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Despedida de Cristian Pérez - Sí a la Paz

Colombia: Falsa Democracia

Colombia: Falsa Democracia
Falsa democracia

RECOMENDADO CAMBIO TOTAL

[Colombia] Falsa democracia II: la democracia burguesa

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo. En el artículo de ayer abordamos, someramente, la historia de la democracia burguesa ...

Hey loco, No dispares!

Vamos a Cuentiarnos la Paz

LOS RICOS NO VAN A LA GUERRA

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Matar al lobo

A Sergio Urrego no lo mataron las burlas ni el acoso de sus compañeros de curso, sino el grito de una sociedad enferma que ve la figura de la bestia en todas partes.
“Tarado es usted, comunista de mierda. Tarada es esa ministra machorra que usted defiende”, escribió una señora a mi cuenta de correos el miércoles pasado. La iracunda dama hacía referencia a mi artículo anterior, “Un país de camanduleros”, en donde reflexiono sobre las multitudinarias marchas que se llevaron a cabo en todo el territorio nacional por unas cartillas del Ministerio de Educación que buscan evitar el matoneo en las escuelas por motivos de identidad de género y otros prejuicios que aún no hemos podido superar.
Por el tono agresivo de la nota, por las reiteradas citas bíblicas, se puede deducir que es una mujer de camándula en mano y rodillas al piso, pero, sobre todo, una defensora a ultranza de un machismo endémico. “Primero entra un elefante por el ojo de una aguja que un homosexual al reino de los Cielos”, cita en un aparte del texto. “Dios no hizo a dos hombres ni a dos mujeres sino a un hombre y a una mujer”, explica en otro. “La homosexualidad es contra natura. Es una aberración y un pecado ante los ojos de Dios”, afirma. Y continúa así a lo largo de una cuartilla, citando apartes de ese conjunto de novelas que se escribió hace más de 3.000 años.
No deja de ser curioso creer que respetar los derechos de los homosexuales a expresar su condición te convierte necesariamente en uno. Es como creer que la defensa de las minorías étnicas es solo un asunto de las personas que las integran, o que la muerte de más de 7.000 niños en La Guajira solo les compete a los guajiros y a sus autoridades.
Si así fuera, el campo de acción femenino en la sociedad seguiría siendo hoy la cocina, la cama y el cuidado de los niños porque “la mujer debe estar subordinada a su marido así como la Iglesia está subordinada a Dios” [Efesios 5:22]. Es como creer que los negros solo sirven para realizar labores físicas porque la estructura de su cerebro nos le permite ir más allá. Es como afirmar que el 80 % de los colombianos son pobres porque no les gusta trabajar. Decir semejantes babosadas es creer que hay un orden natural de las cosas, que todo ha sido establecido, como lo creían los antiguos griegos, por una fuerza superior y, por lo tanto, solo nos queda seguir el camino sin pensar en modificarlo.
Creo que a la señora le importa un comino cuántos niños se mueren de hambre en Colombia a lo largo del año, cuánto son violados por los representantes de la Iglesia que tanto defiende, cuántos trabajan en la calle como adultos y cuántos son explotados por aquellos que se oponen a que sean adoptados por “anormales”. Le vale un huevo que sean pobres, que sean reclutados por los grupos al margen de la ley, que se mueran de enfermedades prevenibles como las gastrointestinales, que tengan como cama la orilla de un andén o se tomen el transportes urbano para vender dulces. Lo único que le importa a esta señora es que no tengan dos papás o dos mamás, que no les vayan a enseñar en la escuela esa vaina de la tolerancia y el respeto por las minorías, que los junten con “maricas” porque ese comportamiento se pega como la gripa, o que los pongan a leer esas cartillas raras donde se dice que el sexo de hombre con hombre y de mujer con mujer es normal.
Y es que para esta señora los maricas dan asco, como lo expresó el senador Roberto Gerlein, pues su comportamiento va en contravía de la moral y las buenas costumbres sociales. Son como una peste, como una enfermedad que hay que erradicar. No hay duda de que Colombia es un país de homofóbicos, pero, sobre todo, un país de una sola verdad, una verdad contenida en un solo libro [o, mejor, en un conjunto de libros] que relata historias tan fantásticas como las contenidas en la saga de Harry Potter.
Cuando esa única verdad se sazona con política, el resultado es un río de sangre que justifica cualquier otra acción. Lo que ha venido pasando en los últimos meses en el país es una muestra de ello: una lucha por imponer una sola mirada sobre el futuro de Colombia, sobre el futuro de cada uno de los ciudadanos. De tanto repetirse una y otra vez se ha llegado al convencimiento colectivo de que lo que se afirma es una verdad sin matices, pues en el caso de las cartillas se parte de la orientación sexual de la ministra: blanco es y frito se come, grita la masa.
Pero el asunto, aunque muchos no quieran entenderlo, ni les interese, es político. Es el relato del “Pastorcito mentiroso” pero a la colombiana: de tanto gritar “ahí viene el lobo” hemos interiorizado profundamente la figura de la bestia que alcanzamos a verla aunque no esté.
A Sergio Urrego, el chico que se lanzó desde el piso superior de un centro comercial bogotano al frío pavimento de la calle, no lo mataron las burlas ni el acoso de sus compañeros de curso, sino el grito de una sociedad enferma que ve la figura de la bestia en todas partes. El lobo de hoy no es el mismo del cuento, es un señor que funge de procurador, es una señora que va todos los domingos a misa, que reza hasta quedarse dormida, pero que es incapaz de comprender un poco al vecino, son los miembros del Centro Democrático, maestros en defender mentiras gigantes sin arrugarse, son aquellos que creen que votando ‘No‘ al plebiscito el país alcanzará la paz que todos anhelamos, son todos los que luchan a diario para que todo siga igual, para que Colombia siga navegando cuesta abajo en su Río Estigia, donde vemos pasar a toda hora la gigantesca y aterradora figura de Caronte en su barcaza.
* Twitter: @joaquinroblesza - Email: robleszabala@gmail.com - Docente universitario.

Continúa el Terrorismo de Estado

Allende La Paz, Cambio Total.

Continúa el Terrorismo de Estado en Colombia. El Informe ‘¿Éste es el fin?’, elaborado por el Sistema de Información sobre Agresiones contra Defensores de Derechos Humanos en Colombia, de la organización Programa Somos Defensores, nos muestra que en los primeros seis meses de 2016, en Colombia, cada dos días fueron agredidos dos defensores de derechos humanos, y cada cinco fue asesinado uno. A esta conclusión llegó dicho informe.

Lo cual nos evidencia que el Terrorismo de Estado continúa paseándose por todo el territorio nacional. Y lo hace por parte de las fuerzas militares-narcoparamilitares estatales. Las tozudas cifras nos lo muestran.
Según el informe, “en el primer semestre del año se registraron 314 agresiones, 35 de ellas culminaron en asesinatos, lo que representa un incremento del 3 por ciento con respecto al mismo período en 2015.
Asimismo, se conoció que unas 232, quedaron solo en amenazas, una disminución del 41 por ciento. Unas 21 agresiones se materializaron en atentados y se presentaron 13 detenciones arbitrarias, nueve casos de uso arbitrario del sistema penal, tres robos de información y un desaparecido.
En la mayoría de los casos, los presuntos responsables son: grupos paramilitares (con un 68 por ciento de participación), grupos desconocidos (con un 22) y agentes estatales (con un 10). Todos los presuntos responsables disminuyeron sus porcentajes de participación, menos las fuerzas de seguridad del Estado, que elevaron su participación de un 5 por ciento en 2015 (con 19 casos de agresión a defensores) a un 10 por ciento en 2016 (32 casos)”.
Éste Informe reitera que el Terrorismo de Estado continúa ya que la participación de la herramienta narco-paramilitar sigue anegando en sangre nuestra matria (contrario a patria). Las fuerzas de seguridad estatales continúan asesinando los líderes populares –en éste caso los defensores de derechos humanos- y la tendencia demuestra que incrementarán su terrorismo.

Esta cruda realidad es especialmente preocupante por cuanto está el Estado ad portas de firmar un Acuerdo de Paz con las guerrillas de las FARC-EP. Es ésta realidad la que quiere el Estado mostrar a las FARC-EP? Le están notificando a las FARC-EP que su destino será igual o peor al de la Unión Patriótica (U.P.)?

http://cambiototal-terrorismodeestado.blogspot.se/2016/08/cada-5-dias-es-asesinado-un-activista.html 

Colombia: paro cívico del Chocó cumple 5 días

Solución final versión D.C.

Escribo esto el domingo 21, en la mañana, luego de un viaje brevísimo de tres días en el que carecí, deliberadamente, de conectividad, pues la tarea a que fui me obligó a mantener apagado el celular todo el tiempo.
Por: Lisandro Duque Naranjo - El Espectador.

No por eso dejé de oírle a alguien, de pasada, sobre “la crecida del río Comuneros, en Bogotá, que arrastró a varias docenas de habitantes de calle, ahogando a algunos, que se encontraban en el canal de la avenida sexta con carrera 30. Eso pasó en la medianoche del jueves 18.
Ya de regreso, y sentado frente al computador, repito, el domingo 21 a las 10 a.m., abro Google y me encuentro con fotos de esos peregrinos urbanos, unos 60, acostados sobre las dos pendientes de cemento que se juntan en el lecho por el que fluye un hilo de agua en el que navegan detritus. Son fotos diurnas, en las que se los ve relajados, antes de que el caudal se les viniera encima en la oscuridad. El cemento está seco y algunas prendas andrajosas están tendidas para orearse.
Tres días después del desastre no se habla de víctimas, a excepción de una que, recién salida del torrente que la despertó, tiritando y chorreando agua de su armadura de harapos, fue atropellada por un carro.
Me cuesta, sin embargo, creer que hubo apenas un muerto. Nada mas la hipotermia pudo ultimar a varios. Para no hablar de los totazos en la cabeza que debieron darse ante la embestida de esas aguas encajonadas que los agarraron dormidos. Hasta allí, y otras partes —pues la Policía no los deja en paz y la gente los rechaza en los lugares adonde se repliegan—, los ha llevado su errancia desde que la Alcaldía los evacuó a la fuerza del Bronx.
Incumpliendo una sentencia de la Corte Constitucional, que ordena no llevar a la fuerza a los habitantes de calle hacia centros de rehabilitación, el actual alcalde y su subsecretario de Seguridad se empeñan en que, para tenerlos en albergues, estos adictos deben dejar de inmediato el vicio del bazuco. Y todo lo conexo que conlleva ese consumo. En síntesis, volverse virtuosos de una manera exprés. Esos funcionarios creen que la cosa es así no más, y mientras tanto les han declarado una guerra impiadosa que por un instinto mínimo de conservación ha terminado disgregándolos por toda la ciudad.
Inevitable recordar que durante la “Bogotá Humana”, a esa pobrecía viciosa se le daba cama limpia, muda lavada para que se cambiara y se le servía en la mesa sopa caliente. Principio tenían las cosas, y con ese procedimiento no pocos emprendían el camino del juicio, mediante tratamiento médico progresivo, e impactaban cada vez menos el mundo urbano con su conducta alterada. Otro tanto se hacía con madres de familia que trabajaban de noche, guardándoles de seis a seis sus pelados, así fueran de brazos. Todos esos albergues fueron clausurados o disminuidos en su cobertura.
Ya mismo deben ser puestos en evidencia el señor Peñalosa y el subsecretario Mejía, antes de que logren consumar una versión bogotana de la “solución final”.
No olvidemos que frente a las víctimas del holocausto nazi, simulaba no saber nada esa población que de lejos veía subir el humo y reconocía el olor de carne humana que oscurecía el cielo de los campos de exterminio.

Régimen israelí bombardea el norte de Gaza

Los mitos sobre el proceso de paz

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Los diálogos de La Habana para la terminación del conflicto armado, han por fin calado y se han convertido en parte aguas de la historia reciente del país. Se ha avanzado tanto, que estamos ad portas de la firma del Acuerdo General para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera. Asimismo, el Presidente convocará un plebiscito para la refrendación de los mismos, donde podremos expresar a través del voto por el Sí, nuestro apoyo a los acuerdos alcanzados que pondrán fin a la larga guerra entre hermanos que tanta tragedia, dolor y muerte ha causado.
La lucha por alcanzar este acuerdo definitivo ha sido ardua, y llevado a que se conformen dos
posturas, una por el Sí y otra por el No. También se han difundido mitos, tergiversaciones y mentiras sobre los acuerdos de paz que es importante desenmascarar, si queremos un debate informado y objetivo sobre los mismos, y así impedir que fuerzas oscurantistas de extrema derecha que se oponen a los Acuerdos con el No, ganen espacio con propaganda negra, metiendo miedo y generando dudas infundadas sobre lo acordado.
Uno de las grandes mitos que se han difundido por quienes se oponen al fin del conflicto armado, con el objetivo de infundir miedo en la población, es que el país se le va a entregar a las FARC y al Castro-Chavismo. Quienes difunden esta gran farsa no han explicado de qué forma se va a entregar el país, custodiado y vigilado por medio millón de soldados y policías, a un movimiento armado que no fue vencido ni tampoco derrotó al Estado, que no supera los 20.000 hombres y que además va a dejar las armas, tal y como lo estipulan los acuerdos en el punto 3, Fin del Conflicto, en tres plazos y porcentajes a fuerzas de la ONU que serán las encargadas de recibirlas y custodiarlas hasta el día 180, después que se firme el Acuerdo General para la terminación del conflicto. Si Santos no se aceptó llevar a la mesa de discusión de La Habana el modelo económico, la política extractivista, ni el papel de las Fuerzas Armadas en el posacuerdo, ¿por qué razón va a entregar el país a las FARC? Nada más ingenuo y ridículo la idea de que Colombia caerá en manos del Castrochavismo.
Otra mentira que se difunde es que habrá impunidad para los que cometieron crímenes de lesa humanidad y violaciones graves de Derechos Humanos. Los crímenes de guerra no quedarán impunes, eso es completamente falso. La Jurisdicción Especial para la paz, que contará con Salas de Justicia y un Tribunal para la paz, se creó precisamente para que los que cometieron graves crímenes de guerra o de lesa humanidad no quedaran impunes. Todos los que hayan cometido crímenes de esta naturaleza, tendrán que contar la verdad, reparar a las víctimas, resarcirlas, y tendrán una pena restrictiva de la libertad que tendrán que pagar con trabajo social, ayudando en obras públicas, y resocializándose. Sean agentes del Estado, guerrilleros o civiles. Habrá penas entre 5 y 8 años para quienes confiesen la verdad, y hasta de 20 años en prisión ordinaria para quien no lo hagan. El objetivo de la Jurisdicción Especial para la paz o Justicia Transicional, es reafirmar y restablecer la dignidad de millones de víctimas del conflicto armado, que haya verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.
Que los jefes guerrilleros no podrán ser elegibles a cargos públicos. Falso, precisamente el Acuerdo para la terminación del conflicto se hace para que una vez las guerrillas dejen las armas y haya garantías de participación, los jefes guerrilleros puedan participar en política y ser elegibles a cargos públicos que ganen en elecciones libres, sin coacción armada, sin ser asesinados sino respetadas sus vidas como voceros o líderes políticos de la organización o partido legal que creen, tras la dejación de armas. Para eso es que se van a convertir en un movimiento político legal, para participar en política pero esta vez sin el uso de las armas. En eso consiste el Acuerdo. Pero muchos en la extrema derecha tienen miedo del nuevo actor político que surja de los Acuerdos, porque si bien es cierto dejarán las armas, seguirán con sus ideas de cambio para Colombia.
Que a los guerrilleros se les pagará un salario de 1.800.000 pesos. Falso, no hay en ninguna parte de los acuerdos un solo renglón que diga eso. Los sectores de extrema derecha quieren hacer creer esta mentira cuando en realidad en todo proceso de paz, amnistía, desmovilización y dejación de armas se acuerdan proyectos y procesos de reinserción y reconciliación que brinden seguridad jurídica, política, social y económica a quienes pasen a ser parte de la vida civil, es decir, los combatientes.
Los que promueven estos mitos y mentiras sobre los acuerdos, no aceptan que la solución al largo conflicto armado que ha sufrido en carne propia los más pobres, sea por medios pacíficos y el diálogo. No aceptan por nada del mundo, que al opositor que estaba alzado en armas, se le den garantía para la participación política y entre en el juego democrático en igualdad de condiciones. Quienes esto temen son los mismos que han explotado, corrompido, abusado y utilizado el poder del Estado para preservar sus intereses capitalistas y la acumulación de tierras y riquezas. Ese es el verdadero miedo de los señores de la guerra: que de los acuerdos surja un movimiento político legal, que les dispute el poder con el apoyo del pueblo para producir los grandes cambios que necesita el país. Temen perder sus grandes privilegios, las enormes extensiones de tierras arrebatadas en la guerra a los campesinos, y se les acabe la mermelada, la corrupción y la vida de grandes magnates que siempre han llevado. Es la hora de la esperanza y la paz, las mentiras y los mitos sobre los Acuerdos no les alcanzará para continuar una guerra que parecía imposible finalizar, porque un nuevo día ha empezado a descollar.

Despliegue militar de Rusia en Irán

¿ESTE ES EL FIN? Trailer

¿ESTE ES EL FIN? Informe semestral 2016- I del programa Somos Defensores

Programa Somos Defensores
El pasado 22 de junio de 2016, Colombia fue testigo de un día histórico. Mediante el comunicado No. 75 desde La Habana – Cuba, la guerrilla más antigua del mundo (FARC – EP) y el Gobierno de Colombia firmaron el cese indefinido de las hostilidades, lo que en los medios de comunicación y por la voz del propio Presidente de la República se conocería como “El último día de la guerra” . La gran mayoría de la población civil y por supuesto los defensores y defensoras de derechos humanos se llenaron de júbilo y esperanza con tan magno anuncio; sin embargo la aseveración de que este sería el último día de la guerra, está lejos de ser completamente cierta; tanto es así que la comunidad de defensores se pregunta, en verdad ¿Este es el fin de la guerra? y por ende ¿es el fin de la violencia contra los defensores(as)?
Y es que el semestre anterior dejó bastantes dudas sobre los cambios reales en la violencia contra activistas de derechos humanos. Entre enero y junio de 2016, fueron registradas 314 agresiones individuales contra defensores(as), discriminadas en 232 amenazas (disminución de 41%), 35 asesinatos (incremento del 3%), 21 atentados, 13 detenciones arbitrarias, 9 casos de uso arbitrario del sistema penal, 3 de robos de información y un desaparecido; en conclusión bajaron las cifras de amenaza y atentado pero el resto se incrementaron.
Según el Sistema de Información sobre Agresiones contra Defensores de Derechos Humanos en Colombia – SIADDHH, en la mayoría de los casos los presuntos responsables señalan a grupos Paramilitares con un 68%, mientras el 22% corresponde a Desconocidos y  10% a agentes estatales (PONAL, FF.MM, C.T.I., otros). Las guerrillas de las FARC y el ELN aparecen con presunta responsabilidad en 2 casos Es importante mencionar que todos los presuntos responsables disminuyeron en sus porcentajes de participación, menos las fuerzas de seguridad del Estado que por el contrario subieron en su presunta responsabilidad: pasaron de 5% en 2015 (19 casos) al 10% en 2016 (32 casos).
Los homicidios presentaron un incremento del 3%, pasando de 34 homicidios en 2015 a 35 en el presente año. De los 35 asesinatos, el 91% correspondieron a hombres y el 9% a mujeres. Cauca y Antioquia son los departamentos que registran mayor número de defensores asesinados con 7 líderes cada uno. De estos 34 homicidios, en 6 de ellos las fuentes consultadas confirman que, los defensores habían denunciado amenazas antes su asesinato. Se debe señalar que en muchos casos de homicidio, familiares o amigos de los defensores(as) siguen siendo agredidos en estos hechos saliendo heridos o incluso muertos; esta misma situación fue detectada en los análisis de los años desde hace 4 años.
En promedio, entre enero y junio de 2016, cada día fueron agredidos 2 defensores(as) y cada 5 días fue asesinado uno(a) de ellos(as). El informe también señala que de las 314 agresiones individuales registradas en el SIADDHH, los departamentos que cuentan con mayor número de casos son Bogotá , Valle del Cauca, Cauca, Santander, Antioquia, Atlántico y Córdoba.
Las cifras y análisis completos del Sistema de Información de Agresiones contra defensores y defensoras de derechos humanos en Colombia SIADDHH para el periodo enero – junio 2016 y otros periodos pueden ser consultados en www.somosdefensores.org
 

Dossier Álvaro Uribe Vélez

Colombia Invisible - Unai Aranzadi

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Basta de Terrorismo de Estado

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