Headlines News :
Con tecnología de Blogger.

Despedida de Cristian Pérez - Sí a la Paz

Colombia: Falsa Democracia

Colombia: Falsa Democracia
Falsa democracia

RECOMENDADO CAMBIO TOTAL

[Colombia] Falsa democracia II: la democracia burguesa

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo. En el artículo de ayer abordamos, someramente, la historia de la democracia burguesa ...

Hey loco, No dispares!

Vamos a Cuentiarnos la Paz

LOS RICOS NO VAN A LA GUERRA

Blog ESTADÍSTICAS

BLOG DESTACADO

Allá en la Guajira arriba…

Allende La Paz, Cambio Total.

Los intríngulis del narco-paramilitarismo en la Costa Atlántica sigue develándose ante la aberrancia de los actos cometidos por ésta política contrainsurgente.

Todos hemos escuchado la canción del también admirador del proyecto narco-paramilitar Rafael Escalona que dice : « Allá en la Guajira arriba, donde nace el contrabando, el Almirante Padilla barrió a Puerto López y lo dejó arruinado... ». Desde esos años –los 40 y 50- los « contrabandistas » eran unas bandas que se dedicaban a la importación de productos –whiskey, cigarrillos, ropas, dulces, etc- a través de la Guajira y para su comercio ilícito le pagaban coimas a los militares y policías, quienes se hacían los de las « orejas gachas » y no veían los ríos de mercancia que entraban al país. Señalemos también que la Guajira ha sido uno de los departamentos más olvidados de Colombia y solo cuando se encuentra carbón mineral en su subsuelo « viene el galán a su casa y propone quererla...», como bien dice la canción de Hernando Marín Lacouture.

Estos ríos de contrabando era mal visto por los sectores dominantes del comercio –burgueses que desde los centros de poder de Santa Marta, Barranquilla, Bogotá, etc- veían disminuídas sus ganancias por el contrabando y movilizaban su poder –desde el estado- para perseguir a los « contrabandistas ». El Caso del « Tite » Socarrás de la canción de marras –oriundo de la región de Valledupar- fue uno de los personajes que se involucró en el « negocio ». Las bandas de contrabandistas eran bandas de hombres armados que recibían los barcos cargados de mercancías en las costas de la Guajira y lo distribuían en las ciudades colombianas.

Con el « descubrimiento » de la « Santa Marta Golden », marihuana de excelsa calidad que se daba silvestre en la Sierra Nevada de Santa Marta, las bandas de contrabandistas mutan a « marimberos » y son conocidas las historias en Santa Marta y Barranquilla de éstos personajes que incluso mataban porque les habías « pitado » con tu carro o porque les gustaba tu mujer. El inicio del fenómeno marimbero se da durante la administración de Alfonso López Michelsen y se inicia una nueva estela de corrupción de militares y policías, los cuales ahora eran competidos por los politiqueros tradicionales.

A la oleada de terror de los « marimberos » y ya convertida en mercancía no apetecible por cuanto en los Estados Unidos ya se cultivaba, llega la violencia de la « Coca » por parte del Cartel de Medellín –« Don » Pablo Escobar y su séquito, incluyendo su heredero el « Don » Álvaro Uribe Vélez y José Obdulio Gaviria (primo de Pablo)-, delincuencia aprovechada por las Cúpulas Militares para conformar los grupos « narco-para-militares » para adelantar el proyecto contrainsurgente dictado desde los cetros de poder del imperio.

Es necesario enfatizar que el narco-para-militarismo, y su pariente la narco-para-política uribista-santista, es un proyecto auspiciado desde el Estado que los aprovechan para asesinar a la oposición política verdadera al estado y sus gobiernos, y como medio de enriquecerse. Las ejecuciones extrajudiciales, desapariciones, masacres, desplazamiento,  son practicadas por el « contubernio impúdico » entre políticos tradicionales, militares y narco-paramilitares, el cual ha producido más de 500.000 víctimas.

Lo que sucede en el caso del conocido « Kiko » Gómez es que se les salió de las manos y como a los capos Pablo Escobar y demás del Cartel de Medellín, a los capos narco-paramilitares extraditados a Estados Unidos (Salvatore Mancuso y « Jorge 40 », entre otros), cuando se les salen de las manos y sus aberraciones horrorizan a la « opinión pública » o porque quieren mostrar resultados contra el crímen, entonces o los encarcelan o los asesinan sus « bloques de búsqueda ». 

El Estado es entonces culpable de esa escoria y es un sub-producto del capitalismo corrompido y deformado que padecemos los colombianos.

"Nos estamos preparando para un gran paro cívico nacional"

APR: Rescatados los cuerpos de tres mineros que murieron en mina de Remedios


Rescatados los cuerpos de tres mineros que murieron en mina de Remedios

Sábado 19 de octubre de 2013
La mañana de este sábado fue rescatado sin vida el cuerpo del tercer y último minero que pereció durante el derrumbe de una mina en el municipio de Remedios, Nordeste de Antioquia. Los organismos de rescate hallaron al hombre a una distancia aproximada de 120 metros bajo tierra, luego que uno de (...)

Paro agrario, importaciones y TLC

Sábado 19 de octubre de 2013
En los supermercados de las grandes ciudades del país se ha vuelto común encontrar toda clase de alimentos importados. Desde uvas y manzanas de Chile, leche de Estados Unidos y Ecuador; cebolla fresca o refrigerada de Perú; papa congelada de Holanda; pescado de Argentina y Vietnam y arroz que (...)

Exigen justicia para la Unión Patriótica

La pérdida de un ser querido no se repara con dinero

Víctimas del genocidio contra la Unión Patriótica envían carta a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y al Gobierno Nacional
Sábado 19 de octubre de 2013
Con una colorida marcha y una conmovedora Serenata por los Ausentes ofrecida por el coro de la Universidad Distrital, culminó el VIII Encuentro por la dignidad de las víctimas del genocidio contra la Unión Patriótica. En el marco del evento, impulsado por la Corporación Reiniciar, que es tradicional (...)

Debate

Movimiento popular: ¿debilidad o fortaleza?

Sábado 19 de octubre de 2013
En Colombia, las movilizaciones sociales y populares continúan. Ahora le toca el turno a la Minga Social Indígena y Popular y al movimiento estudiantil. ¿Ello significa fortaleza o debilidad del movimiento popular colombiano? En febrero-marzo/2013 el paro cafetero. En agosto-septiembre el paro (...)

“Minga Social, Indígena y Popular, Por la Vida, Territorio, La Autonomía y La Soberanía”

30 heridos y 15 retenidos deja ataque del ESMAD a la Minga en Risaralda

Sábado 19 de octubre de 2013
El día de hoy 19 de Octubre, aproximadamente a las 6:30 am de la mañana, ataques por parte de la Fuerza Pública en cabeza del ESMAD en el departamento de Risaralda, en el punto de concentración de la Minga denominado Remolinos. Se reportan hasta el momento por lo menos entre 30 heridos y 15 (...)

El gobierno en estado de crispación.-Una visión política del momento

Alistando una charla para la Juventud Comunista y repasando las notas del filósofo e intelectual Antonio Gramsci, encontramos al secretario general del Partido Comunista Colombiano, Jaime Caicedo, con quien sostuvimos una conversación sobre la actualidad política. El ascenso de la lucha social y popular, y la real acción de unidad de la izquierda fueron los aspectos centrales de su análisis: “Unificación de los factores coincidentes es el propósito de los comunistas”.

–El país está aún comentando el paro agrario nacional que tiene a los campesinos en las mesas de diálogo. ¿Qué reflexión le merece eso?


–El paro agrario creó un nuevo ambiente político que el gobierno está empeñado en aturdir y enredar. Lo hace con estrategias de engaños, dilaciones de las negociaciones, y empantanando los acuerdos. Las movilizaciones en cabeza de la Mesa Agraria Nacional de Interlocución y Acuerdo, MIA, el Coordinador Nacional Agrario y las dignidades nacionales tienen paciencia pero en cualquier momento vuelven a las carreteras por las maniobras del gobierno de apagar esas rebeldías.


–¿Esas maniobras revelan el tipo de gobierno?


–En buena medida. Dividir las negociaciones y las organizaciones es una estrategia del establecimiento. Por eso la importancia de acciones contundentes de unidad agraria y popular que pueden ser elemento articulador en todo el país. En el envión de la protesta social se debe materializar una propuesta efectiva para evidenciar la catadura del gobierno colombiano ante la inconformidad nacional.


–¿El Partido ve en la Cumbre Agraria ese instrumento?


–El Partido Comunista Colombiano, considera que la pelea con el gobierno es ahora y los incumplimientos son ahora y es ahora cuando se debe materializar la Cumbre como un instrumento de lucha funcional que genere acciones políticas reales para confrontar a Santos y provoque un nuevo momento del paro agrario.


–¿El gobierno está nervioso con la movilización social?


–Con la movilización social y con las conversaciones en de paz en La Habana con las FARC-EP. Santos cree que su ritmo a la hora de solucionar las cosas debe tener efectos electorales, por eso le impone un “no” a todo y así quiere llegar a acuerdos. No acepta una reforma agraria ni la apertura democrática o las garantías sociales y políticas a la oposición; dice no al estatuto de la oposición que lo tiene congelado en La Habana. El gobierno está en estado de crispación actuando con medidas desesperadas y contradictorias. Santos sabe que los diálogos en Cuba, son su única plusvalía para la reelección.


–¿Y acá?


–Acá la cosa no es diferente pues el Ejecutivo no le da la categoría de interlocutores válidos a las movilizaciones sociales en el marco de la inconformidad nacional y el tratamiento escogido para contrarrestarlas es de orden público, acallando las voces de la gente que quiere ser escuchada. El estatuto de la oposición no solo es para los partidos sino para el movimiento social.


–Lo involucro en otro tema de actualidad. El PCC ha venido hablando del frente amplio. ¿Cómo se ha trabajado la unidad?


–Nosotros insistimos que la única forma de vencer es mediante la unidad y rearticulación de la izquierda. No es cierta esa teoría que solamente hay una fuerza política en la izquierda, son muchas y tenemos que acercarnos cuanto más se pueda.


–¿Cuál va a ser el imán de atracción de la unidad de la izquierda?


–La paz y la solución política es el principal aspecto programático para una unidad. La paz no tiene que ver con la relección del presidente Juan Manuel Santos, tiene que ver, al contrario, con el mantenimiento del proceso de diálogo en La Habana y la nueva mesa de conversaciones con el ELN y tiene que ver con la concepción del tipo de paz que se está buscando. La unidad no puede ser indiferente en encontrar una paz con contenido, con cambios, con reformas de peso.


–¿La unidad más allá de lo electoral?


–Por supuesto. Fíjese que otro elemento de unidad es la lucha popular en la que el Partido Comunista, la Unión Patriótica y sectores sociales y democráticos transitan sin descanso. Estamos en una contienda permanente contra el establecimiento y por el reclamo de los derechos y la paz. Esa unidad también es fundamental para los cambios.


–Ahora le pregunto: ¿Hasta dónde es ese más allá electoral de la unidad?


–Nosotros queremos hacer cambios en función de una paz durable, cierta y sostenible superando las profundas brechas de la sociedad colombiana que cada vez se profundizan más. Hay que atacar las causas de la guerra, hay que corregir de fondo los orígenes del conflicto social como es el tema agrario. La unidad es en función de eso. El paro puso esa realidad sobre la mesa de los colombianos y de allí se desprende la necesidad de una reforma agraria integral en torno al uso del suelo, que no puede estar determinado por los intereses del gran capital. El paro demostró que los campesinos son sujetos políticos con la suficiente autoridad para opinar y definir el presente y el futuro del agro colombiano. Esa es una nueva relación política para el país de la que hablamos.


–¿Y las diferencias?


–La agrupación en tres bloques distintos de la izquierda y naturalmente los obstáculos que impone el sistema político, principalmente el umbral electoral, son parte de las dificultades. Hay que superar esa barrera artificial del umbral que en últimas es una muralla a la participación de sectores democráticos, progresistas y populares. Pero solos no podemos. Hay aspectos en los cuales no nos vamos a poner de acuerdo en la unidad a la que se propone llegar. En temas como la oportunidad de una Asamblea Nacional Constituyente pero en un diálogo permanente y fluido se puede llegar a acuerdos.


–¿y las dificultades?


–La política electoral de unidad es más compleja porque hay que encontrar fórmulas para soslayar ese sistema político. Gracias al tema del umbral un punto complejo es la integración de listas. Ese punto requiere de hacer concesiones en el orden formal y desde luego establecer ciertas salvaguardias en relación a la actuación y compromiso de conciencia con los aspectos programáticos para superar cualquier obstáculo. Para llegar a ese momento hay que fortalecer el tema programático.


–Y las consultas hoy en boga de todos ¿cómo las analiza?


–Nosotros no vetamos las precandidaturas pero no vemos con buenos ojos consultas en las que participen nombres como el del ex alcalde Enrique Peñalosa. Él no tiene por qué ser una opción para la izquierda y para los sectores democráticos, él es un hombre de la derecha, de la gran burguesía y del Banco Mundial.


–Debe ser una consulta coherente ¿no?


–El tema no es de personas ni de nombres; es de voluntad y acción. Hay otros precandidatos que podrían entrar a una consulta que represente mejor los sectores democráticos pero sobre una base de acuerdos y decisiones programáticas vinculadas con la paz con justicia social, con el cambio de modelo económico, con el concepto de reforma agraria, con el concepto de defensa de las Zonas de Reserva Campesina y de una apertura democrática en el país que amplié la seudodemocracia que nos rige.


–¿Es una paradoja el momento político?


–Sí. El paro agrario demostró que podíamos juntarnos con movilizaciones, cacerolazos, solidaridades, pero a la vez estamos con una izquierda diferenciada y separada por corrales que no tienen posibilidades de juntarse. El esfuerzo es juntar lo más que se pueda las rebeldías por abajo y por arriba en el plano regional y nacional.


Semanario Voz

Juez en Bucaramanga dejó libre a coronel (r) del Ejército en caso de falsos testigos

 
 El coronel (r) del Ejército Nacional Miguel Ángel Orejarena Pereira fue capturado por miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía en una operación relacionada con la investigación por falsos testimonios contra el senador Luis Fernando Velasco.
 
Al oficial retirado, capturado en Bucaramanga, se le investiga por los presuntos delitos de fraude procesal, falsedad ideológica en documento público y soborno.

No obstante, este sábado en la mañana, un juez de control de garantías se abstuvo de imponerle medida de aseguramiento.

El proceso penal contra este oficial del Ejército Nacional hace parte de la investigación contra Gustavo Muñoz Roa, a quien se imputaron cargos como coautor de falso testimonio, falsedad ideológica en documento público y soborno. Leer nota.

Al coronel (r) del Ejército Nacional Miguel Ángel Orejarena Pereira se le imputó solo el delito de soborno, que es excarcelable. La Fiscalía apeló la decisión.

Esta investigación se inició al comprobarse que presuntos desmovilizados habrían mentido ante la Corte Suprema, al señalar al senador Luis Fernando Velasco de tener nexos con las Farc.

Carrusel de contrabando

Por: Alfredo Molano Bravo

LA FRONTERA DE VENEZUELA CON Colombia está cada día más crispada. No tanto como durante la barbarie de Uribe, aunque lo que él hizo tiene su peso en la actualidad. Todos nos criamos oyendo hablar de los matutes de juguetes, tenis y aparatos que llegaban al país por La Guajira.

Nos acostumbramos a oír palabras como guandola, guardia civil, trocha. Quizá también oímos hablar de los miles de camiones cargados —café de la Sierra Nevada, arroz de las vegas del río Zulia, azúcar del Valle del Cauca, cebolla roja de Ocaña— que pasaban la frontera hacia Venezuela. Inclusive se sabía que se arreaba ganado de Arauca y de Meta hacia los llanos del Apure. Venezuela era, como dijo Jorge Zalamea, “rica, riquísima, inmensamente rica”. Podía comprar todo, produciendo sólo petróleo. Eran los tiempos de la Venezuela saudita en la que entre adecos y copeyanos se turnaban el poder y se enriquecían sus mandatarios al ritmo en que brotaba petróleo. Una bendición que permitió a los ricos vivir en Miami sin pisar su país y al mismo tiempo una maldición que impidió la formación de una sólida economía campesina. Fueron también los días en que los campesinos colombianos migraban a las costas del lago de Maracaibo, el río Nule, el Táchira, Mérida. El bolívar era fuerte y el peso, débil. El campesinado que vive hoy en estas regiones fue en gran medida resultado de la emigración colombiana, sin contar los desplazamientos para allá y para acá vinculados a las guerras civiles del siglo antepasado y el uso de las fronteras como retaguardia de los ejércitos en guerra; refugio de generales, políticos y bandidos de toda condición. 

La situación fue cambiando hasta que se volteó del todo. El bolívar se devaluaba en la medida en que el gobierno Chávez invertía en subsidios salariales, vías, vivienda, hospitales, colegios, y en que nuestra guerra lo obligaba a comprar fragatas, aviones, fusiles, cañones. De la corrupción no se puede hablar porque esta ha sido una tradición de Estado. Total, hoy la mano de obra ya no va a trabajar a Venezuela y el contrabando de alimentos y combustibles cambió de dirección: viene de Venezuela a Colombia. ¡Y en volúmenes astronómicos! La cola para pasar de Cúcuta a San Antonio mide kilómetros. Los colombianos cruzamos el puente del Táchira en tropel para ir a comprar alimentos; parecemos nubes de langosta que revolotean, caen y acaban con lo que hay en las tiendas del Estado que, como se sabe, venden a precios subsidiados. Los anaqueles y depósitos quedan vacíos, los empleados exhaustos y la gente quejándose por el desabastecimiento. Los precios se trepan a las nubes. No se encuentra la famosa harinapán con que se cocinan las charapas —arepas insustituibles en la dieta del venezolano—, ni el papel higiénico, tan socorrido y que, dicho de paso, es la única bandera ideológica de la oposición contra Maduro. En ese río revuelto aparecen los astutos mercachifles que venden caro en Colombia lo que compran barato en Venezuela. Un verdadero carrusel. 

Lo peor es el contrabando de combustibles. Entra al país por todo camino, carretera o puente; a pie, en bicicleta, en moto, en camión. Una especie de oleoducto a buches. Una cadena de la que viven cientos de pimpineros y con la cual se enriquecen miles de policías y guardias, agentes secretos y altos mandos de allá y de aquí. La razón es simple: cinco galones, el full de un carro normal, cuestan en Colombia 45 dólares, y allá sólo un dólar. Es más cara el agua que la gasolina. La diferencia se explica porque el gobierno bolivariano subsidia el combustible para mantener bajos los precios y nuestro gobierno lo eleva para sostener su economía de guerra. Las colas en las gasolineras de toda la frontera son tan largas como las colas para comprar comida barata en la misma frontera. La gasolina que entra de contrabando a Colombia se lleva al Táchira y al Zulia de contrabando para venderla de donde salió. La vuelta del bobo que enriquece a los vivos.
  • Alfredo Molano Bravo | Elespectador.com


Hacia un mundo sin Estados Unidos

 

Dossier Álvaro Uribe Vélez

Colombia Invisible - Unai Aranzadi

Tendencias

.

Basta de Terrorismo de Estado

Support : Creating Website | Johny Template | Mas Template
Copyright © 2011. CambioTotalRevista - All Rights Reserved
Template Created by Creating Website Published by Mas Template
Proudly powered by Blogger