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Despedida de Cristian Pérez - Sí a la Paz

Colombia: Falsa Democracia

Colombia: Falsa Democracia
Falsa democracia

RECOMENDADO CAMBIO TOTAL

[Colombia] Falsa democracia II: la democracia burguesa

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo. En el artículo de ayer abordamos, someramente, la historia de la democracia burguesa ...

Hey loco, No dispares!

Vamos a Cuentiarnos la Paz

LOS RICOS NO VAN A LA GUERRA

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"Tomémonos un tinto, ala"

José María Carbonell, Cambio Total.

A raíz del Paro Cafetero -que debía más bien llamarse de caficultores- los colombianos venimos a saber que nosotros que producimos el "cafe mas suave" del mundo, tomamos cafe de tercera categoría comprado a otros países y cuando tomamos el que producimos tomamos "café de pasilla", es decir, lo que queda del proceso de secado del café, algo así como si nosotros que producimos las más grandes cantidades de cocaína del mundo consumiéramos "basuco".

Son las "excelencias" de unos oligarcas empotrados en la Federación que -como en todas las cosas que suceden en el país- no tienen en cuenta lo "interno", quizá porque para lo único que tienen en cuenta el "factor interno" es cuando califican de "enemigo interno" al pueblo al que le aplican la Doctrina de Seguridad Nacional. Y así es todo con todo.

A propósito, en estos días hemos leído en la prensa burguesa que -todavía le dan vitrina al Uribhitler- que, como buen oportunista que  es, invita a Pastrana a "tomar un tinto". No es nada extraño. El pavor que Pastranita le tiene a Ernesto Samper lo "llevó" a ofrecerle en "bandeja de plata la cabeza" del estado a Uribhitler. Con la aprobación gringa, claro está, ya que ellos también tienen sus  razones para "odiar" a Samper. Lo que significa que Pastrana y Uribhitler no están tan lejos uno del otro, así uno sea "godo" y el otro "uribista". Es como decir que los partidos oligárquicos tienen posiciones opuestas, así se llamen liberal y conservador, porque la realidad nos muestra que las "fronteras ideológicas" ya no existen por la falta de valores morales y principios éticos, además que los une la más profunda corrupción.

Imaginamos a Uribhitler y Pastrana "tomándose un tinto" urdiendo la manera de impedir que Santos -el otro, no Fachito- aproveche la "creación diabólica" del primero. La re-elección. Esa tomada de un tinto es lo que llaman los sabihondos analistas de los medios en poder de la oligarquía "alta política" que no es más que el más puro y rampante clientelismo y corrupción.

En una democracia -Colombia lo que practica es un Terrorismo de Estado-, los "servidores públicos" tienen siempre que contar con el pueblo, el que los eligió y los que no, a fin de poder desarrolar sus "políticas de estado". Pero como en Colombia la única política estatal es la de guerra, pues por eso vemos lo que vemos. Dos "personalidades" decidiendo por las "mayorías" y esas mayorías relegadas al silencio. Silencio impuesto por las armas de las fuerzas militares-neo-narcoparamilitares y por la cantidad de leyes que se inventan.

Por ello es que el pueblo consciente ha organizado sus formas de resistencia. Ante el ataque al derecho a la vida, el pueblo fundó las FARC para responder del ismo modo la violencia estatal. Para luchar por sus reivindicaciones el pueblo ha constituído sus organizaciones, sindicatos, juntas de acción comunal, juntas barriales, etc. Y como las "personalidades oligárquicas" quieren tener al pueblo bajo la bota, éste se organiza y lucha. Ya hemos visto paro de cañeros, paro de cafeteros, marchas de la Minga indígena, manifestaciones de maestros, etc, etc.

Ante el desgreño administrativo de la oligarquía -cada día sus propios medios publican "porquerías", es decir, robo de dineros estatales, narcotráfico, chanchullos, serruchadas, etc, etc, las FARC muestra su verdadera verdadera esencia. Por ello "manda al carajo" la pretensión oligárquica de considerarlos "derrotados" y les demuestra militar y políticamente que ellas y todos el pueblo están desarrollando su lucha de masas. Lucha de masas, unidad de masas, nada de aventuras.

Ala, y "cuando almorzamos"?

Responsabilizan a mina Cerro Matoso por enfermedades que padecen indígenas

por EcoPortal
Un informe del periodista Juan Gossaín y las declaraciones de Israel Aguilar, cacique mayor de la comunidad del alto San Jorge, en el departamento de Córdoba, revelaron esta semana la gravedad de las afecciones que padecen los habitantes de las comunidades indígenas que rodean la mina Matoso"’>Cerro Matoso.

En entrevista con Radio W, de la que formó parte en simultáneo Ricardo Escobar, presidente de Matoso"’>Cerro Matoso, Aguilar Solano denunció que desde que llegó la minera a la región se inició “el deterioro humano, de la madre tierra y de las fuentes hídricas”.
Explicó así, tal como lo señala el informe de Gossaín, que la presencia de la mina Matoso"’>Cerro Matoso ha causado males como dermatitis, asma, infartos del corazón e incluso cáncer y abortos involuntarios.

Vale recordar que Cerro Matoso es la cuarta mina de níquel a cielo abierto más grande del mundo y la primera de América. En Colombia además de explotar el citado mineral también extrae hierro.
Por su parte, el titular de la mina calificó de “emotivo” el reportaje elaborado por el periodista y negó rotundamente que hayan sido las actividades de la empresa las que provocaron las enfermedades que cita el líder indígena de la etnia Zenú.

“La contaminación de hierro no la produce Cerro Matoso, los suelos de esa región son ricos en hierro, toda esa región del alto San Jorge, por eso son rojos. Esos suelos por efecto de la erosión van a los ríos y contaminan a los ríos”, afirmó.

Añade luego que “los deshechos en cuanto a hierro (de Cerro Matoso) son como si fuera agua potable” y que las comunidades no pudieron verse afectadas porque viven aguas arriba de la zona donde opera la mina.
Estas últimas afirmaciones fueron negadas por el líder indígena quien citó cifras de algunos estudios que demostrarían que las aguas del río San Jorge que baña la región que habitan más de una decena de comunidades poseen altos índices de contaminación por minerales.

Añadió de otro lado que “la emisión de lo que está saliendo por las chimeneas de la mina hacia el espacio también está produciendo contaminación al aire, eso también afecta a la población”.

Juan Gossaín describe así el hecho: “Un polvo rojo cae sobre la comida y la gente. También cubre el plumaje de las gallinas y las espigas del arroz. Los árboles del entorno están en carne viva porque no les volvió a nacer la corteza. Los canarios tampoco regresaron”.

El líder indígena cuestionó finalmente que no se haya consultado a las comunidades sobre la prórroga que el Gobierno Nacional ha firmado con la empresa de capitales ingleses y australianos BHP Billiton para una prórroga del contrato hasta el año 2040, a pesar de que el actual solo se vencía en el 2029.]

‘Los agujeros negros’

Por: Tatiana Acevedo, El Espectador.

Había una vez una cabra que tenía siete hijos. Un día, mientras la cabra no está, el lobo feroz engaña a los cabritos y engulle a seis de ellos.

Horas después la madre y el hijo sobreviviente abren el estómago del lobo, reemplazando los cabritos por piedras. El lobo muere y los cabritos bailan cantando: “¡El lobo maldito ha muerto!”.

Esta, la del lobo y los siete cabritos, es la historia favorita de Juan, el niño de ocho años que protagoniza Los agujeros negros, un cuento escrito por Yolanda Reyes. El cuento está inspirado en la posible vida de Iván, el hijo de Mario Calderón y Elsa Alvarado, investigadores del Cinep asesinados en mayo de 1997. Por el crimen, al cual sobrevivieron el niño y su abuela, hay sólo un condenado como autor material. Otros posibles autores fueron asesinados. H.H. afirma que Carlos Castaño ordenó el crimen, con participación de miembros de la Fuerza Pública.

En días en que se nos explica nuestro pasado reciente en términos de maldad y bondad. En que damos a ciertos actores cualidades sobrenaturales o animales (caínes, monstruos, patrones del mal, arañas del demonio), este cuento para niños sobresale por su honestidad. No cae en la tentación de buscar al lobo feroz, de deshumanizarlo, enunciando soluciones fáciles de mala película de acción. Así esto nos deje, al llegar a las páginas finales, con una suerte de desasosiego.

“—¿Quiénes eran los malos, abuela? —No sé —dijo—. No es nada fácil. No es como en los cuentos. No creo que puedas entenderlo por ahora. —Tal vez sí. Ya no soy un bebé. —Yo soy muy vieja y todavía no lo entiendo”.

Los dimes y diretes oligárquicos

Domínico Nadal, Cambio Total.

La calidad moral de la clase política oligárquica ha quedado al aire por estos días. Hemos visto a un Uribhitler « trinando » nostálgico por el poder con su acostumbrada bajeza moral. Cualquier cosa es posible esperar de Uribhitler con su eterno lenguaje « traqueto ». Está empecinado contra Enrique Santos y Vargas-Lleras, quizá porque sabe que esos son « oligarcas de pura cepa ». Ahora se le suma Andresito Pastrana, quien tuvo su « cuarto de hora » en el Caguán y no la aprovechó por su arrodillamiento al imperio del norte, y claro es que para enfrentarse a USAmérica hay que tener, además de algo que cargan los seres humanos en sus « bajos vientres », entereza de carácter y una posición ideológica que clarifique el papel que se juega y un patriotismo a toda prueba. Eso del lado de la llamada « oposición » que a pesar de auto-calificarse así, siguen « mamando la teta estatal » con ministros, contratos y demás formas de esquilmar el presupuesto nacional, que es de todos los colombianos.

Del lado gubernamental hemos visto a algunos tratando de callarles la « jeta » a los anteriores con igual o peor bajeza. MinCarrillito, a quien señalan de « camarero de Pablo Escobar », les responde con igual rasero. Y les canta unas verdades que les hacen sangrar la herida no cicatrizada de sus irresponsabilidades con el país. También el « Silvadorcito » opina, pero nada nos dice de los 800 mil euros que se embolsilló como « comisión » por la compra de una fragata a Alemania.

En resumen, de lo que se trata es de la permanencia o nostalgia del poder, que todos quieren para sí : politiqueros tradicionales, narco-para-políticos, neo-narco-para-políticos, etc, etc. Unos acusan a otros y otros a unos de lo mismo. Todos quieren seguir « mamando la teta estatal » que es en últimas lo que mueve a esta « clase política » súper corrompida. Los « nostálgicos del poder » quieren tener todo el ponqué y los que ahora se lo comen no quieren que se los quiten, defendiéndolo como ave de rapiña. En el fondo de lo que se trata es de la re-elección, la figura creada por Uribhitler para hacerse reelegir- con co-hecho en un baño con Yidis-, que de ahí en adelante todos los presidentes apuestan y apostarán por hacerse re-elegir. Yo les propongo para que no sigan en su espectáculo que da grima que mejor reformen la Constitución y  el período presidencial sea de 8 años, total la Constitución del 91 es una « colcha de retazos ».

Si a eso le sumamos la « feria de vanidades » del sector oligárquico, pues pare de contar. Pastrana no quiere ser recordado como el « arrodillado » que pateó la mesa en el Caguán por orden del imperio del norte. Uribhitler quiere seguir gritando y trinando para evitar que la CPI lo juzgue. Samper no quiere que nadie reviva el Proceso 8.000. Cesarín Gaviria tampoco quiere que la historia lo condene por el bombardeo a « Casa Verde » que sepultó los deseos de todos los colombianos alcanzar una verdadera paz en el país.

Y ahí está JM Santos pontificando sobre la Paz, pero hace la guerra de manera despiadada en un intento de debilitar las posiciones de las FARC. A veces, hay que decirlo, hay « bobos con suerte ». Nadie puede asegurar que JM no la tenga. Quizá la historia le tenga reservada la « grandeza » de alcanzar la Paz en Colombia, para lo cual tiene que construir con las FARC y todo el pueblo una nueva institucionalidad. Y eso todavía como que no lo quiere porque lo están presionando de todos lados, del lado de los ex-presidentes porque huelen que « ahora sí » es posible un Acuerdo con las FARC, y ellos en su bajeza piensan son los « elegidos » para tamaña tarea, y del lado de los terratenientes-ganaderos porque quieren seguir expoliando a los campesinos e indígenas, y del lado de los militares guerreristas, y de los empresarios...

Quizá la historia con su sarcasmo le dé la oportunidad a JM Santos, como antes se la dió a los que hoy lloran sus desafectos. Lo que no sabemos es si Santos tendrá lo que sabemos para « echar a andar la rueda de la historia ». Por sus « locomotoras » pareciera que no.

Asesinado Gustavo Pizo, presidente de la Asociación Campesina de Totoró, en el Cauca

ASOCAT es parte de la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina


La Asociación Campesina de Inzá - Tierradentro - ACIT, denuncia el asesinato de nuestro compañero y amigo Gustavo Pizo, dirigente de la Asociación Campesina de Gabriel López de Totoró, en el departamento del Cauca, asesinato ocurrido el día lunes 25 de marzo de 2013 en horas de la madrugada en el corregimiento de Gabriel López; Gustavo se desempeñaba tambien como presidente de la Asociación Campesina de Totoró - Asocat, organización que hace parte de la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina - Anzorc.

Gustavo venía haciendo un trabajo importante en la conformación de territorios campesinos en el marco de la Zona de Reserva Campesina de Totoró, haciendo denuncias permanentes sobre el abuso de terratenientes de la zona y haciendo resistencia frente al tema de discriminación positiva que aplican las comunidades indígenas sobre los campesinos en Totoró y Gabriel López.

Hacemos un llamado a las organizaciones de derechos humanos, a la comunidad, a divulgar este hecho y exigimos a las autoridades públicas que este acto no quede impune y que se de con el paradero de los responsables para hacer justicia, ya que se promueve un estigma hacia líderes e integrantes de movimientos campesinos que solo buscan el bienestar del campo en Colombia.

Por un país con justicia, trabajo e igualdad.

ACIT

Fuente: http://prensarural.org/spip/spip.php?article10506

MANUEL VIVO

“17 veces ya, nos han dicho que murió y no   pueden explicar que esté más vivo que el sol”.
De una canción popular.

Compatriotas:

Este 26 de marzo, al conmemorar el V aniversario de la muerte de nuestro Comandante en Jefe, Manuel Marulanda Vélez ,a la vez que rendimos homenaje a su memoria y en ella a todos los guerrilleros y guerrilleras que han caído en esta larga lucha por la verdadera democracia, la justicia social y la plena soberanía para Colombia, ratificamos nuestro indoblegable compromiso de dar hasta el último aliento de la vida por alcanzar esos nobles ideales por los cuales luchó a lo largo de su existencia el legendario e invicto Comandante de guerrillas. Su entrega y compromiso hasta la muerte por conquistar una sociedad más justa, son  ejemplo para las futuras generaciones. Manuel Marulanda fue uno de esos hombres  que terminan viviendo para siempre porque su titánica lucha sobrepasa los límites de la existencia física, quedando grabada en la memoria de los pueblos.
Su vida dedicada por entero a la brega revolucionaria,  refleja como ninguna otra, la estoica resistencia campesina al despojo de sus tierras mediante la violencia latifundista que envuelve a Colombia desde los propios orígenes de la nación y que todavía hoy continúa enseñoreándose de los campos, para vergüenza de las castas dominantes. Su obra, la creación de un ejército popular guerrillero forjado al calor del enfrentamiento a decenas de operaciones militares de exterminio que no han logrado mellar nunca la decisión del campesinado  de  luchar hasta ver cumplidas sus aspiraciones. Deuda histórica que habrá que saldar si de verdad se quiere alcanzar la paz para nuestro país por la vía de un entendimiento  y es por esto que dentro de ese espíritu declarado por el Presidente Santos, no se entiende el calificativo de “Republiquetas independientes” dado por el Ministro de agricultura a las Zonas de Reserva Campesina, creadas por una ley de la república. Con ese mismo argumento, en 1964 el entonces Senador Álvaro Gómez Hurtado, copartidario del ministro, comenzó la campaña para ambientar la agresión militar del régimen contra la región agraria de Marquetalia, que dio origen a las FARC; abriéndose un capítulo de violencia y terrorismo estatal, con la consecuente respuesta organizada de los labriegos, que hoy, 49 años después continúa y que estamos precisamente tratando de cerrar por la vía del diálogo civilizado en La Habana, sobre la base de dar solución a los problemas que lo originaron, entre ellos el de tierra para los campesinos y su reivindicación socioeconómica y política al lado de las comunidades indígenas y negritudes, como lo recomienda la Organización de las Naciones Unidas, de las que Colombia hace parte; pero cuyo complimiento choca de frente con los planes gubernamentales que apuestan a los grandes  proyectos agroindustriales y minero-energéticos, que requieren para su materialización un campo sin campesinos.
Tal vez por eso la molestia del ministro con las zonas de reserva campesina, y sin embargo, antes de enojarse, debería repasar un poco la historia de Colombia;  quizás logre comprender que esa arrogancia; ese desprecio de los sectores dominantes hacia las masas que laboran y producen con su trabajo la riqueza nacional; esa otra forma de violencia que es la exclusión y la marginalidad, hacen parte de la causas que han generado y alientan la tenaz resistencia popular, de la cual hace parte la lucha guerrillera,  la que no desaparecerá mientras persistan las causas que la han originado, entre ellas la violencia ejercida desde el poder, porque para acabarla no bastan las iras de unos cuantos burócratas, ni los inflados partes militares, ni las fantasiosas cifras de prisioneros, desmovilizados y desertores que cada cierto tiempo pasan los flamantes generales y  ministros de turno. Baste recordar, cómo quienes hoy son nuestro interlocutores en La Habana, hace tan solo 5 años, incluido el propio Juan Manuel Santos, entonces Ministro de Defensa, en medio de la euforia que les produjo el asesinato aleve de Comandante Raúl Reyes en territorio ecuatoriano, la mano cercenada al cadáver del Comandante Iván Ríos y el fallecimiento del Camarada Manuel, se apresuraron a decretar nuestra pronta desaparición. “El fin del fin”, fue la frase acuñada por un general cuyo nombre muy pocos recuerdan. 
“No nos pueden explicar por qué en la selva  y los ríos Manuel va peleando vivo, si tantas veces murió, Manuel permanece vivo”.
 Si algo de sensatez hubiese en los gobernantes colombianos, no deberían desoír los justos reclamos del campesinado y de otros muchos sectores de la sociedad; suficiente sería, como botón de muestra, lo que está aconteciendo en el momento actual con la economía nacional y la agitada situación social que se vive, para de una vez cambiar el rumbo y tomar distancia de los dictados imperiales que nos obligan a andar con los ojos vendados por un sendero que sin ninguna duda nos llevará a la ruina como lo testifica la parálisis de la industria manufacturera y la crisis del sector agropecuario que nos obliga a importar más de 10 millones de toneladas de alimentos, incluyendo arroz y café.
Estos hechos, decimos, bastarían para cambiar de rumbo; pero fiel a sus antipatrióticos intereses, la clase dominante se empeña en continuar adelante con un modelo que rellena de dólares sus bolsillos, a la vez que  amarra la nación a la insaciable voracidad de los grandes consorcios minero-energéticos y de los agro-negocios para la explotación intensiva y extensiva de los recursos naturales a la vez que pisotean los más elementales derechos de las comunidades que habitan esos territorios, se arrasa el medio ambiente, se atenta contra la biodiversidad y se altera gravemente el equilibrio de los ecosistemas, afectando de tal manera las condiciones socio-ambientales de las regiones que no es una exageración decir que de continuar adelante con dicho modelo, en pocos años tendremos por suelo  patrio extensos desiertos y  un sinnúmero de agujeros donde antes dormían su sueño milenario invaluables riquezas que debieron servir para enrumbar a Colombia por el camino del desarrollo, pero en cambio fueron feriadas al mejor postor por parte de la una minoría indolente con el destino de la nación, lo que con sobradas razones alienta cada día que  nuevos sectores salgan exigir el cambio del modelo económico.
“Si tantas veces murió por qué cada que aparece, lleva a su lado más gente, Manuel guerrillero vivo”. 
Necesidad aún más palpable si tenemos en cuenta la crisis estructural del sistema vigente puesta en evidencia en las grandes economías del denominado primer mundo, y que en el caso colombiano se expresa en el desmantelamiento de la incipiente industria nacional y la muerte anunciada del sector agropecuario, consecuencia directa de los acuerdos de libre comercio firmados con diversos países, mientras se privilegia la economía extractiva de bienes primarios proyectando un falso crecimiento económico, insostenible en el largo plazo por tratarse de recursos no renovables  y sujeto al capricho del valor de dichos bienes en los mercados internacionales, y que para el  momento ya tiene al sector exportador en aprietos ante la revaluación del peso y el consiguiente aumento del desempleo, mal disimulado tras fantasiosas cifras del gobierno que en realidad lo que muestran es cómo crece cada día el número de colombianos que deben rebuscarse la vida en la llamada economía informal. Para no mencionar la corrupción desatada en torno a la privatización de la salud y la contratación pública manejada a su antojo por los beneficiarios del modelo.
Es esta realidad, la que hace que cada día sean más y más los conflictos sociales que estallan y que reflejan el estado de cosas en que se debate la sociedad colombiana: Paran y protestan los cafeteros, los transportadores, los trabajadores universitarios, los corteros de caña, los arroceros, los cacaoteros, los trabajadores del cerrejón, los estudiantes universitarios, los jueces, el magisterio, los usuarios de servicios públicos y se movilizan comunidades enteras contra la locomotora minera que amenaza los territorios en los que sobrellevan su existencia abandonados a su suerte por un Estado policial que solo se acuerda de ellos para reprimirlos a físico garrote; inveterada costumbre de los sucesivos gobiernos,  que hacen oídos sordos de los justos reclamos de la población, mientras se empecinan en mantener y profundizar el modelo económico, verdadera causa de las penalidades de los colombianos del común; lo que al final no hace más que aumentar el fermento social que alienta las protestas de distintos sectores a las que se responde con leyes como la de seguridad ciudadana o ley de “manos libres” para que la fuerza pública pueda reprimir  y los jueces penalizar las protesta social, tras las cuales siempre terminan por descubrir el fantasma de las FARC. 
“Todos los días lo matan y no pueden  explicar, que al otro día aparezca con más ganas de pelear
Con más ganas de ganar”.
Dentro de este marco, no es para nada realista pretender que las conversaciones  entre gobierno e insurgencia, para poner fin al conflicto y sentar las bases de una paz estable y duradera, no toquen para nada el modelo económico, el carácter del régimen y las principales políticas del gobierno; pero además trasluce la pequeñez y la recortada idea que tiene la clase dominante, como una fijación, de lo que es la paz de la nación: Rendición incondicional de las guerrillas, entrega de las armas, sometimiento a sus políticas, todo a cambio de dos o tres  puestos en el Congreso, el paseo por unos meses de un comandante en el cargo de ministro de trabajo o de salud, unas cuantas promesas y hasta unos años de cárcel para los principales líderes de la insurgencia nos anuncian y listo.
¿Ingenuidad o cinismo? Tal vez las dos cosas. Ingenuidad porque terminaron creyendo sus propias mentiras y soñaron con llevar a la Mesa, una guerrilla derrotada, desconectada de la realidad, carente de propuestas e iniciativa política. Cinismo porque pretenden descargar sobre los hombros de la insurgencia la responsabilidad del conflicto, presentando al Estado terrorista como víctima y la resistencia popular como victimario.
Por nuestra parte, fieles a lo que ha sido y será  siempre nuestro destino histórico, proclamado por los legendarios marquetalianos en el programa agrario de los guerrilleros, reiteramos nuestra decisión de luchar hasta alcanzar el poder para el pueblo colombiano; independientemente de la vía por la cual nos toque adelantar esa lucha. Si en la Mesa de La Habana logramos acuerdos ciertos que abran la posibilidad real de entrar a disputar el poder político a la oligarquía  por medios no violentos, con plenas garantías para el ejercicio de la oposición revolucionaria al régimen, estamos dispuestos a dar ese paso, con la misma firmeza y decisión con que hemos enfrentado la guerra que nos fue impuesta; comenzando por un cese al fuego bilateral y definitivo que genere un mejor ambiente para el desarrollo de los acuerdos,  teniendo claro que no se trata de negociar gabelas y prebendas para los insurgentes, se trata de abrir espacios para la participación política democrática al conjunto de la sociedad, algo que va más allá de las solas garantías para la actividad electoral, dentro de un nuevo sistema que erradique los vicios y limitaciones del vigente y que implica abordar temas fundamentales que atañen a todos los colombianos como la militarización de la vida nacional, la doctrina de seguridad del Estado, la plena vigencia de los derechos humanos, la penalización de la protesta social, acceso a los medios de comunicación, esclarecimiento de los responsables de la creación, financiación y protección de los grupos paramilitares y desmantelamiento de dichos grupos, excarcelación de los prisioneros de guerra y políticos, incluida la repatriación de los combatientes extraditados y reconocimiento pleno de los derechos de las víctimas del conflicto, entre otros temas. Acuerdos que por su transcendencia,  profundidad e importancia para el futuro de Colombia, deben ser refrendados por una Asamblea Nacional Constituyente, de carácter popular que les imprima el sello de su aprobación como voluntad última del  pueblo soberano.
Lograr superar un conflicto que lleva medio siglo, es un propósito de alcance y dimensiones históricas, lograrlo implica despojarse de mezquindades, asumir responsabilidades, poner en el centro y en lo alto el más grande y más caro de todos los intereses nacionales, la paz con justicia social para nuestro pueblo. Con esa convicción llegamos a La Habana y con la misma ha venido trabajando de manera juiciosa nuestra delegación allí destacada. Valoramos altamente el trabajo realizado por las partes y consideramos de gran importancia los borradores construidos de manera conjunta sobre temas del primer punto de la agenda, clara demostración de que es posible alcanzar acuerdos entre las partes enfrentadas; por lo mismo, consideramos que un propósito nacional de tal significación y trascendencia para toda la nación no puede estar sujeto a los vaivenes de la política electoral, a veleidades personales, a presiones de grupos minoritarios por poderosos que sean, a limitaciones de tiempo y plazos perentorios que no consultan la realidad. Por esos caminos andan los enemigos del proceso, mantenerlo a salvo es tarea de todos los colombianos sin distingos y la forma de lograrlo es defender la existencia de la Mesa y lo alcanzado hasta ahora, con la  masiva  vinculación de los distintos sectores que anhelan la paz y el progreso de la patria, de todos aquellos interesados en participar de la discusión de los temas, abriendo espacios para esa participación e impulsando todo tipo de iniciativas que busquen rodear el proceso y continuar avanzando sin vacilaciones en la construcción de acuerdos, a pesar de las voces que se empeñan en impedir su avance, algunas veces de manera incomprensible desde el interior del propio gobierno. Ese es el camino más sensato. Lo otro sería matar las esperanzas de millones de compatriotas y con ellas la posibilidad de un futuro cierto para las próximas generaciones de colombianos. 
“Manuel permanece vivo llevando hacia la ciudad toda su selva y sus ríos”. 
En vida de los camaradas Manuel y Jacobo, comentaban cómo semanas antes de iniciarse la agresión a Marquetalia, se dirigieron por medio de cartas públicas a los diversos sectores de la opinión nacional e internacional, para tratar de impedir la ofensiva militar del régimen previendo la tragedia que podría desatarse y sin embargo, a pesar del pronunciamiento de múltiples sectores y personalidades, entre los que destaca el del Padre Camilo Torres, no se escucharon esos llamados y por el contrario, obedeciendo dictados de intereses extranjeros y atendiendo la histeria de un pequeño grupo de oligarcas se precipitó la operación militar con los resultados conocidos.  Años después en una de las tantas reuniones de las que se adelantaron en el Caguán, con la participación del Camarada Manuel, relataba cómo las demandas de los campesinos de Marquetalia, hubiesen podido ser resueltas por el Estado a un bajo costo en recursos de la época y un poco de tolerancia para con las ideas políticas revolucionarias de los campesinos allí asentados. Capítulos de nuestra historia que bien vale la pena tener en cuenta.
Este 26 de marzo, día del V aniversario del fallecimiento del Comandante en Jefe, camarada  Manuel;  nosotros, herederos del legado de los hombres y mujeres de Marquetalia, de su coraje, decisión y firmeza que bajo el mando de Manuel y Jacobo sentaron las bases del ejército del pueblo que son hoy las FARC, podemos declarar con orgullo y plena confianza en el futuro, ante nuestros compatriotas y el mundo entero, que seguiremos manteniendo en alto la bandera de la lucha por paz con justicia social para nuestro pueblo  hasta que sea una realidad. 
“Manuel que no morirá aunque lo maten un día, pues nadie puede matar la luz, el aíre o la vida” 
¡Viva la memoria del Comandante Manuel Marulanda Vélez!
¡Hemos jurado vencer y venceremos!
Montañas de Colombia, marzo 26 de 2013.
Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP.

"Colombia desmanteló su industria y su agricultura desde 1991, pero su ejército es el que más ha crecido"

De paso por Bogotá, ciudad a la que regresó en diciembre pasado luego de sufrir amenazas de muerte que lo obligaron a permanecer en Argentina durante 4 meses, entrevistamos al historiador y escritor colombiano Renán Vega Cantor


Colombia es un país supermilitarizado


Mario Hernandez (MH): Estaba leyendo en un diario local que Colombia y Perú lideran el auge de la clase media en América Latina.


Renán Vega Cantor (RVC): Quién sabe cuáles serán las variables que utilizan quienes llegan a esta conclusión, porque si alguna clase está en crisis en Colombia es precisamente la clase media. Es la que más soporta los golpes de la crisis general que atraviesa la economía colombiana que no se ha librado de la crisis general del capitalismo.


Esta clase media tiene cada vez menos oportunidades laborales, el desempleo profesional en Colombia es bastante elevado, los costos de la vivienda se han incrementado al punto que en las grandes ciudades se ha creado una burbuja hipotecaria que no tiene nada que envidiarle a las de EE. UU. y Europa, con las cuales se inició la crisis que estamos viviendo actualmente. Gran parte de esta población quiere irse del país a trabajar en mejores condiciones en otros lugares. No sé cuando hablan de la clase media exactamente a qué se están refiriendo.


Colombia es una de las sociedades más desiguales del mundo


MH: Otro de los datos que recababa en la prensa colombiana es el descenso de la pobreza extrema. Al comienzo del gobierno de Santos se ubicaba en el 12.3% y en la actualidad se ha reducido al 10,6% y 40.000 familias han salido de la pobreza extrema.


RVC: La estadística, se suele decir, que es una forma científica de decir mentiras y en Colombia se aplica tal cual, no es una metáfora sino una realidad. Sencillamente la pobreza extrema ha bajado porque han cambiado la forma de medirla, de tal manera que los indicadores de pobreza afectan a menos población. El DANE (Departamento Nacional de Estadística), que es el instituto encargado de llevar las cifras de la economía y la sociedad colombiana, estableció una nueva forma de medir la pobreza en la cual ya no son pobres muchos que antes eran considerados como tales. Me refiero al límite mínimo de ingreso que se debe tener para considerar a la gente pobre, por ejemplo, o incluir a mayor cantidad de gente de la familia en el ingreso, etc. Mediante esas medidas se ha bajado la pobreza que en realidad sigue siendo uno de los problemas más graves. En aras de la discusión podríamos aceptar que haya bajado la pobreza, pero la pregunta sería si se ha reducido la desigualdad.


Colombia es una de las sociedades más desiguales del mundo. ¿Cuánta es la diferencia que hay entre los pobres y los más ricos de este país? Esa diferencia en lugar de disminuir ha aumentado.


MH: Ahí sí la prensa colombiana te da la razón ya que en desigualdad Colombia es solo superada por Sudáfrica entre 23 países emergentes. También te quería consultar por la alta tasa de desempleo y sobre todo por la informalidad laboral que afecta al 51% de la fuerza laboral.


RVC: Eso es cierto. Habría que señalar un contexto histórico relativamente reciente de los últimos 20 años, después de la apertura económica que se adoptó en 1991. Allí se destruyó la poca base industrial que existía y también la agricultura. Desaparecen los cultivos de exportación, que hicieron famosa la economía colombiana entre 1950/80, y el resultado inmediato es la generalización del desempleo. Entonces, la gente se ve obligada a recurrir a lo que aquí se llama la “economía del rebusque”, que es simplemente la informalidad. La gente, de cualquier manera, monta en la calle un puesto para vender lo que sea, y eso se ha generalizado. En algunos departamentos del país se dice que el 80/90% de la población está en la informalidad, no tienen garantía laboral ni ingreso fijo, no cuentan con ninguna protección ni seguridad social y la mayor parte de la población colombiana está sometida a este tipo de régimen laboral.


No solo se trata de la informalidad tradicional, sino que ésta se ha ido apoderando de la economía formal que se ha informalizado de tal manera que los trabajadores han perdido sus derechos, se ha extendido la jornada de trabajo, ni siquiera se percibe el salario mínimo que sólo cubre a una porción muy pequeña de la población.


El gobierno de Santos continuamente suele decir que ha reducido el desempleo a cifras inferiores a dos dígitos, menos del 10%, pero son resultados coyunturales, rápidamente se regresa a las cifras de desempleo reconocidas oficialmente del 10,5/11% que tampoco tienen nada que ver con la realidad por la forma de medirlo que ha sido modificada para no incluir el desempleo disfrazándolo de subempleo. ¿Cómo lo hacen? Si un colombiano en los últimos seis meses trabajó durante una hora de un solo día se considera que durante aquel período no estuvo desempleado, por lo tanto, no entra a formar parte de las cifras del desempleo. Con todas estas argucias estadísticas el desempleo en Colombia parece ser muy bajo, pero a pesar de eso en el conjunto de América Latina la CEPAL dice que el país con mayor cantidad de desempleados es Colombia.


MH: Esto contrasta con las cifras del crecimiento medio anual cercano al 5% del PBI en los últimos 10 años.


RVC: Esas cifras del crecimiento del PBI convencionalmente son muy discutidas porque en realidad no revelan el estado social de una economía sino índices de crecimiento de un año a otro y en Colombia está basado en el sector mineral que ha crecido hasta el punto que las clases dominantes del país lo quieren presentar como una nueva potencia minera en niveles similares a Chile y Perú. Para eso han abierto la economía colombiana a la inversión extranjera porque se llevan todo lo que quieren, cualquier tipo de minerales, sin ningún tipo de contraprestación, con regalías que son las más bajas de la región, sin controles ni protección ambiental. Esto ha significado que Colombia está enclavada en la economía mundial por las materias primas más tradicionales y más negativas que son los minerales. Estamos hablando de petróleo y carbón, por ejemplo. Eso significa el crecimiento principal del país, industrias casi no hay, agricultura tampoco.


El otro sector que crece son los servicios ligados al capital internacional, las inversiones financieras, pero no estamos hablando de una economía con una sólida base en el mediano y largo plazo. El problema del crecimiento ligado al sector minero es que es muy efímero y falso, coyuntural, puede durar poco tiempo mientras las materias primas en el mercado mundial sean costosas, pero cuando cae el precio internacional, inmediatamente este sector se resiente, de tal manera que el modelo colombiano se parece mucho al del resto de la región. Es un modelo primario exportador, basado en la minería, que no tiene prácticamente industria propia. Todo lo que se consume en el país proviene del exterior, casi todo de China, hasta las cosas más elementales y con los Tratados de Libre Comercio (TLCs) que acaba de firmar el país, que son más de 7, acaban de debilitar la estructura económica interna existente.


El libre comercio es para EE. UU.


MH: Justamente iba a preguntarte por el TLC con EE. UU. que lleva una vigencia de 8 meses.


RVC: Hasta ahora se están empezando a delinear las consecuencias nefastas de este tratado, aunque su impacto todavía no ha sido mayor, por una circunstancia y es que estos tratados comerciales con las potencias son de una sola vía. En realidad, lo del libre comercio es para EE. UU.


Además, para que el libre comercio funcione se necesita una infraestructura adecuada: carreteras, puertos, puentes, de tal manera que de EE. UU. lleguen todos los productos de sus multinacionales, sin embargo, el gran problema es que Colombia en términos de infraestructura, desde el punto más convencional de un país capitalista, está muy retrasada. Cuando llueve prácticamente se paraliza el país, las principales vías de comunicación quedan intransitables, prácticamente hay solo dos puertos importantes, Barranquilla y Buenaventura. Este, en el Pacífico, es el más rentable económicamente, por donde entra gran parte del comercio exterior, pero muy obsoleto y atrasado, que se comunica con una carretera que tampoco han podido terminar. Aquí nunca ha habido un sistema importante de ferrocarriles.


De todas maneras, si el impacto nefasto del TLC todavía no se ha visto en toda su dimensión es por estas circunstancias. Ahora le toca al Estado colombiano adecuar la infraestructura para facilitar la llegada de las inversiones y los productos del exterior.


A pesar de esto, su impacto ya se está viendo en cosas cotidianas. Uno entra a un supermercado y encuentra una cantidad de productos que no se veían hace un año traídos de EE. UU. y ni siquiera, porque se trata de multinacionales norteamericanas que producen en otros países como China o países asiáticos y le ponen una contramarca y los venden como si fueran de origen estadounidense. Esos productos inundan los supermercados y van a empezar a llegar una de las cosas más nefastas que se anuncian con el TLC, los productos agrícolas y, sobre todo, pecuarios como, por ejemplo, partes de pollo que en EE. UU. no consumen se van a vender aquí. Eso va a quebrar lo poco que queda de industria avícola en Colombia y las consecuencias van a ser nefastas.


MH: Estaba viendo que se habla de una reforma al sistema de jubilaciones y había cierta preocupación en el mercado accionario porque sostienen que los fondos que manejan estas empresas pasarían a la Nación. ¿Es asimilable a la nacionalización del sistema de pensiones que se llevó adelante en Argentina?


RVC: En Colombia, después de 1991, con la reforma constitucional, se hace una reforma económica general que prácticamente privatiza la mayor cantidad de actividades que existían en el país, la salud y el sistema de pensiones, entre otras. Copiando el modelo chileno, se transfiere al sector privado y se empieza a hacer una campaña publicitaria para que la gente afiliada a las instituciones estatales, que básicamente eran dos: el seguro social y una entidad de tipo nacional llamada Cajanan. Se empieza a presionar para que los afiliados se pasen al seguro privado. Se hace una campaña ideológica que efectivamente logra que un porcentaje importante de la población, que tiene la posibilidad de disfrutar el derecho a la pensión, que es una porción muy pequeña, se trasladara de la entidad pública a la privada.


Al cabo de un tiempo empieza a evidenciarse, más o menos a los 10 años, que estas entidades privadas comienzan a quebrar, entre otras razones, por malos manejos, por corrupción, y el Estado tiene que volver a asumir los costos, incluso las instituciones privadas le dicen a sus afiliados que ya no es rentable su permanencia y que traten de reincorporarse a la entidad estatal. Aquéllas están prácticamente quebradas, sin muchos recursos y esa es la situación actualmente. Entonces, proponen alargar más la edad de jubilación de hombres y mujeres hasta niveles prácticamente inauditos porque pretenden hacerlo a los 65 años cuando el promedio de vida en Colombia es de 67. La gente se estará pensionando, insisto, los pocos que tienen ese privilegio, y morirán al año o dos. Es un sistema inadecuado para las necesidades de la gente cuando han trabajado durante 40 años o más porque significa que se aumenta el número de años cotizados y tienen que trabajar 40/45 años para tener derecho a una pensión.


El otro problema es que los fondos privados de pensión son manejados por el capital financiero, muy rentables, que han producido fabulosas ganancias sobre las cuales el Estado no tiene ningún tipo de control porque ha propiciado este tipo de comportamiento.


Los dueños del país no quieren la paz


MH: Hoy, 18 de febrero, ha comenzado la VI ronda de negociaciones de paz entre el gobierno colombiano y las FARC. ¿Qué resultado han arrojado hasta el momento?


RVC: Habría que considerar resultados a largo plazo y otros coyunturales. Estos últimos han favorecido a las FARC al volver a posicionarse en el escenario político colombiano, al recuperar presencia en los medios de comunicación. Ese es el resultado más importante en el corto plazo.


En el mediano y largo plazo casi no ha habido resultados importantes que se vislumbren porque algunos puntos de la agenda son fundamentales y requieren mucho tiempo para encontrar soluciones reales. Lo que está claro es que en el tema agrario, que es álgido, el gobierno colombiano y las fuerzas dominantes de este país no están dispuestas a ceder prácticamente nada, a que se realice una redistribución territorial, una reforma agraria, a tocar el poder de los grandes terratenientes y ganaderos y hay que decir que eso constituye la sustancia de la guerra. Si ese punto no se soluciona no habrá verdadera paz en Colombia y en ese terreno las posturas son verdaderamente contradictorias. A pesar que a primera vista se hayan dado unos aparentes acercamientos, en el fondo no son reales porque los representantes ligados a las clases dominantes, sobre todo los ganaderos, han dicho que no están dispuestos a repartir ni un centímetro de tierra.


No sólo lo han dicho sino que también han organizado un ejército que se denomina “antirestitución” que está presente en 400 municipios del país y está asesinando a los líderes campesinos e indígenas que comandan las solicitudes de restitución de tierras.


Ni siquiera se trata de una reforma agraria cuando se habla de esto, sino simplemente que se les devuelvan las tierras a los campesinos que alguna vez las tuvieron y fueron desplazados de sus propiedades y años después se les pide legalizarlas y cuando dan la cara los ejércitos antirestitución los asesinan para que nadie más siga reclamando.


En ese terreno, que es el primer punto de la agenda, no ha habido avances significativos. Además hay un problema de fondo que muestra la hipocresía del régimen y es que se adelantan conversaciones de paz en medio de la guerra. Ese es un problema porque le resta confianza y credibilidad a cualquier diálogo.


Las FARC decidieron el pasado 20 de noviembre adelantar un cese unilateral del fuego durante dos meses. La respuesta del Estado colombiano fue decir que no era creíble y que iban a seguir con sus operaciones de guerra como efectivamente lo hicieron. Durante dos meses siguieron bombardeando y mataron a muchos militantes de las FARC y a algunos de sus dirigentes. Cuando terminó el cese al fuego parcial decretado por las FARC y reiniciaron sus operaciones, el Estado colombiano inició una operación de desprestigio diciendo que no estaban cumpliendo las pautas, cuando es el mismo Estado el que se ha negado a que cesen las hostilidades. Dialogar en medio de la guerra es muy conflictivo y más aún en un medio como el colombiano cuando la opinión pública se encuentra tan condicionada por los medios de comunicación que son propiedad de los dueños del país que en realidad no quieren la paz.


El problema de la paz a largo plazo también está condicionada por los intereses de un sector que se ha consolidado que son las Fuerzas Armadas para quienes es más importante que haya guerra que paz.


MH: Mientras caminábamos veníamos comentando el hecho que pertenece a Colombia la cuarta flota de helicópteros de guerra más grande del mundo.


RVC: Es una aberración si tenemos en cuenta el grado de desarrollo del país que es muy atrasado si lo comparamos con las economías de EE. UU., Francia, Japón, China o Italia. No tiene industria ni agricultura propia y, sin embargo, es un país militarizado al extremo. Su ejército es uno de los más grandes del mundo y el que más ha crecido en los últimos 10 años. Se habla de 500.000 efectivos del ejército al que hay que agregar los familiares y todo lo relacionado con la seguridad, personal civil, de hospitales, la logística relacionada con el ejército, lo que nos da una cifra elevada de 2/3 millones de personas. En un país de 47 millones de habitantes estamos hablando de un peso significativo. Además, tiene inversiones, bancos, universidades, colegios, hospitales y a eso hay que agregar la policía que es parte de las Fuerzas Armadas. Tenemos un país supermilitarizado que ha invertido mucho en la modernización de su armamento, incluyendo tecnología aérea porque el Estado colombiano ha apostado, para ganar la guerra, a la modernización de la aviación y los helicópteros para bombardear y destruir los campamentos de la insurgencia y sus bases de apoyo que incluyen a campesinos e indígenas.


Eso viene haciendo el Estado colombiano desde hace varios años, lo que requiere una inversión constante y compra de aparatos a diversos países del mundo, por ejemplo, a Brasil que es uno de los países que más dota de tecnología militar a Colombia. También Rusia y principalmente EE. UU. desde hace 50 años. Esto se ha incrementado con el Plan Colombia. Si uno compara el poder de fuego del ejército colombiano con los ejércitos del continente, los únicos serían el de Brasil y el de Chile en menor medida. En capacidad de fuego, hombres, inversiones económicas es el más poderoso de la región con respecto al resto de los países.


Presidentes de la República están comprometidos en asesinatos contra la población


MH: El próximo 23 de abril Colombia dará cuenta ante la ONU por la vigencia de los Derechos Humanos en el país. Paralelamente cada 5 días muere un defensor de DD. HH. lo que representa un aumento del 49% respecto a 2011. ¿A qué atribuís la causa que se hayan incrementado este tipo de asesinatos en el último año?


RVC: Si Ud. mira los reportes del Estado colombiano y sus organismos dedicados a los DD. HH. encontrará que cada vez que hay un anuncio oficial es positivo. Se dice que Colombia ha sido retirada de la lista negra de países violadores de los Derechos Humanos en el mundo. Así ha sido considerado en el último año por distintas organizaciones internacionales. El gobierno dice que es una muestra que las cosas están mejorando y ya casi no hay asesinatos relacionados con el tema. En realidad las cosas son completamente diferentes.


Lo que pasa es que casi no es noticia a nivel mundial pero se sigue dando de manera cotidiana a todos los niveles. No sólo es el asesinato de abogados y defensores de Derechos Humanos sino de dirigentes sindicales, campesinos, estudiantes, profesores, de mujeres.


En el caso particular de Derechos Humanos se acentúa por varias razones. En los últimos años han sido denunciados varios miembros de las Fuerzas Armadas, particularmente del ejército y la policía, a raíz de lo que en Colombia se llaman los “falsos positivos” que es el asesinato de civiles que son presentados como guerrilleros muertos en combate a cambio de lo cual el Ejército da una recompensa económica. Esto ha generalizado la impunidad de las Fuerzas Armadas y llamó la atención de organismos internacionales que dijeron que era necesario que se investigara y juzgara a algunos de esos militares involucrados y también a quienes resultan comprometidos por declaraciones de paramilitares que están en EE. UU. y Colombia que han empezado a señalar a generales, coroneles y otros miembros del Ejército pero también a gobernadores, alcaldes y presidentes de la República comprometidos con el asesinato de campesinos y otros sectores de la población.


Ante todos estos hechos hay un panorama judicial muy agudo que hace que muchos abogados se conviertan en parte civil de las víctimas de estos crímenes. Para tratar de tapar y eliminar testigos se procede a asesinar defensores de Derechos Humanos e intimidar a este sector para que no siga con esta cantidad de procesos en marcha contra estos criminales pertenecientes al Estado colombiano.


Ecuador reafirma la necesidad de consolidar vías post neoliberales


MH: Acaba de ser reelecto el presidente Correa en Ecuador apoyado por el 57% de los electores. ¿Qué opinión te merece y si impacta en la realidad política y social colombiana?


RVC: Me parece importante porque permite consolidar un proceso aunque lleno de contradicciones. De todas formas, reafirma la necesidad de consolidar vías post neoliberales aunque todavía no sean post capitalistas. Ecuador es un ejemplo importante si tenemos en cuenta la crisis política y social que atravesó ese país a fines del siglo anterior cuando hubo varias insurrecciones populares, cambios de gobierno, pero el neoliberalismo seguía reinando. Ahora hay una propuesta diferente aunque como en la mayor parte de los gobiernos progresistas está presente qué modelo se consolida, si minero-exportador o se dirige hacia otro tipo de economía teniendo en cuenta que algunos de sus principales rubros de exportación son mineros, empezando por el petróleo.


En relación a Colombia recordemos que en el gobierno de Uribe, en 2008, se produjo una ruptura de relaciones a raíz del ataque criminal de guerra por parte del Estado colombiano en territorio ecuatoriano en el que fue asesinado Raúl Reyes, el segundo comandante de las FARC y 26 personas más, incluyendo a 4 mexicanos y un ecuatoriano. A raíz de eso se rompieron relaciones, pero es un hecho más de la conflictiva frontera entre Colombia y Ecuador. Todas las fronteras colombianas son conflictivas porque la guerra en Colombia se libra de manera importante en ellas. En Ecuador hay miles de colombianos refugiados, ha sido afectada por la política de guerra del Estado colombiano y por la política antidroga. Toda la fumigación aérea financiada por EE. UU. y que es parte de su política general, afecta los cultivos de los campesinos ecuatorianos cuando se fumigan los departamentos fronterizos de Colombia. Es una frontera con muchos problemas y se presenta un acercamiento durante el gobierno de Santos con el de Rafael Correa que prácticamente aceptó las explicaciones dadas por el colombiano aunque el problema todavía no se ha resuelto. El triunfo de Correa garantiza una continuidad en esa política.


En Irlanda fueron violadas más de 100.000 personas por sacerdotes

MH: ¿Qué reflexión te mereció la renuncia del Papa Benedicto XVI?


RVC: Me parece que el Vaticano es la monarquía más vieja que hay en el mundo que tiene más de 2000 años y es un régimen profundamente antidemocrático como lo vamos a ver en la elección del próximo Papa. Por las pocas cosas que he leído en estos días y conozco, hay bastantes contradicciones en el seno de la jerarquía vaticana, síntomas de corrupción, prebendas financieras y, además, la pedofilia que carcome a toda la Iglesia católica. En síntesis, problemas de prestigio, de legitimidad que al parecer Ratzinger no fue capaz de solucionar y, además, sus perspectivas eran de extrema derecha o sea un Papa que continuó lo hecho por Juan Pablo II de quien fue su principal aliado. Las principales encíclicas durante su reinado las escribió Ratzinger. Toda la persecución contra la Teología de la Liberación está concentrada en él. Estamos hablando de una Iglesia profundamente retrógrada, que no se adecua a la época, absolutamente proclive a los intereses del capitalismo y las grandes potencias, que ni siquiera tiene en cuenta la queja de los fieles en relación a los abusos de los sacerdotes que en algunos países son masivos como en Irlanda donde se habla de más de 100.000 personas violadas por sacerdotes en los últimos 50 años. Estamos hablando de cifras pavorosas que ponen en cuestión a una institución muy importante para la legitimidad del capitalismo.


Al parecer se va a reafirmar esta línea más conservadora, más tradicional, que incluso está planteando el regreso a ritos obsoletos y abandonados hace mucho tiempo.


Te quiero dar un ejemplo para el caso colombiano para que veas cómo opera esa Iglesia más conservadora en este país. Aquí tiene bastante fuerza el Opus Dei. Hace 8 días se realizó un matrimonio muy famoso que fue el de la hija de Procurador General de la República, un personaje casi de la Edad Media, de ultraderecha, que quemó libros en la ciudad de Bucaramanga no hace muchos años, absolutamente intolerante. Este personaje organizó la fiesta de matrimonio de su hija con un misa en latín como antes del Concilio Vaticano II, retrocediendo 50 años, el sacerdote dándole la espalda a los feligreses, con los ritos más tradicionales que solo reivindica la famosa disidencia del cura Lefevre en Francia. Eso demuestra el poderío de estos reaccionarios y uno de los últimos mensajes que envió el Papa antes de renunciar, lo hizo al Procurador felicitándolo por esa ceremonia de defensa de los valores católicos tradicionales.


Ese sector del Opus Dei está ligado en Colombia a distinto tipo de intereses y fue apoyo fundamental de la presidencia de Alvaro Uribe Vélez.


MH: Vamos a ir concluyendo.


RVC: Me complace mucho volver a hablar contigo y recordar mi paso por Argentina un país al que le debo mucho y ha sido muy solidario e importante para mí y al que deseo regresar así sea de paso prontamente.


Fuente Rebelión
 

Dossier Álvaro Uribe Vélez

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