La crisis del Polo
La crisis del Polo ha llegado a su punto de mayor agudización.

Contrariamente a lo deseable, no son los esfuerzos de rectificación de cara al pueblo trabajador para recuperar la iniciativa en la lucha social y la confrontación a la derecha gobernante y no gobernante, lo que tiende a imponerse. No es la refrescante mirada autocritica ni la convicción de retomar las vías de la unidad de la izquierda, en sus diversas variantes, que aportó la Conferencia Ideológica nacional la que acoge el núcleo que controla, con una mayoría mecánica y artificial, el Comité ejecutivo. Al contrario, en un golpe de mano, de la más clara factura politiquera se adoptan las vías de hecho en dos sentidos: uno, decretar la pretendida “exclusión” de los comunistas y dos, establecer una reglamentación amañada y antidemocrática del 3er. Congreso, cuyos delegados  solo podrán presentarse a la elección si pasan por la censura de la actual presidenta del Polo.

LA POSICIÓN DE LOS COMUNISTAS

El PCC ha expresado claramente desde su 21 Congreso que no se retira del Polo y que  no acepta la decisión arbitraria, ilegal e inmoral dirigida en bloque contra sus militantes, que intenta justificarse como un supuesto “cumplimiento de la ley”. El sofisma de la “doble militancia” consiste en atribuirle al PCC la paternidad y la intencionalidad de crear un nuevo movimiento político destinado a infiltrar al PDA e imponerle una orientación política contraria al ideario. Para sostener semejante infamia dan como supuesto que el PCC practica en abstracto actitudes ambiguas y que la reforma política santista suprimió el requisito de que la doble militancia era punible en el caso de movimientos o partidos con personería jurídica, como reza en los estatutos actualmente vigentes. Desconocen intencionalmente que el PCC es fundador del PDA, que intervino activamente en la construcción del Ideario y los estatutos y que el Polo, como organización pluralista implica la acción común de personas individuales pero también de ciudadan@s organizad@s  que de manera explícita no renuncian a su identidad ideológica y política pero destacan lo unitario como compromiso con el Polo. Hemos reafirmado que no hay enemigos a la izquierda y que la unidad, en su sentido más amplio, es la estrategia y la táctica de la victoria.

Quienes propugnan por la actitud excluyente han manifestado que quieren un Polo como aparato, sembrado de desconfianza hacia la izquierda, la búsqueda de la paz y los nuevos procesos sociopolíticos emergentes, pero funcional a los acuerdos electorales preferentemente con las fuerzas de centro que orbitan la derecha empresarial y el clientelismo contratista. Nada más alejado de lo que señala el Ideario de Unidad: “propugnamos (…) por un proceso de convergencia y unidad de todos los sectores populares, para construir una alternativa de poder que saque a Colombia de la profunda y larga crisis en que se encuentra y la oriente por senderos de progreso y justicia que nos devuelva el orgullo de sentirnos colombianos.” I U, punto 7). Definir los rumbos en materia de alianzas debe hacerlo un Congreso del Polo representativo de sus diversos matices y tendencias y no un Congreso donde se imponga el unanimismo a través de métodos burocráticos antiestatutarios.

El 21 Congreso del PCC aprobó unas directrices firmes que cobran ahora una mayor fortaleza en la vía de unir fuerzas en un gran frente común para hacer retroceder el militarismo y avanzar en el dialogo y la salida política al conflicto; movilizar a los trabajadores y la población para impedir las reformas tributaria, pensional y otras que lesionan los intereses populares, y seguir abriendo caminos por los derechos a la oposición y la democratización de la sociedad.

MANIOBRAS QUE DESHONRAN A SUS EJECUTORES

Atemorizado por la realización exitosa de la Conferencia Ideológica el grupo directivo desconoce la normatividad interna del PDA, asume una actitud divisionista y liquidadora del Polo, hace un juzgamiento ilegal e inmoral del Partido Comunista y valida los infundios de la ultraderecha contra los comunistas como voceros de las Farc, en un juego irresponsable y perverso que alienta de nuevo a los agentes de la muerte. Elude conscientemente la batalla de ideas planteada por dicha Conferencia y se inclina por reinventar un salto hacia atrás con discusiones anacrónicas superadas por la vida y por la experiencia valiosa de la lucha popular. No oculta la incomodidad ante un compromiso activo del Polo en la búsqueda de una solución política para la paz. Menosprecia el auge emergente de las movilizaciones sociales que muestran la creciente inconformidad, la radicalización de las protestas y la incuestionable prioridad de las formas de lucha democrática de masas que se expanden por la geografía nacional.

El 15 de agosto, en una reunión a la que no fueron citados los integrantes comunistas del CE, este organismo prosiguió el desconocimiento del debido proceso y las vías de hecho. Independientemente de la  impugnación de los autos de la Comisión de Garantías quedan aún más en evidencia la ilegalidad de los procedimientos y la deslegitimación de un grupo directivo que ha perdido todo pudor para ejercer la persecución política contra sus propios compañeros de militancia polista. Una responsabilidad grave corresponde a los dirigentes del Moir en su cerrado sectarismo y en su empeño de llevar al Polo a la conciliación con sectores terratenientes y empresariales, trasvestidos de “burguesía nacional”. Por su parte la presidenta del Polo se aisla cada de vez más de la posibilidad de ofrecer garantías.

POR UN CONGRESO CON REGLAS DEMOCRÁTICAS Y SIN EXCLUSIONES

El  PCC hace un llamado a todos sus militantes a no renunciar a sus tareas en el Polo y lo hace extensivo a todos los sectores unitarios para rechazar las medidas adoptadas por el CE el 9 de agosto y exigir su derogación; defender la integralidad democrática y pluralista del Polo, el respeto al debido proceso, a los estatutos y a exigir las garantías indispensables a la cabal realización del 3er Congreso.

Hacer público el debate en torno a los temas relevantes del momento:

• El compromiso del Polo como oposición democrática en la construcción de una alternativa de poder vinculada a la lucha por la paz con justicia social, libertades y soberanía.

• El análisis crítico y autocrítico de las experiencias de gobierno y de la actuación del Polo frente a las exigencias de la lucha popular.

• La política de unidad hacia la izquierda y la política de alianzas para un frente amplio de convergencias programáticas.

Bajar el debate a las Bases. Convocar asambleas de afiliados para debatir los temas de la crisis y producir pronunciamientos de todos los sectores frente a los procedimientos excluyentes y antidemocráticos de cara al 3er Congreso.

Conformar listas unitarias para participar en las elecciones de delegados al Congreso del PDA y rechazar las medidas de censura.

Denunciar ante la Comisiones de Ética, el Consejo Nacional Electoral y los organismos competentes todas las medidas arbitrarias, discriminatorias y persecutorias contra integrantes, activistas y/o dirigentes de izquierda del Polo.

Agradecer a todos los amigos, simpatizantes, organizaciones y activistas de la lucha popular la solidaridad, el apoyo y el acompañamiento en esta difícil coyuntura para la izquierda y movimiento popular colombiano.

Agosto 2012

PARTIDO COMUNISTA COLOMBIANO
Integrante del PDA

En el municipio de Cajibío, el día 14 de agosto de 2012, en momentos en que el campesino moto transportador Daniel Valenzuela Mosquera, en compañía de su cuñado Yeison Gueso, transitaba por una carretera, fue detenido por integrantes de la Brigada 29 del ejército. Posteriormente fue asesinado, vestido con camuflado y presentado ante los medios de comunicación como un insurgente dado de baja en combate.