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Despedida de Cristian Pérez - Sí a la Paz

Colombia: Falsa Democracia

Colombia: Falsa Democracia
Falsa democracia

RECOMENDADO CAMBIO TOTAL

[Colombia] Falsa democracia II: la democracia burguesa

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo. En el artículo de ayer abordamos, someramente, la historia de la democracia burguesa ...

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Paro Agrario: "Gobierno Santos justifica su negligencia acusando a Marcha Patriótica"

Carlos Lozano dijo que si se tienen pruebas de los nexos del partido con las Farc “denuncien ante las autoridades”.

Por: Elespectador.com
Sabemos que Marcha Patriótica no busca sino llevarnos a una situación sin salida para imponernos su propia agenda. No les importa para nada los intereses de los campesinos, ni que se logren acuerdos regionales; solo les importa su agenda política”, expresó el jefe de Estado, Juan Manuel Santos, en su alocución sobre los desmanes que se presentaron en Bogotá durante la jornada de protestas en respaldo al paro agrario. 

Ante las declaraciones, Carlos Lozano, director del Semanario Voz e integrante de Marcha Patriótica, expresó su molestia porque, según él, el Gobierno Nacional está justificando su negligencia para atender los reclamos sociales acusando a su organización de estar detrás de los hechos vandálicos que empañaron la jornada de protesta en Bogotá que pretendía apoyar los reclamos de los campesinos. 

Siempre ha sido así. Salen a decir que detrás de todas las protestas está la guerrilla” y los movimientos de izquierda (…) Como si Piedad Córdoba y yo estuviéramos siempre encapuchados. De lo que se trata es que “no han sido capaces de resolver los problemas de la gente y pretenden tener un chivo expiatorio o un supuesto responsable de la insatisfacción social”.

A través de Blu Radio, Lozano expresó que las acusaciones son totalmente irresponsables y si el Gobierno “tiene las pruebas de esas acciones ilegales hace rato ha debido poner las denuncias a disposición de la Fiscalía y que se cumpla el sueño de que Piedad y yo estemos en la cárcel”.

Negó vehementemente que las Farc, a través de Marcha Patriótica, se hayan infiltrado en las protestas. Eso no es cierto. No tenemos nada que ver con las Farc, sólo estamos comprometidos con el proceso de paz.

El director del Semanario Voz dijo que incluso los integrantes del movimiento, así como el Partido Comunista y el Polo Democrático “fuimos víctimas también de los desórdenes”. “No sé si los (vándalos) eran de la Farc, pudieron ser integrantes de organismo del Estado que también provocan, eso se ha comprobado en el pasado. Lo cierto es que Marcha siempre ha promovido una manifestación pacífica y la solución dialogada”.

Por tanto, aseguró que las acusaciones del presidente Santos se dan porque “aquí no hay derecho de ejercer la oposición, además de la precariedad de democracia. “Dicen que sólo nos importa imponer agenda. Cuál agenda, porque yo no la conozco. Que me la entregue. Estoy aquí con Piedad y ella tampoco la conoce. Que la muestren”.

Por: Elespectador.com

FARC-EP: La paz que pretende el Gobierno

12/08/13

¿Acaso cuando el presidente Santos habla de paz con justicia social, está pensando en reversar las locomotoras infames y depredadoras que tienen a la Colombia rural al borde del estallido? ¿Estará dispuesto, a manera de muestra, a acceder a la conformación de la zona de reserva campesina en el Catatumbo, contrariando la oposición declarada de su ministro de la defensa?
Una es la paz que se anuncia en los carteles de campaña electoral.Y otra la que interesa de verdad a la gente humilde de Colombia.

Cualquiera diría que el 7 de agosto el Presidente de la República se jugó todos los restos por el proceso de paz que adelanta con las FARC en La Habana.

Al menos así se deduciría de su discurso con ocasión del 194 aniversario de la Batalla de Boyacá, en el cual asumió la defensa de la búsqueda de la paz por la vía de las conversaciones.

La prensa destacó su casi virtual confesión de que dar de baja a la totalidad de los mandos de las FARC llevaría por lo menos a treinta años más de confrontación.

De donde derivó que lo más conveniente es insistir en la vía de la solución política al conflicto. Lo confirman sus duras críticas a quienes se oponen sin razón a los diálogos de La Habana.

Dentro de ellas señaló que no podía ponerse por encima de la justicia social el asunto de la seguridad, identificándose públicamente con la posición popular de paz con justicia social.

De modo que tenemos un Presidente de la República que al tiempo de sugerir su intención de lanzarse a la reelección levanta las banderas de la paz y la solución política contra viento y marea.

Firmar por fin la paz. Qué más quisieran las guerrillas, la izquierda, la oposición democrática y popular, el movimiento social y seguramente la inmensa mayoría de los colombianos.

La idea de trabajar incansablemente por  hacer posible y próxima la concreción de un anhelo nacional de semejante dimensión tiene las características de una poderosa fuerza de gravedad.

No cabe duda del enorme impulso centrífugo que aspira a materializar el Presidente con su planteamiento. Mal podría expresarse su oposición a él, ni por demagógico que fuera.

Todos soñamos con la paz, las FARC llevamos 49 años clamando por una solución política. De hecho en las últimas tres décadas hemos sido protagonistas de varios ensayos por alcanzarla.

Con esa convicción estamos ahora dialogando en La Habana. Y francamente creemos que el gobierno nacional demoró mucho en salir a defender el proceso de manera abierta y valiente.

Enhorabuena que el propio Santos salga a hacerlo ahora. Escuchar tal decisión en los labios de un genuino representante de la más rancia oligarquía militarista colombiana resulta alentador.

Compete ahora al pueblo colombiano determinar cuánto del discurso presidencial corresponde a la verdad y cuánto hace parte de un esfuerzo por captar la voluntad popular para su reelección.

Porque lo que muestra la experiencia del país, remontándonos incluso a los comuneros del Socorro, es que los gobernantes prometen e incumplen cuanto se acomode a su conveniencia.

¿Acaso cuando el Presidente Santos habla de paz con justicia social, está pensando en reversar las locomotoras infames y depredadoras que tienen a la Colombia rural al borde del estallido?

¿Estará dispuesto, a manera de muestra, a acceder a la conformación de la zona de reserva campesina en el Catatumbo, contrariando la oposición declarada de su ministro de la defensa?

La vocación sincera de poner la paz con justicia social por encima de cualquier rebuscada consideración sobre la seguridad, implicaría el acuerdo inmediato de un cese el fuego bilateral.

¿Por fin va Santos a concertarlo? Se lo agradecerían en el alma las comunidades del nordeste antioqueño, Arauca, Meta y tantas otras regiones bombardeadas indiscriminadamente por la FAC.

Como aplaudiría la nación inconforme la abolición del sanguinario ESMAD y la prohibición del trato militar a la protesta, que dejan impunemente más muertos y heridos del pueblo cada vez.

¿Será que ahora sí aceptará el gobierno nacional la discusión en la Mesa en torno al latifundio y la concentración de la propiedad rural en pocas manos? Son temas elementales de justicia social.

Las políticas neoliberales de flexibilidad laboral, privatizaciones y apertura económica, que son lo que el gobierno llama modelo económico, y que multiplican la injusticia, ¿serán modificadas?

La doctrina de seguridad nacional y la militarización escandalosa del país, responsables del paramilitarismo, la guerra sucia y el terror antidemocrático ¿serán desmontadas en aras de la paz?

Hasta el momento, lo que se ha visto del presente gobierno es la profundización del modelo injusto y el incremento de la represión. Cosas que el Presidente se niega a discutir.

Y a las que llama prosperidad, seguramente porque hacen más ricos a los más ricos. La guerra fratricida continúa al tiempo que se anuncia su refuerzo con más pie de fuerza, aviones y drones.

De donde parece que para el Presidente la paz es igual a la victoria, a la simple rendición y entrega de las FARC en la Mesa de La Habana. Nosotros y el pueblo colombiano pensamos distinto.

Justicia social es poner fin a la inequidad y la explotación, es atender los clamores de quienes sufren por causa del sistema, es crear una democracia verdadera.

Eso es paz, desterrar para siempre el empleo de la violencia y el miedo contra la oposición política. Que se pueda disentir sin sufrir la amenaza, la desaparición, la cárcel o la muerte.

Propósitos que aunque quisiéramos se realizaran hoy, no podemos desechar porque no se hayan alcanzado en determinada fecha. En nuestro parecer no importa el tiempo que lleve lograrlos.

La paz es un asunto muy serio, en el que hay que trabajar con los sentidos bien despiertos. Ni nosotros ni el pueblo podemos olvidar el riesgo de que nos metan un buen gato por liebre.

Una es la paz que se anuncia en carteles de campaña electoral. Y otra la que interesa de verdad a la gente humilde de Colombia. Está bien claro cuál es la del gobierno. Y cuál es la de las FARC-EP.

Santos hace graves señalamientos contra Marcha Patriótica

 
Viernes 30 de agosto de 2013.
 
En un discurso pronunciado esta mañana, Juan Manuel Santos ordenó militarizar Bogotá y levantarse de la mesa de diálogo con los campesinos. Además señaló a Marcha Patriótica de estar detrás del vandalismo que ha ocurrido en varias partes del país. La alocución se da luego de que el día anterior dijera que la protesta era legítima y que iba a atender los reclamos de los campesinos.

Además, esto bajo el contexto de las gigantescas marchas en las que participaron cientos de miles de personas en Bogotá que terminaron en una represión desmedida por parte del ESMAD que dejó a varios manifestantes heridos, algunos de gravedad. Además, en hechos que no tenían relación con la protesta, se dieron actos de violencia generalizada en varios puntos de la ciudad que dejó como saldo, dos individuos asesinados a bala.

Santos trata de engañar al país culpando a Marcha Patriótica de obligar a participar a campesinos en las protestas, de imponer una agenda política en el paro y e instigar a la violencia. Pero los hechos evidencian otra cosa. Son decenas de videos en los que se aprecian brutales agresiones por parte del ESMAD a la población civil, incluso a quienes no participan de las protestas. Además quien se levantó de la mesa fue Santos, no el campesinado.

La policía ha asesinado a varios manifestantes, uno de ellos en Fusagasugá, hay denuncias de que agentes infiltrados provocaron la violencia en Sibaté, ayer el ESMAD atacó, sin provocación previa, el campamento humanitario en Barbosa, Antioquia, dejando dos heridos de bala. Y así son muchos los actos que demuestran a los verdaderos responsables de la violencia.

La jugada de Santos es, entonces evadir su responsabilidad frente a la crisis del campo causada por el dogma neoliberal materializado en tratados leoninos de "libre comercio" buscando mostrar como un problema de orden público algo que tiene su origen en una causa política y económica.

Levantarse de la mesa de negociación en Tunja es clara muestra de su desinterés por solucionar los problemas del campo mientras busca afanadamente la reelección, algo que muy difícilmente va a lograr porque la población civil está despertando y se está dando cuenta de los verdaderos responsables de la crisis del país.

Si el ESMAD, que supuestamente está entrenado para responder a actos de la población civil, ha causado muertos y desmanes, el ejército, que no está capacitado para eso, puede estar causando una tragedia de grandes proporciones al habérsele dado la orden de combatir a la gente.

Solidaridad con Marcha Patriótica, no se puede permitir un nuevo genocidio político en este país. La democracia real es una necesidad urgente para Colombia.

Paro Nacional: El empute continúa

Porque la censura no nos calla acá dejamos los audios de la jornada de cubrimiento de este #ParoNacional que hoy cumple su 11vo día. La MIA informa sobre la jornada del 11o día de Paro Agrario y Popular.

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El Huracán de las Ruanas

Cambio Total.

No es una tormenta. Es un huracán de pueblo que se cansó de esperar pacientemente que les satisficieran sus necesidades insatisfechas. Y « echó a andar » a exigir lo que les pertenece.

Ya se cansaron de las promesas incumplidas. Promesas que como a los campesinos del Catatumbo, a los damnificados de cada invierno, a las madres comunitarias, a los camioneros, a los paperos y cebolleros, a los maestros, a los estudiantes, en fin, a todo el pueblo les han hecho cuando pacíficamente envían cartas, publican manifiestos, y ordenadamente se toman las calles.

Siempre la respuesta es la misma. Nuevo acuerdos, nuevos incumplimientos, nuevas burlas. Mientras, a los ricos, a los poderosos, les sirven en bandeja de plata el agro, los camioneros, los salarios miserables de los trabajadores, de las madres comunitarias, de los maestros, para que ellos sigan viviendo su « vida muelle », como la que llevan los de Riopaila, Cargill, Urrutia, Facho Santos, y las dos raticas hijos del narcoparamilitar ex-presidente, claro los « cacaos » tradicionales, Luis Carlos Sarmiento Angulo, Julio Mario Santodomingo hijo, Ardilla Lulle y los del sindicato Antioqueño.

Para ellos si toman medidas inmediatamente se presenta una coyuntura. Apenas posesionado decretó la exención del impuesto de la renta (30%) a los empresarios dizque para « crear empleo ». Ante las fraudulentas maniobras para apoderarse de los baldíos del Vichada por larte de Sarmiento Angulo, Facho Santos, Cargill, Riopaila, etc, promete –y ahí sí cumplirá- la legalización del robo ; al igual que han hecho con el despojo de 6,7 millones de hectáreas a los desplazados.

Por ello, « los de ruana » determinaron luchar de la única manera que les han dejado. En las carreteras y calles. Desarmados. Con palos y piedras ante los disparos de la policía y su banda especializada de asesinos, el ESMAD, que ya ha producido 10 muertos. La indignación de los colombianos pobres se siente y ha hecho tragarse al presidente sus palabras de desprecio a la justa protesta social, quien ahora « manifiesta arrepentimiento » por lo dicho sin recordar que « las palabras una vez dichas no saben volverse a su dueño ».

Los jóvenes campesinos y citadinos asesinados por la policía y el ejército colombianos son muertos producidos por el Estado y su gobierno. Son crímenes de Estado. Esos muertos no son producidos por las FARC, señores. Esos muertos son producto de las políticas represivas del gobierno. Éste deberá responder ante los tribunales nacionales, y si no lo hacen tendrán que responder ante los tribunales internacionales, de eso no queda duda.

Ante el « Huracán de las Ruanas » el gobierno se vé obligado a llamar a Consejo Extraordinario de Ministros. Saldrá de allí alguna solución verdadera ? No lo creemos. Al igual que en la Mesa de La Habana el gobierno en representación del estado quiere resolver la situación al « menor costo posible ». Todo se irá en promesas, promesas, promesas. Nuestro pueblo seguirá luchando por la satisfacción de sus necesidades, las cuales pasan por lo que se acuerde en Las Mesas, especialmente por la Mesa de La Habana en donde el pueblo tiene a su más fiel representante.

Con las FARC o cumplen o cumplen.  Ya los campesinos les gritaban a los asesinos del ESMAD: « con los guerrilleros si les tiembla, cierto? ». « Cuando ven guerrilleros ahí se les mojan los calzones... ».

Aires huracanados soplan éstos días en Colombia. « Siembra vientos y cosecharás tempestades », dice el aforismo muy certeramente.

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Dossier Álvaro Uribe Vélez

Colombia Invisible - Unai Aranzadi

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Basta de Terrorismo de Estado

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