El Mundo.es.  La heroína de la jornada salió del Hotel Intercontinental, donde estaba emplazado el 'búnker' oficialista, con rumbo a la residencia de Olivos para tomarse un descanso y preparar el discurso con el que celebrar su arrolladora victoria. El auto que la llevaba tardó un largo rato en abrirse paso entre la multitud que arrojaba flores y hacía gestos para que la pasajera bajara la ventanilla.

No había límite para la euforia de sus seguidores. Cristina Fernández había marcado un hito histórico al ganar las elecciones y ser confirmada para un segundo mandato con el 53,75% de los votos, con más del 96% del escrutinio realizado.

En segundo lugar quedó el socialista Hermes Binner, del Frente Amplio Progresista (FAP), con el 17% de los sufragios, en una jornada en la que votó el 78,93% del padrón electoral. En el tercer puesto se situó el radical Ricardo Alfonsín, hijo del ex presidente Raúl Alfonsín, con el 11,11% de los sufragios, mientras que Alberto José Rodríguez-Saa, de Compromiso Federal, fue votado por el 8,02% de los electores.
Otra gran victoria fue la del gobernador de la provincia de Buenos Aires, el oficialista Daniel Scioli, quien se consagró para un segundo mandato con más del 57% de los votos, superando ampliamente a su adversario Francisco de Narváez (UDESO), quien cosechó el 20% de las preferencias. La provincia de Buenos Aires es el principal distrito del país, donde se concentra el 37% del padrón electoral.

Con su desempeño en esta jornada, Scioli se perfila como el candidato del oficialismo para las elecciones del 2015 y posible sucesor de Cristina Fernández.

Si se confirman las proyecciones que dan mayoría al oficialismo en las legislativas –en estas elecciones se renueva la mitad del Senado y un tercio de la cámara de diputados- Argentina quedaría bajo la hegemonía política del Kirchnerismo.

De confirmarse estos resultados al término del escrutinio de las 86.000 mesas repartidas por toda Argentina, la candidata del Frente para la Victoria (FPV) se convertiría en la más votada en la historia de la democracia argentina desde 1973, cuando Juan Perón, fundador de su partido, obtuvo más del 60% para llegar a su tercer período de Gobierno.

El resultado confirmaría el fuerte respaldo popular a Cristina Fernández, de 58 años, para continuar con sus políticas intervencionistas y permitiría también al oficialismo peronista recuperar el control del Congreso, con mayoría propia o con la ayuda de aliados.

"Cristina arrasa" y "diferencia histórica" son algunos de los titulares de los medios locales. "Es la diferencia más grande que ha habido en la historia argentina entre un primero y un segundo desde 1916", señaló una cadena de televisión local en referencia a la ventaja de Fernández sobre Binner.

'Unidad nacional'

Cristina Fernández evocó a su fallecido esposo y reconoció el papel del ex presidente Néstor Kirchner en su triunfo electoral sin precedentes durante un emotivo mensaje en el que llamó a la "unidad nacional". "Quiero decir a los que no nos votaron que asumo la responsabilidad de conducir a la Argentina a una historia diferente de la que tuvimos en los últimos 200 años; hacia un proyecto que nos una a todos dentro de la diversidad", agregó.
La presidenta llamó a las fuerzas de oposición a ejercer su papel, pero de forma constructiva. "Que no nos distraigan con enfrentamientos inútiles", aclaró.

Néstor Kirchner (2003-2007), fallecido el pasado 27 de octubre, "es el gran fundador de la victoria de esta noche" y "sin las cosas a las que él se atrevió habría sido imposible llegar hasta aquí", afirmó Fernández, que compareció de riguroso luto ante los miles de simpatizantes reunidos en un hotel de Buenos Aires y se fundió en un abrazo con sus hijos, Florencia y Máximo, e incluso con la novia de éste, Agustina.

A "él", como enfáticamente la presidenta se refiere a Kirchner desde su muerte, "se le fue la mano en luchar por los sueños y se le fue la vida. Quiero que sea un ejemplo para todos los jóvenes y para todos los hombres y mujeres de la política", dijo. "Cuando pienso en él, en el 2003 y sus 22% de votos, Dios mío, todo lo que pudo hacer, y veo hoy estos números, que son impresionantes y que agradezco infinitamente. Son números que si los pensábamos hace dos años, nos hubieran tratado de locos", admitió.

Fernández es la segunda jefa de Estado en conseguir la reelección desde el regreso de la democracia en 1983, después del también peronista Carlos Menem (1989-1999).

"Tengo el honor de ser la primera mujer reelecta del país. Qué más puedo querer. Lo único que quiero es contribuir con la más alta responsabilidad a seguir agrandando la Argentina", apuntó, visiblemente emocionada. "Quiero ser una persona que haya ayudado a cambiar la historia con el resto de los argentinos", dijo Fernández, que adelantó su intención de "seguir profundizando un proyecto de país para 40 millones de argentinos".

"A esta mujer no la mueve ninguna ambición sino el profundo amor por la patria y la necesidad de honrar la memoria de él", insistió ante un salón abarrotado de miembros del Gobierno, dirigentes peronistas y simpatizantes.

Miles de personas se reunieron en la Plaza de Mayo portando banderas argentinas y símbolos del Frente para la Victoria para celebrar el triunfo de Cristina Fernández. Un total de 28,6 millones de personas estaban habilitadas para votar este domingo, donde además de presidente y vicepresidente se eligieron 130 diputados y 24 senadores nacionales y gobernadores en nueve provincias.

Economía y consumo, base de apoyo

La gran popularidad de Fernández, quien sucedió en el 2007 a su esposo, el fallecido ex presidente Néstor Kirchner, se apoya en una fuerte expansión de la economía, generosos planes sociales y subsidios estatales al transporte y la energía, aunque una elevada inflación y una fuga de capitales del país emergen como desafíos para una segunda gestión.

"No me gusta la manera de hacer política que tiene Cristina, pero gracias a ella yo me pude jubilar. Solamente por agradecimiento voto por ella", dijo a Reuters Ana Rossi, una jubilada de 74 años, tras emitir su sufragio en la populosa provincia de Buenos Aires, hogar de casi un 40% de los electores.
Tras votar en la patagónica provincia de Santa Cruz, rodeada por cientos de personas que intentaban acercarse para saludarla, la presidenta dijo a periodistas que estaba viviendo las elecciones con una "mezcla" de sentimientos, a pocos días de que se cumpla un año de la muerte de su esposo.

"No puedo olvidarme. Soy la presidenta, soy militante, pero por sobre todas las cosas soy una mujer, y una mujer de un hombre que fue un hombre muy particular que marcó definitivamente la vida de la política argentina", dijo Fernández visiblemente emocionada.

Para ganar la elección en la primera vuelta del domingo la mandataria necesita obtener un 45% de los votos o al menos un 40% y una ventaja de 10 puntos porcentuales sobre el segundo candidato más votado.

Débil oposición

La esperada victoria permitirá a Fernández comenzar un segundo mandato el 10 de diciembre con una fuerte posición política, alta popularidad y con la ya fragmentada oposición más débil aún, ratificando al peronismo como fuerza dominante de la política argentina.

El variopinto movimiento fundado por Perón, que incluye liberales, nacionalistas y fuerzas de derecha e izquierda, ha gobernando a Argentina durante 20 de los últimos 22 años y mantiene desde 1987 el control de la estratégica provincia de Buenos Aires. Y los sondeos indican que mantendrá ese predominio al menos hasta el 2015.

"Estoy convencido del apoyo a Cristina porque ha cambiado la historia (del país) junto al querido Néstor. Los opositores tienen mucho que aprender para saber cómo se hace política", dijo a Reuters César Brunelli, un empleado de comercio de 35 años que vive en la provincia de Buenos Aires.

Las fuerzas parlamentarias del socialismo de Hermes Binner y sus aliados han mantenido coincidencias con el oficialismo en el primer mandato de Fernández iniciado en el 2007, por lo que parte de los legisladores que responden a Binner podrían acompañarla en muchos proyectos.