González no superaba ni por el carajo. 

Hoy, ante un país que está ante el desafío mayor de su historia –la construcción-implementación de la Paz- y deberíamos usar la pedagogía de la Paz y Cuentiarnos la Paz.

Cuentiarnos la Paz significa escuchar los cuentos que la gente tiene para contar. Campesinos, habitantes de las ciudades, estudiantes en sus claustros educativos, obreros en sus fábricas, trabajadores en sus sitios de trabajo, mujeres en sus labores o en su labor –no remunerada- de criar los hijos, ancianos en sus largas horas del cada día, en fin, en los múltiples espacios y tiempos en la vida de cada uno.

Ese Cuentiarnos la Paz es sincerarnos, mirarnos a los ojos, profundamente, y entender lo que el otro vivió y está viviendo en ese momento histórico.

Militares entre ellos y entre militares-civiles para desaprender la Doctrina de Seguridad Nacional, base y sustento del Terrorismo de Estado, y apre(he)nder a ver a la población civil como sus ciudadanos y no como el “enemigo interno”, porque ese enemigo interno ya no existe gracias al proceso de paz, proceso que hay que decirlo no finaliza si no que por el contrario apenas comienza la fase de implementación, ya que damos por descontado el triunfo del SÍ.

Políticos hablando con políticos y con sus bases para sincerarse y pedir perdón por el robo del erario público. Mirar que tanto mal han hecho al aliarse con los narco-paramilitares y evaluar que daño han causado con su enorme corrupción.

Jueces y magistrados entre ellos y ellos con sus procesados mirándose internamente y reconociendo qué tan podrido ha sido su labor que ha funcionado de acuerdo con el fajo de bilete que entre a sus bolsillos y asumir la injusta aplicación de las leyes.

Después de cada una de éstas sesiones tengan la seguridad que los colombianos entenderemos que nuestros problemas se van a ir solucionando con la participación honesta de todos y cada uno de nosotros.

Cuentiarnos la Paz es transitar el camino de la reconciliación y dejar atrás las pesadas cargas de la Guerra, sin olvidar los horrores que se viven y la degradación que se vivió en ella,sonreír con nuestra almas sosegadas y libres de complejos de culpa o de miedo a la justicia. Ya estamos hacienda justicia.

Cuentiarnos la Paz es comenzar a vivir la vida en Paz con Justicia Social.


Por mis tres hermanos asesinados en la Guerra, SÍ a la Paz!

Santos, 'Timochenko' y el Nobel de paz

 | 2016/09/29
El sonajero de la paz se vuelve a agitar y los nombres del presidente Juan Manuel Santos y el máximo jefe de las FARC, ‘Timochencko‘, se vuelven a oír. Aunque las nominaciones para el Premio Nobel se mantienen en secreto, este jueves el director del instituto de investigación para la paz de Oslo, Kristian Berg Harpviken, incluyó a los dos artífices del proceso de paz colombiano en su pronóstico anual. El premio "sería un factor de consolidación para un futuro pacífico y la resolución final de uno de los conflictos más arraigados", dice el comunicado. La postulación reposa al lado de la defensora de derechos humanos rusa Svetlana Gannushkina; el exanalista de la CIA Edward Snowden; Ernest Moniz, y Ali Akbar Salehi, responsables del desarme nuclear en Irán. La propuesta no es definitiva y los candidatos finales apenas se conocerán el segundo viernes de octubre.

63 Congresistas de EE. UU. apoyan acuerdos con las Farc

SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Un grupo de 63 congresistas estadounidenses, entre ellos siete republicanos, enviarán este viernes una carta al presidente Juan Manuel Santos en la que lo felicitan por alcanzar “un histórico acuerdo de paz con las Farc” y se comprometen a mantener el apoyo de Washington cuando llegue la hora de implementar lo pactado.
La carta fue liderada por el congresista demócrata de origen colombiano Rubén Gallego, quien le dijo a EL TIEMPO que impulsó la iniciativa porque quiere mostrarles a los colombianos que en EE. UU. son muchos los que respaldan el acuerdo de paz y que están listos para apoyar su implementación. (Lea también: Vote 'Sí' o 'No', usted tiene derecho a estos beneficios)

“Como sabe, colombianos de todos los estratos han sufrido a lo largo de más de 50 años en una guerra que ha cobrado la vida de unas 220.000 personas.Este acuerdo –el producto de 4 años de negociaciones– ayudará a reintegrar a excombatientes a la sociedad y promueve seguridad y oportunidades económicas en zonas rurales plagadas de violencia”, escriben los legisladores, miembros todos de la Cámara de Representantes.
Los congresistas además felicitan “la persistencia” de líderes y ciudadanos colombianos que hicieron una realidad el acuerdo, al que califican como un hito histórico. “Su progreso no es solo un indicador del compromiso de su Gobierno con la paz, sino de la increíble capacidad del pueblo colombiano para perdonar y sanar”, afirman.

Los miembros del Congreso de EE.UU. aprovechan para pedirle al Gobierno y a las partes involucradas en el acuerdo que su implementación promueva los derechos de las víctimas de todos los actores armados, se conozca la verdad y se haga justicia. Así mismo, destacan que el acuerdo promueve los derechos de los indígenas y afrocolombianos. (Además: OEA ayudará a monitorear zonas que dejan las Farc tras acuerdo de paz)
“Es por estas razones, y reconociendo los retos que enfrentará Colombia a la hora de implementar los acuerdos, que apoyamos Paz Colombia, la iniciativa que se anunció en febrero, cuando usted visitó Washington. Y creemos que este compromiso debe ser honrado por la próxima administración (que saldrá electa de los comicios del 8 de noviembre)”.
Y agregan: “Hemos estado con Colombia durante décadas de guerra, y ahora debemos continuar respaldando a los colombianos mientras se construye una paz justa y duradera”.
Cabe recordar que el presidente Barack Obama solicitó al Congreso de su país un paquete de asistencia por unos 450 millones de dólares que está pendiente de su aprobación por las plenarias de Cámara y Senado. En el trámite de esta última corporación se incluyeron casi 100 millones de dólares adicionales. De aprobarse el paquete de asistencia los recursos estarían disponibles desde este primero de octubre. (También: Colombia y el mundo registraron la firma de la paz en Cartagena)
Los congresistas firmantes de la carta
Los republicanos: Byrne, Poe, Rooney, Issa, Gosar, Carter; los demócratas: Gallego, Engel, Lowey, Farr, Smith, Conyers, McGovern, Johnson, Cicilline, Pocan, McDermott, Keating, Torres, Wasserman Schultz, Dingell, Crowley, Serrano, Beyer, Van Hollen, Price, Ruppersberger, Takano, Honda, DeFazio, Norton, DeSaulnier, Castor, Yarmuth, Schakowsky, Lee, Hastings, Lowenthal, Polis, Cárdenas, Castro, Frankel, Cartwright, Edwards, Meeks, Garamendi, Capuano, Titus, Waters, Deutch, Gutiérrez, Watson Coleman, Grayson, Himes, Sánchez, Doggett, Welch, Pingree, Ellison, Grijalva, Rush y O’Rourke.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Twitter: @sergom68

Un voto por el futuro

Si triunfa el No, ni siquiera vamos a saber la verdad sobre los horrores que cometieron las Farc, porque el proceso se extinguiría al quedarse sin aliento
Voy a votar Sí en el plebiscito por una razón tan simple como esta: porque lo acordado en La Habana nos da la oportunidad histórica de salir de la barbarie, y nos permite empezar a reconstruir el país desde el respeto, la tolerancia y la inclusión. Esa oportunidad histórica no la quiero perder, así a muchos les parezca muy poco haber terminado una guerra de 52 años con una guerrilla como las Farc.

Sin embargo, mi voto por el Sí no pretende apoyar a Santos, ni a Vargas Lleras, ni al expresidente César Gaviria, ni está inspirado en la mermelada como suele ser la manera burda como los opositores del No nos pordebajean. Voy a votar Sí, porque precisamente este acuerdo es la oportunidad para que el país renueve a todas esas elites políticas corruptas, que se enquistaron en el poder y que se han ido apoderando del sistema político colombiano. Estas mafias han convertido a la política en lo que es hoy: un lugar apto solo para corruptos, en el que las Claudias López están condenadas a ser flor de un día; un lugar en donde el pragmatismo ha desplazado a las ideas y donde no importa que un partido que se llama Liberal tenga entre sus huestes a una senadora como Viviane Morales, que busca hacer política alimentando a su secta en desmedro de las ideas liberales y del bien común. (De la misma forma que tampoco importa que Cambio Radical arrope como lo hizo al combo de Kiko Gomez en La Guajira, pese a su impresentable hoja de vida, y que el Partido de la U tenga como adalid de la lucha contra la corrupción a la gobernadora del Valle, la misma baronesa que hizo de la salud su fortín político). 

El punto dos del acuerdo, que habla de la participación política, abre la oportunidad para que se funden nuevos partidos y movimientos políticos, una posibilidad que estaba prácticamente vedada por los partidos convencionales que se las ingeniaron para mantener sus cuotas de poder nutriéndose de la exclusión. Ese punto de participación también permite la entrada al Congreso de movimientos sociales que hoy no tienen ni voz ni voto, hecho que va a volver a la política más democrática y mucho más real. No se va a necesitar ser millonario, ni corrupto, ni hijo de expresidente para poder labrarse un camino en la política. Por eso, voy a votar por el Sí. Porque este acuerdo, como lo ha dicho el propio Humberto de la Calle, limpia la política y pone en alerta al sistema para que se reforme y deje de considerarse intocable. 

Voy a votar Sí, porque por primera vez vamos a tener la posibilidad de saber qué nos pasó y por qué. Los responsables de las atrocidades van a tener que decir la verdad y restaurar a las víctimas. Si no lo hacen, si no le cumplen con la verdad a las víctimas, tendrán que ir a la cárcel a pagar penas de 20 años.

Los uribistas dicen que la justicia transicional que se pactó en este acuerdo nos envía al limbo de la impunidad, porque no lleva a la cárcel a Timochenko y que su voto por el No es una actitud ética. En realidad lo que nos va a ocurrir es todo lo contrario: esta justicia que se pactó, es la oportunidad de salir de ella, de la bendita impunidad. La verdad, así cueste decirla, es que la justicia ordinaria, pese a los innegables avances que se han dado en la Fiscalía en materia de investigación, todavía está en deuda con el país: en estos 25 años que lleva de creada ha sido incapaz de saber quiénes fueron los autores intelectuales que terminaron con la vida de Guillermo Cano, de Rodrigo Lara, de Enrique Low Murtra, de Álvaro Gómez, de Jaime Garzón o de los miembros de la UP que fueron exterminados; tampoco ha podido encontrar ni condenar a los autores intelectuales de las miles de masacres de campesinos inocentes que se hicieron en el país. Si esto no es impunidad, no sé cómo se le pueda llamar. Al uribismo, esta falta de justicia, poco les ha importado ni les ha hecho generar ninguna reflexión ética.

Con los tribunales de paz que se crean en la justicia transicional, el país va a tener por primera vez la oportunidad de establecer no solo una memoria de lo que nos pasó, sino que le va a permitir a todos los actores del conflicto coincidir en la verdad para que todos ellos asuman sus responsabilidades ante las víctimas. Si triunfa el No, volveremos a la impunidad de hoy y nos tocará esperar a que la justicia selectiva de una Fiscalía desinstitucionalizada que pasa de un partido a otro, de un dueño a otro, en medio del oportunismo y de la conveniencia política del momento, algún día opere. Si triunfa el No, no sabremos nunca quienes fueron los autores que ordenaron las masacres, ni los que permitieron los falsos positivos, ni quienes fueron los terceros que ayudaron a prender la mecha del paramilitarismo. Y si triunfa el No, ni siquiera vamos a saber la verdad sobre los horrores que cometieron las Farc, porque el proceso se extinguiría, al quedarse sin aliento. El No es volver al vacío de siempre y a la inercia de la guerra. 

Por eso mi voto por el Sí es rotundo, sin vacilaciones. Y si pierdo, que espero no sea el caso, al menos voy a ser consciente de todo lo que perdí. Y los del No, deberían hacer lo mismo en lugar de andar dorando la píldora. 

Venezuela destina 70% del presupuesto 2017 a la inversión social

El mandatario venezolano Nicolás Maduro adelantó que en octubre se mejorarán los mecanismos de distribución y se ampliarán las fuerzas sociales.
El presidente de Venezuela informó este jueves que el 70 por ciento del presupuesto para el 2017 está destinado a la inversión social.
“Setenta por ciento del presupuesto del año 2017 es para inversión social, tanto del proyecto económico social de la nueva economía como de las misiones, grandes misiones, la educación, la vivienda, la salud, nuestros viejitos”, dijo durante un consejo de vicepresidentes, en el Palacio de Miraflores, Caracas.
Maduro ratificó que se mantendrá el apoyo a programas sociales pese a que continúa la guerra económica impulsada por la derecha.
Septiembre de paz
El mandatario venezolano destacó que en septiembre el pueblo organizado logró derrotar las pretensiones de la derecha de generar violencia en el país.
“Ha sido un mes de septiembre de paz, de estabilidad política, de reposicionamiento y recuperación económica, paulatina, progresiva a través de la Gran Misión Abastecimiento Soberano, de la Agenda Económica Bolivariana”, celebró Maduro.
El jefe de Estado también resaltó que en el inicio del año escolar 2016 – 2017 se logró un aumento de 95 por ciento de la matrícula en educación primaria. Para la educación media se prevé un crecimiento de 75 por ciento y para la universitaria de 90 por ciento.
Octubre será de pueblo en la calle
El presidente Nicolás Maduro aseveró que en octubre el pueblo estará en la calles: se ampliarán las fuerzas sociales, se fortalecerán las comunas y se celebrará el Congreso de la Patria.
“Es un mes de gran fuerza popular, por eso le estamos dando el espíritu del Golpe de Timón”, expresó.
Maduro indicó que en octubre se mejorarán los mecanismos de distribución y se conformarán más de 20 mil Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap).
Telesur
 

Dossier Álvaro Uribe Vélez

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